Partida Rol por web

La Cosecha

Capitolio

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08/05/2019, 21:41
Director

-Puede ser, ¿qué objeto desea identificar?

Notas de juego

Pon la lista de lo que más te interesa a los que menos y te aviso cuando se acabe el dinero

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08/05/2019, 22:03
Vincent (D1) - 1º

Asintió, con una sonrisa, y empezó a dar la lista de lo que quería, por orden.

Notas de juego

Cetro - Tomo - Esfera - Daga - Bastón** - Bastón*** - Bastón* - Látigo - Corona - Estatuilla

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08/05/2019, 23:38
Director

-Con esas 100 monedas de oro solo te ha servido para identificar el cetro, es un cetro de maestría de muertos vivientes, con él podrás controlar ocho veces el número de muertos viviente a lo que podrías hacerlo normalmente

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08/05/2019, 23:39
Dobby

Después de entrar en el teletransportador apareces en lo que parece ser el Capitolio

-Bienvenido al Capitolio señor- te dice un pequeño gnomo- Mi nombre es Dobby, dejeme que le enseñe el lugar- se pone en marcha parandose en los lugares claves- Aquí puede encontrar a los patrocinadores, puede ver aquellos que le siguen o siguen a sus rivales, en aquella estancia está el mercader, si ha conseguido algo puede venderlo o comprar algo allí que desee, aquella puerta es su habitación si desea descansar, el médico es ese de ahí, aunque le costará algunas monedas; y por último...- te lleva a la puerta más alejadas de todas- cruce esta puerta cuando desee continuar con la Cosecha

Puedes ver a Vincent en el mercader

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09/05/2019, 11:22
Vincent (D1) - 1º

No había dado para mucho, pero tampoco importaba, no era la intención. Necesitaba saber el valor de un solo objeto, para poder sacar un buen precio e identificar el resto. Ahora que conocía las propiedades del cetro, podía hacerse una idea aproximada de lo que podía pedir por él, basándose en la utilidad que tenía; para él no mucha, pero si un gran poder para clérigos, arcanos y resto de nigromantes que jugaban con los muertos.

Quiero venderlo, maese. ¿Cuánto me dais por él? —preguntó en tono afable, pero intransigente. Aprender el oficio de mercader nunca había sido de interés para él, más bien al contrario, pero criarse en un distrito dónde el dinero y las joyas movían a todo el mundo, le obligado a desarrollar ciertas habilidades en el tema. Ser amable, pero firme, era una de las principales bazas de cualquier tendero, ya fuera en su hogar, en el Capitolio, o en cualquier otro lugar del mundo.

- Tiradas (1)
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10/05/2019, 09:25
Villtur (D7) - muerto
Sólo para el director

    Villtur agradeció al gnomo su hospitalidad pero, pese a las distintas ofertas que le había dispuesto, poco tenía que hacer allí. No necesitaba comprar nada, apenas había recibido daños y el tema de los patrocinadores... bueno, quizás no estuviera de más echar una ojeada, aunque fuera solo por curiosidad.

    De este modo, el muchacho se dirigió a observar por encima si en verdad había miradas puestas en él o en el resto de concursantes, a fin de cuentas hasta ahora solo había conocido a dos de ellos, y tras ello se dirigiría directamente a la siguiente fase de las pruebas.

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11/05/2019, 01:26
Director

-Puedo ofrecerte por ella 10.000 monedas de oro- dijo el mercader después de examinarla a conciencia

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11/05/2019, 01:28
Director

Ves que no tienes ningún patrocinador que te siga, al parecer de los cinco patrocinadores que había tres seguían a Vincent y los otros dos a Lobatov, aunque uno de los patrocinadores parecía dividirse entre Vincent y una persona a quien no conocías, un tal Lidar

Notas de juego

Mañana te pongo turno en el nuevo dungeon

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11/05/2019, 10:54
Vincent (D1) - 1º

No solo era más de lo que había él mismo imaginado que obtendría, sino que fue una cifra conseguida sin siquiera regatear. Tal vez se debiera a su buena disposición con el mercader, pero sin duda era una muestra del músculo financiero que había tras el hombre. Estar allí debía reportar grandes beneficios —los objetos que se encontraban en el torneo eran raros y no perdían su valor con el tiempo, más bien al contrario; cualquier artefacto que saliera de allí, después se vendería en el exterior por grandes sumas de dinero, ya fuera a coleccionistas ávidos por añadir a sus estantes chucherías conseguidas con sangre de los participantes, o a ricos aventureros y hombres de las más altas esferas deseosos de obtener más y más poder—; no tenía ni idea de como se elegía al tendero de la competición, pero le olía a que para estar allí o bien tenía contactos entre la organización, o bien había desembolsado mucho a la gente adecuada. Tal vez ambas. Y fuera como fuera, demostraba su buen juicio.

Empero, parecía que su olfato para las oportunidades no había desembocado también en un comportamiento mezquino y avaricioso, como solía ocurrir. Al contrario, parecía una persona íntegra y honrada, cosa rara en la profesión, bien lo sabía. Humildad y riqueza solían ser excluyentes la una de la otra, al menos la mayoría de veces, así que encontrar alguien dechado de ambas virtudes era una agradable sorpresa.

Gracias maese, me gustaría venderlo entonces. Después, querría seguir identificando objetos, todos los que pueda con ese dinero.

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11/05/2019, 11:39
Director

Comienzas a poner objetos encima de la mesa y esperas que te la revisen

-Veamos... ummm interesante, estas armas son exóticas, no tienen poder mágico, pero este látigo tiene una pequeña púa en su extremo que corta a sus adversarios, está reforzada para llegar a hacer más daño de lo normal. Oh, mira que tenemos aquí, tres bastones mágicos, un bastón de curación, bastón de etereidad y bastón matadragones. Mira esto de aquí, ¿ves esta daga? Es una daga conservadora de vida, este arma da a su portador vida temporal, ¿no es maravillosa? -el joven coge la esfera y la mira con determinación- ¡Por la fuerza de Thor! ¿Ves esta pequeña esfera? Si la alzas una vez al día harás que aparezca un gran martillo que aplasta a tus enemigos haciendole bastante daño- deja con cuidado la esfera a un lado para coger el tomo- Interesante hallazgo, quien lea este tomo se volverá más inteligente, aunque serán dos días de intensa lectura. ¿Eso es la corona del cuervo blanco? Muchos luchadores la ansían, si la llevas puestas 24h podrás adquirir una de las maniobras de combate del cuervo blanco. -Al coger el último objeto el joven comienza a reír mientras intenta no tocar mucho la estatuilla- Hay algún patrocinador bromista, no cabe duda, si giras boca abajo esta estatua y le das la orden de transformarse, aparecerá un hombre desnudo que complacerá tus instintos más carnales durante 12h

- Tiradas (1)

Notas de juego

Monedas restantes después de revisar los objetos: 1742

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11/05/2019, 14:59
Vincent (D1) - 1º

Armas maestras y mágicas, objetos arcanos y artefactos de poder. Cosas con un alto valor, que él le daban igual. Hacía tiempo que, por decisión propia, había renunciado a lo material, alejándose de las riquezas y despreciando todo lo que conllevaban. Tal vez, en un principio, había sido así debido a un intento por distanciarse de sus codiciosos padres, una especie de pataleta adolescente, pero con el tiempo se había concienciado, había aceptado las cosas. Prácticamente nada de allí le servía.

¿Cuánto me das por cada cosa? —dijo, intentando mantener el mismo tono que antes, pero sin conseguirlo. Tantas cosas que ni siquiera debía pensar en tener, pero que le atraían como luz a una polilla, le asqueaban. Carraspeó y miró al hombre. Solo entonces se dio cuenta de la broma de la estatuilla, y sonrió—. Incluida la figura, no me gustaría tener a ese... hombre, tras mis pasos. Ja, ja.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro Diplomacia otra vez si no valía con la primera para la conversación entera.

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11/05/2019, 15:40
Director

El mercader parecía sopesar los pros y contras de los objetos, el precio de cada cosa:

-Podría darte 262 monedas de oro y 5 de plata por el látigo; 27750 monedas de oro por el bastón de curación; 43300 por el bastón de etereidad; 54000 por el bastón de matadragones; 19351 por la daga; 750 por la esfera; 13750 por el tomo; 11250 por la corona y 400 por la estatuilla. Un total de 170813 monedas de oro y 5 monedas de plata

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11/05/2019, 16:58
Vincent (D1) - 1º

Mientras sopesaba los pros y contras de vender todo, hacía cálculos mentales sobre los beneficios que podría obtener —no monetarios, sino en forma de favores— y se planteaba una estrategia, calló en la cuenta de que antes de nada, debía planear que llevar y que no. Con una ligera mueca, miró de nuevo al tendero y asintió.

Antes de nada, ¿qué tienes para vender? ¿Hay alguna clase de... catálogo?

Notas de juego

O en otras palabras, ¿podría comprar cualquier cosa de, por ejemplo, GDM y Compendio? ¿Hay cosas que si y cosas que no? ¿Una lista?

Puedes cualquier objeto de cualquier manual, solo dime que manual y objeto quieres (solo manuales en español)

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11/05/2019, 20:55
Vincent (D1) - 1º

En cuánto el hombre se encogió de hombros y, con una ancha sonrisa, abarcó... Todo, supo que podría pedir casi cualquier cosa que creyera necesitar. Había un muy amplio margen de posibilidades, pero sabía lo que quería y como conseguirlo; había pasado mucho tiempo descubriendo como burlar la ley, ya fuera impuesta por los demás o impuesta por si mismo, y aunque se consideraba bueno, también un truhán cuando era necesario.

Lo primero que necesito será un hombre de confianza, un sirviente que, pase lo que pase, obedezca, y que no tenga la tentación de huir con, por poner un ejemplo, mi dinero. Alguien que sepa que, pese a que en un momento pueda creerse intocable, si me traiciona sufrirá las consecuencias. Debe ser alguien de palabra y un confidente, desde hoy hasta que acabe el torneo. No necesito que sea versado en nada, tan solo fiel. Y que cumpla una condición más, no debe ser un buen hombre.1 —Asintió, pensativo, por si se había olvidado algo, y al final llegó a la conclusión de que no. Era la parte más importante, alguien que no le fuera a traicionar, o todo lo demás no tendría sentido—. Lo segundo que quiero, será una vela de invocación2, que se le dará directamente a él, pero que no podrá usar sin mi permiso, y que mientras trabaje para mi, hará lo que yo le diga y nada más. Debe quedarle muy claro que, si lo hace, sufrirá las consecuencias. Pero si obedece, podrá llevar una nueva vida cuando ésto acabe. Debe dar su palabra. Permanecerá aquí, en mi habitación, mientras yo estoy en el laberinto, no correrá ningún riesgo.

En su hogar, había escuchado una vez sobre un hombre que había logrado hacerse con uno de aquellos cirios, y también lo que había convocado. El genio le había concedido tres deseos antes de desaparecer; con el primero, le había hecho más rico que nadie que conociera; con el segundo, había logrado las atenciones de una joven muchacha que bien podría haber sido su hija; y con el tercero, había recuperado parte de su vigor perdido tantos años atrás. En la historia, el ifrit se había ido riendo, pues pese a haber cumplido todos los deseos, también lo había traicionado. La joven sirviente se obsesionó tanto que, en un arranque de celos, asesinó al invocador cuando éste no quiso abandonar a su mujer. Ni todo el dinero, ni la fuerza de su juventud le sirvieron de nada para evitarlo. La moraleja era que nada era sencillo de conseguir en la vida, y que el camino más fácil y rápido solía traer consecuencias inesperadas. Empero, desde que escuchó aquello, él siempre había pensado que podía haber otra forma, que podía ser más listo que el demonio, y estaba decidido a comprobarlo.

Si todo salía bien, el siervo que le proporcionaran encendería la vela e invocaría a uno de esos ardientes djinn, obligándole a cumplir tres peticiones, ordenadas por Vincent. Con el último deseo, exigiría un objeto mágico maravilloso —uno de aquellos anillos de tres deseos—, con el que no tendría que volver a depender de esas criaturas. Lo usaría para fortalecerse y luego lo recargaría con el último deseo; una y otra vez, hasta sentirse preparado para la siguiente fase, pero siempre sin dejar que se agotara del todo. Nunca sabía cuando iba a necesitarlo, así que lo mantendría siempre con al menos un deseo, lo justo para pedir otro y volver a empezar. Y cuando acabara el torneo, cuando ganara, se lo daría como pago al sirviente, después de haberle hecho el gran regalo de devolverle la bondad a su alma con un hechizo que también conocía.

¿Puedes conseguirme eso, maese?

Notas de juego

1. Un empleado no entrenado, como una doncella por ejemplo, vale 1 pieza de plata por día; si se considera que para que reúna las cualidades debe haber sido correctamente instruido, sería 3 piezas de plaza al día. Como condición, que sea Legal-Maligno. Pág.129 del MdJ.

2. Vela de invocación. 8400po. Pág.267 de la GDM.

Bueno, es una competición, así que me perdonarás que haga uso de un exploit de d&d 3.5; no va a ser hasta romper el juego, pero... será un as en la manga. ^^'

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11/05/2019, 22:10
Director

-En menos de una hora tendrá ambas cosas en su habitación, sé exactamente a qué persona mandarle. ¿Desea algo más?

Notas de juego

Te quedan: 162413 monedas de oro y 2 monedas de plata

Si lo haces antes de irte (lo de la invocación, el anillo...) puedes relatarlo

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11/05/2019, 22:48
Vincent (D1) - 1º

Iba a tener todo lo que quería, al fin. No entraba en su plan original, pero aquello era aún mejor; aunque no tuviera acceso a poderosos artefactos como si tendrían los demás —y si eran como los que había vendido, estaba en una clara desventaja si no lo remediaba—, aquello iba a ser una fuente de poder casi ilimitada. Lo único que le frenaba era dar un espectáculo a los patrocinadores, y sentir caer a sus enemigos, uno tras otro, hasta llegar a convertirse en quien debía. Con el trato cerrado, poco más quedaba que negociar con el mercader, aunque seguía necesitando unas pocas cosas más; al fin y al cabo, no iba a ir semidesnudo por el laberinto. Y siempre se podía obtener más poder.

Quiero un bastón, forjado con sagrado Frystalino1.1, forjado en Ysgard y nacido para la gloria1.2. Una ballesta pesada y veinte virotes, éstos fabricados con con la madera de los árboles serren2. También los servicios de un tatuador, uno bueno y bien entrenado3.1. Y suficiente sangrelunar3.2 para dibujarme pinturas de guerra para el día de hoy. —Con calma, mientras el mercader iba tomando nota, siguió enumerando—. Necesito un equipo de camuflaje; un soporte para cápsulas para la boca, y cinco cápsulas de contraveneno; otro soporte para cápsulas, este de armas triple, con diez de cada una de éstas: chisparrápida, escarcharrápida y llamarápida; también 5 arrasafantasmas y platarrápida. Un par de dosis de dosis de crema de camuflaje y de piesuave4. —Un buen equipo alquímico no era despreciable, sobre todo con las limitaciones que sus votos le imponían. Al igual que ciertas... Sustancias—. Unos elixires de sangre de dragón me vendrían bien. Bronce, cobre, negro, rojo y verde5. —Iba bien servido—. Y aparte, equipo básico: una muda de montaraz, una mochila, una par de bolsas para el cinturón, una cuerda de seda, un garfio de escalada, un odre, un par de raciones de viaje por si acaso, una pértiga de 10', un pequeño espejo de acero pulido, una palanqueta y tiza. Eso es todo, maese. Y muchas gracias por la paciencia.

Una vez entregado todo, o quedado en que se lo llevarían a la habitación mejor, recogió todo el dinero que le quedaba, guardado en varias bolsas, y para hacer tiempo se dirigió hacia dónde estaban los patrocinadores. Todos debían de saber ya su nombre, pues sin duda era quien más lejos había llegado por el momento, pero no estuvo de más presentarse y, respetuosamente, saludar personalmente a cada uno. Conoció a quienes estaban ya de su parte al fin —Glith y Sudrak—, a los que entregó 5000 piezas de oro por cabeza como humilde tributo, además de preguntarles que esperaban de él, y por último se acercó a Imgur.

La mujer no solo era la primera que había apostado por él —aunque sospechara que había sido quien le había puesto en el punto de mira de los demás también—, sino que había hecho posible su inminente ascenso a un poder superior. Todo lo que llevaba era gracias a ella, así que era a quien más la debía.

Tal como prometí, mi señora, el doble de lo que tan amablemente me prestó. Y un poco más, por las molestias. —En lugar de las 5000 piezas de oro, la entregó 10200 monedas, una suma considerable que, además, tenía otro fin; aunque el riesgo de que los otros se sintieran ofendidos era alto, esperaba que vieran que pagaba con creces sus deudas. Ayudarle era ayudarse a si mismos, y esperaba que lo supieran cuanto antes. Pronto, seguramente, les necesitaría. Y tan importante como tenerles de su parte, era que el resto no lo hiciera—. Si me permitís, mi señora, querría saber si habría manera de... Retirar vuestro favor de Lidar. Estoy seguro, en mi humilde opinión, de que ese hombre no se merece una atención tan insigne como la vuestra.

Notas de juego

1. Libro de las Obras Elevadas, pág. 38. Añade 2000po al precio del arma, que en este caso es 0po. 1.2. GDM2, pág. 279. Añade 600po al objeto. Total: 2600po.
2. Libro de las Obras Elevadas, pág. 38. Valdría +4000po por 50 virotes, como solo son 20, serían +1600po.
3.1. Un sirviente entrenado (3pp). 3.2. Libro de las Obras Elevadas, pág. 38. Vale 1500po

4. Toda la segunda parte viene en las páginas 118 a 122 del Aventurero completo. En total, si no he calculado mal, serían 2365po.

5. Draconomicón, pág.117. En total serían 5000po.

Por otro lado, 10 en Diplomacia con los Patrocinadores, para un total de 17 (19 los buenos), al tratar con ellos. Lo dejo aquí para hablar un poco con ellos, y luego ya relataré lo otro.

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12/05/2019, 13:39
Imgur- Patrocinador 1

-Habéis demostrado ser un hombre versado en recursos, tenéis mi favor incondicional, por lo menos por ahora. Si durante La Cosecha, necesitáis que os ayude solo debéis pedirlo, habéis ganado que os ayude en lo que necesitéis

Notas de juego

Apuntate todos los objetos.

Te quedan: 129148 monedas de oro y 2 monedas de plata

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12/05/2019, 13:47
Glith- Patrocinador 2

-Una donación muy generosa joven, tendréis mi favor, si necesitáis algo durante las pruebas pedidlo y os lo concederé

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12/05/2019, 13:48
Sudrak- Patrocinador 3

-Sois inteligente no cabe duda, os habéis ganado la amistad de tres de los cinco patrocinadores, no todos consiguen eso, cuentas con ventaja, y es evidente que lo sabéis y pensáis usarlo a vuestro favor, veo un claro favorito en vos, durante las pruebas gritad mi nombre y vuestra petición y os la daré

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12/05/2019, 14:56
Vincent (D1) - 1º

Había no solo asegurado el apoyo de tres de los Patrocinadores, sino que además ahora tenía tres favores que cobrarse. Había jugado bien sus cartas, no cabía duda alguna de ello, y solo restaba descubrir si eso le daría la mano ganadora; por el momento, estaba claro que había logrado en poco tiempo más de lo que esperaba desde un principio. Un último empujón y estaría bajo el ala de los cinco, claro favorito para lo que estaba por venir. Empero, aunque a base de dinero podía atraer a los dos restantes, no lo haría; el oro debía ser un refuerzo después de que vieran en él al candidato perfecto, no un soborno. Una lealtad comprada no era real, solo un apaño temporal. Debía salir de ellos en un primer momento, y estaba dispuesto a conseguirlo.

Con la mente enfocada en su próximo paso, salió de allí con decisión, directo a su habitación con la fortuna restante. Quemaba en sus manos, atraía pensamientos que no quería tener, y cuanto antes se desprendiera de ello, mejor. Nada más llegar, dejó caer las bolsas sobre su cama, así como todo el equipo que había comprado, y asintió. Se veía con posibilidades, y pronto, en cuanto llegara el hombre que había pedido con la vela, con una marcada ventaja. Estaba deseoso de empezar.

Mientras aguardaba, se dedicó primero a guardar el oro lejos de su vista, cerrando el cofre para ello y guardando la llave en un bolsillo interior de la nueva chaqueta que había comprado como parte del conjunto, y luego se vistió con éste —aunque dejándose el torso y los brazos desnudos— y se armó. Para cuando acabó y estaba listo, ya estaban allí tanto el tatuador que había pedido como el sirviente que habían escogido para él. Saludó a ambos, sin hacer distinción ninguna entre el rango de uno y otro, y les hizo pasar a ambos.

El cuarto no era pequeño, pero tampoco grande. Con los tres allí, era algo que se notaba. Sin embargo, no le dio importancia, era más de lo que necesitaba, y no le incomodaba la sobriedad, más bien al contrario. Hizo permanecer de pie al lacayo, desde dónde pudiera observar todo, y mandó al artista sentarse, entregándole a continuación el vial de sangrelunar. Le explicó lo que quería, y en seguida se puso manos a la obra. Pronto, los tatuajes plateados cubrieron su piel —espalda, antebrazos y rostro—, intricados dibujos que simulaban las pinturas de guerra de los celestiales. En cuanto la sagrada tinta se agotó, seca sobre su cuerpo, asintió y despidió al hombre, dándole una pieza de plata más como propina por sus servicios.

Ya a solas con el sirviente, se terminó de poner la chaqueta en silencio y pensativo, observándole.

Me han dicho que eres exactamente lo que busco. —El otro permaneció impasible un segundo, con una nota de desafío en su mirada, puede que incluso asqueado, hasta que finalmente desvió la mirada e inclinó la cabeza, displicente. Efectivamente, era lo que quería, duró pero servicial. Sin duda había tenido un espíritu indomable antaño, pero en el Capitolio le habían metido en vereda, ahogando cualquier pensamiento de traición hacia quien considerara su amo. Tendría la pizca que necesitaba de orgullo, el deseo egoísta de cambiar las cosas para si mismo aún dejando que todo ardiera a su alrededor, pero con la suficiente cabeza como para hacer lo que se decía. Era un hombre que posiblemente se había creído muy superior al resto, pero que había descubierto que por muy listo y poderoso que pensara ser, siempre había quien lo era más. Siempre—. Bien, bien. ¿Traes la vela? ¿Te han explicado las cosas? —El otro asintió con un cabeceo, y ofreció el cirio. Con un gesto, le hizo saber que no hacía falta—. No es mío, es tuyo, aunque te durará poco. El dinero que guardo ahí, lo quede cuando salga vencedor —lo dijo mientras señalaba el cofre— también lo será cuando esto acabe. Y el anillo que pretendo conseguir, también. Además de tu sueldo, será tu recompensa por... Ayudarme. —La avaricia brilló un segundo en los ojos del sirviente, rápidamente sustituida por la prudencia; era sensato, cauteloso, sabía que podía haber una trampa en todo aquello. Hacía bien en serlo—. Te aviso de que te sentirás tentado a hacer uso de esas cosas cuando no estés en mi presencia. De desobedecerme incluso. —Un gesto atemorizado torció el rostro del vasallo ante la sonrisa de medio lado de Vincent—. No lo hagas, no saldrá como esperas, puedo prometerlo. Mientras estés a mi servicio, harás lo que yo diga, nada más que eso. Voy a ser sincero, vamos a invocar a un ser traicionero, pero capaz de otorgar deseos. Pedirás los que yo quiera que pidas, al pie de la letra. Una sola palabra errónea puede causarnos la desgracia a ambos. Después, pretendo conseguir un anillo que hace lo mismo, aunque sin la traba de tener que tratar con los genios. Aunque el objeto no puede manipular como el ifrit tus deseos, si que hay que seguir ciertas reglas. No hacerlo puede costar incluso la vida a quien formula las peticiones, y no quiero que mueras. Supongo que tú tampoco. Bien. Si haces las cosas como quiero, tendrás una existencia fácil y cómoda, todo lo que puedas ansiar. Si no, me aseguraré de que te pagues por haberme hecho perder el tiempo. Te doy una oportunidad única en la vida, pero si conspiras contra mi, caerá sobre ti toda la fuerza del Capitolio, como un vulgar despojo. No solo te lo digo yo: los Patrocinadores han confiado en mi. Hazles perder, y les harás quedar mal. Y creo que puedes imaginar el resto.

Esperó a que el otro asimilara todo y recobrara la compostura. No eran amenazas per se —solo la simple realidad—, pero a medida que daba el discurso se había quedado lívido, blanco como la leche. Tardó un poco en recomponerse, pero al final fue sabio y aceptó el trato. Solo un idiota no lo haría.

De acuerdo. Me llamo Vincent Vanadite. Mi apellido es de una gema, así que como puedes imaginar, soy del Distrito 1. Y soy, a partir de hoy, tu jefe, mecenas y maestro. ¿Cuál es tu nombre? —Se lo dijo—. De acuerdo, Castus, te explicaré que tienes que hacer...

No era algo complicado, pero no se podían cometer errores. Por si acaso, se lo repitió tres veces, y lo habría hecho una cuarta de no haber escuchado, palabra por palabra, exactamente lo mismo en boca de su asistente. Con todo claro, comenzaron.

El primer paso era quemar la vela, asegurándose de que no se apagara. Por suerte, en la habitación no corría viento, así que no fue un problema. Al hacerlo, una ventana dimensional —un aro de unos 15' de diámetro que conectaba el plano escogido con el propio— apareció frente a ellos. Al otro lado se veía un mundo ardiente, devastado por las llamas, o tal vez formado de éstas. A una orden, el fuego pareció cambiar, moverse y salir a través de la puerta mágica. Poco a poco tomó forma, dando paso a una mujer de piel rojiza, de un aspecto similar a la lava, que se alzó frente a ellos completamente desnuda —a excepción de negras cadenas que en vez de cubrir, realzaban sus atributos—, con una mueca burlona.

 

 

 

 

 

 

 

La habitación se caldeó al instante, aunque apenas lo notó. También se obligó a ignorar la desnudez de la criatura, consciente de que aparecer así tan solo había sido una manera de perturbarles. De hecho, Castus permaneció boquiabierto, hasta que recibió un pequeño codazo que le devolvió a la realidad. No debía despistarse.

¿Qué queréis de mi, insectos? —exigió saber la mujer, con una nota de rabia que no se molestó en ocultar. Dándose cuenta de que no iba a conseguir nada con sus artimañas, no era necesario ocultar que despreciaba a quienes la habían invocado y sacado a la fuerza de su hogar.

Queremos que cumplas los tres deseos —una vez más, la forastera recuperó una sonrisa socarrona. No debía ser la primera vez que trataba con humanos, y sabía de sus ambiciones. También sabía que la mayoría cometían un error. Escuchó, expectante, a que ocurriera lo que ella creía inevitable. Cestus, aunque sin tanta convicción, también sonrió—. El primer deseo es que cumplas lo que pida, sin tergiversar mis otros deseos y sin efectos secundarios más allá de lo que digan mis palabras.

De golpe y plumazo, perdió cualquier atisbo de buena voluntad, entrecerrando los ojos con furia contenida.

Concedido —murmuró a regañadientes—. ¿Cuál es el segundo?

Deseo que, desde ya mismo, mejores la coordinación, los reflejos, la agilidad y el equilibrio —o en otras palabras, la destreza general— de Vincent Vanadite, mi señor, aquí presente, sin perjudicar el resto de sus capacidades.

—Concedido —gruñó, a la vez que chasqueaba los dedos y un brillo tenue se extendía momentáneamente por Vincent. En seguida, notó como había hecho efecto.

¿Ha funcionado? —preguntó Castus, indeciso.

Claro que si, necio, no dudes de mi. Acaba rápido, mortal, se me agota la paciencia. —Tragó saliva, temeroso, pero no continuó hasta que Vincent asintió.

Deseo que nos entregues un anillo de tres deseos, completamente funcional, cargado, aquí en mano y ahora mismo.

La ifrit no había conseguido lo que quería, pero vio su oportunidad en cuanto la vio. Con la rapidez de una centella, hizo aparecer el anillo entre sus dedos y lo posó contra la mano de Castus. La ardiente piel de la genio era peligrosa, dañina, y el siervo emitió un grito agudo al quemarse palma. Vincent no lo dijo, pero lo había hecho adrede; un recordatorio de que incluso cuando creía que todo estaba bajo control, las cosas podían salir mal.

Concedido. —Con guasa, la demonio se apartó, riendo, y desapareció en una nube de ceniza y humo. Con ella, también la puerta dimensional.

Lo has hecho bien, Castus. Enhorabuena. Hagamos lo que hemos hablado con el anillo.

Hubo un segundo de tensión en el hombre, casi como si supiera que la quemadura había sido intencionada y premeditada, pero no dijo nada. De haber mantenido la presa, seguramente habría sido mucho peor, pero ahora solo era una marca que serviría de advertencia. Lo entendía, y no dijo nada. Se puso el anillo, y empezó.

Deseo que, desde ya mismo, mejore fuerza física y muscular de Vincent Vanadite, mi señor, aquí presente, sin perjudicar el resto de sus capacidades. Deseo que, desde ya mismo, mejore fuerza de voluntad, el sentido común, la percepción y la intuición de Vincent Vanadite, mi señor, aquí presente, sin perjudicar el resto de sus capacidades. Deseo que se recarguen las propiedades de éste anillo de tres deseos, volviendo a tener cada uno de ellos. Deseo...

Una y otra vez, hasta que físicamente cambió, mejorando su fuerza, su destreza y su constitución. También su aspecto, haciéndole más carismático, y por supuesto su cabeza, sabiduría e inteligencia. Dos deseos para cada habilidad, y luego, dejaba el anillo intacto. Tantas veces como hicieran falta, hasta que finalmente se cansó. Acabado eso, sacó la llave de su chaqueta, abrió el cofre y Castus guardó el anillo; aún no se fiaba de él lo suficiente, pero sobre todo, no podía arriesgarse a que le pasara algo. En compensación, sacó 50 monedas de oro y se las entregó, antes de cerrar de nuevo y llevarse la llave.

Lo que hay dentro es tuyo, un regalo, que sin embargo usarás para ayudar, en compensación. La llave es mía, hasta que acabe La Cosecha —explicó, por si hiciera falta—. Administraré el uso de las cosas mientras tanto. Tal vez aprendas algo. Ahora, suerte, disfruta mientras estoy fuera.

Notas de juego

No sé si en la habitación hay algún cofre o algo. Si fuera que no, pues lo compro también, junto a una cerradura de la mejor calidad; habría que restar las 2 monedas de oro por lo primero, y 150po por lo segundo.

Deseos (editado): +3 a la fuerza, +3 a la Destreza, +3 a la Constitución, +3 a la Inteligencia, +3 a la Sabiduría y +3 al Carisma. Luego añado todo a la ficha, junto al equipo, y ya después salgo al siguiente nivel.

EDIT: pues me he dado cuenta de una cosa... No puedo sumar +6 a la fuerza. Son bonos inherentes, es decir, y unos se superponen a los otros. Como mucho, podría usar 3 deseos juntos para sumar un +3. Todo lo demás va a ser igual, porque soluciono el tema deseando nuevos anillos en vez de recargar el que tengo (por ejemplo, con tres deseos deseo tres anillos, y listo, ya tengo de sobra), pero el caso es que solo puedo llegar hasta un +3 en subida. Lástima, un exploit genial, pero no infinito ^^'