Un pequeño matiz para Quivalen: los caballeros de Neraka echaron a los elfos y ahora los minotauros han expulsado a los caballeros. Por supuesto que los escasos elfos que quedan en el bosque, obviamente, no pasan por su mejor momento.
Mientras la gente está hablando a su alrededor, Touran se inclina sobre el bardo y lo examina una vez que lo coloquen en un sitio donde pueda estar tumbado.
Ciertamente, es curioso que un minotauro esté aquí con tanto elfo... Lo cual me lleva a pensar qué carajo harán tantos elfos en una ciudad con esta presencia de Caballeros Oscuros...
En principio me tomo 10 en Sanar para diagnosticar al caballero.
Kolthar parece poco afectado por lo que dicen de él. Está más preocupado en oler su propio cuerpo y hace un gesto de desagrado al llegar a las axilas.
No huelo a rata muerta, es más bien como a cebolla frita, pero no creo que sea como una rata muerta, no.
Luego mira a Amílcar de la cabeza a los pies y apunta:
¿Feo de cojones? pero si tu no tienes pelo en la cabeza. Ninguna hembra minotauro se aparearía contigo... el bello abundante es símbolo de fortaleza, aunque claro, tampoco tienes cuernos...
-¡Ja, ja, ja!--rompe de nuevo a reir Amílcar tras el comentario del minotauro.
-¿Lo veis? Os dije que es buena gente.
-¡Ja, ja, ja!--sigue desternillándose el nómada mientras desliza una mano por su calva.
Te das cuenta de que, aparte de una buena paliza, la vida del Heraldo no peligra.
La mujer apenas si os mira: Que no se diga que el Heraldo acabó sus viajes en la posada de Emaline Yaseth. Sin daros tiempo a reaccionar, entona una extrañas palabras y, poniendo las manos sobre el anciano caído, éste parece recobrarse, pues parte de sus magulladuras desaparecen.
Tirada oculta
Tirada: 1d20(+8)
Motivo: Identificar conjuro (Quivalen)
Dificultad: 16+
Resultado: 4(+8)=12 (Fracaso)
Tirada oculta
Tirada: 1d20(+4)
Motivo: Identificar conjuro (Touran)
Dificultad: 16+
Resultado: 3(+4)=7 (Fracaso)
Solo son magulladuras. Un poco de agua fresca y descanso serán suficientes para que el caballero se reponga.
Digo mientras me levanto y miro al resto de la gente de esta sala.
Mi nombre es Touran.
Y ofrezco mi mano al resto de la concurrencia.
De repente, los ojos del anciano se abren y, tras unos segundos de desconcierto, comienzan a observar al solámnico, el hombre de las llanuras, el kharoliano, el minotauro y los dos elfos. Por su mirada, dirías que el anciano os reconoce como si no os hubiese visto en un largo tiempo.
¡Fue en mi sueño que os vi! Ese sueño dirigió mis pasos hacia aquí. ¡La llave silvana que es para vosotros ha caído en manos del enemigo!, exclama el Heraldo.
Touran se sobresalta ante la inesperada revelación del anciano.
Explícate, anciano. ¿Qué es eso de que nos viste? ¿Qué es la Llave Silvana? ¿Quién es el enemigo?
Hace unos días, soñé con un objeto élfico guardado en el palacio de Quinari, en el reino de Silvanesti, explica el Heraldo. ¡Ese objeto tiene que ser vuestro, pues es de vital importancia en vuestro destino... y el de muchos más!, exclama, poniendo énfasis en esto útlimo.
-¿La Llave Silvana? ¿Acaso ése era el destino al que me encomendó Moonsong?--medita el nómada ensimismado tras las palabras del Heraldo.
-Ha caído en las manos del enemigo... ¿Qué enemigo?--murmura el arquero pensando en voz alta.
Con el ceño fruncido, el bárbaro sigue las explicaciones del viejo y las conversaciones de sus compañeros. Ciertamente cree haber llegado al lugar al que los ancestros lo estaban guiando. Sin saber cómo ni por qué, el abanasinio conoce de antemano que estaba predestinado para formar parte de semejante misión.
-¡Muy bien!--exclama de pronto, como saliendo de su propio trance interior--Mi nombre es Amílcar y soy el enviado del pueblo Qué-Teh para ayudaros a recobrar ese preciado objeto.
Al ver el intercambio entre el minotauro y el bárbaro, no puedo evitar torcer el gesto, y agacho un poco la cabeza intentando ocultar la sonrisa que se ha puesto en mi cara.
Cuando el anciano comienza a hablar, vuelvo a levantar la cabeza, atendiendo a sus palabras.
Frunzo en ceño al oir las palabras del anciano, mezcla de interés y de preocupación
¿sello de silvanas? no creo haber oido hablar de él. Quizás esté delirando después de la paliza que le han dado.
¿que nos has visto antes?, lo siento mucho anciano, pero creo que te estás confundiendo.
Además, como bien debes de saber, Silvanesti esta ahora tomada por los minotauros , vuelvo la vista de manera casi inconsciente hacia el que tenemos enfrente por lo que no creo que podamos pasear por los bosques buscando una llave.
Tras estas palabras, me quedo mirando al anciano mientras meneo la cabeza, hasta que los gritos del que dice se llama Amilcar me hacen girarme en su dirección
¿Enviado? ¿estais todos locos o que?
Pues si que estaba yo enterado.............menos mal que no he atacado al toro nada más verlo, jejeje
¿puedo saber algo de la llave?
No, no me confundo, extranjeros. Aunque no sé quiénes sois, sí sé que fuisteis vosotros seis y nadie más los que aparecisteis en mi sueño, replica el Heraldo con voz firme. Y no os preocupéis, pues no deberéis viajar a esos ahora tan peligrosos bosques, prosigue el anciano. En mi sueño se me reveló que la llave está ahora en manos de un antiguo escudero de los caballeros de Neraka. Su nombre es Pegrin y huyó robando la llave cuando los minotauros llegaron al reino de los elfos. Ahora es un bandolero y criminal que mora por los alrededores de Pashin.
Ni siquiera los elfos, con la información que tenéis hasta este momento, tenéis la menor idea acerca de qué puede ser esa "llave silvana".
Fantástico
Digo levantando las manos
Pashin no solo está lleno de esos malditos caballeros, sino que ahora en sus alrededores también hay bandoleros. Y tú quieres que vayamos a por ¿una llave?
No puedo evitar menear la cabeza mientras voy perdiendo la paciencia.
Mira anciano, nosotros sólo queremos saber qué les ha pasado a los supervivientes, y si fuera posible, reunirnos con nuestros hermanos.
Me parecen loables tus intenciones, silvanesti. Pero si algo nos han enseñado los acontecimientos de este último siglo es que los mensajes de los dioses no deben ser desdeñados, contesta muy seriamente el Heraldo. En cuanto a los elfos que buscas, sólo te puedo decir que vi muchos en Khuri-Khan.
Encojo levemente los hombros
Tal vez tengas razón, y lo que digo sea producto de la desesperación, quién sabe.
¿y has dicho que viste muchos en Khuri-Khan? al acabar la frase me giro para mirar a Key
¿ande estaaaa esooooo?
La verdad es que me dio la sensación de que todos los elfos de Ansalon estaban allí. Claro que las condiciones no se parecen a las de sus bosques: acampados a las puertas de la ciudad, entre las arenas y pagando un tributo por ese derecho. La mirada del Heraldo es triste, como compadeciéndose por ese destino.
Khuri-Khan se encuentra al norte de Pashin, al otro lado del desierto. Es la capital de Khur. Aparece en el mapa que os tenéis en La Biblioteca.
Saliendo de mi ensimismamiento, le vuelvo a mirar
¿y que sabes de esa llave? no has contestado a la pregunta del solámnico.
¿Cómo podemos saber que todo lo que has dicho es cierto y no te lo has inventado tú?, bastantes problemas tenemos ahora como para salir corriendo en busca de algo que nunca hemos visto, con gente que no conzco; Sólo por un sueño que has tenido ¿no?.
Meneando de nuevo la cabeza, la bajo mirando al suelo, y me quedo un rato pensando, intentando unir toda la información que nos ha dado el Heraldo, o quizás la palabrería que ha salido por su boca. Por fin, levanto la cabeza de nuevo
Lo único que puedo hacer, es ir hacia el norte, a Khuri-Khan. Si durante nuestra salida de Pashin nos topamos con los bandoleros, intentaré arrebatarle la llave, que por lo que has dicho nos pertenece por derecho
Como favor, podemos desviarnos hacia el oeste, cerca del río. Si hay bandoleros por los alrededores tendrán algo montado cerca.
Entiendo tu cinismo, elfa. Pero sólo con algo de esperanza conseguiremos superar los problemas de esta nueva era, contesta el Heraldo como quien ha vivido ya tales acontecimientos. Como en todo sueño, por cada respuesta hay más de una pregunta. Sobre la llave: no sé cómo es. Lo único que se me reveló es que se trata de una llave que no es una llave. Esto último lo dice con una sonrisa como quien se anticipa a reacción de desesperación por parte de su interlocutor.
En fin, parece que esos golpes, aparte de darle ganas de hablar, le han hecho tener "sueños", dice con una sonrisa la posadera. Os dejo, que no me fío de lo que se ha quedado en la puerta de mi negocio. Así, la mujer se va a la planta de abajo dejándoos a solas con el Heraldo.