-¿Y no informaste nada porque?
Posó la vista en la carta, aunque no pudo ver mas que la espalda de la misma desde donde estaba.
-¿También dice ahí que en estos momentos ejércitos de la luz atacan la fortaleza de la capital Ainari?
Comenzó a caminar alrededor, curioseando con la vista, por pura hiperactividad.
-Si, de eso tambien informan..
Comentó, rompiendo la carta en mil pedazos y dejandola caer sobre una papelera los restos.
-No informé de nada porque esa fue mi decisión. Togul la respetó, entendiendo de lo que se trataba, y solo informé de lo que a él le interesaba. Luego me aposté aqui y nunca mas supe de el, en 5 o 6 largos años, hasta que llegaste tu.
-Pues así estamos entonces, no tienes ganas de volver, segun tu los dioses nos destruiran a todos o algo pasará que acabaremos igual...mierda, luego debo recordar tomar un trago de anís cuando tenga chance.
Colocó los brazos en jarras mirandole.
-Planeo quedarme unos días en esta ciudad, ¿será posible que dejes al caballo tranquilo hasta entonces o es que te gustó? Es un bonito animal y eso, pero seguro hay mejores monturas.
Arqueó ambas cejas en gesto de ceder la palabra.
-Dejalo ahi. No me molesta. Aquello era un metodo de huida, no me gustaba tu caballo.
Comentó, serio, aunque tampoco borde. Luego se quedó allí de aquel modo, mientras que alzó la voz.
-Si quieres quedarte, hazlo, aqui hay sitio para uno mas. Puedes estar tranquila, no acostumbro a matar a la gente mientras duerme.
-Yo de a ratos -contestó con media sonrisa.
-¿Como es eso de la venganza que dijiste?
A fin de cuentas había encontrado al sujeto, pero de todas formas tendría que esperar a Tir, que remedio...
No estaba mal curiosear un poco, quizá y consiguiera algo útil.
-No hablé de ninguna venganza... Los dioses como nosotros acudirán a la ayuda de los suyos.... si consiguieramos eliminar a un dios, en primer lugar, eso solo duraría un par de años, ya que su cuerpo etéreo seguiría existiendo...y...en segundo lugar, la furia de los demás dioses nos destruiría. Y yo prefiero vivir sin llamar la atención de dioses a morir matando a uno..
-Sobre lo otro.... yo prefiero hacer otro tipo de cosas en la cama
Comentó, enarcando una ceja. Ella misma se había metido en aquel lugar, así que esperaría su reacción, bastante curioso.
-Hablas como si fuera imposible, pesimista
Rascó una ceja. Y luego le miró con reprobación.
-¿Eres algun primo lejano de Tir o algo?- Pese a que procuraba ser un reproche el comentario tenía cierto aire divertido, aunque la idea no le gustaba en absoluto.
-¿Tir? ¿Hablas del vástago de Togul Barok? No me compares a el..
Comentó, obstinado, mirándola de reojo.
-Era un simple comentario de diversion, por romper el hielo.
-Yo decía porque sonó igual de pervertido
Volvió a cruzarse de brazos con tranquilidad.
-Pero parece que lo conoces de algún lado -quedó pensativa un segundo- me debes una hoja de Alar, a ver como compensas eso.
Alzó las cejas con fingida y exagerada indignación.
Me parecía pero oye xD no estaba segura
El muchacho la observó, sonriendo levemente..
-Si, por supuesto que lo conozco...Fui su antiguo compañero.
Comentó, mirando hacia otro lado, suspirando.
-Aquellos fueron grandes tiempos, pero entonces era un descerebrado, no sabía la verdad de las cosas... Sobre esa hoja... Te compensaré dejándote dormir aquí y la comida y bebida que quieras, que puedas beber y comer.
Comenta, sonriéndole amablemente..
-Es un buen ofrecimiento, y sumandole las ganas que tengo de contestar preguntasd en alguna posada de la ciudad por marcharme con el asesino de la plaza, lo acepto.
Y dichó esto empezó a curiosear un poco mas allá de la habitación, asomandose por los pasillos de forma bastante descarada. De lejos se le notaba fisgona. Luego le miró de reojo, aún digna aunque sonriente.
-Lo cierto es que te sale mas barato que haberte envenenado con la hoja.
Entró en varias habitaciones y el baño. Todo parecía igual de lujoso que allí, las camas parecían muy reconfortantes y las mesitas y otros instrumentos como estanterias o armarios estaban hechos con caoba. Realmente era un lujoso hogar a pesar de su exterior descuidado.. El chico se mostraba sonriente, enarcando una ceja.
-Vaya vaya, no suelen decirme eso mucho..
Comentó, seguido de una pequeña carcajada, sin dejar de observarla como salía y entraba de las habitaciones, curioseando. En realidad no le molestaba en absoluto..
-Es que nadie aprecia las bondades del veneno -Comentó con naturalidad.
-Sin embargo desde tu óptica soy parte de la gente que esta ciega o que no ve la verdad, ¿no?
Pareció darse por satisfecha, al menos de momento, con el pequeño examen inicial que había hecho.
-No, no soy una especie de gurú o algo así. Para eso están los sacerdotes y los miembros del consejo...no... no estais ciegos, pero realmente no veis todo. Y no solo me refiero a vosotros, seguidores de Tubilok, sino a los fieles de los 6 tambien. Es un secreto que se guarda con mucho celo, para perpetuar la batalla... es muy dificil de explicar. En cualquier caso ¿Esperamos a alguien?
Comentó, curioso de ella. La verdad era que la mujer le causaba cierta curiosidad. No del tipo sentimental, sino como persona.
-Para desgracia quizá si, pero se supone que en unos dias. Primero ese tipo raro de la carretera y ahora tu, es que enserio empieza a ser un dia raro... ¿Me vas a decir también tu que la oscuridad y la luz no existen? No va a resultar que son aliadas ahora -Lo ultimo lo pronunció con un tinte de sorna.
Se llevó las manos a la nuca y el azur de la mirada se torno en un inquieto color marfileño, que amenazaba con cambiar al celeste de un momento a otro.
-¿Y a quien le interesaría hacer eterna una guerra?
Le sonrió mas abiertamente, mirando luego hacia el techo...
-En cierto modo, el tiene razon...en cierto modo, si.
Comentó, casi para si mismo.
-Algun dia, si te portas bien, te lo contaré
Comenta, guiñándole un ojo amistosamente..
-Algun dia suena a cuando esté delirante y vieja como comenté antes.
Molesta por el cabello que le cubría en parte la vista ahora mismo, sacó una banda elástica del bolsillo y lo ató en una coleta baja, aunque algún mechon quedaba al costado del rostro, enmarcandolo.
Luego le miró de forma aguda, como interrogandole, pero no dijo nada mas.
El chico se rie a carcajadas
-Bueno, si te lo ganas, te lo digo
Comenta, sonriéndole abiertamente, enarcando una ceja, muy divertido. Realmente solo se estaba divirtiendo un rato..
-¿Y que quieres? ¿que te cocine la cena para convencerte? De listo vas...
Estiró los brazos y sin venir a cuento se desperezó comodamente, de forma natural.
-Y piensa rápido, o puedo seguir interrogandote por horas
Y era cierto, aquel sujeto parecía saber unas cuantas cosas que podían serle de interés, e incluso nuevas preguntas que simplemente se creaban de la nada, y de a poco iba aminorando el gesto ácido usual.
El chico le sonrió mas ampliamente. Enarcó una ceja, mirándola fijamente.
-Hace mucho tiempo que nadie trata de clavarme un cuchillo mientras hacemos cosas en la cama...
Comentó, aguantando la risa, observando la reacción de ella