Partida Rol por web

Por la mañana hoy toca algo de entrenamiento por parte de vuestra senior Brunhilde. Ella ha sido la primera en llegar y está con su ropa deportiva lista para darlo todo. El resto del grupo de Brun está ahí también. Es decir, todas esas sombras que por ahora no tienen cara, junto a Almeta por ahí. Roodrigo se ha presentado como siempre, mientras que Louise también trae un chandal para trabajar mejor.

Brunhilda cuando estáis todos finalmente se adelanta.- Bien chicos, las misiones no son sólo magia. Hay que moverse, y mucho, así que quiero que juguéis entre vosotros un poco. Primero calentaremos y luego jugaréis un poco de baloncesto para ejercitar el cuerpo, que a algunos os veo muy aburguesados. ¡Jajajaja! Los enfrentamientos serán por parejas, entre los grupos de a cuatro. ¿Vale? Ir decidiendo los grupos mientras corremos. Ah, también os digo. Os tengo que ir evaluando para ver quiénes competirán por el grupo en las competiciones estudiantiles, así que cuanto más ganas le echéis, mejor. Más me fijaré en vosotros.- Se señala el ojo y saca la lengua, guiñándolo.- Ahora, listos y... ¡Cinco vueltas a la cancha!- Y le da al silbato que marca vuestra perdición. Correr por la mañana.

En general, corréis un rato, hasta que agotados termináis las carreras y calentamientos. Según Brunhilda ahora tenéis que elegir quién irá con quién para jugar baloncesto. Quizás incluso ya lo tenéis hablado tras haber corrido. Aunque depende de vuestra forma física estaréis más o menos cansados...

Frederick llegó de los primeros, tratando de compensar el retraso que había sufrido días atrás en la presentación. Llevaba puesto un pantalón largo de chandal y una camisa blanca básica, nada demasiado complicado. A medida que sus compañeros se van presentando los saluda uno a uno de forma cálida.-¡Buenos días Lou, Rodrigo, Lisa! ¿Qué tal estáis-Poco después de aquello Brunhilde había marcado ya los ejercicios. ¿Correr..? No era lo que más le gustaba a Frederick, sobretodo porque no andaba sobrado de resistencia física, pero parecía que no quedaba otra.

Si bien comprendía el hecho de que en las misiones no solo les haría falta la magia, no podía cambiar el hecho de que su cuerpo estuviera algo oxidado en cuanto a movimiento se refería. Si bien no tenía mal físico, su resistencia actual daba pena. Tras un par de vueltas ya había perdido el aliento, cosa que pese a todo, no le quitó la oportunidad de acercarse a Elisa mientras corrían para hacerle una sencilla pregunta;-¿Qu-Quieres...hacer e-equipo conmigo?-Lo decía entre jadeos, cosa que no mejoraba demasiado su imagen deportiva, pero quien sabe, quizás tuviera sus pequeños ases bajo la manga. /no

Frederick estaba casi convencido de que tanto él como Rodrigo estarían más contentos de hacer pareja con una de las chicas de su grupo que yendo los dos en el mismo equipo. Entre bros se entendían. Cosa que trató de confirmar mediante una de sus típicas miradas telepáticas. "¿Piensas lo mismo que yo?"

Una vez terminaron de correr, Fred estaba para el arrastre, si bien había conseguido terminar, era obvio que le faltaba el aliento. Tardaría unos minutos en recobrarse del todo, pero estaba listo para la siguiente fase del ejercicio. ¡Estaba dispuesto a demostrarle a Brunhilde todo lo que valía! No podía permitirse quedar fuera de las competiciones, puesto que seguro era el momento perfecto para entablar algún tipo de relación mayor con las féminas que allí se encontrasen. Y con su típico aire entusiasta, añadió;-¡A por ellos...!-

Elisa llega al lugar con un simple chándal y acompañando a Louise esta vez en lugar de llegar tarde. Si su teoría es correcta, habría elegido un vestuario de lo más apropiado para las prácticas de su grupo... ¡y voilá! Evidentemente ir al gimnasio conlleva hacer ejercicio, esforzarse y sudar como gorrinos. Mentalmente Elisa se añade un logro diario que apunta con estima; hoy ha sido inteligente.

-Oh, la verdad es que bastante bien. Por lo que veo a nadie le ha sentado mal la Paella Olé, y eso es un alivio.- Responde a Frederick con una sonrisa agradable, como suele. Eso también era parte de su plan; el arroz estriñe. ¡No había posibilidad de que fueran mal al baño tras su invitación de cena! Si es que cuando quiere es un coquito. no

Cuando Brownie inicia su explicación, Elisa se cruza de brazos y escucha atenta, asintiendo varias veces como si le estuviera respondiendo pero evidentemente sin responderle -ya que está hablando con mucha gente-. Así que hacer ejercicio, ¿eh? Estaba claro que eso era una parte muy importante a la hora de pensar en hacer misiones. ¡Y Elisa tiene suerte de ser alguien que no se descuida! Vale que su principal afición no sea el deporte, pero sí que hace algo de running o bicicleta. Lo del baloncesto ya la preocupa un poco más porque apenas ha jugado al deporte canastil... ¿y elegir un compañero? Hmmm.

Al final les ponen a correr y... ¡Elisa mantiene muy bien el ritmo! Sabe controlar bien su respiración sin tener que acudir a ninguna orden de monjes del Himalaya que usan el poder del sol para matar vampiros. De hecho cuando Frederick le habla es porque ha dado una vuelta completa más que él y le ha cogido.

-¡No lo se, Fred! ¡Pero vas atrasado, ánimo! ¡Tú puedes!- Le dice como respuesta tras lo que vuelve a adelantarle, sin sonar a burla o cachondeo igual. Las cinco vueltas la cansan y la obligan a buscar recuperar aire, pero la verdad es que no ha acabado nada mal. Tras correr se pone a hacer unos cuantos estiramientos... ¡qué menos, no vaya a lesionarse!

-He visto a través de vuestras intenciones.- Dice señalando a Rodrigo y a Frederick como si hubiera descubierto quién mató a JFK, sonriendo satisfecha. Tras decir eso se acerca a Louise y le rodea los hombros con un brazo. -Mía. Era evidente que ibais a ir a por alguna de nosotras... ¡pero si yo elijo primero a Louise no os queda más remedio que trabajar en equipo para ganarnos!- Se lleva los dedos de la mano a la barbilla y ríe entre dientes tras haber llevado a cabo su master-plan. ¡No es inocente en absoluto, sabía que los dos iban a por las titis! -Mirad el lado positivo, ahora tenéis más oportunidades para impresionarnos.- Puta Elisa. Al menos se ve que quiere animar la situación un poco, pero... ¡ha sido un golpe bajo!

Rrrrrrodrigo observa a las féminas finalmente sentenciar su decisión con ese abrazo tan poco provocativo. Levanta el pulgar hacia Frederick, guiñándole el ojo con las gafas de sol, así que no se nota nada. Bueno, un poco sí, pero no lo suficiente.- Está bien nenas, os daremos pal´pelo.- Y se va a pillar una de las pelotas de baloncesto. Brunhilda al ver que ya han decidido se pone en medio de dos de ellos para tirar la pelota a la de tres.

-¿Preparados? Durará quince minutos. A la de una, a la de dos... ¡A la de tres!- Y lanza la pelota. Rodrigo al ver que su compañero está bastante cansado se ha acercado él para dar el salto primero. Si le da antes que su chica rival le dará una hostia para que la reciba Frederick.

Cuando ve que Rodrigo lo tiene tan claro, Elisa arquea una ceja manteniendo una sonrisa simpática. Se lleva las manos a la cintura y ladea la cabeza dejando caer su trenza hacia un lado. -¿Para el pelo? Uy, vas a tragarte eso como perdáis, Rodrigo.- Le contesta riendo para sí divertida. No se la ve muy preocupada por el asunto, o es que tampoco se lo toma muy en serio. 

Una vez termina de estirar, Elisa se coloca en el centro esperando a que Rodrigo se posicione. Le mira con decisión poniendo cara de esfuerzo, asomando la punta de la lengua por la comisura de la boca. Se coloca las manos en las rodillas y asiente ante la indicación de Brunhilda. -Estoy preparada, Brownie. Hora de empezar.- Una, dos y... ¡tres!

Elisa salta con toda la potencia que le proporcionan sus piernas. ¡Lo cierto es que ha sido un salto, bastante rápido y preciso para alguien como ella! Siendo tan delgada no se esperaba que fuera a hacer mucho. Justo sonríe viendo que acaricia la pelota con sus dedos y...

¡PLAC! ¡Rodrigo golpea la pelota y la manda hacia atrás con fuerza hacia Frederick!

-¡Ah...! ¡Muy rápido! ¡Louise, cuidado con Rodrigo!- Le exclama al tiempo que parece prepararse para ir a por Frederick a cubrirle y arrebatarle el balón. ¡Confía en su amiga, qué menos! Si no, ya verían de cambiar de táctica. Va a ser un poco sucio ir a por el que está cansado... pero oye, es que tiene la pelota.

Tras las carreras previas alrededor de la pista Frederick estaba agotado. Todos los músculos del cuerpo le dolían, pese a que no hacía demasiado tiempo que había hecho ejercicio, aquella mañana le estaba pasando factura. Si aquel era el resultado de haberse saltado algún que otro entrenamiento...¡Había que enmendarlo!

Mientras se tomaba unos minutos para recobrar el aliento, sus compañeros de equipo comenzaron rápidamente. Si bien las palabras de Rodrigo y su casi inexistente guiño de ojo hacían que este se sintiese un poco más seguro de ir con él, su estado físico actual dejaba bastante que desear. ¿Sería capaz de seguir el ritmo de los demás en aquellas condiciones? Antes de darse siquiera cuenta de que todo había empezado la pelota voló hacia sus manos.

-¡¿Qu-Qué..de-..?!-Que viniera tan rápidamente le pilló algo por sorpresa, pero consiguió sujetarla como pudo. ¿Y ahora que se suponía que iba a hacer? Tampoco se iba a quedar quieto esperando a que vinieran a por él, por lo que lo único que se le ocurrió fue avanzar hacia una Elisa que se dirigía hacia él, su intención era la de hacer un precioso dribleo, o lo que fuese que fuera eso.

Louise tampoco pierde el tiempo cuando ve a su compañera perder la pelota. Sale corriendo lo más rápida que puede hacia el pervertido de Frederick. El buen hombre tiene un buen plano de cómo sus pechos rebotan mientras se acerca hacia él. (?) No obstante, no es suficiente para distraerle y atraparle la pelota. Da un swing en el aire intentando quitarsela mientras la bota, fallando y permitiendo una apertura para que pase de ella. -¡Se me ha escapado Elisa! ¡Maldita sea!

Rodrigo a su vez está bastante espabilado. Sonríe mirando a Elisa con una sonrisa cómplice, cubriendo el camino por el que debe pasar Frederick con su cuerpo, evitando sin meter manos ni agarres que Elisa pase. O eso intenta al menos, vaya. Es un duelo de velocidades. Fium fium. El chaval parece bastante entrenado, no tiene esos abs por nada al fin y al cabo.

Elisa al ver su fallo iba a dirigirse en dirección a la pelota lo más rauda posible. Louise estaba ahí para defender la canasta y confía en ella para ello, pero no está de más ayuda-... ¡Eh! 

Antes de que se de cuenta tiene a Rodrigo delante cubriendo su marcha para que no vaya a alcanzar a su compañero. Así que él también confía en las capacidades de Frederick, ¿eh? ¡Por suerte su fé en Louise es mayor! Se fija en Rodrigo buscando una brecha con la mirada, pero nota al instante que él ha hecho mucho más deporte que ella, y por ende ha jugado posiblemente más al baloncesto. Sabe que no tiene oportunidad, a no ser que...

Sonríe al tiempo que cierra un ojo frente a Rodrigo y susurra. ¿Eh? ¿Qué significa eso? ¡Por como se iluminan sus piernas debe de estar utilizando magia de Refuerzo en ellas! -No va a ser fácil ponerme a tu nivel. En general dudo que me lo pongas nada fácil, Rodrigo.- Espera que Louise tenga éxito y se prepara para el siguiente movimiento, flexionando las piernas mientras se concentra en vigilar el partido.

Frederick aprovechó su oportunidad de correr hacia la canasta enemiga. El entusiasmo se podía percibir en su rostro, lleno de ambición y decisión por marcar, pese a todo esto no parecía suficiente para los dioses del baloncesto. Al intentar dar su primer paso las fuerzas de la física confabularon en su contra, haciendo que su pie se deslizase de mala forma por el suelo del gimnasio.

La caída fue lenta a ojos de Frederick, tan lenta que le dio tiempo a ver como todo a su alrededor se detenía. ¿Era el resultado de algún conjuro mágico? No, era debido a la vergüenza que estaba a punto de pasar, incluso antes de tocar el suelo, le pareció percibir como Bunhilde esbozaba una leve sonrisa antes de tocar el suelo. Genial, no solo se iba a pegar un hostión, encima se reían de él. En el fondo, ya sabía el resultado de todo aquello. ¿No contaría también hacerlo muy mal para llamar la atención de Bunhilde? Si de algo estaba seguro era de que al menos se había reído -de él-

Una vez estuvo en el suelo, dedicó unos segundos a escuchar todo lo que pasaba a su alrededor ¿Se reirían de él? ¿Iría alguien a ayudarle? A decir verdad lo único que quería era quedarse así, con la vana esperanza de que nadie (salvo Rodrigo, porque se cagará en sus muertos) le hubiese visto caer de aquella forma. 

Y durante un momento, se quedó allí tirado. No es que no pudiera levantarse, no es que se hubiese hecho siquiera mucho daño, el hecho que le mantenía allí atado, era la vergüenza y desilusión de haber perdido la pelota. En especial la vergüenza.

Louise sí que se ríe adorablemente cuando ve a Frederick cayendo. Y no pierde el tiempo en acercarse corriendo a agarrar la pelota que tan patéticamente se le ha caído a su amigo. La toma y empieza a botarla, buscando con la mirada a Elisa para pasársela, que está más cerca de la canasta que ella. Sin embargo, una sombra oscura se cierne sobre ella.

Rodrigo al ver el fallo motor de su compañero chasquea la lengua. Elisa ve como deja de cubrirle para girarse hacia Louise. Varias líneas blancas aparecen por todo su cuerpo, claro signo de que está usando magia para potenciarse. Y vaya que si lo hace, de un paso hacia adelante está al lado de su compañera, que ve como la pelota ya no está en sus manos, sino en la de un Rodrigo que mira de reojo hacia atrás a sus dos guapas compañeras.

Elisa y Louise deben hacer algo ya, por que tiene la canasta muy cerca suya y no está ninguna en medio.

Frederick se mantuvo unos instantes más en el suelo, tratando de percatarse de todo lo que había pasado. La suave risa de Lou había resonado cuando Frederick se golpeó contra el suelo. Aunque le había dolido un poco, escuchar la risa de una de sus compañeras de grupo merecía el esfuerzo.

La caída que había sufrido fue un duro golpe para su orgullo, más después de saber que sus compañeros lo habían visto todos. Era un fallo que no se podía permitir repetir, sin duda alguna tenía que hacer algo para remedir lo que había hecho. Además, no podía dejar que Brunhilde viera solo sus pifias. 

Frederick alzó la mirada y frunció el ceño por primera vez, se lo iba a intentar tomar algo en serio, al menos por esta vez. Y sacando un pequeño reloj de bolsillo, lo abrió y giró las manecillas del mismo varias veces hacia atrás, una vez hizo esto, solo quedaba proclamar su magia;-¡Time Alter: Accel!- Y tras decir aquello, cogió impulso y salió disparado hacia la posición de su compañero, con la intención de que su telepatía diese para hacer alguna pro-tactic.

¡Y se lanza!

Elisa da una zancada siguiendo a Rodrigo como un rayo. Esperaba que fuera a usar su magia tarde o temprano, y si Elisa tiene algo de fe en ganar va a tener que confiar en su mejor baza; que es una mejor maga que el rubio. Casi viento producen cuando ambos se lanzan hacia el mismo punto a toda velocidad.

Rodrigo recoge el balón, y esa es la oportunidad de Elisa para despejarlo rápidamente. No importa si lo manda fuera, la idea es darle un golpe seco a la pelota para que puedan posicionarse mejor para defender. La escena se está tensando por momentos y Elisa ya no sonríe; en una competición de magos se lo está tomando bastante en serio. 

Aunque de nuevo, sabe que si Rodrigo es un mago especializado en lo físico, ella no tiene mucho que hacer. Solo espera tener la suficiente suerte como para alcanzarle... ¡y que no marque! ¿Quizás tratar de quitársela por la espalda le de algo de ventaja? 

Louise se gira sobre sí misma e intenta ponerse delante de Rodrigo en el momento que Elisa también le ataca por delante. Entre ambas intentan futílmente golpear la bola mientras el chico la bota, intentando por todos los medios quitarle al esquivo chico la pelota. Parece estar sudando bastante por los golpes de ambas, pero su velocidad, agilidad y en cierta forma sus conocimientos le hacen poder evitarlas y hacerse un hueco de forma bastante sorprendente entre las dos.

De hecho la chica hace un último intento por ponerse delante de él, solo para ver como se levanta en mitad de la jugada un poco las gafas, en gesto de respeto, mientras la pelota se cuela entre las piernas de Louise, atrapándola detrás de ella y finalizando con el tiro a canasta.

Y la pelota da un par de golpes en la canasta, para finalmente ser encestada a lo justo.

Rodrigo echa la espalda hacia delante, respirando bastante agitado y jadeando mientras suda. El refuerzo le desaparece justamente del cuerpo, mientras se quita las gafas y se seca todo el sudor que tiene en los ojos y la frente.- Wow. Qué intenso chicas. Jajaja.- Brunhilda a todo esto está mirándoos desde lejos. El resto de equipos están jugando entre esa cancha y otra que hay al lado, más o menos repartidos. Levanta la mano con un dos, como diciendo que jugéis una segunda ronda.

Rodrigo se prepara yéndose hacia su parte del campo. Louise pilla la pelota pues sacan ellas, lanzándosela desde la banda a Elisa para que la atrape. Frederick también está en la parte de su equipo del campo.

Tras unos segundos de descanso, Frederick se encontraba algo mejor. Si bien la primera parte no le había ido muy bien, estaba seguro de que esta segunda parte iría mejor. Chocandose los puños, no pudo evitar exclamar un fuerte;-¡A por ello!- Su entusiasmo parecía desbordar de si mismo, quizás por lo pro que le había parecido Rodrigo, sin duda no se iba a quedar atrás.

En el fondo se sentía algo mal por haberle dejado todo el trabajo, y no podía negar que había sido un tanto inutil en sus primeros intentos, pero pese a todo, no se rendía. ¡También tenía que destacar! No podía ser el único que se quedase fuera en aquel pequeño espectáculo. Con esto en mente y después de haber escuchado las palabras de Elisa "-Vayamos con todo desde el principio, Rodrigo.-" no se pudo reprimir más, y añadió;-¡Dejadme que me una a eso también!- Y sacó el reloj de bolsillo que ya había usado antes, para repetir el proceso, aunque esta vez de una forma un tanto distinta.-¡Time Alter: Double Accel!-

El cuerpo de Frederick parecía difuso, a simple vista era como siempre, pero tras fijarse un poco más, los contornos de su silueta comenzaban a difuminarse. El chaval estaba listo para la acción, definitivamente había usado su Kaio-ken.

La campana sonó cuando Elisa trató de tirar pero debido a un tirón falló el golpe, Frederick aprovechó su oportunidad para correr a toda velocidad hacia su compañera y la pelota que lentamente giraba por el campo. ¡Era su momento! ¡Su oportunidad perfecta!

-¿Estás bien?-

¡¿QUÉ?! Frederick había usado su magia, comenzó su carrera a bastante velocidad, muy probablemente por este motivo, pero cuando fue a llegar al balón desprotegido, se paró en seco junto a Elisa, hincó la rodilla a su lado y la miró con un aire de preocupación, mientras trataba de esbozar una cálida sonrisa-¿Estás bien?- Preguntó de nuevo el joven, su voz, a la par que su cuerpo, sonaba algo distorsionada, pero nada tampoco destacable. ¿Alguien se esperaba este giro de los acontecimientos? Puede que no, pero sin duda alguna era algo típico del joven Frederick.

-¡Louise, ahora!- Le dice cuando ambas le rodean con intención de pillarle. La cosa no sale del todo bien; ella no es lo suficientemente rápida y Louise no es lo suficientemente hábil como para detenerle. Tan sobrado va el castellano que le hace un caño con la pelota a Louise dejándola totalmente vendida en medio de la jugada. Tras ello lanza el tiro a canasta, quedándose las dos observando como la pelota rueda alrededor del aro hasta finalmente entrar.

-Y tan intenso...- Resopla un poco dándole una palmada a Louise en la espalda algo cansada, pero intentando animarla igualmente. Ahora sacan ellas, quizás tengan una oportunidad de remontar el partido de alguna forma... ¡después de todo a Frederick se le ve cansado! También a Rodrigo; alguien como él debe tener problemas a la hora de hacer tantos hechizos corporales seguidos. De hecho es posible que solo tenga para un solo hechizo de refuerzo más... ¡y esa puede ser la ventaja que consigan!

Elisa se coloca en posición para empezar de nuevo el partido. Toma aire y rebota la pelota para volver a acostumbrarse a su tacto. Mira fijamente a Rodrigo y esboza una sonrisa al tiempo que empieza a cubrir su cuerpo con el hechizo de Refuerzo, poniéndose en serio desde el primer momento. -Vayamos con todo desde el principio, Rodrigo.- Esboza una leve sonrisa dejando que la magia corra un poco por ella. Tras ello... ¡empieza de nuevo el partido!

Elisa toma la delantera y... pone de repente cara de dolor tenso.

-¡U-un tirón...!

Y se rie por no llorar. Se cae de bruces dejando escapar un suave 'ayyyy...' sujetándose un momento la pierna. La pelota ha salido rodando, pero ya que ha activado Refuerzo... ¡no puede malgastarlo! Intenta levantarse lo más rápido que puede aún con un dolorcillo profundo en el gemelo. Eso ha sido cosa de hacer mal los estiramientos, seguro...

Cuando Frederick se le acerca, Lisa se queda muy sorprendida. Le observa durante un momento y luego le sonríe de forma tierna, como si pensara durante un momento lo buen chico que es. Niega despacio con la cabeza y le da una palmada en el hombro, como animándole a seguir. -Estoy bien... ¡pero no tienes que distraerte, Frederick! En una misión no puedes permitirte hacer estas cosas...  Ha sido un detalle muy lindo, igualmente.- Tras ello se levanta para seguir con el partido. Le ha parecido muy noble que no haya aprovechado para coger ventaja, y quizás eso la hace sentir un poco mal por no haberle ayudado antes. Lo cierto es que no lo hizo porque Rodrigo había salido disparado a marcar...

Elisa parece que quería empezar fuerte. Y vaya que si lo hace, sufre un tirón que la deja bien tirá. Mientras Frederdick y Elisa tienen un momeno íntimo, romántico y de ligoteo los otros dos sí que no pierden el tiempo. La bola está botando por ahí y veremos quién de los dos llega antes a ella.

Y la verdad es que Louise quería hacerlo lo mejor posible. Pero es que Rodrigo es puto Rodrigo y es demasiado fasto y spido para ella. Es que ha recorrido sin magia esa distancia en poquísimo tiempo. El tipo sin duda se está luciendo frente a la rubia de grandes berzas.

Con la pelota en la mano está en la parte de la cancha de Louise y Elisa. Por suerte ellas dos aún están en medio. El problema es que han perdido su ventaja. ¿Conseguirán quitarle la pelota o les hará más piruleadas aún? CHAN CHAN.

Frederick se rió un segundo al ver la reacción de Elisa, a decir verdad, se había parado sin pensarlo, y se acababa de dar cuenta de que realmente, ya no tenía la oportunidad de oro de lucirse. Puta vida tete, pero bueno, qué se le iba a hacer. Tampoco podía evitar ser como era.-Uhm..¿Pero cuando si no en mitad de una misión es cuando más debo preocuparme por mis compañeros?-Una sonrisa invadió su rostro al decir eso-¡Bueno, como sea! ¡Me alegra ver que estás bien! ¡Sigamos!- Y esas fueron sus últimas palabras antes de salir escopeteado hacia donde se encontraba su compañero. Su carrera inició a una velocidad bastante alta para lo cansado que se encontraba hacía unos minutos, su velocidad casi alcanzaba la de Rodrigo, casi.

Mientras corría, trataba de hacer uso de su telepatía Brofistica. ¿Funcionaría? Todo quedaba en manos de su compadre. Lo único en lo que podía pensar en ese momento Frederick era en no perder su última oportunidad de destacar ante la rubia de Brunhilde, la imagen de ser el único no seleccionado para la competición le rompía el corazón. Una experiencia así es para vivirla con los amigos. ¿Como si no sería capaz de sacar todo su potencial? Realmente era un asunto que le preocupaba. Pero no iba a perder la esperanza hasta el final del partido.

-¡Vamos!-

Lo cierto es que tras darle la palmada a Frederick, Elisa sale casi que disparada al encuentro de Rodrigo, que de nuevo le ha quitado la pelota a Louise con sus prodigiosas manos. Lisa se percató fácilmente tras el anterior tiro a canasta de que estaba haciendo una batalla perdida, pero eso no suponía dejar de esforzarse; el hechizo de Refuerzo sigue activo después de todo.

Elisa llega a la posición de Rodrigo y casi acaricia la pelota con la yema de sus dedos, pero de nuevo es más rápido y aparta la misma de su camino. Eso la hace fruncir los labios y ponerse delante suya para estorbar su avance al menos... aunque no cree que dure mucho. Aún le duele un poco la pierna por el tirón después de todo.

-No voy a ponértelo... hah, tan fácil, Rodrigo. Vas a tener que emplearte más.- Le dice con un jadeo en medio mientras el sudor baja por su frente. A Elisa se la ve bastante cansada tras tanta vuelta y la caída... Los hechizos de refuerzo han tenido que agotarla más, y lo peor es que tampoco le han servido de mucho. No obstante sonríe, se está divirtiendo.

¡Vamos!

Elisa y Frederick se levantan rápidamente cada uno para ir corriendo hacia Rodrigo. La primera de hecho intenta quitarle la pelota, pero falla ante la increíble y bella velocidad del gran Rodrigo. Louise de hecho también se le hecha encima, pero el cabrón sabe demasiados trucos con la pelota. Parece que sin duda el tipo sabe jugar al baloncesto. Justo cuando se ha apartado de ambas sonríe y su piel empieza a brillar, para luego darle un repentino calambre por todo el cuerpo.

El chico gruñe al ver su plan fallido, así que sale corriendo hacia la canasta lo más rápido que puede. ¡Vamos Rodrigo!

Una vez alcanzó más o menos la altura de su compañero en la cancha, Frederick supo que lo más probable es que él siguiera hacia adelante por su cuenta. Lo más que podía llegar a hacer era cortarle el paso a alguna de sus compañeras, para que Rodrigo tuviera más fácil el moverse hacia la canasta.

Tenía una decisión en mente, pero solo tardo unos segundos en saber a por quien ir. Sus pies se movieron rápidamente hacia Lou, la cual, al contrario que Elisa, aún conservaría casi toda su energía. No podía arriesgarse a que pusiera en peligro la jugada de Rodrigo, aquella era la decisión correcta. Además, Elisa y Rodrigo parecían en mitad de una especie de conflicto, seguro que les gustaría resolverlo a ambos.

Cuando Frederick se situó frente a Lou, su silueta parecía magnánima, sin ninguna abertura por ningún lado. ¿Sería cosa de su magia? El caso es que no tenía ninguna intención de dejar pasar a la chica de grandes pechos. Su mirada desprendía decisión y confianza. Fuera lo que fuera que le pasaba a Frederick...¡Funcionaba!