Partida Rol por web

Bueno, fue...el Profesor Sands, Howard Sands. La voz de Adrien se torna seca al nombrar a ese sujeto. Estuvo aquí hace unos minutos. Trabaja en el departamento de Arqueología y estoy segura que debe andar por allí todavía...Vive para su carrera, como siempre...

-Observo que no le cae demasiado bien ¿Se portó de forma grosera con usted o algo parecido? ¿Estaba interesado en más documentos aparte del que yo le he mencionado?

 Si no le importa, señor, no me gustaría hablar de eso. No es que no le tenga confianza pero es un tema muy...personal Adrien baja la mirada un segundo. Su semblante se vuelve sombrío, como si estuviese recordando días lejanos de su juventud cuando todavía era una universitaria más en el campus.

 La rubia toma un respiro y recupera su postura formal nuevamente.Esos son los únicos libros que el profesor buscó referidos al tema. Tendría que preguntarle a él sobre más material.

-Lo siento, no quería importunarla. Le agradezco su información, muchas gracias.

Salgo de la biblioteca y me dirijo hacia la universidad para buscar el departamento de Arqueología. Tal vez ese profesor Sands me contase algo más sobre todo este asunto.

  La Señorita Sands se despide amablemente y luego partes.Tardas bastante tiempo en encontrar la Facultad de Arqueología y mucho más en buscar el despacho del profesor dentro del enorme y arquitectónico edificio. 

 Alumnos y profesores van y vienen cumpliendo con sus horarios y obligaciones. Nadie parece prestarte atención puesto que no te distingues en nada de los demás. Seguiste mezclado entre la multitud hasta que de repente una muchedumbre abarrotada en la puerta de una oficina te llama la atención. En la pared una placa de bronce presume al nombre del sujeto al que estás buscando, sin embargo la cantidad de curiosos no te permite ver qué sucede dentro.

Me acerco curioso hacia el grupo reunido frente al despacho de Sands. Le doy un golpecito al último del grupo y le pregunto:

-¿Eh, que está pasando ahí dentro?

Al parecer entraron a robar. ¡El despacho está hecho un desastre! Algunos dicen que podrían haber secuestrado al profesor ya que nadie lo ha visto desde esta mañana. ¡Vaya historia! Esto no ocurre todos los días.

-¡Ya le digo! ¿Está seguro de que es un robo? A lo mejor algún estudiante insatisfecho decidió tomarse una pequeña venganza. He oído que el profesor es un tanto, ya sabes, "especial".

Mientras intento abrirme paso entre el grupo para alcanzar el despacho. Quería intentar echar un vistazo antes de que llegara la policía.

 El abuchonado estudiante te sigue abriéndose paso entre la multitud mientras conversa contigo.

¡Qué va, si el Profesor era de los más considerados! Un poco loco, quizás, pero no tenía ningún problema con sus alumnos. Yo no dudaría, sin embargo de algún colega suyo. ¡Estos letrados sí que son feroces cuando de sus cargos se trata!

 Por fortuna y cosas del destino la policía no parece próxima a llegar. Logras adentrarte en el despacho sin ningún problema.

 Los libros están desparramados por todos lados y el suelo cubierto con papeles al dejar la ventana abierta. Parece que alguien estuvo buscando algo en esa habitación sin ningún disimulo.

Examino la ventana a ver si el ladrón entró por ahí y luego echo un vistazo por el despacho buscando en los cajones (sin tocarlos, los abro con una pluma) mirando debajo de los muebles, los libros, etc.

Por la ventana no se ve a nada sospechoso.No parece que hubiesen entrado por allí y si lo hicieron no dejaron ningún rastro. Los alumnos van y vienen de sus casas y los claustros, algún que otro profesor también recorre los jardines que rodean la Facultad. Los cajones tampoco contienen mucho: papeles y notas de cursos o resultados de exámenes pasados; nada que pudiese indicar que había sucedido allí. Ya resignado ibas a retirarte de allí cuando sentiste que pisabas algo molesto. Al mirar al suelo un sobre llama tu atención. Está abierto pero no tiene escrito destinatario ni firma. Dentro descansa una pequeña tarjeta que indica un nombre y un pedido bastante perturbador: "Alexander Whitmore, en El Viejo Tuerto. Que sea discreto, sin preguntas." La tarjeta con el escrito tiene un sello rojo con un símbolo que no llegas a reconocer inmediatamente: una serpiente que muerde su propia cola. ¿Qué podría significar esa firma?

Recojo la tarjeta y me la guardo disimuladamente en el bolsillo. Luego salgo del despacho antes de que venga la policía. Regreso a mi casa a recoger el revólver que guardo en el abrigo para, posteriormente, encaminarme hacia la estación de autobuses. Buscaré el que pase más cerca del hotel. Quiero saber quién es ese Whitmore.