Partida Rol por web

Sacando unos componente de una bolsita, tuerzo la boca en una medio sonrisa mientras jugueteo con una bola de güano.

No me parece buena idea dejar a este tipo de animales por detrás nuestro. Si no os fiáis creo que deberíamo de acabar con ellos. Creo que debemos de aprovechar que no nos han visto para acabar con ellos rápidamente. 

Yo intentaria rodearles pero no para escapar, sino para atacarles por sorpresa desde la distancia. De paso podríamos cerciorarnos de que no hay más por los alrededores.

Kalid y Qatan aguardan vuestra decisión.

-Gnart y yo podríamos intentar acercarnos un poco más a ellos desde un lateral para ver qué se llevan entre manos--propone Amílcar sin dejar de observar a los ogros en todo momento--Tampoco es que me guste mucho la idea de atacarles así porque así, la verdad.

En cualquier caso no nos han hecho nada. Yo optaría por evitarlos, pero si quieres que nos acerquemos, podría intentarlo.

Con un resoplido miro a Gnart

¿Y qué? ¿tenemos que esperar a que nos hagan algo? ¿o quizás debemos de esperar a que quemen y asesinen a gente inocente para hacer algo? estamos inmersos en una lucha entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, y no creo que sea aconsejable dejar atrás poderosas fuerzas que pueda reclutar su Oscura Majestad.

Gnart mira a la elfa como sin entender qué está diciendo.

No conozco a ninguna reina oscura ni sus intentos por reclutar gente. Tampoco estoy en ninguna guerra contra nada. Lo único que quiero es vivir mi vida tranquilo y solo lucho para proteger mi vida.

-¡Vayamos a echar un vistazo, Gnart!--propone Amílcar finalmente--Igual así salimos de dudas...

Ja, no se si me estás tomando el pelo o de verdad hablas en serio. Por alguna extraña razón, hemos sido elegidos por los dioses para llevar a cabo no se qué profecía, en la que están por medio unas extrañas llaves, las cuales estamos buscando por todo Kruynn. Por lo tanto, si vienes con nosotros SI que estas inmerso en una guerra, por mucho que te empeñaras en no querer participar. Además, te recuerdos que muchas de nuestras ciudades están tomadas por los caballeros oscuros ¿o acaso tampoco sabes eso? ¿y tampoco sabes que esos caballeros adoran a Takhisis, Reina de la Oscuridad?

Lo que pase con tus ciudades me da lo mismo elfa y... - en ese instante escucha Gnart a Amilcar y comienza a andar rápido hacia la otra dirección.

Sí será mejor que nos vayamos...

El minotauro menea la cabeza.

No se si deberíais ir solos, si os descubren pueden mataros o algo peor, haceros prisioneros. ¿Estais seguros?

Golpeando con el puño en la mano abierta.

Mejor vayamos todos y les damos una paliza.

Tranquilo, no nos verán y no nos meteremos en líos nosotros solos.

Cita:

Al oir esas palabras, abro mucho los ojos mientrsa niego con la cabeza, Vaya, mira el ogro bastardo, que se cree que puede estar aislado de todo lo que le rodea.  Al ver que se va con Amilcar   Ve, ve a ver en que te pueden ayudar tus hermanitos. Digo bastante encendida por sus últimas palabras. Y por mi, te puedes quedar ahí,  no hace falta que vuelvas para salvar "nuestras ciudades", ogro ignorante. acabo farfullando mientras se aleja

Un enano, un semiogro, un minotauro ¿qué esperan los dioses de esta panda de insensatos? es más, ¿qué pretenden todos ellos si ninguno se preocupa por las ciudades o la civilización? Ni se imaginan que, una vez tomadas todas las ciudades, empezaran a tomar todo lo que les rodee, campos, oasis, todo. Ainss, Lunitari ¿por qué me has puesto en medio de este camino? sigo pensando mientras con el ceño fruncido veo cómo se alejan esos dos.

Por una vez, Craster permanece callado y se sienta en una piedra cercana, apoyándose sobre su hacha. Mientras observa la discusión, pone una cara que claramente dice "Por una vez, no he dicho nada".

Decidido el plan, Gnart y Amílcar se alejan.

Os cuesta acercaros sin ser vistos, pues el terreno no ofrece demasiados lugares en los que ocultarse. No obstante, gracias a vuestra habilidad, lográis situaros en un lugar desde el que ver mejor a los ogros. Para sorpresa vuestra, estás de pie pero parados y su carne es putrefacta y parece que vaya a caer de un momento a otro. Toda su piel está apergaminada, como si hubiese estado mucho tiempo expuesta al sol.

-¿Qué demonios?--masculla el arquero en un susurro de sorpresa--Pero... ¿están muertos o qué?

Haciendo gestos al semiogro para que lo siga, el sigiloso nómada de las llanuras trata de acercarse más a las dos figuras desde la espalda de éstas.

Moviéndome detrás del hombre de las llanuras, apunto con el arco al más cercano de ambos.

¿No crees que deberíamos advertir a los otros?