Partida Rol por web

El minotauro asiente sin preguntar y comienza a arrastrar a dos de los matones, cogiendo con cada mano el tobillo de uno de los atacantes. Al final del callejón los coloca sentados con la espalda contra la pared, apoyándolos entre sí para que no se caigan, tratando de que están cómodos. Al llegar al grupo se sacude las manos provocando un ruido metálico.

¿Quién es Branchala?...¿Nos recompensará con dinero o con comida?

Branchala es nuestro dios protector, como antes lo era Paladine. A buen seguro que te dará todo eso y más algún día, amigo minotauro.

La niña mira con curiosidad a Kolthar.

Parece que le caes bien a mi pequeña, gigantón, comenta el kénder. A decir verdad, pensaba que todos los de tu raza habían perdido el honor que se les suponía en épocas pasadas. Los de tu raza han hecho que todos esos caballeros oscuros vengan aquí con el rabo entre las piernas.

No puedo evitar sonreir al oir al minotauro. Meneando la cabeza

No hacemos esto por dinero, y tampoco lo aceptaríamos de gente que no le sobra. De todas formas, sí que podrías hacernos un favor. Como bien has dicho llevas muchos años viviendo aqui, y seguro que has oido hablar de un bandolero llamado Pergrin, que se oculta por los alrededores.

No lo conozco, lo siento. Pero, ¿para qué buscáis a ese bandido?, pregunta Kelmecha con suspicacia.

Con un leve encogimiento de hombros

Nos han dicho que quizás nos pueda informar de unos hechos acaecidos en Silvanesti. Si por lo que dicen es un Caballero renegado, seguro que les tiene tanta simpatía como nosotros digo con una sonrisa ante la evidente sinergia

Bueno, pero si no sabes nada, no te preocupes. Seguiremos buscando Miro hacia atrás, con una mirada un poco sombría

En cuanto los hombres, caen al suelo, Touran guarda su cimitarra y se dispone a cerrar las hemorragias de sus contrincantes para que no mueran desangrados.

Tened cuidado con ellos, si los encontraran podrían acusarnos de darles una buena paliza. Algo muy distinto de matarlos...

Mmm. La verdad es que, después de habernos ayudado, creo que si buscáis a ese tipo, es con un buen fin, dice Kelmecha mientras ve como Touran atiende a los agresores. Como os he dicho, yo no sé nada de ese Pegrin. Sin embargo, si me dáis unas horas, podría tratar de averiguar algo. Tengo algunos amigos que podrían tener información. Es lo menos que puedo hacer por vosotros. ¿Qué decís?

Durante todo este tiempo, la pequeña permanece escondida detrás de su padre, lanzando alguna mirada fugaz a Kolthar y a los dos elfos.

Con la rodilla todavía en tierra, miro hacia atrás encogiendo los hombros

Por mí no habría ningún problema, cualquier pista que nos pudieras dar sería recibida con agrado. Al menos para saber por dónde empezar. Pero no te arriesgues de forma innecesaria, la pequeña Hojaspina te necesita. Esbozo una tierna sonrisa a la pequeña kender

 Si te parece bien, te esperaremos en la posada de Emaline Yaseth ¿sabes dónde está?

Claro. Todo el mundo sabe donde está la Posada de los Cinco Dragones. Os veré allí está noche, amigos.

La niña también me cae bien a mi.

Afirma el minotauro al kender. alza una mano para acariciar la cabeza de la niña, pero en el último momento la retira.

Si esos caballeros huyen de los de mi raza es que son bastante inteligentes, cobardes, pero listos.

Se gira y se va hasta los matones a los que está atendiendo Touran, se acuclilla junto a él.

¿Por qué les curas humano? los golpes que les hemos dado no servirán para nada. ¿O es que les estás sanando para luego atizarlos otra vez?

Sin mis cuidados, estos cuatro hubieran muerto y creo que si podemos evitar la muerte de un ser vivo con capacidad de aprender de sus errores, no podemos desperdiciar esa oportunidad.

Digo mientras termino de vendar al último de los hombres con unos jirones de su propia camisa.

De todos modos, no te alarmes porque creo que me voy a cobrar algo por mis servicios...

Digo con una sonrisa mientras levanto la bolsa que tenía el líder y la hago sonar.

Y ahora que lo pienso...

Touran mete la mano en la bolsa y coge unas cuantas monedas.

Seguro que esto os viene bien para ti y tu pequeña, muchacho.

Digo mientras se las doy a Kelmecha antes de que se vaya.

Vaya. Muchas gracias, responde el kénder abrumado por tanta generosidad. La verdad es que es una lástima que no haya más gente así en este mundo. Tras lo cual, se va con su hija.