Partida Rol por web

Kolthar solo asiente y vuelve al fuego mientras se calma. Por primera vez en mucho tiempo puede contar con un  aliado, si no con un amigo. Tras un rato de silencio le dice a Amílcar.

No creo que vuelvan, son como ratas y ahora estarán asustados. ¿A donde te diriges arquero?

-Eso espero.--asiente el nómada de las llanuras echando un vistazo rápido a su alrededor.

-¿Mi destino?

-Los ancestros me guían a la ciudad de Pashin--confiesa Amílcar sentándose junto a la reconfortante fogata--Me debo al pueblo Qué-Teh y Moonsong me concedió el honor de honrar a mi gente.

-Aunque, para serte completamente sincero, todavía no estoy seguro de cuál es el verdadero motivo--explica el arquero sin terminar de aclarar a cuál de los dos sentidos se refiere.

-¿Y tú? ¿Tenías un destino?

-Antes comentaste que llevabas varios días huyendo...--pregunta finalmente el humano.

El minotauro se acomoda sobre los codos observando el cielo estrellado.

Llevo varios días huyendo desde Blöten, la capital del reino ogro. Allí no era más que un esclavo, un gladiador obligado a combatir en la arena para enriquecer a mi amo. Pero me escape y ahora soy dueño otra vez de mi destino. En los últimos días mi objetivo sólo era huir y no morir en el intento. Ahora debo retomar las riendas y pensar si volver con mi pueblo o buscar al que me apresó y me vendió, para matarlo.

Calma señores, la kender que tenemos aqui es uno de los llamados aquejados, y como algunos de ustedes sabran, no cogen objetos de la gente como cualquier kender. Digo a la multitud acercandome levantano las manos en  gesto apaciguador.

Y en voz baja le susurro a mi compañero. Atento, no sabemos como reaccionarán.

Es curioso que no encuentres tu bolsa de monedas...

Keygholad comienza a registrar sus posesiones y tuerce el gesto...

2 de aelmont

Poco después del alba, reemprendéis la marcha. Aunque la marcha os cansa, ese cansancio se ve mitigado por la alegría que os produce dejar atrás ese pantano maldito.  Algo después de mediodía, llegáis a la villa de Pashin, que es todo un trasiego de gente yendo de aquí para allá. Uno de los posibles motivos es un gran bazar que véis junto a la ciudad. Si algo os llama la atención es el elevado número de caballeros de Neraka que pululan por sus calles.

La gente comienza a rodearos y a señalor acusadoramente. ¡Besakénders robabolsas!, escucháis de alguien. Os dais cuenta de que las buenas palabras no van a servir de nada. Tal vez si se diesen cuenta de que vais en serio y no estáis para tonterías, os dejarían en paz. Otra solución sería salir corriendo junto con la kénder.

Lanzo una maldición silvanesti referida a las ratas, los abogados y los kenders y salgo corriendo detrás de él.

Al ladrón!!

En cuanto oye el grito, el kénder se detiene y, cuando llegas a su altura, te das cuenta de que está comprobando sus numerosos saquillos. ¡Ladrones! Si es que en ningún lugar está uno libre de esa plaga...

Varias personas también se han detenido con gestos que varían entre preocupados y de mera curiosidad.

Con una sonrisa me acerco meneando la cabeza

Son increibles estos pequeños. Eso sí, debes de andar con mil ojos si no quieres que te desaparezca hasta la camisa. Pero ahora hay que evitar llamar demasiado la atención

Una vez al lado del Kender, le pongo una mano a mi compañero antes de agacharme

Por favor, déjame a mi

Vamos a ver esos saquitos pequeño. Quizás a mi amigo se le cayera un objeto y tú lo recogiste para que no se perdiera, pero ahora estaría bien que nos lo devolvieras

Le miro directamente a los ojos

Key comienza a desenfundar su mangual. No es muy conversador.

¡Vaaaaya! ¡Una elfaaaa! ¡Y silvaneeesti!!!, exclama el kénder atónito en cuanto Quivalen se le aproxima. Mi nombre es Rowan, para servirte. Seguro que eres una maga. Y poderosa. Los de tu raza siempre lo son. ¿Necesitas un aprendiz? A mí siempre me ha interesado la magia. Además... Entonces dirige su vista a Keygholad. Por cierto, tendrías que ser más cuidadoso: hay ladrones en la ciudad. Acabo de oírlo. Y yo he encontrado una bolsa que creo que es tuya, vamos, por cómo la miras. Toma. Menos mal que estaba yo por aquí y no un bribón del tres al cuarto. Tras devover una bolsa con monedas a Keygholad, sigue con su diatriba: Lady maga, ¿yo podría llegar a ser un Túnica Negra? Es que dicen que en Krynn hay tres lunas, pero sólo los magos más malvados pueden ver la tercera. Y yo quisiea verla. Seguro que puedo ser muy, muy malvado.

Buscanco con la mirada posibles problemas al vociferar el kender que había elfos silvanesti, espero unos segundos con una mano apoyada en uno de los hombros del kender mientras le escucho su parrafada. Al acabar, vuelvo mi mirada hacia la suya

No pequeño, no ningún poderoso mago, ni siquiera llevo túnica como puedes ver. Si de verdad quieres llegar a ser un buen mago, todo empieza por ser capaz de guardar silencio durante unos minutos. Si logras realizar esa hazaña, podrías acudir en busca de un maestro.

Ahora, haz la prueba, y ten cuidado con los ladronzuelos que vagan por el bazar.

Me levanto y, poniendo una mano sobre su cabeza

Adios Rowan. Que los dioses te acompañen

Parece que nos quedan demasiadas alternativas, son demasiados para liarnos a golpes. ¿No crees? Puede que sea momento de irnos de aqui, cogemos a nuestra nueva amiga y nos perdemos entre las calles. ¿Te parece bien? 

Incómodo por la presencia de los caballeros negros, Amílcar decide buscar lo antes posible un alojamiento en el que pensar con tranquilidad cuál será el próximo paso a seguir de su periplo.

-La presencia de esos sujetos no me gusta nada--susurra el nómada a Kolthar, indicándole con un sutil gesto de cabeza en la dirección en la que hay apostados varios caballeros de Neraka incordiando a unas jóvenes.

-Deberíamos hospedarnos en algún sitio alejado del bullicio del bazar para descansar y asearnos--propone finalmente el humano al minotauro.

Kolthar asiente siguiendo al arquero por las calles de la intimidante urbe, no sabe como verán esos caballeros la presencia de un minotauro por aquí y si le consideran hostil podría verse en problemas.

Cita :Deberíamos hospedarnos en algún sitio alejado del bullicio del bazar para descansar y asearnos.

De pronto el Minotauro estalla en una carcajada que resuena grave en la calle.

La última vez que me bañé fue en el mar hace muchos meses y no creo que aquí tengan bañeras de mi tamaño...

Hagámoslo rápido.

Dice Touran dispuesto para salir huyendo a la menos oportunidad.