Partida Rol por web

Mientras Touran examina las monedas, Amílcar sigue a través de la ventana al hombre que ha venido en nombre del alcalde.

-Este lugar ya no es seguro, amigos. Mañana a primera hora deberíamos partir hacia el norte en busca de respuestas--apunta el arquero sin desviar la mirada del exterior de la posada.

-Eso sí, antes podemos darle buen uso a ese... regalito--concluye el nómada acercándose de nuevo a sus compañeros, tras cerrar la contraventana, mientras señala la bolsa.

El minotauro asiente a la sugerencia de Amílcar.

Necesito unos pantalones nuevos y una buena capa de viaje. Hagamos los preparativos antes de que cierren el Bazar.

Dejáis la posada y os dirigís hacia el Bazar por el camino que ya conocéis. Con la caída de la tarde y a medida que el sol se hunde en el horizonte, el frío de esta época del año se hace patente. Desde luego que si pretendéis salir a campo abierto, tendréis que protegeros bien.

En un momento dado, una bella semielfa bien vestida y de cabello color zanahoria, se os acerca y, cogiendo del brazo a Hank, le medio susurra:

Guapo amigo, ¿no crees que hace mucho frío en estas calles?

Hank se da cuenta de que se le acerca una bella mujer, rapidisimamente se le agarra al brazo y le susurra algo. Sin amilanarse le responde: Tal vez luego bella dama, tenemos que acercarnos al bazar antes de cierren. ¿Donde puedo encontrarte?

Tras sus palabras repasa con su mano la bolsa que va repleta de dinero para comprobar que todo sigue ahi antes de que se vaya la semielfa.

-¿Quién es esta pájara?--se pregunta Amílcar receloso.

El instinto del arquero lo obliga a observar rápidamente todo cuanto hay a su alrededor en busca de algún signo de peligro.

Antes de que la semielfa pueda responder a Hank, se escucha un grito y desde un callejón surgen tres tipos malencarados:

¡Tú, furcia! ¡Mirlo quiere lo que es suyo!

Los tres hombres se acercan a vosotros.

La semielfa busca refugio detás de Hank mientras grita:

¡Idos! ¡Esta semana no he podido reunir su dinero! ¡Dadme más tiempo!

Se agarra fuerte al kharolinio y susurra:

¡Por favor, protégeme de esos brutos!

Al darse cuenta de lo complicado de la situación apoya su mano en ella y le susurra: Tranquila. Tras eso pone la mano sobre la empuñadura de su espada y habla directamente a los desconocidos. Señores parece que la señorita no quiere saber nada de vosotros asi que será mejor que sigan su camino sino quieren meterse en un lio.

Tras sus palabras busca apoyo en su grupo sobretodo en el imponente minotauro para evitar una confrontación directa.

-Me lo temía...

Inmediatamente, Amílcar se lleva la mano al hombro y prepara su arco por si acaso necesitara utilizarlo. Poco acostumbrado a los devaneos de la civilización, el nómada no termina de fiarse de la alegre semielfa. No obstante, tampoco va a dejar que unos matones de barrio atosiguen a nadie, y menos a cualquiera de sus compañeros.

-Sólo espero que no estén compinchados entre ellos.

Kolthar tarda unos segundos en reaccionar, pero por fin huele la pelea. El minotauro se encara a los supuestos agresores. Arquea los brazos en posición de ataque, mientras los músculos se definen a través del pelaje, pero desde luego no parece que la vista de un hombre toro cabreado sea algo a lo que temer en esta ciudad.

Ante la amenaza, el tipo que ha hablado os mira, como tratando de evaluar las posibilidades ante una posibla pelea. Os dais cuenta que sus dos compañeros parecen algo nerviosos.

Por ahora, esos amiguitos te van a librar del problema. Pero espera a que Mirlo se entere. Ya sabes lo que significa.

El tono del matón es desafiante. Después, se dirige a Hank:

Y tú, andáte con ojo. En Pashin suelen pasar cosas desagradables a los entrometidos.

Después, los tres tipos se retiran y los perdéis de vista.

En cuanto los tipos se van, la semielfa se abraza a Hank:

¡Oh, mi héroe! ¡Me has salvado!

Sin dejar de mirar de vez en cuando las manos de la semielfa Touran le dice.

¿Quién es el Mirlo, mujer?- al darse cuenta de lo seco de su pregunta, Touran pregunta. Mi nombre es Toura, ¿cuál es el tuyo?

La semielfa, ya más calmada, suelta a Hank.

Me llaman Paloma, Touran. Tú y tus amigos habéis sido muy valientes plantándoles cara a esos bandidos. ¡Se han ido con el rabo entre las piernas!, exclama alborozada la mujer.

Mirlo es un semiogro con muy malas pulgas y que nos obliga a pagarle una parte de nuestras ganancias. Sin embargo, esta semana no he hecho mucho dinero y no puedo pagarle...

Su ánimo decae tras este último comentario.