Partida Rol por web

En cuanto comenzó el combate un gran número de voces surgió en tu cabeza, intentabas controlar tu cuerpo pero algo te había acorralado.

Y entonces te ves en un cementerio, oscuro, con una luna llena.

Sientes una sensación de inquietud, de desasosiego. No sabes que está pasando, solo sabes que algo o alguien te ha separado de tu cuerpo. Algo te dice que te han enviado a la Vigilia, ese lugar entre mundos, ese lugar de espíritus.

Ese lugar en el que no estás ni viva ni muerta...

No entendía que sucedía, estaba confundida y un poco confesaría que asustada. Tragué saliva y me puse en pie, puesto que amanecí recostada en una especie de tumba (o tumba si lo era). No comprendía mis recuerdos, no sabía qué sucedía ni tampoco entendía qué estaba haciendo antes de llegar a este lugar.
Escuché una voz.

¿La vigilia? - Pensé para mis adentros, ¿estaba viva o muerta? Y si es así... ¿Cuándo habré fallecido, o en qué realidad extraña me encontraba? Tantas preguntas a mi misma pero ninguna respuesta que pueda darme. Junté mis fuerzas y mi valor y comencé a caminar un poco. Este escenario se parecía mucho al que solía ver en todos mis sueños. Como si mi alma saliera de mi cuerpo y regresase al alba.

Caminas en una dirección aleatoria, y según lo haces ves que el sol se va poniéndo en el horizonte de nuevo, como si andaras hacia la noche.

Los árboles deshojados y tétricos y las tumbas parecen no tener fin. Un momento después parece que una sombra se mueve, más oscura de lo normal. Te giras y ves algo bastante desconcertante...

 Ves a un hombre, pelirrojo, que lleva el cuerpo de una mujer desmayada. Te mira y entrecierra los ojos.

-¿Quíen eres y qué haces aquí? -Gruñe casi más que habla- Jamás te la llevarás de mi lado.

Parece estar bastante tenso y agresivo. Por lo que puedes apreciar el tipo lleva una armadura ligera, pero las ropas son como de noble.

Lo poco que se os a contado de la Vigilia es que es un lugar en el que solo hay almas perdidas... ¿serían almas perdidas o puede que en ese mundo entre mundos hubiera unos seres que habitan en él?

Me puse alerta al recibir la sensación de otra presencia cerca de mí. Luego ese extraño noble apareció, lo de noble lo deducía por sus ropas pero no tenía idea si realmente lo era. Lo miré fijamente con mis ojos azules y sin expresión alguna. Para demostrarle que mi intención no era la lucha.

- No vengo a quitarte nada, ni siquiera sé dónde me encuentro. - Dije en un tono normal, como si hablara con cualquiera y no un posible enemigo. Al parecer, la situación indicaba dos cosas. La primera que protege a esa mujer, la segunda que ella es su cena. Si es la primera de las dos puede que quien se transforme en comida sea yo si llegaba a desconfiar, y si es la segunda puede ser que también me mate para comerme más tarde. A mis adentros eso me daba gracia, solo que no lo expresé de forma facial. Mi humor siempre fue bastante negro.

El hombre la mira desde arriba y parece que va a decir algo cuando se gira bruscamente- Él está a punto de llegar, y no será bueno para tí, si quieres seguir viviendo sígueme -tras decir esto desaparece corriendo entre las tumbas

Corrías y corrías, pero no parecía que te movieras mucho.

El caballero con la dama en brazos se alejaba rápidamente de tí, y en un momento te diste la vuelta.

El paisaje parecía haber cambiado por completo, seguía siendo un cementerio; pero muy diferente.

Ahora era bañado por lo que parecía la luz de un amanecer, como si un incendio se estuviera produciendo a escasos metros de tí, y en ese momento sentiste una mano en tu hombro. 

Era el hombre pelirrojo.

-Señora, no puede quedarse aquí... ese ser... la quiere a usted, si la alcanza será un final muy trágico para usted y el mundo del que viene.

Entonces tira de tí con la otra mano mientras que sigue sujetando a su Dama

-¡¡¡Vamos!!! ¡¡¡No mires atrás!!!

Salís corriendo y en un momento dado miras atrás de nuevo, viendo una imagen aterradora.

No comprendo lo que estoy viendo pero es seguro que no ss nada bueno. Decido usar mi entrenamiento en sigilo y ocultarme. De momento no podia pelear y buscaba respuestas. Decidí escapar de ahi siguiendo al ser pelirrojo entre las sombras.

Quién o qué es? - le susurré mientras nos escabullíamos.

Conseguimos escondernos de él. No me creía que pudiera estar de verdad aquí... pero había algo que no encajaba.

-shhhhhhhhhhhhhhhhhhh -dije llevándome un dedo a los labios, esa niña nos iba a condenar- no hagas ruido...

Me giré bordeando el cementerio y lancé una ilusión para que no nos siguiera- Vamos, no tenemos mucho tiempo; pero todo el que ganemos será bueno. Tienes que alejarte de él. Te persigue a tí... te quiere a tí -dice mirando a su amada que lleva en brazos mientras la coloca un mechón de pelo detrás de la oreja- Me refiero a tí, Mortimer... vámonos ya o tu mundo está perdido.

Tras esto seguí el camino hacia mi mansión... mi hogar, solo esperaba que ese ser no me siguiera- cuanto más cerca esté de tí más fuerte se hará, asique tienes que alejarte de él todo lo que puedas... tienes que volver a tu plano -la dije mientras seguía corriendo.

No comprendía nada ¿me quería a mi? eso solo significaba una cosa... que esté poseída. No quería imaginarme las cosas de las que estaría siendo capaz en este momento. Me preocupaba el estado actual de mi cuerpo, lo que estuviese sucediendo en mi plano original. Incluso el tiempo me parecía relativo, no tenía idea cuánto había pasado, puesto que en muchas ocasiones permanecí un mes atada y poseída para luego despertar y recordar tan solo un par de horas en donde me encontraba. Algo era seguro, nunca era el mismo lugar ni el mismo demonio, pero todos mis recuerdos se nublaban con el tiempo hasta olvidar todo. Tanto lo que hacía en un plano como en el otro.

Llegamos a una mansión, no me fiaba de ese tipo, pero el otro ser era peor. ¿Esa mujer quién era? Cada vez estaba más confundida. La cabeza me comenzó a doler y me llevé una mano sobre ella para calmarme, sentía un chirrido por dentro, quería gritar que se detuviera pero lo único que iba a lograr sería condenarnos. Apreté con fuerza los dientes y entramos a los que vendría a ser el lugar de ese sujeto.

Apenas entrar me recosté contra la pared más próxima. El mareo cesó pronto y quería respuestas.

¿Quién es usted, esa mujer, esa cosa allá afuera, cómo me conoce y dónde me encuentro? - Comencé con una ola de preguntas en una sola, dada la situación y por lo visto, no había mucho tiempo de formalidades de parte de ambos. Todo era tan confuso, como siempre lo fue desde que nací.

-Estás en la Vigilia, un mundo entre los mundos, es donde estás -dije con tranquilidad mientras subía las escaleras. 

Un momento después bajé por las escaleras de nuevo, pero sin la mujer- Ella es Katherine, mi prometida y fue una víctima de Voliath, que es el ser que te persigue y la utilizó a ella de puerta para entrar en mi mundo -la indiqué para que se sentara en uno de los enormes sillones.

-Creo que te persigue para utilizarte a tí como puerta para tu mundo, pero no estoy seguro -me rasqué la barbilla- ¿tú quién eres?