Partida Rol por web

Esperé en el recibidor mientras él subía al piso de arriba a coger no sé qué. No tardó mucho en bajar, cogí la linterna preguntándome que habría en ese maletín que llevaba, que por cierto era bastante grande. Salimos fuera de la casa dejando dentro a nuestros padres, ya en el exterior ya era bastante tarde, no faltaría mucho para que el sol se escondiese dejando pasar la noche. 

- ¿Qué hay dentro? - Pregunté curioso señalando lo que llevaba con la mano que tenía la linterna. Por la forma de esa especie de caja imaginé que era un arma, un rifle de caza o similar. - ¿Es lo que me imagino qué es? - Es lo que tiene convivir con un madero, te acostumbras a las armas aunque obviamente no tenía ninguna, y tampoco llegué a disparar.

- No se lo que imaginas... - Te digo con media sonrisa y para no hacerte esperar más de lo necesario aceleró el paso - Vamos al granero allí lo puedo apoyar para abrilo mejor.

Y así lo hizo, abrió la puerta del granero y encendió la linterna. Dentro había una especie de banco de trabajo con herramientas y depositó encima aquel maletín y por fin lo abrió.

Allí había una especie de rifle, pero observándolo un poco mejor viste que el calibre del cañón era muy pequeño. Tenía el cuerpo en madera y hasta una mira telescópica  – Es una carabina de aire comprimido. Tenemos una escopeta de verdad, pero mi madre me mataría si jugara con él. Por eso tengo este cacharro. De todos modos puede hacer daño de verdad, he matado patos con él... - Te miró curioso de saber tu reacción

Seguí tras él sin encender la linterna que yo llevaba para ahorrar baterías, y en cierto modo, era terreno seguro. Entramos en el granero, y yo sujeté la linterna para darle luz mientras abría el dichoso maletín.

Asombrado me quedé mirando como sacaba aquella arma, no era una de verdad pero seguro que con un disparo se cargaría una lata o una botella de cristal. Peligroso y atrayente a partes iguales. - Más o menos era esto. Aunque por un momento pensé que era de verdad.

Quizás algunos les podría haber dado un susto de muerte, a mí en cambio no. Ya estaba curado de espanto. - ¿Patos? Vaya, seguro que también se cargaría botellas, latas y demás. - Comenté curioso mientra seguía mirando el arma. - ¿La has probado con algo más? - Le pregunté pero mirándole a él. Quería saber si lo había intentado con la barrera esa aunque no lo dije abiertamente.

- Ya lo creo. Tiene bastante potencia para ser de aire, las latas las agujerea y las botellas las rompe. Hasta los tablones de madera si no son muy gordos los atraviesa, al menos a corta distancia – Marlon se alegro de que al menos te resultara interesante.

A tu segunda pregunta respondió – Todo lo que se me ha ocurrido y a algunas alimañas, pero si te refieres a lo que creo que te refieres no – Se le iluminó el rostro - ¿Le disparamos a “eso”? - Cogió una caja de balines y una diana de cartón – Necesitaremos algo a lo que apuntar, la barrera es invisible.

Como imaginé aquel rifle, o carabina como antes había mencionado Brandon tenía una potencia de tiro nada despreciable pese a no ser una de verdad, y que utilizase aire comprimido en lugar de balas de pólvora. La idea de disparar a la barrera no me terminaba de convencer. - ¿Contra la barrera? ¿Seguro que quieres hacerlo?  - Pregunté no muy entusiasmado con la aventura mientras buscaba un trozo de cartón.

Tenía reparo en hacerlo, aún no sabíamos que era esa cosa, y mucho menos lo que era capaz de hacer.  - ¿Y si la devuelve? La bala digo.  - Solamente de pensarlo no me hacía ninguna gracia. - Además, creo que ya lo han hecho. Antes de venir, vi un grupo de militares apuntándola. ¿Nos acercamos a verlo? - Desde luego esto sí que no se lo pensaba contar a mi padre.

Brandon pensó un momento – Tiene razón, puede devolverla… Aunque… podemos disparar en ángulo, ya sabes, para que si revota que lo haga en otra dirección.

Cogiste otra diana de cartón, eran de las que se compraban ya así con la diana dibujada para practicar el tiro, y de unas dimensiones de 10x10 centímetros.

- ¿Ya lo han hecho? Oh… - Eso pareció decepcionar un poco al muchacho – Bueno, nos acercamos a verlo y ya lo decidimos allí – Asintió - ¿Los viste por aquí cerca a los militares? – Dijo sin saber si los militares sólo estaban donde tú los habías visto o se habían desplegado por todo el perímetro. Aunque en realidad donde estuviste esta tarde, no debía de estar muy lejos de aquí, aunque ahora era de noche y difícil precisar.

- Entonces vamos. - Dije saliendo del granero usando la pequeña luz de la lintar como guía en la oscuridad, que falta hacía. Eso y que noté un poco de frío, de todas formas solamente era un poco así que no importaba, además de que no entraría de nuevo a la casa por eso.

Me fijé que no había nadie alrededor, no me haría ninguna gracia tener que soportar mi padre con sus tonterías, discutir era precisamente lo último que me apetecía en aquel momento.

- A ver... - Dije por lo bajo mirando la zona donde estuve en aquella misma tarde con Rose.-...creo que era por allí. No debe de estar lejos. -  Indiqué con la luz más o menos por donde debía estar ya que era imposible ser preciso en plena noche.

- También había unos reportes, tengo curiosidad para saber qué habrán contado. - Daba un poco de rabia estar en metido de lleno y no saber en qué. Por el camino me pregunté si los mencionados militares habrían hecho alguna prueba, y si no, quizás lo hagamos nosotros.

Comenzasteis a caminar en aquella dirección, antes de llegar a mitad camino pudisteis percibir algo más que curioso. Justo en la zona a la que os dirigíais habían unos focos que iluminaban el cielo, o mejor dicho, el límite de la cúpula. Cuando los haces de luz la cruzaban a este se la podía ver como si fuese un fino velo de seda. Era bonito y estremecedor a la vez.

Pero la posición de los militares no había cambiado, estaban de espalda a vosotros, como si lo que realmente les interesara estuviese al otro lado, impedir el paso, o simplemente tenían órdenes de no interactuar con vosotros.

De los que no había ni rastro era de los reporteros, aunque agudizando la vista, a lo lejos parecía haber unas vallas, debían de haber establecido una especie de perímetro para mantener lejos a curiosos y periodistas.

- Wow – Exclamó Brandon. Este, ya que había traído su carabina la cargó con un balin, aunque seguramente no sirviese de mucho parecía que quería realizar su prueba.

Caminando entre la oscuridad alumbrando mis pasos con la linterna llegué al punto indicado cargado con el material de lo que posiblemente fuese una trastada de las grandes, como las de los viejos tiempos. Aquellas qeu hacía para llamar la atención de mi padre y demás. Parece que fue una eternidad, o ayer, según como se mirara.

Me sorprendió pensar en esa tontería y centrándome en el momento, vi que los militares aún seguían ahí. - Parece que esto va para largo, ¿habrán hecho algo? - Pregunté más para mi mismo que para Brandon, ya que parecía estar sorprendido por verlos. Y normal, era raro ver en un pueblucho de mala muerte agentes del gobierno de aquel rango.

- Voy a echar un vistazo alrededor, ¿vale? - Dije antes de separarme de él. Estaba casi todo oscuro y ya no veía con claridad la separación invisible y misteriosa entre lo que había dentro y lo que había fuera. Cogí un par de piedras vi por ahí, y las lancé para localizar la barrera esa. 

Una vez encontrada colocaría el cartón y calcularía la distancia, lo que menos me apetecía era acabar comiéndome yo la bala, y explicárselo a mi padre era lo de menos, lo que no quería era desangrarme. Y en parte también por mi compañero de travesuras. Ninguna gracia me haría tener que ir corriendo como un desesperado y decirle a su madre que su hijo había recibido un disparo qué é mismo había hecho.

Brandon parecía haberse quedado sin palabras, aquello por la noche, iluminado por lo focos no era para menos, la sensación de irrealidad era total, aquello no podía estar pasando.

Tus palabras lo sacaron de su ensimismamiento – Si saben de qué va igual nos están estudiando por satélite. Si no lo saben… más nos vale que estén tratando de hacer algo.

Te acercaste a poner aquel cartón tras haber localizado la barrera, tras hacerlo y dejarlo en el suelo, te diste cuenta de un truco para localizarla. El suelo estaba partido en dos, una fina línea rompía asfalto, piedras, todo lo que pilló en medio. Viste también algo escrito en el aire, bueno, en la misma barrera, estaba escrito como en carmín y por la otra parte:

Buscando y buscando, comprobé que había un gran corte qeu dividia los dos espacios, lo que había dentro de fuera de esa cosa invisible que le habíamos puesto barrera o cosa en vista de qué no sabíamos ni que diablos era eso. Me alegré que no me hubiese pillado de por medio, si no no estaría aquí para contarlo. Tragué saliva.

Estaba de acuerdo con Brandon, tenían que deshacerse de lo que fuese, no me veía aquí, encerrado durante, ¿cuánto? ¿días? ¿semanas? ¿años? Decidí no preocuparse más, si el gobierno se estaba encargando del asunto, mejor que mejor. - Y yo también espero eso. - Añadí mientras seguía perdido en alguna parte buscando un buen sitio.

Y de casualidad encontré algo, a simple vista parecía flotar en el aire, algo rojo, pero estaba bastante claro que lo habían pintado con un pintalabios o algo así. - Brandon, mira esto. Hay algo escrito en la barrera. - Le llamé y con un dedo le señalé el mensaje. - Creo que pone...."Tú puedes ¿escribir?"

Raro de narices, si era maquillaje, seguramente fuese una chica, ¿quizás lo escribió alguien que pasaba por aquí como los reporteros? A saber. Me dio la idea de que quizás pudiéramos comunicarnos con el otro lado, si no podíamos pasar, quizás on un mensaje podría servir.

Brandon se acercó para comprobar aquel texto – Si, parece como que se han quedado a medias con el mensaje. Me pregunto por qué.... - Se levantó de hombros.

- La carabina ya está cargada ¿Quieres hacer los honores o le doy yo? - Parecía no importarle ser el primero o el segundo en disparar contra aquella diana de cartón y por ende con la barrera que estaba situada justo detrás.

En cuando a los militares ni uno de ellos se movió lo más mínimo, hacer la guardia así debía de ser también un coñazo, pero bueno, era su trabajo y por ello les pagaban.

Me quedé mirando el mensaje, estaba cortado, pero no tenía mucho sentido preocuparse más por eso. La oferta de Brandon consiguió sacar una medio sonrisa divertida. - Vaya, ¿yo primero? Gracias tío, pero tengo que confesarte algo. Eso sí más te vale que no te rías. - Lo último lo dije medio en broma.

Que mi padre fuese madero tenía sus ventajas, estaba curado en lo que armas se refiere, sin embargo como pega, no sabía manejarlas. - La verdad es que no sé disparar, nunca lo he hecho. Así que hazlo tú primero y yo miro. ¿Vale? - Claro que tenía ganas de disparar, pero me ponía demasiado nervioso hacerlo. 

Quizás con un poco de suerte haríamos un agujero o una grieta. Aunque no era cristal, así que no estaba seguro qué podría pasar. Eso sí, tenía ganas de comprobarlo de primera mano.

Le hizo gracia que te diese vergüenza pero se mostró comprensivo – No te preocupes nadie nace enseñado, pero es más fácil de lo que parece. Luego ya la cuestión de la puntería es practicar y bueno, tener el puso firme.

No tuvo ningún problema en ser el primero, se puso en ángulo para evitar que el proyectil rebotara y se sentó “como un indio” Apoyó un codo en la rodilla y la culata la puso en el hombro. Apuntó, contuvo la respiración y “Bang” El cartón dio un pequeño salto y cayó hacia adelante. Aparentemente no había sucedido nada más. Tras una inspección más de cerca el cartón presentaba un pequeño agujero, pero en la cúpula nada de nada. Pero luego encendió la interna y al enfocar de cerca – Hay un pequeño rastro de plomo en el lugar que impactó - Se atrevió a tocarlo y lo rascó con la uña, lo que limpió el rastro dejando la cúpula impecable, como si nada.

- Vaya, parece que no le ha hecho ni cosquillas – Suspiró - ¿Quieres probar tú? - Te tendió la carabina

Me encogí de hombros ante la reacción de Brandon. - Supuse que es aglo que debería saber por ser hijo de un poli. Ya sabes, tradición familar y eso. -Después me rasqué detrás de la oreja y me puse atrás. Y de pie observé que iba hacer.

Primero apuntó, después apretó el gatillo y la bala salió disparada tan rápida que ni la pude ver hasta impactar en la diana casera hecha por cartón. Todo eso con un estruendo de fuendo. - Vaya.- Comenté bastante sorprendido. Y pese haber dado de lleno sirvió de nada. Ni un maldito rasguño. - ¿De qué estará hecha? - Pregunté desconcertado.

Invisible, apareció de la nada cortando todo a su paso, además de aislarnos del resto del mundo, y encima, por si fuera poco, muy resistente. Después mi compañero me tendió el arma para que yo le intentase. - Claro que quiero. Pero me vas a tener que echar una mano.  - Respondí entre motivado y confuso. También curioso para ver que pasaría. Cogí el cartón y lo dejé donde estaba.

- ¿Te colocas de trás de mí? - Le pregunté para tener un punto de apoyo. No era muy ducho con las armas, como dije, nunca había disparado. Lo que menos quería era que pasara una desgracia. Como cuando es la primera vez que cocinas algo y por supuesto quieres que salga lo mejor posible sin quemar la cocina en el proceso. Más o menos sería eso. 

Retrocedí varios pasos. - A ver, primero me coloco. - Intenté imitar la postura de Brandon justamente en el mismo sitio donde se había colocado para realizar el disparo. Con el dedo lejos del gatillo quise mantener el pulso y apuntar con la intención de darle en una zona cercana de la barrera del anterior impacto. Sé que me sería pero por intentarlo que no quede. - Apunto y...

Dudé de si disparar o no, me temblaba un poco el pulso, respiré hondo un par de veces y apunté bien. Y finalmente apreté el gatillo...BANG...disparé produciendo su ruido tan característico hacía la la diana de cartón colocada en la invisible barrerra.

- No sé de que estaré hecha, pero resulta extraña al tacto, como si fuese un rollo de energía o... no sé como explicarlo

Ante tu petición el chico te ayudó, primero a cargarla y luego dándote más instrucciones - No tiene tanto retroceso como para echarte para atrás, pero si para darte un golpe en la cara si no te lo apoyas firme en el hombro – Y es en lo que hizo más hincapié, la culata de la carabina tenía que apoyar bien en el hombro.

Luego esperó pacientemente a que dispararas. Notaste el disparo en tu hombro, pero no te molestó ¿Habrías acertado? Al comprobarlo viste que aunque el agujero no estaba tan centrado como el de Brandon, habías acertado en el cartón – Ey, no está mal... - Dijo enseñándote el resultado. En la cúpula los efectos habían sido los mismos, vamos que nada.

- Bueno, hemos podido ver que es bastante dura... ¿Te parece si vamos volviendo a la granja?

Después de ver como la bala impactó inútilmente en la maldita barrera sin hacerle nada, le devolví a Brandon su juguete. - Vaya, salió mejor de lo que esperaba, aun así....  – El nefasto resultado fue más que evidente. No sabíamos ni cuando apareció ni como, ahora tampoco sabíamos de qué estaba hecha.

Suspiré frustrado y cansado, después de hacer esto ya no teníamos nada más que hacer allí. - Sí, será lo mejor. – Le respondí. Eché un último vistazo a la cosa esa que se había convertido en nuestros barrotes y si Brandon no tenía pega alguna deshacer lo andado.

Después me acordé que mi padre y su madre estaban a solas, seguramente hablando de cualquier cosa. - Oye, ¿de qué crees que estarán hablando? - Le pregunté por el camino.

Había un detalle que me di cuenta en la cena, tenía un punto en común con mi compañero de fechorías, él no tenía padre, seguramente murió o se marchó, y yo no tenía madre. No quise sacar el tema porque no venía a cuento, y tampoco es algo de lo que me apeteciese mucho contar. Simplemente...bueno, no importaba. Cosas que pasan.

Brandon recogió el cartón por lo ir dejando basurilla por ahí y guardó la carabina en su maletín. Tras eso emprendisteis el camino de regreso a la granja, de nuevo alumbrándoos con las linternas.

Tu pregunta referente a sus padres pareció pillarle por sorpresa – Pues no sé... - Quizá estaba cayendo en ese momento en lo mismo que tú. Era una cuestión que lo dejaba a uno pensativo.

Finalmente ya llegando al edificio suspiró – Ha estado guay, si algún día quieres dar una vuelta o hacer algo por ahí me lo dices, tengo coche y puedo desplazarme a donde sea – Te propuso el muchacho.

El regreso se hizo un poco incómodo con tanta oscuridad sin saber muy bien por donde pisar, salvo la luz de las linternas no teníamos mucho más que utilizarnos de guía. Especialmente yo, que no estaba en mi terreno y prácticamente no conocía la zona, así que dejé que Brandon fuese quién decidiese el trayecto.

Ya dejado el tema de nuestros padres que era una auténtica incógnita, me replanté durante un instante preguntarle algo, pero tan rápido como pasó por mi mente lo dejé correr. Quizás sería demasiado personal y tampoco era plan de aguar el momento ahora que empezábamos a caernos bien.

Pensé en que debería tener un amigo de confianza, y éramos parecidos en más de un aspecto, forma de ser, incluso situación en casa. Él vivia con su madre y yo con mi padre. Coincidencias de la vida. Cada uno teníamos nuestras historias, y bueno, era lo que tocaba.

Y al llegar mi compañero me hizo una pequeñá proposicón. Y yo moto, así que te digo lo mismo .- Añadí complacido. La verdad es que me lo pasé bien, quizás debería replantearme en hacer migas con alguien mientras siga rondando en este pueblo. Aún no sabría cuando podría irme, y bueno, nunca estaba de más. - Si preguntan diremos que me has enseñado la granja y el terreno . - En un susurro comenté con cierta complicidad y con mejor humor pese a no aparentarlo.