Partida Rol por web

Sach esta vez se aproxima a la bella Lhyria, y con un tono de voz varonil y más elevado que de costumbre, decide hablarle al oído. Observa cómo la vampiresa pone esa impenetrable expresión de fastidio cuando el malkavian se decide a dirigirse a ella, aunque las palabras del vampiro son completamente diferentes de las de otras veces:

- Bella vampiresa; no conozco demasiado de vos o de vuestro carácter; sólo lo suficiente para deciros que he de daros un consejo, el cual es que más bello que cualquier oro que brille al sol es el que se encuentra todavía en estado puro, dentro de las tinieblas de una mina. Cuanto más mostréis vuestra belleza ante los demás y la uséis para vuestros propósitos, más llamará tal aspecto de vos la atención. Recordad que la verdadera belleza se haya en el intelecto, en la concesión inteligente y en las bellas palabras que de seguro sóis capaz de profesar. Porque la belleza exterior es efímera y fútil, mientras que la espiritual es necesaria a menudo para conseguir los objetivos de un alma atormentada, como lo son las nuestras. Sea bella, y reafirme tal belleza con la capacidad innata que seguro posee para lograr sus objetivos, descubiertos o no. Igualmente observe que para cualquier duda tiene a Albertus Sach a su servicio, deseoso por complacerla por su valía como mujer de alto rango en nuestra sociedad y constatada por tal hecho.

Dicho todo lo que tenía que decir, Sach se aleja de Lhyria en dirección a Eva, trotando y tarareando una extraña canción, con su normal comportamiento excéntrico.

con visible cara de enojo y fastidiada por la situacion decido buscar el lugar citado en la carta que me enviaron para encontrarme con mi sire y dejar de buscar a ishian ya sabra cuidarse solito , ademas esta con Maria me encamino por las calles de la ciudad mirando a mi alrededor buscando a alguien que me pueda guiar hasta el sitio en cuestion

Definitivamente tras unos minutos cruzáis por el puente, por fin estáis al otro lado del rió. Comenzáis a subir por la colina que lleva hasta el Castillo. No tenéis demasiado que deciros por lo que camináis en un silencio solo roto esporádicamente por el desvarió del malkavian o por Lhyria y Sherazhina que intercambian breves palabras en rumano.
Camináis por una zona donde las casas están atrancadas entre si y la oscuridad es tan densa como en la zona del rió. Ante vosotros se presenta una figura alta y musculosa, el extraño personaje viste con una capa del estilo militar y su barba y melena enmarañada hacen que sea imposible distinguir sus rasgos, también lleva una lanza bastante grande. Comienza a hablar en un lenguaje desconocido. Pero al ver que no le entendéis parece comenzar su lenguaje en otro idioma, aunque en este nuevo dialecto tampoco todos lo comprendéis.
Algunos únicamente distinguís que a mitad del discurso muestra 7 dedos en su mano y al finalizar se queda callado simplemente observándoos.

El extraño hombre comienza nuevamente su discurso en latín, idioma que solo vosotros entendéis y por la cara que ponen el resto de vuestros compañeros, sois conscientes de que ellos no.

-Mucho tiempo han buscado mis ojos más allá de lo que ha sido y lo que será. ¡Él despierta y debemos estar listos! Pronto os encontraréis alguien cuyos planes os llevarán al corazón del terror y la exultación. Regocijaos, pues lo presenciaréis todo. Tenéis un importante papel en lo que se acerca. ¡Ah! Que la dulce sangre del corazón lave el pecado. Ocho signos de las noches venideras brillan en mi visión –Aunque para vuestra sorpresa solo muestra siete dedos con sus manos al pronunciar la ultima frase-. Os veo en cada uno de ellos. Aunque nada puede ser impedido, sí es posible transformarlo mediante los actos de unos pocos. Id, hijos míos, y recordad mis palabras cuando se os pida un esquema. Zolot miente ¡Huid de sus visiones! Prosperad y nos veremos de nuevo.

Parece que Sherazhina también entiende el latín, lo que demuestra que tiene algo de estudios, pero eso es algo de lo que solo tu te as percatado, al parecer.

Parece que Sherazhina también entiende el latín, lo que demuestra que tiene algo de estudios, pero eso es algo de lo que solo tu te as percatado, al parecer.

Las calles están completamente vacías, apenas alumbrados por algunos fanales que alumbran algunas esquinas para los transeúntes nocturnos, aunque muy poca gente se atreve a pasear por las calles a altas horas de la noche. Solo falta una hora para que llegue la hora en la que te citaron. A pesar de todo tampoco necesitas demasiadas indicaciones, puesto que puedes ver al lo lejos en lo alto de una colina el Castillo de Buda, así que deduces que la plaza del castillo debe rondar los alrededores del mismo.

Ves como el grupo se aleja por el puente y decides seguirlos aunque de momento mantienes lo que consideras una distancia prudencial de unos cuantos metros, por lo que no llegas a escuchar de lo que hablan pero al cruzar el puente y comenzaran a subir por la colina que lleva hasta el Castillo les sale al paso un tipo vestido al antiguo estilo romano y comienza a hablarles casi a gritos, aunque la lengua que habla es desconocida para ti, y para alguno mas de los presentes, parece que tu antiguo compañero si que le entiende bastante bien.

El curioso personaje que nos acompaña va hablando con el capitán bufón y luego se pasa a hablar con la condesa que acompaña a la princesa.
Debe estar asegurando su posición... despúes de todo, nunca tuvimos fama de cortos. Dicen cosas sobre locura, pero la ignorancia es una maldición mayor que la de la noche eterna.
Parece que viene en mi dirección y... un momento... casas... no me dí cuenta... ¿y quién es ese?
Un extraño individuo con capa y armadura se presenta ante ellos hablando en un idioma diferente al que conozco.
¿Quién es esa persona?

El monje se queda obviamente sorprendido por las palabras del desconocido que se les ha presentado, hablando en tan crípticas palabras...durante un segundo. Pasado el leve tiempo de estupor del malkavian, éste empieza a reír a carcajadas, síntoma de felicidad inequívoca.

¡¡¡Un vidente!!! un IGUAL, ¡Aquí, en esta ciudad! Realmente los hados nos sonríen, y tanto más dichosos seremos cuando las visiones de...emmm...¿cómo se llama? Se cumplan una a una, pues en sus palabras atisbo la verdad.

[En latín hacia el hombre misterioso en tono elevado, intercalando gestos obtusos con reverencias monacales]

- ¡Ave, señor mío! ¡Que la luz de La Visión ilumine aún más tu camino! Aunque sólo una, un servidor también ha tenido constancia sobre el hecho. Algo importante está designados para nosotros, y prueba irrefutable de ello es el grupo tan heterogéneo y diferente que el destino ha preparado formar con nosotros. Siempre es un placer y un orgullo conocer a un visionario y sabio por méritos propios. Alguien que escruta sin cesar con sus ojos. ¿Cuál es vuestro nombre, noble enviado de La Visión?

Se presenta ante vos Albertus Sach, chiquillo de Máximus Sach, y creyente de los designios y símbolos de las Noches Finales. ¿Compartiríais con nosotros alguna parte más de vuestra visión, o incluso podríais acompañarnos en nuestra primera misión (y venideras) si lo deseáseis?

Thorkell y sus hombres, ante la presencia de semejante individuo, echan mano de sus armas pero sin desenvainarlas, ecepto Ivar, que saca su arco y le apunta.

Por sus pintas diría que se trata de un guerrero... ¿Lo habrá mandado mi sir a recibirnos? Es lo que piensa asta que el supuesto mensajero empieza a hablar en lenguas que desconoce.

Muy raro me parece que me mande a alguien que no sepa hablar mi lengua... Pensando eso el hombre saca siete dedos, y Palidanoche queda dubitativo. ¿Siete? Puede que se refiera a los que éramos antes en la entrada... Pero eso no me asegura aun que lo mande Lady Liliam.

-¿Alguien de entre ustedes entiende lo que dice? dice en alemán, dirigiendo sus palabras a los presentes y después mirando a Erik, esperando a ver si este sabe decirle algo. No parece que tenga la intención de atacarnos... Pero no bajemos la guardia. Dice para a sus hombres.

Thorkell recuerda que a la entrada de la ciudad el monje hablaba en diversas lenguas, puede que esta sea una de ellas.

-Monje Sach... ¿Entendéis lo que dice este hombre? ¿Habláis su lengua? Se jira mirando a este, esperando una respuesta.

- Sí, su palidez personificada...ahora mismo conversaré con él. Después os traduciré a vos y a la bella dama con la que me disponía a conversar. (guiña un ojo a Eva mientras sonríe)

Acto seguido, el monje se dirige en lengua latina al desconocido, haciendo numerosos ademanes y gestos y dando impresión de profunda alegría.

Escucha las palabras del malkavian con expresión indiferente, cuando éste culmina, le lanza una mirada astuta y cargada de malicia...

-Oh, mi muy preciado señor... De todos es sabido que la belleza es efímera... Y también de todos es muy absolutamente sabido que el ejercicio de la "buena conversación" y el de la "sagacidad absoluta" es infinitamente mucho más interesante y necesario que la cualidad física... Porque.. ¿Qué rey podría gobernar de forma justa un reino si careciese de inteligencia, mientras que la belleza le sobrase? A la vista está que muy pocos lo han conseguido... Así pues... Aquéllos que reúnen las cualidades físicas e intelectuales en un sólo cuerpo... No estarán, entonces, en ventaja...? -Le sonríe de forma encantadora y autosuficiente, mientras acerca sus labios al oído de Sach...-No me subestiméis, mi preciado señor... Puesto que no sabríais a qué os enfrentaríais... Yo os puedo dar belleza, yo os puedo dar temor, y también podría abatiros con una sola palabra, sin perdón... Así pues... Me alegro que hayáis ofrecido vuestro servicio de forma tan gentil y sincera...¿Porque.. es sincera, verdad? No querría que, estando a mi servicio me salieseis con otra unión menos perecedera que la mía... Ni... tampoco querría que, de repente, y sin motivo aparente, os ocurriera nada malo... ¿sabéis?... Porque... me habéis causado una gran impresión... Sobre todo con vuestro pequeño acompañante... El Señor Sebastián, cierto...? Es un placer tenerle aquí entre nosotros...

Y sin más, se aparta de él, no sin antes rozar sus labios por la oreja de Albertus, de forma suave y casi imperceptible.

Es entonces cuando aparece entre ellos, el "nuevo desconocido", y Lhyria frunce el ceño...

Mira al hombre, y luego a Albertus, haciendo migas con él...

Niega levemente con la cabeza, y decide pasarlo por alto...

-Vamos..-apremia a Sherazhina-...Dejemos que se entiendan los que "ven visiones..."

Luego se gira a Thorkell y añade:

-Simplemente nos alienta a huir...-sonríe encantadora y continúa su camino...

genial, simplemente genial, la gente no se fia de mi encanto gitano...- pongo cara de "que se le va a hacer" y salgo de el callejon junto a Maria, la cual no entiende tampoco muy bien lo que a pasado, caminamos por la plaza mientras vamos al sitio de reunion en concreto, he tenido bastantes sustos, espero que el mercader de mujeres no se quedara con mi cara al verme cojer a la mujer y cuando salgo de la plaza miro a ambos lados y sigo caminando, por precaucion, como suelo hacer cuando voy solo al girar una esquina me escondo tras esta unos segundos esperando a ver si alguien me sigue... nunca se sabe donde puedes estar... si nadie pasa en 5 minutos retomo mi camino con tranquilidad hacia el sitio de reunion.

El misterioso personaje escucha atentamente las palabras del malkavian, pero lo único que contesta ante sus proposiciones es:

-No tengo nada más que decir.

Lhyria comienza a caminar en dirección al castillo junto a su acompañante de manera muy acertada por que unos segundos después de que esta comience a moverse aparece tras vosotros un gentío de personas armados con antorchas.

-Nuestro sagrado Señor Havnor, aquí estamos. ¿Cuál es tu voluntad? –Dicen refiriéndose al profeta. El cual tras unos instantes en los que parece perderse en sus propios pensamientos, os señala al tiempo que se aparta a un lado del camino y comienza a entonar algo que todos reconocéis como un canto fúnebre. Y la muchedumbre comienza a avanzar hacia vosotros, puede que sean simples humanos pero las antorchas que llevan pueden llegar a ser peligrosas.

Sales del callejón junto a Maria como una sombra, te metes en una de las esquinas, parece que ya no queda nadie en la plaza en la que estaba montado el puesto de esclavos, pero nadie… No, aun queda una figura, la única persona que aun queda completamente sola en mitad de la plaza. Al parecer es Anais que parece algo desorientada. Falta menos de una hora para la hora citada.

Ante la aparición de la estupita muchedumbre de pueblerinos Thorkell mira por encima de su hombro con cara de fastidio. Maldito ganado. Nunca se están quietos. ¿Persiguen a sus depredadores? La estupidez no tiene limites... Así solo acortan su esperanza de vida.
Thorkell mira al monje que a hablado. ¿Quien será? Es listo al reunir tanta gente y aprovechar la estupidez e ignorancia de estos plebeyos.

Thorkell cruza su mirada con la de Ivar y asiente con la cabeza. Su criado, a pesar de no ser muy inteligente, conoce a su señor y es mas que obvio lo que tenia que hacer en una situación así.
Su criado apunta con el arco al monje, sin apartar la vista de este.

-No se que motiva a la gente de este pueblo a atacar a peregrinos, nobles y guerreros... No tengo nada contra este pueblo, pero si insisten en atacarnos, mi mejor tirador... Señala a Ivar ...abatirá al profeta. Y es muy capaz, créanme, acertaría al blanco mas pequeño y mas rápido que pasara por delante de él... Si suelta la flecha no será a fallar. Durante un breve momento se esta en silencio como para darles tiempo a pensar a la muchedumbre y para ver si recuerda el nombre de "Havnor" o alguno de sus hombres reacciona. Veo que son mucha gente contra unos pocos visitantes, puesto que eso es lo que somos... Estamos en clara desventaja, pero no caeremos sin hacer que se reúnan con Dios alguno de los hermanos aquí presentes... Me dispongo pues a seguir con mi camino y esperemos que sin mas percances.

Cuando Thorkell da los primeros pasos para partir, Kodran le cubre. Este, a pesar de estar cubierto con el su coraza y con el rostro oculto en su pesado casco, suelta un resoplido amenazante (que suena con un metalico eco a causa del casco) bien por enfado o por causar la duda entre la muchedumbre de si atacar o mantener la distancia...

Thorkell se retira, siguiendo los pasos de la señora de la familia Vykos.
-Nos marchamos, Ivar, siguenos pero sin mirar atras y apuntando al monje, si intentan algo asta que nos marchemos y perdamos de vista ya sabes que hacer...

Mientras que presencia los hechos (las palabras parcas y secas del desconocido, la multitud, etc) Albertus sufre una profunda desilusión, e ira. "O bien un charlatán o bien un maldito asesino que nos quiere emboscar. Algo dentro de mí me dice que mi búsqueda tardará algo más" "Ahora lo más importante es salir de aquí, y conseguir información por otras vías. Mi misión es lo más importante, y mi querido mentor me dirá todo lo que necesito saber". De todas maneras, me pregunto qué puedo saber sobre el nombre de Havnor, infecto traidor ¬¬ [Usa la tirada de Inteligencia + ocultismo]

Aprovechando la tensa situación que el frenético e impulsivo brujah ha provocado, el malkavian se aleja a saltitos poco a poco, para finalmente iniciar una loca carrera, en dirección hacia lhyria, pero marcha atrás, cubriéndose contra la pared por si acaso. Mientras que huye subrepticiamente, pasa por al lado de uno de los criados del brujah, y le susurra al oído: - Yo me voy por patas, pero dile a tu señor que luego le daré un regalo como compensación. No muráis, horribles ghouls, que vuestro amo os necesita.

Ahora toca aparentar que soy humano...un humano asustado jijijiji ¡Un humano monje asustado! wajajaja

[Susurra a su cangrejo]
- Sebastián, no tengas miedo que no nos pillarán. Tenemos una cita con nuestro sire, tu nuevo amo y mi mentor, y no podemos perder el tiempo con esos apestosos humanos con fuego en las manos. La próxima vez nos encargaremos de esos malvados, pero hoy lo dejaremos estar.

Acto seguido, Albertus sigue como un perrito a Lhyria, casi escondiéndose debajo de sus faldas. Me conviene seguir con ella...es guapa y parece inteligente, bien conectada...la ayudaré para que ella me ayude, y quién sabe, ¡¡¡alomejor le interesa mi misión!!! Lo siento por el brujah, pero parece que sus horripilantes criados pueden controlar la situación. Ya le ayudaré más tarde.

- Mi señora, mi bella y fatal señora...¡esperadme! Que ante tamañas circunstancias, a Albertus Sach le parece más útil ir con vos que no quedarme a batallar a esos inútiles humanos con antorchas y a ese farsante. A donde vayáis vos, Sach irá. Hemos de encontrarnos con nuestros sires pronto, y no tenemos demasiado tiempo que perder.

La impresión de Albertus es de falso temor, pero aún así intenta ser todo lo convincente que puede. Acto seguido de dirigirse a la bella vampiresa, hace un gesto a la otra vampiresa, animándola a seguirles.

Espero que todos tengan centrada su atención en el caratiza y no nos sigan...jejeje Mi misión espera, y no puedo entretenerme en discusiones o tonteras como esas.

Menudo individuo... alardea de fuerza... y se rodea de sus criados cual reina abeja de sus obreras...
Estos pensamientos hicieron que Evangeline mostrara más interés por el extraño al que parecía corresponder como nombre Havnor. El hecho de que el al parecer más corpulento del grupo se escondiera entre sus ghouls y en la retaguardia mandara a uno apuntarle mostraba la confianza necesaria para quedarse a escuchar.
Habla, amigo. Pues en la lejanía del horizonte no llega la voz del nuevo mundo. Escucharé tus palabras, y profundizaré sobre ellas, si es así su voluntad.
Acto seguido se sienta en el suelo contemplando como poco a poco llega la multitud.

Lhyria ya un tanto lejada del bullicio, apremia a la joven que la acompaña a que continúe sin mirar atrás...

-Vamos... O estos maníacos acabarán por alcanzarnos...-Toma delicadamente la mano a la joven, cuando Sach aparece junto a ellas...-Hum... Gracias... Supongo..-Sonríe encantadora-Pues será mejor que te apresures.. O de lo contrario también a ti te alcanzarán...

Y, sin más, apresura el paso para llegar cuanto antes al Castillo...