Una vez Jacinto le ha llevado la jarra y ha dado buena cuenta de ella, El hombre prosigue su narración con una sonrisa de oreja a oreja:
- Lo cierto es que nunca le hicimos demasiado caso a la leyenda, que por aquí las hay y todas las que uno quiera, y a veces uno... hip* se encuentra con una y se la merienda, o cosas peores...hip*. Pero el caso es que hace unos meses Pedro Ramales, "el del Jornalero", nos vino jurando y perjurando...hip* que era una historia muy cierta, que él mismo había visto los fantasmas. Y como él era el que menos se creía la leyenda de la maldición (aunque no en lo de los tesoros ojos...hip*) y como ha estado enfermo desde aquella noche..., pues nos lo creímos, que estas cosas son graciosas ...hip* hasta que dejan de hacer gracia... hip*
Empezáis a ver al hombre que se tambalea de un lado a otro, ya muy perjudicado.
Y con eso tenemos nuestra siguiente parada.
Me dirijo a Jacinto y con gesto serio pregunto: P-Pedro Ramales, ¿D-dónde le halla-remos?
- Preguntad a Jacinto... hip*, le conoce mejor... hip*- apoya los codos sobre la mesa y mete la cabeza entre ellos, sus compañeros de mesa empiezan a reirse a carcajadas al ver al borracho como diciendo: "No cambiará nunca".... y después siguen a lo suyo.
Mateo sigue callado pues el tema de los fantasmas y las maldiciones le ataca directamente a la moral aunque siempre que parece que hay razones suficientes para coger las de Villadiego y devolver el dinero del trabajo no realizado, aparece una nueva posibilidad de hacerse rico, aunque sean leyendas, pues nada atre más a un hombre de mar que la idea de un tesoro escondido. Sin mucho afán comenta con sus comaperos:
Pues bien que le tal Jacinto nos podría haber remitido hasta el enfermo directamente. Parece que al menos ha sacado un par de jarras en limpio y de paso hemos ayudado a dormir mejor al tío Pencho.
Cuando el tabernero se alejó un poco, Alonso dio unas palmaditas en la espalda a Pencho, deseando que le sentaran bien aquellas dos jarras. Acto seguido, habló no muy alto al Padre, acercándose:
Será mejor que vos vayáis a preguntar al tabernero sobre ese tal Ramales, el hijo del jornalero, pues a mi me dará malas cuentas despues de despreciar su vino... aunque en realidad sea cierto lo que dije.
Con media sonrisa, miro a Alonso directamente a la cara ¿Y acaso se lo reprocharías? si estuvieras en mi casa y me insultaras de ese modo, yo tampoco te aguantaría, la verdad. y no se puede decir que no te diese otra oportunidad, jeje en ese momento, me atraganto y comienzo a toser cof, cof, cof.....cof, cof poniendo una mano en la boca, hago un gesto de que espereís con la otra.
De todas formas, parece que el hecho de ser el único propietario con una posada en Bullas se le ha subido a la cabeza, pero siempre es bueno saber por donde se pisa, joven Alonso.
Rascandome un poco la cabeza, me levanto con dificultad de la silla y me encamino de nuevo a la barra, donde me apoyo como puedo
Ejem.....Jacinto, ¿por qué no nos dejamos de juegos y nos dices dónde vive ese tal Pedro Ramales?, sinceramente, la posada es agradable y la compañía no es mala, pero no nos gustaría perder más tiempo del estrictamente necesario. le digo alzando una ceja y esperando una respuesta directa.
- Bah ese Pedro... su padre era un simple jornalero, pero él supo medrar con la lana, convirtiéndola en hilo para venderla a los tejedores. Ahora, la mitad de las mujeres de los pastores trabajan para él. Y se cree mejor que nosotros!- dice cabreado- tanto que compró la casona de Los Ramales, llamada así por estar en una encrucijada. Y fijaos si es creído, que quiso que ese apodo adornase su nombre... pero seguimos llamándole el jornalero jaja, que es mote que no se quita. Es viudo pero tiene una hija muy guapa, que ahora que está maldito lo cuida, y esa chica ha sido doblemente su bendición, pues no sólo se ocupa de él, sino que además ,y por si no tuviera ya suficiente suerte el muy puñetero, se le ha pegado un buen mozo. Ángel Muros que se llama el muchacho, que ahora que pobre Pedro está enfermo le lleva el negocio... y de paso, a fuer que se llevará al altar a la moza, que bien coladitos se les ve el uno del otro.-
Diciendo ésto os indica el camino para llegar a casa de Pedro.
Beltrán si quieres, tira Elocuencia.
Motivo: elocuencia
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 81 (Fracaso)
vaya, parece que esta vez no doy más de sí, quizás sea el vino, jiji
Pese a la perseverancia del páter, el hombre no despega los labios para añadir nada más, y con gesto ceñudo y cruzado de brazos os mira desafiante(sobretodo a Alonso) para que abandonéis la posada.
Queda la opción de Iñigo puede tirar Mando ( aunque tienes 19 va a estar difícil), para ver si le sonsacáis algo.
Hombre, mando tengo yo 47, aunque no se si puedo volver a tirar XD
Venga... cualquiera de los dos, me es indiferente.
Ahora mismo, en el curro, al entrar con un proxy no me deja postear y seleccionar destinatarios, y siempre lo manda solo para el dire, así que si esta tarde nadie ha puesto nada e Iñígo no ha tirado, lo haré yo.
Satisfecho por el hasta ahora agradable trabajo, pero también un poco mosqueado por ello, Aitor sale de la taberna y fiel a sus antiguas costumbres mira a ambos lados de la calle, al no ver a nadie dice -joder con el trabajito, paseos por el pueblo, tragos de vino, tranquilas conversaciones con los lugareños... de esto no puede salir nada bueno.-
Tras su pesimista afirmación el guerrero espera a que salgan todos y se dirige a las señas indicadas por Jacinto
Mmm...-rápidamente Godoy, el muy pícaro estando aún sentado, tragó saliva cuando escuchó a Jacinto hablar-, "una muchacha bien guapa" dice este bribón... Habrá que ir a visitarla.
Aún veía yo a mi señor sentado tras de mi, estando yo de espaldas a él y al tal Pencho. Estiré el gaznate hacia atrás y con suma confianza le susurré.
Si le place a su merced saldré con ese hombre -decía refiriéndose a Aitor- ahí afuera mientras todos ustedes salen.
Y vi como mi amo asentía.
Entre las muchas palabras del tabernero están las que quiero oír, gesto incluido así que me despido de él con un simple gesto de cabeza y un breve: con Dios para salir con el resto y echar a andar en la dirección indicada.
Busque-mos esa ca-asona en el crucee.
Me pregunto que mal aquejará al tal Pedro para que se le considere "maldito". Pronto lo sabremos.
Íñigo no trata de sonsacarle nada más al tabernero, por el momento tiene cuanto necesita de él.
Voy a esperar por si Beltrán quiere tirar, sino pasamos de escena.
Ciertamente comprendía la opinión de Montoya, por lo que hice el mismo gesto al mesonero. Lo único que dije fue un "espera" dirigido a Godoy, mi buen leal, para que no se adelantara y así me esperara junto a la puerta, pues yo también habría de salir. Tras abrirme la puerta con respeto salí y éste detrás de mi.
No sé qué es lo que más impresión te causó, mi buen y fiero amigo -le dije: si la chica o por contra el tesoro.
Vi como Godoy se ruborizaba, pues no tratábamos nunca tan abiertamente, sino sólo tratos de obediencia y protección. Luego me volví a dirigir a él con cierta sonrisa:
No te avergüences: yo también optaría por ambas cosas.
Y pusímonos a esperar fuera.
Miro a mis compañeros salir de la posada mientras sigo mirando al posadero
Volviendome a mirar al posadero, niego con la cabeza Espero que no me estés intentando sacar más plata, pues creo que he sido bastante generoso y paciente. No te olvides que esta es una misión de la iglesia, asì que espero que no me estés ocultando nada. Espero unos segundos y, viendo que no decía nada, golpeo levemente la barra con la palma de la mano y me alejo Está bien, Jacinto. Confío en tí y rezaré unas oraciones para que tu posada siga viento en popa. sin más me alejo y salgo por la puerta
Motivo: mando
Tirada: 1d100
Dificultad: 47-
Resultado: 90 (Fracaso)
como he fallado, he continuado XD
Al salir de la posada, me reuno con el resto
Bien muchachos, vayamos a hacer una visita a ese Perdro y veamos que mal le achaca.