Partida Rol por web

Tras decir esto, comenzaron a salir unos rayos púrpura del suelo a un par de metros por detrás de vosotros, que fueron aumentando en número hasta que se convierten en una columna de electricidad púrpura y con una explosión aparecen ahí los instructores que faltaban.

Karyla, la instructora de magia, vestida con su túnica del mismo color que los rayos de los que han surgido y con esa especie de tocado-turbante que la hace parecer algo extravagante.

Silena, con su bata blanca y pelo negro y rostro absolutamente inexpresivo que reconocen todos y cada uno de los miembros del grupo como la Jefa de Científicos.

Lamón, es el Maestro de Energía Corporal, y es algo extraño. El pelo plateado le cubre el rostro en sombras dejando asomar solo unos ojos rojos con una pupila negra rasgada.

-Bueno, antes de que empecemos- dijo Anderthael tranquilamente- ya sabeis, preguntas.

Con la vista al frente, miré de reojo a la acompañante de Alice, antes de girar ligeramente la cabeza y dar una media sonrisa de reconocimiento, diciendo - Así es... soy Valeria. Tú debes ser Trece. Alice habla a veces de ti. -.

Karyla al miraros asiente ligeramente con la cabeza, sois sus únicas alumnas en esta generación y siempre ha estado orgullosa de vuestros progresos. Parece algo cerrada, pero cuando es hablar de magia y el Don se emociona y parece una maruja parloteando por los codos

Saisu levanta el pulgar en vuestra dirección y parece estar tranquilo, y cuando Saisu está tranquilo, suele ser porque en parte puede ser un paseo para vuestras habilidades.

Al darme cuenta de que Valeria me hablaba, me giré y la miré.

- Sí, soy Trece- dije sin más. ¿Qué podía decirle? No estaba bajo una apariencia extrovertida.

Ladeé la cabeza al ver al instructor acercarse.

¿Qué demonios...? ¿QUÉ? ¿Pruebas? ¿Más pruebas? ¡Estoy harto-harta de las pruebas! ¡NO QUIERO MÁS PRUEBAS! ¡NO, QUIERO, MÁS, PRUEBAS!

Mientras gritaba en silencio un aura amarilla comenzó a manifestarse al alrededor. Era como una evanescente proyección de la sombra del cuerpo. Aquella luz a medio camino entre el amarillo y el dorado se evaporaba en el aire conforme emanaba del cuerpo, como si fuese energía en oleadas. Aquello lo había enseñado Lamón.

Seis esferas, una de cada color, brotaron. En la frente una diminuta esfera de color azul. En el fin de cada extremidad, en manos y pies, cuatro esferas rojas de moderado tamaño y otras cuatro, encima, de color verde. A la espalda una diminuta esfera amarilla. Al pecho, una esfera morada de pequeño tamaño. Y finalmente, sobre la cabeza, como la corona de un ángel, una esfera plana y hueca de color dorado, irradiando luz a mansalva.

Cuando me di cuenta lo que estaba haciendo por acto reflejo, mirándome las palmas, cerré los ojos y todo desapareció, oscureciéndome nuevamente.

Ups.

- Como quiera- atiné a decir con desgana.

-¡Ah! ¿Podríamos?-levanté la cabecita repetinamente menos asustada para mirar a Anderthael y luego centrarme en Kalth-iagos- mira, así no tendrías que esconderte cuando alguien llamara a mi puerta y dormir de forma completamente oficial conmigo, Kalth-le cogí el rostro entre las manitas para que me atendiera a todas y cada una de las palabras.

Tal vez fuera suerte o que Kalth ocupaba todo mi campo de visión, el caso es que me perdí el nuevo espectáculo de la... el... lo que fuera.

-Bueno, antes de que empecemos- dijo Anderthael tranquilamente- ya sabeis, preguntas.

Sacudí la cabeza sonriendo a Anderthael con calidez, indicándole que por mi parte no había ninguna pregunta.

Negué con la cabeza sobre las preguntas mientras la pareja de la pequeñaja y el mudo me parecía cada vez mas graciosa y el... cambia forma era mas extraño, despues aparecieron dos mas, Alice y Valeria... una niña algo gótica y otra con el pelo de color chicle, a este grupo se le unía la chica de mala leche y yo, que ya soy un espectáculo por mi mismo, ademas de la otra pelirroja.

No sabía quien me tocaría como compañera, pero empezaba a tener miedo de mi integridad de cinco chicas una debía ser feminista y seguro que la pagaba conmigo, todas siempre lo pagaban conmigo.

Con un suave gesto de negación, abrí la boca y dije, con tono firme - No tengo preguntas. -, antes de mirar a mi alrededor, evaluando a mis compañeros y preguntándome quién sería mi compañera "o compañero".
Por el rabillo del ojo me pareció ver un gesto de parte de Sasu y asintiendo con la cabeza, tuve que reprimir una media sonrisa. Esperaba que tuviera razón, porque estaba realmente nerviosa, aunque a pesar de todo... creo que preferiría que fuesen realmente exigentes. Prefería que fuesen exigentes. Era más fácil saber qué esperar que mantenerse a la expectativa, pensando continuamente que había fallado.

Al fin parece que ya todos los instructores han aparecido en el lugar acordado y, como no, haciendo grandes entradas para impresionar a los demás y a los alumnos... si es que no saben hacer otra cosa que pavonearse. Su instructora también hace acto de presencia. No es que le caiga mal, es una persona bastante parca de palabras, pero eso cambia cuando se pone a hablar de magia y es algo que le cansa bastante. Prefiere no hablar y dedicarse a lo suyo.

Se mantiene en su lugar, esperando a que de comienzo todo ese circo. Porque eso es lo que le parece todo eso, un circo con criaturas extrañas con habilidades aun más extrañas.

mira, así no tendrías que esconderte cuando alguien llamara a mi puerta y dormir de forma completamente oficial conmigo, Kalth

Empecé a notar calor en la cara y hundí mi cara en la cabeza de Rei, me estaba poniendo un poco rojo por lo que había dicho Anderthael y como se lo había tomado Rei, asique la dí un toque y la dirigí una serie de signos.

La pregunta que te pedí que hicieras antes, la de cuantas pruebas al dia, si son sorpresas o no...

-Cierto cierto-carraspeé para llamar la atención-Kalth quiere saber qué día daran inicio las pruebas, cuántas serán por día y si se nos avisará con antelación o será por sorpresa.

cuántas serán por día y si se nos avisará con antelación o será por sorpresa

-Bueno, pues eso depende, puede que se os avise para algunas y para otras se os secuestre, puede que tengais algún dia libre o puede que no, podéis ser llamados en grupo o solos, o en parejas, puede que os enfrenteis a compañeros o tengais que combatir junto a ellos o que sea una prueba que tengais que hacer en conjunto o en competición, ni si quiera yo se que pruebas tienen pensados ellos, al igual que ellos no saben que pruebas tengo pensadas yo.

Esbocé la mayor de mis sonrisas y esperé por si alguien quería hacer más preguntas

¿Dudas? Sí, pero sobre mis pruebas particulares. El resto se haría y punto, ya las descubriría cuando se acercasen. Era versátil, por lo que no tenía problemas para adaptarse a casi cualquier tipo. Ventajas del metamorfismo y su tremenda creatividad corporal, por llamarla así.

Sin despegarme de Alice más de un metro, esperé a que diesen la primera orden. Eficacia y eficiencia, básicamente.

Noté que el profesor se habia desocupado, al fin podía pasar a las preguntas. Miré fijamente y pregunté a Anderthael.

Noté que el profesor Saisu me levantó el pulgar. Hice una reverencia respetuosa con una seña parecida. Me alegraba que esté tranquilo.

Hice una ligera reverencia ante los maestros en señal de respeto. Era verdad que echaba en falta gestos de cariño, pero apreciaba sus enseñanzas. Despues incline ligeramente la cabeza hacia Xion y Karyla. Me gustaba cuando hablaba de magia porque se notaba que disfrutaba con ello. Observe a Anderthael, era de los pocos que nos trataba bien, casi como a los otros y generaba esa sensacion calida. Aun asi vi como Smiley parecia incomodo. - Ira bien - le susurre - Tu eres el fuerte de los dos. - le guiñe un ojo y luego volvi a mi expresion seria. De modo que pruebas de todos los instructores. Les estudie por un segundo. No me veia demasiado capaz, era una soñadora, una investigadora tal vez, pero no una guerrera...

No te preocupes de los demonios ahora, céntrate en las pruebas, los instructores estaremos atentos de que no ocurra nada malo

Le ves que te mira un momento sonriendo como si fuera tu propio padre biológico y después vuelve al discurso.

Me quedé mirando un momento a Mortimer y luego me encaré con los demás.

-Bueno chicos, la primera prueba va a ser una prueba de coordinación, habilidad y velocidad. Dentro del edificio de prácticas hay un circuito preparado, listo para que se intente sobrepasar. En él tendréis que escalar, nadar, pasar por intermperies y llegar a la meta. No hay una ruta establecida, es decir, cada uno podrá ir como quiera o como crea que será más rápido.

Me quedé en silencio un momento para que calara el mensaje y después continué.

-Se valorará la velocidad, pero también la soltura con la que se superen las pruebas o la perseverancia. Podéis venir en grupo o de forma individual. Tenéis todo el día de hoy para hacerla, por si queréis prepararos mentalmente y demás. No podéis ver el circuito hasta que hagáis la prueba, es decir, si venís 3 a la vez, la prueba la haréis los tres a la vez, puede que os estorbéis... o puede que os ayudeis entre vosotros, quien sabe, estas cosas también se valoran.

Sonreí de nuevo hacia los chicos que comenzarían hoy su examen.

-Después de esto tendréis pruebas de especialidad, aunque algunos tendréis que elegir cual hacer primero, pues tendréis que hacer ambas. Mañana serán las pruebas de lucha y de ingenio y conocimiento. Asique, los que quieran empezar ya mismo, que se dirijan al edificio; mientras, Trece, por favor, ven un momento aquí.

Me aparté un momento y Silena vino conmigo mientras esperábamos a que Trece se acercara para hablar con él.

- Te veo luego, Alice- le dijo guiñándole un ojo mientras comenzó a elevarse en el aire mínimamente, suspendido-. Un placer, Valeria- añadió girándose hacia la otra chica.

Dicho eso, se giró en redondo y comenzó a surcar el aire, flotando sin tocar el suelo, como una sombra, hasta alcanzar a Anderthael.

¿Me llamaba?- preguntó con una sonrisa.

Desde luego, la estabilidad mental de Trece brillaba por su ausencia. Su trastorno de personalidad múltiple era único.

Se imaginaba lo que vendría, pero le tocaría aguantar como una campeona, o como un campeón. Bueno, lo que fuese.