Partida Rol por web

El sujeto 3141-X se sobresalta ante tal estruendo, dejando caer al suelo la pesada pieza que le quedaba en las manos... Se gira sobre sí mismo, e intantáneamente se trasluce el horror en su mirada, cada uno de sus podridos músculos faciales expresan un temor inconmensurable...

Sin más, y sin haber pensado nada, simplemente por puro instinto, el sujeto 3141-X deja caer lo que estaba transportando y comienza a desplazarse al ritmo más rápido que puede. Intenta escapar en dirección contraria al caldero, y a su temible y derramado líquido burbujeante... El sujeto se esfuerza por encaminar un pié detrás de otro, sin chocar con nada, sin resbalarse, tropezarse o caerse...

Aunque este desgraciado mostruo es tremendamente torpe, estúpido e imperfecto nadie podría dudar de su desesperado deseo de supervivencia... Al fin y al cabo es natural, como todo animal no pensante el sujeto 3141-X es esclavo de sus instintos...

Tras terrible estruendo y ver el mar incandescente  propagandose hacia el, su estrecha mente se olvido por completo de continuar tratandose de aflojar los tornillos y tras un eterno par de segundos cedio el protagonismo a su garganta.

Un par de pucheritos fueron el preludio de un brutal grito sumido en un enorme y apesadumbrado sollozo buaaaaahhhhrgggg quero, cuerdaaaaaa  buaaaaarggggghhhh quero cuerda!! - su brazo humano señalaba su espalda sin cesar mientras su unico ojo bueno buscaba suplicante entre los sujetos presentes a su alrededor

El sujeto 3.143 se señalaba en su espalda una enorme  llave similar a la de los jueguetes de hojalata. Esta, de lejos le daba un cierto aspecto comico el cual se perdia en su totalidad al ver el resto de sus partes.

Oigo el grito de 3.140

torpe (sonrio)

"Bzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

KABOOOOOOOOOOOOOM"

El suelo tiembla, apoyo mi mano en la pared para mantener el equilibrio. Clink, clink miro al frente, dos tornillos ...clink,clink, dos tornillos mas. No entiendo Raass! cae una cadena, sigo con la mirada su otro extremo y a medida que voy subiendo, inconscientemente voy abriendo mas y mas los ojos y se me tensan los musculos.Me quedo paralizado mientras veo una sombra que se funde a gritos con liquido ardiente. Cuando se apagan los gritos intento que mis piernas me obedezcan para ponerme a salvo.

Ninguna estrategia pasa por mi mente pero todas las partes de este cuerpo siguen poseyendo instinto de supervivencia

"Mis dedos... en el suelo... esos son mis dedos...

Miro a mi mano. Oscuros chorros de sangre brotan de el muñon en que ha quedado convertida mi mano izquierda. Por un segundo, quedo paralizado. El corte ha sido tan limpio que no me he dado cuenta hasta que he visto la herida.

En ese momento me asalto el dolor. Mis nervios comenzaron a arder de mi mano a mi cerebro. Es insoportable.

Caigo al suelo de rodillas. Un horrible grito sale de mi boca pero es como si aquello le estuviese pasando a otro. Miro como la sangre sale a borbotones de donde hasta hacia pocos momentos estaban mis dedos mientras mi garganta vibra violentamente.

Entonces salgo de mi letargo. Otro ruido estruendoso proviene del piso superior. El caldero esta dejando caer su ardiente contenido sobre nosotros. Tengo que salir de aqui..."

Haz una tirada de velocidad con d20

El burbujeante líquido hirviente se expande a gran velocidad por el suelo, mientras los torpes trabajadores intentan huír de él… en vano en muchas ocasiones…

La sujeto 3.141-X no logra sincronizar sus piernas con palancas incrustadas en los muslos, y pronto el líquido llega hasta sus pies, abrasándoselos y derritiendo sus plantas de imán en medio de una dolorosa agonía.

3.143-X no corre mejor suerte, agotadas la energía necesaria para hacer mover sus piernas, se queda inmovilizado de cintura para abajo junto a una vagoneta llena de chatarra. Desesperado intenta que algún compañero gire la llave que lleva incrustada en la espalda, mientras ve como el líquido avanza imparable hacia él. Pero nadie acude en su ayuda, todos están demasiado ocupados intentando salvar su propio pellejo, por lo que la candente sustancia alcanza sus pies, deformándolos hasta convertirlos en una pasta humeante.

Mejor suerte corre 3.142-X, quien ve aliviado como los músculos de sus piernas se tensan otorgándole una gran rapidez, que le permite situarse lejos del foco de acción del líquido.

Por otro lado, 3.140-X logra subirse a una mesa de corte, evitando correr el desagradable destino de los otros sujetos.

Sin embargo, el líquido hirviente pronto pierde su efectividad y deja de ser el principal peligro de los sujetos…

Un ruido atrae todas las miradas hacia una escotilla semi-oculta en un rincón del sector, por el que tres horribles criaturas han ascendido… una carece de cabeza y lleva mugrientas zarpas grapadas a las manos, al igual que otro con rostro de lobo y pezuñas… les acompaña un ser con ciertos rasgos femeninos ocultos bajo el largo pelo negro que cubre su azulada piel llena de remiendos…

Las miradas de unos y otros se clavan con fuerza…
 

Varias de las criaturas con las que habéis compartido condena han decidido introducirse en las cloacas, pero vosotros tenéis claro que tanto dolor y sufrimiento no puede terminar así… sin nadie que pague por las atrocidades cometidas…

Henchidos de furia corréis por los escalones que poco a poco van dejando atrás la oscuridad a la que tanto os habíais acostumbrado durante todo este tiempo.

Por primera vez en mucho tiempo volvéis a ver luz, aunque esta sea artificial, como la del contador, y recorréis varios pasillos hasta alcanzar lo que parece ser una escotilla que os da paso a un lugar lleno de ruido y movimiento…

El calor es insoportable en este nivel de La Factoría, lleno de forjas, cadenas, y calderas.

Vagonetas llenas de chatarra y montones de piezas de metal y maquinaria se acumulan por la inmensa planta.

A un lado, junto a varias sierras circulares de enormes proporciones, veis algo… veis vida…

Un enorme caldero permanece volcado en el suelo y un líquido burbujeante se expande por esa zona, mientras cuatro esbirros del Doctor Frankenstein corren o se suben a las mesas de metal, intentando evitar que el mortífero líquido les haga correr el mismo destino que el desgraciado cuyo cuerpo permanece tirado en mitad del charco, convertido en una pulpa amorfa y humeante.

Veis sus rostros, sus cuerpos tan perfectos en comparación con los vuestros… tienen miedo de un líquido… pero ellos no saben lo que es el auténtico miedo, el temor a ser devorado por otros mientras duermes en un rincón lleno de ponzoña, el pánico a no volver a salir de un cubículo de reducidas dimensiones… pero ahora sabrán lo que es el miedo, ahora podrán sentirlo en sus propias carnes… porque vosotros habéis llegado hasta el nivel tres en busca de venganza…

Sus miradas se cruzan con las vuestras…

Demasiado pocos. En su opinión, no son suficientes aquellos que han decidido subir por aquellas escaleras angostas e interminables que ascienden, en espiral, entre las tinieblas. Gran parte de los engendros que se encontraban confinados en las mazmorras de la Faktoría han tomado el camino opuesto, a través de las cloacas, en busca de una promesa de libertad.

"Ojalá tengan suerte" - piensa el lobomizado. 

Está seguro de que los lacayos del Doctor no tardarán en salir en su busca, a cazar a aquellos evadidos. También está convencido de que podrán conseguirles algo de tiempo. Son pocos los que han emprendido el ascenso, pero están dispuestos a dar muchos problemas allá arriba...

La escalera llega a su final tras lo que parece un ejercicio que ha durado una eternidad. A cada paso, el claqueteo que producen los cascos del lobomizado recuerdan el tañir de unas campañas que tocan a muerto. No es hora de pensamientos funestos. Uno de sus compañeros de viaje abre una escotilla, pues él cierra la comitiva, y el grupo emerge al nivel inmediatamente superior donde ven a un grupo de criaturas de Herr Doctor... tan humanas, tan perfectas, tan dignas y ofensivas en su hiriente y obvio contraste con aquellos desposeídos...

Se cruzan las miradas de ambos grupos por un instante. El lobomizado se estira en toda su envergadura, tratando de parecer lo más imponente posible mientras abre y cierra repetidas veces sus manos. Reprime un aullido amenazador que pugna por brotar de su pecho henchido por la rabia y la anticipación de la inminente pelea. En su lugar, gruñe. Gruñe como sólo las bestias salvajes son capaces de gruñir.

¿Preparados? - masculla entre dientes.

- Noooooooo  Nooooooo!!!! -  Gemía gritando con fuerza  mientras el dolor se acercaba a sus pies, mientras veía que ninguno de los presentes estaba por el. El transcurrir de la lengua ardiente disolvía todo a su paso sin excepciones.  - No quiero pupa…!!! - Se lamentaba entre sollozos mientras su brazo motosierra se ponía en máxima potencia tratando de llamar la atención de los demás sujetos en un vano intento.

Todo fue inútil, el dolor sería efectivo, su infantil mente lo sabia,  el ruido de la  motosierra ceso sumido en la desesperanza y el brazo del que formaba parte se descolgó rindiéndose ante la evidencia.

A camara lenta su mano humana se dirigió a su seboso torso y abrío la caja que en el hábia. De su interior emergío entre la maraña de tubos un cutre boton rojo. – No dolor no aqui…-  dijo con voz apesadumbrada mientras lo accionaba.

Una pequeña turbina rugió y en apenas un par de segundos los conductos que le iban hasta el pecho se quedaron sin líquido alguno. El sujeto 3.143 se había quedado totalmente paralizado. Ni un gesto de dolor, ni un sonido, ni un lamento, mientras la carne de sus pies fundía a destiempo junto al metal.

Un punto limite obligo al equilibrio a dejar de existir y la mole cayo de espalda, organizando un gran estruendo, salpicando por doquier de liquido hirviente a todo aquel que se hallase cerca, más seco que la mohama, aparentemente carente de vida alguna   

"Con un esfuerzo increible me dejo caer sobre una enorme mesa de metal y ruedo hasta quedar de espaldas. El dolor es insufrible y para colmo el calor del metal fundido hace que la atmosfera de la tercera planta sea irrespirable. 

Hago verdaderos esfuerzos por no gritar mientras, con mucho cuidado, me siento sobre la cochambrosa y fria superficie de la mesa. La escena parece sacada del mismisimo infierno. El plasma ardiente ha cubierto de un resplandor mortecinamente naranaja esta parte de la Factoria. Algunos de los trabajadores han caido victimas del hirviente liquido. Es verdad eso que dicen, siempre habra alguien peor que tu.

Separo mi mano derecha de lo que queda de mi mano izquierda. La sangre reseca se separa dolorosamente de las heridas y comienza a fluir. Cogiendo un trozo de trapo empapado sucio, cubro el desastre al que antes llamaba mano izquierda para cortar la hemorragia y contemplo el caos."

Corro para salvarme, voy bastante rapido,  "no quemarme". Cuando me pongo a salvo noto que me escuecen las costuras de mis piernas, miro hacia abajo, todo esta en su sitio.

Gritos de horror se extienden por toda la planta y huelo a carne quemada. Me llega un flash de un plato de carne, la saboreo mentalmente, algunos gritos cesan, pero sigo saboreando la carne. El ambiente es calido como si me estuvieran abrazando, me relajo, la no oigo los gritos de fondo, estoy comiendo y bebiendo junto a una chica frente a la chimene de casa.

Clonck!! un sonido metalico en el fondo de la planta me saca de la ¿alucinacion?¿recuerdo?. Unas griaturas de pesadilla salen con gruñidos y miradas amenazantes.

Busco por el suelo un trozo de metal, punzante o romo, me da igual "¿que seran esas cosas?"

Abro la escotilla y desde arriba observo el panorama que se muestra ante mi. Un lugar desconocido, muy diferente al silencioso y mortal entorno de las mazmorras... aquí la maquinaria ruge sin parar y las chispas saltan por doquier... pero hay algo más... hay seres... criaturas que intentan escapar con torpeza de un fluído corrosivo que les quema...

Son ellos... con sus cuerpos tan perfectos en comparación con los nuestros... aquellos a quienes escuchábamos durante las largas horas de cautiverio, gritando y manipulando las máquinas de La Factoría... aquellos mismos que muy de vez en cuando dejaban caer carroña por los agujeros para que nos matásemos como bestias en las profundidades...

Esbirros del Doctor Frankenstein, sumisos siervos de su mente cruel y perversa, pero no víctimas, no, eso jamás... verdugos a su manera por no rebelarse ante tal trato y encima proporcionar uno peor a los situados en una escala inferior...

Nos creyeron bestias... nos trataron como a tales... y ahora es en lo que nos han convertido... no entendemos de piedad, no creemos en las palabras... tan sólo buscamos matar para vengar el daño sufrido...

Extiendo mis grasientos brazos, mostrando las horribles zarpas que al igual que a mi compañero me grapadaron a las manos tiempo atrás... y corro hacia el grupo de trabajadores del nivel, con mi cuerpo decapitado y grotesco, dispuesto a cortar y rasgar el envidiable cuerpo del sujeto 3.143-X, que caído en el suelo se me antoja como el objetivo que menos resistencia ofrecerá ante mi salvaje furia asesina.

Un segundo antes de que el líquido hirviente llegue a los pies del sujeto 3141-X, éste tropieza y está a punto de dar con su boca en el suelo… Por instinto, logra agarrarse a una barra asida a la pared, evitando así su destino final...

Por un momento, una leve sonrisa asoma en el rostro del sujeto, que se sintió a salvo… Lamentablemente , esa sensación sólo tardaría unos segundos en desaparecer, el tiempo exacto para que el líquido llegase hasta sus pies… Instantáneamente el sujeto comenzó a gritar…

“¡OAAAAAGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH… OAGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH… OAGHHHHHHHHHHHH… PEZUÑITAS…. OAGHHHHHHHHHHHH PZUÑITAS… AOGHHHH…PZÑITAS… OAGHHHHHHHHHHHHH!”

A la par que se lamentaba, el sujeto 3141-X saltaba primero sobre un pié y luego sobre el otro, intentando evitar el contacto con el suelo y soplando hacia abajo como si con ello pudiera apagar las brasas…

Lo cierto, es que ver a tal engendro  brincando como una especie de bailarina mutante y chillando como un cerdo resultaba pateticamente cómico...

Aquel patético remedo de ser viviente, decapitado pero aún así, portador del hálito vital que forma parte de la incursión de los desheredados responde a su pregunta lanzándose con furia homicida contra uno de los seres favorecidos por Herr Doctor, el malvado Demiurgo ...bastardo! Malditos sean él y los suyos.

El lobomizado decide que, lo más efectivo es seguir a su camarada, lanzarse contra el mismo desafortunado fantoche. Entre ambos, le demostrarían que el dolor que les habían inflingido durante tanto tiempo, esta a punto de volverse contra ellos. Perros, hijos de mala madre reanimados y traídos a esta parodia de vida bajo el favor de aquel demente.

Ellos les enseñarían. Les demostrarían...

Se lanzó, aullando y tratando de evitar todos los charcos de incandescente plasma que hay por el suelo contra el sujeto 3.143-X, la cabeza parecía la mejor opción

El atronador ruido de la maquinaria a pleno rendimiento sumado al siseante zumbido de las sierras conforman la terrorífica melodía que inunda el nivel tres de La Factoría, un sector que está a punto de convertirse en el infierno sobre la tierra... si esque no lo ha hecho ya.

La caída del caldero y la posterior expansión de su hirviente contenido por el lugar ha dejado conmocionados a los trabajadores, algunos de los cuales apenas han reparado en la presencia de un grupo de criaturas surgidas de los niveles inferiores.

Subido en una mesa de frío metal, 3.140-X, con su mano amputada, observa el desastre como si de una ensoñación se tratase. A su lado, 3.141-X salta y grita de dolor mientras sus pies son abrasados.

Más consciente del peligro inminente, 3.142-X rebusca entre los montones de chatarra apilados más atrás, intentando localizar algún objeto útil para defenderse... pero presa del pánico y el nerviosismo no logra encontrar nada... excepto el hueco del elevador que lleva hasta el segundo nivel.

Y en mitad del charco hirviente, 3.143-X, tumbado en el suelo con los ojos en blanco, convulsionándose violentamente tras haber activado su dispositivo de soporte vital...

Dos de las bestias se lanzan sobre él, al considerarlo la víctima más indefensa de todas, y en su carrera aterrorizan por su monstruosa esencia.

La primera en alcanzar la zona de corte es la aberración que en lugar de cabeza lleva un pellejo sanguinolento, y ésta agita frenéticamene sus manos llenas de zarpas, golpeando una y otra vez la cara de 3.143-X causándole graves heridas y haciendo que su sangre fluya y se funda con el líquido que ya ha perdido su incandescencia.

Otra de las bestias, con pezuñas de animal y rostro de lobo se suma a la masacre, propinándole brutales mordiscos en los brazos al inmóvil 3.143-X que continúa convulsionándose tras perder gran cantidad de carne de sus extremidades, que va a parar a las fauces del hambriento ser lupino.

Mientras tanto, ajena a la matanza, permanece la criatura con vagos rasgos femeninos, que con los ojos clavados en la carnicería, descuida su entorno, hasta el que ha llegado el último resquicio de líquido hirviente, que corroe con rabia sus pies.