Partida Rol por web

Me encogí de hombros e hice varios signos hacia Rei, mientras esperaba a que nos prestaran atención y/o nos dedicaran la atención que parecía que nos estaban dando hoy.

Me quedé mirando y me asusté un poco al ver llegar al hombre que era idéntico a la que estaba hablando con Anderthael y no pude evitar señalarle.

Creo que están hablando del porqué se ha ido Oulos y de algunas de las misiones de Derek, pero tranquila, siempre vuelve

Recibes una sensación en la mente que te bloquea los pensamientos de forma completa

No deberías adoptar la forma de otras personas sin su permiso, y más aún de un instructor... es buena la habilidad y puede que te dé algunos puntos a tu favor... siempre y cuando retomes una forma cualquiera que no sea de ningún instructor. Y por si había dudas...

...Es una orden...

Estas tres últimas palabras son como una sentencia

Miré hacia donde señalaba Kalth y dejé escapar un gritito asustado abrazándome al cuello de Andertael, extendiendo una manita hacia Kalth.

-Kaalth-le llamé lastimera.

Me acerqué a Rei y la cogí yo en brazos, ese doble me estaba alterando bastante... asique aproveché para calmarme a la vez que la calmaba a ella.

Ese doble estaba siendo muy pero que muy inquietante

Me refugié entre los brazos de Kalth con un gruñidito parecido al quejido de un gato pequeño,extendiendo los mechones rojiplata del chico sobre mi cabeza. Era evidente que me daba malrollo.

¿Qué? ¿Cómo? ¡Pero si yo no...!

Me miré las manos.

Oh, mierda.

- Perdón- mascullé entre dientes, y cerré los ojos con violencia mientras aquella apariencia estallaba en una masa de carne. Los trozos se volatilizaron en el aire, pero en lugar de cenizas, un chico adulto, alto y de aspecto atlético, se alzaba con porte engreído. Fue la primera apariencia que me vino a la mente, la de un Agente de cursos superiores. No llegaba al cargo de Instructor como su anterior apariencia, pero seguía siendo alguien con más rango que yo. Era más maduro, y parecía más poderoso aunque en realidad no lo era.

Miré al mudo y su compañera.

¿De qué demonios tienen miedo?

La personalidad dependía de la apariencia, y en aquella el orgullo, la soberbia y la autosuficiencia predominaban. No era una forma tímida ni agradable.

- ¿Qué os pasa?- dije con un gesto de la cabeza, mirando a la pareja.

Bah.

Sin embargo, no esperé respuesta, y eché a andar en dirección a Alice. Al llegar a su esquina, me arrodillé y le puse una mano en la mejilla mientras la miraba a los ojos.

- ¿Estás bien?- mi tono, sorprendentemente, fue más cauto. Apreciaba a Alice, y en aquella apariencia quizás fuese la única persona a la que podía apreciar.

¿Mejor? No es un Instructor. Lo siento, ni me había dado cuenta del cambio de forma.

Quería la aprobación del hombre antes de permanecer en aquella apariencia. Otra cosa no, pero debía obediencia a Imperium. Sin ellos no sería nada ni nadie, ni siquiera existiría. Y eso tenía un valor, y exigía un compromiso.

Los cambios de apariencia de Smiley eran como el curso de un sueño, simplemente sucedian como un reflejo de las emociones o la necesidad del momento. Estaba tan acostumbrada que apenas los notaba. Mire a sus ojos buscando ese algo que siempre estaba ahi y sonrei un poco antes de responder asintiendo con la cabeza. - Si - Estire una mano para retirar su flequillo en un gesto cariñoso, mas habitual en sueños que en vigilia, donde siempre estabamos vigilados. La textura era distinta - si - repeti, aunque mire de reojo a Xion, que se comportaba raro. O puede que siempre fuera asi con el resto, mientras que con nosotros no. De nuevo esa sensacion de injusticia. Pero tenia a Valeria y Smiley. Me acerque para.susurrar en su oido, como una niña que juega - a mi me gusto el cambio Smiley, no importa tu forma, siempre eres tu. - volvi a mirar a Xion. En teoria, siendo un instructor y nada emocional no tendria que molestarle, pero ya habia aprendido que las personas podian molestarse por eso. Te hacian de una forma y luego te castigaban por ello - Luego pensaremos otra, una que sea soli tuya para que no digan nada - sonrei y puse mi mejor expresion inocente.

Mucho mejor, pero intenta no convertirte en un instructor, las marionetas y muñecos saben que eres tú, pero muchos agentes no lo sabrán.

Vale eso era muy raro y asqueroso, primero se llego con la forma de Xión y ahora se hace un amasajo de carne para parecerse a otro... esto definitivamente es muy muy raro y asqueroso. Mire a la pobre pequeñaja que estaba agarrada y escondida en el chico mudo, nadie podía negarle eso, si yo tuviera en quien refugiarme y acabara de ver eso... no, no lo habría hecho pero supongo que era normal para ella. 

Seguí esperando, aunque era incomodo al menos un poco tener el Jügerneth y encima la ropa, cosa que cambió rapidamente, esta cosa molaba mucho, así que mire a los profesores (los reales) y espere que nos dieran instrucciones.

La mente se te llenó de ideas que iban de una a otra hasta que en un momento te centraste en la voz de tú maestro de artes mentales

No interrumpas cuando estamos hablando los de mayor rango, dejame terminar la conversación y te responderé a todas las preguntas... o piénsalas y te contestaré de este modo

Debajo de mi capucha me sonrojé de vergüenza pero nadie podia notarlo por las sombras que cubrian mi rostro. Mi superior tenia razón no debia molestar. Esa actitud recta y directa me gustaba tanto que me producía confusión. No entendia si mis sentimientos eran de admiración o las hormonas de las que una vez me hablaron empezaban a aflorar. Me limité a hacer una reverencia con la cabeza y a esperar a que termine sus asuntos sin intervenir.

Tiene razón maestro disculpe mi intromisión Respondí en su mente como él hizo conmigo.

Llevaba tanto tiempo tensa, que había llegado un punto en que casi parecía normal el estado de tensión de mis músculos, mis reflejos alerta, dispuestos a saltar en cualquier momento. Y sólo me di cuenta de todo éso cuando puse un pie en la ducha.
El baño de la mañana me había relajado, pero todas ésas nuevas experiencias, el sentir las autoridades a nuestro alrededor, los cambios... a veces odiaba lo que era y dónde estaba. Pero pronto me obligaba a olvidarlo. Era mejor ésta existencia que nada, y sólo debía recordarlo.

Algunos minutos después, salí de la ducha sin preocuparme de la vergüenza o la timidez que me había parecido ver en algunos de mis compañeros y me coloqué la armadura simbionte y posteriormente el uniforme, mientras echaba miradas fugaces a mi alrededor, y sin una palabra más, procedí a seguir a los demás hacia el Patio, de nuevo.

Tras asentir como reconocimiento a los presentes, tuve que reprimir un escalofrío ante el dantesco espectáculo que acababa de presenciar, y por un segundo, me permití relajar la postura lo suficiente, mientras echaba una mirada, algo curiosa, a mi alrededor.
Recordaba que en algún momento tuve miedo, que busqué consuelo, pero había aprendido, por las malas, que no era algo que debiéramos asumir los probetas. Éramos meros experimentos, y debíamos tenerlo siempre presente. Reprimiendo una mueca y el movimiento casi automático de mi mano, que se dirigía hacia el hombro de Alice para tranquilizarla, cerré los ojos apenas un segundo para abrirlos y volver de nuevo la vista al frente.

- Sí... sí, vale, Alice. Como quieras- la dije. No podía resistirme a Alice en aquel momento. Aún en aquella forma arrogante y engreída y con mis refuerzos en su sitio Alice seguía mi mejor... única amiga. No podía fallarle.

Esa apariencia aguantaría un tiempo, hasta que se volviese inestable o la loca mente de un loco metamorfo no pudiese sostenerla más. Trastornos de personalidad múltiple.

Reparé en que Valeria también se había acercado, aunque por aquel entonces no conocía su nombre. Hizo algo.

- Ta... ¿también eres amiga de Alice?- la preguntó.

Demasiados sentimientos, pero... Alice tenía ese don.

Sonrei un poco, nos estabamos comportando de forma ligeramente inapropiada, pero sentaba bien. Ademas, parte de mi queria saber hasta que punto marcarian las diferencias con los otros. Quien sabia, tal vez entre nosotros pudieramos darnos lo que los instructores rara vez nos daban. Asenti con media sonrisa timida. - Valeria es como nosotros y hemos soñado juntas.

-Entonces fue cuando Derek nos mando uno de sus cuervos- tenía que terminar la conversación- y Oulos se libró del discurso -sonreí ampliamente, para después volver a mi seriedad más absoluta.

Asentí una vez a Anderthael y me dirigí hacia Melfis, Mortimer y demás.

-Bueno chicos, ya estoy con vosotros, ¿que es lo que querías preguntarme? -volvía a tener el rostro de instructor, serio, firme, inamovible

Mientras Xión me hablaba no pude ver como Trece cambiaba... tendría que hablar con Silena sobre eso. Cuando terminó sonreí y acaricié la cabeza de Rei que estaba asustada en brazos de Kalth.

-Sois inseparables, ¿eh? a este paso os vamos a tener que poner un solo cuarto grande como a los agentes que deciden formar familia- les guiñé un ojo, era una broma para calmar los nervios de un día que sería importante.

Entonces dí unos pasos y me dirigí a Trece- Trece, más tarde tenermos que hacerte unas pruebas Silena y yo, asique cuando terminéis el día preséntate en el Centro Médico, en mi despacho-clínica- sonreí de nuevo y le revolví el pelo también a él.

-Bueno, Saisu ya está con nosotros, ¿vienen ya los demás, Saisu?

Con una ligera explosión de humo aparecí detrás de los chicos

-Si, Anderthael, estarán aquí en unos minutos, van a aparecer todos juntos con Karyla, que estaban terminando unos preparativos para sus opiniones y pruebas.

Me quedé acuclillado en un rincón, observando a los estudiantes y al ver a Valeria y a Mortimer no pude evitar una sonrisa, eran los únicos que había tenido que dar cierto entrenamiento específico.