Partida Rol por web

No has estado más de una hora cariño. La cara de Catixa quiere mentir ante la visión de su amado con la cara mermada, pero por mucho que se esfuerce, él la conoce muy bien. Iñaki me vuelve a hacer gestos con las manos, Y sin poder remediarlo, unas lágrimas asoman por mis ojos.

Pobrecilla mia, no llores mi vida. Todo volverá a ser como antes, ya lo verás Y dejando de comer e ignorando al resto de los presentes, le doy un abrazo para que me vuelva a sentir junto a ella.

mientras miras el suelo otra vez y analizas las huellas de cabra. piensas Vaya suerteeeee!!!si no hay ninguna cabra a la vista... quizas... te fijas en los pies de la mujer y mientras se acerca con el plato de de potaje para iñaki ves como la anciana no tiene pies, si no pezuñas, pezuñas de cabra. al principio te asusta pero luego de haber comido el potaje y haber escuchado la fabula te relajas y te dejas llevar. las ganas de cortar cuellos desaparece por un instante. que extraño..piensas...

La vieja se queda unos segundos mirando a Alan sonriendo.
Despues, la mujer hace un gesto de consentimiento y sin mas os invita a salir de la casa. no es tarde pero os sentis con fuerzas para continuar andando.

Os levantais sin daros cuenta y cuando reaccionais os dais cuenta que estais fuera de la choza. La vieja no contesta ninguna de las preguntas de Catxica y esta piensa que alguna respuesta habeis sacado de la fabula.

Tancredo esta algo raro. pues no dijo nada durante la cena, ni corto a la pobre anciana que ya tenia suficiente con aguataros a todos.

Iñaki algo conmocionado por los mordiscos del lobo, como es de constumbre no dice nada
Catxica sigue pensando que hoy ha sido un dia terrible y al mismo tiempo magico.

Alan maravillado por la fabula de la anciana se animo a contar una que sabia de sus antepasados animo al grupo a seguir andando

Pero lo mas notable del grupo es un soldado que pensabais que estaba en esa choza como compañero de la vieja anciana, pero resulta que tambien esta con vostros. Ahora es momento de reflexion y de cambio... un nuevo compañero a llegado.

- Bueno. Veo que, como vosotros, tengo un rumbo y delante un camino. Os ofrezco mi espada y os propongo abordar la empresa juntos, seamos como los zorros de la anciana.

Tras decir esto, Agueda queda en silencio, esperando una respuesta...

Cuando sale de la casa, Tancredo, con los ojos abultados como los de un pez, no deja de mirar a la vieja, con cara algo pasamada y la mirada de quien cree que sus ojos le engañan. Oye pero no escucha los ruidos que revolotean por el camino, como mariposas sin rumbo, más centrado en sus pensamientos que en intentar cazar insectos al vuelo. Se diría que su gesto parece más dulficicado -por la estupidez, pero más dócil al fin y al cabo- que nunca y sus pupilas también se muestran extrañadas.

Casi no escucha las últimas palabras de Agueda, y no reacciona ante ellas. Simplemente se gira, observa a la vieja, y a veces descansa la mirada en el vacío, camina y piensa, nada más. Al darse cuenta de su cara de rumiante intenta propulsar un gruñido, pero éste se ahoga por el camino en algún angosto lugar de su garganta.

Será un placer tenerte con nosotros Agueda, ya tenía yo ganas de que hubiera una mujer por aquí, ya me entiendes.

Todavía un poco aturdido por la rapidez de los sucesos, hago una inclinación de cabeza para asentir ante la incorporación de una nueva persona en el grupo. Tras esto, abrazo el hombro de Catixa y continuamos el camino.

- Bien entonces! guiemos nuestros pasos hacia nuestro futuro!

Tras decir esto, Agueda mira algo asombrado a Tancredo, se hunde de hombros y sigue los pasos de Catixa.

Una vez salis de la cabaña, la noche se cierne sobre vosotros.

como si fuera un ritual que cada noche hacen los distintos animales, salen a adorar a la oscuridad.

tras unas pocas horas andando la noche ya cubre parte del bosque, pero algo os estremece. los cantos de los buhos y los aullidos de los lobos y sonidos de las alimañas, dejan paso a otro sonido mas escalofriante. Como si bien se tratara de un grupo de personas en pos de una marcha funebre, percibis a la lejania unas luces acompañada de una olor a cera.

Que sera? quizas sea un grupo de vandidos en busca de victimas? o quizas sea cierta la leyenda de la Santa Compaña?

Lo que si es cierto esque la marcha se os acerca por el camino...

Tancredo, ignorante de toda leyenda hace ademán de no continuar la marcha para esperar al extraño grupo que se avecina. Sin esperar ni preguntar nada a sus compañeros de marcha por si sus caballerescos modales y sus galanterías de amor cortés le arruinan la fiesta, busca algún lugar junto al camino donde esperar sin ser visto. Algo recuperado y con la mirada más tranquila, siente algo de interés por encontrar algo de acción en este soporífero camino de peregrinos santurrones. Sin embargo, sus movimientos son algo más precavidos que de costumbre y su gesto indica que tiende a diluirse en algo que, si no hubierais visto su comportamiento de los últimos días, habrías jurado que son pensamientos. Poco duran éstos, no obstante, y convencido de algo, olfatea más que busca -todos sus recursos mentales consumidos por el esfuerzo anterior- un lugar donde ver sin que le vean.

Agueda, al observar la actitud del almogávar, fija su vista en la procesión calculando la dirección de su paso. Acto seguido, avanza presuroso hacia el lateral del camino, en busca de un escondite que le permita una cierta visión del camino. Se sitúa a la retaguardia del hombretón, cerciorándose de que éste vea su posición, cubriendo sus pasos y preparando, así, una buena situación por si tuvieran que atacar... o más bien defenderse.

Nada más saltar hacia la espesura, Agueda hace un gesto a Catixa para que haga lo propio.

Tras unos momentos de perplejidad, deja la mano de Catixa, y con una señal de su cabeza, le indica que si quiere se esconda. Bien, es el primer contacto que tenemos con la Santa Compania. Veamos si es verdad lo que dicen de ella, o son solamente unos matones. La duda hace que no esté seguro de mis acciones, pero creo que me quedaré en medio del camino esperando que pasen.

Pero estás loco? buscas la muerte o es que el mordisco del lobo se ha llevado el poco juicio que tienes? Increpo a Iñaki. Siempre sabes que debes hacer en cada instante, y más si en lo concerniente a magia se trata, pero creo que esto va más allá de tus facultades mágicas. Y así, dejandole en medio del camino, corro a esconderme junto a Agueda.

No hay manera de hecharle atrás, en cuanto toma una decisión la mantiene pase lo que pase. Cabezota. Le digo a Agueda susurrando

A la espera de los acontecimientos, desenvaino mi arma para tenerla a mano por lo que pudiera pasar. Por favor cariño, vete del camino, por lo que más quieras, no hagas tonterías Una gota de sudor baja por mi espalda produciendome un escalofrío. El corazón me late desbocado. Los segundos parecen horas mientras veo como lentamente las luces se van acercando.

Esto es una farsa, pero la verdad es que parecen bastante numerosos. Es increible que los hombres ideen semejantes estratagemas para sacar provecho del pillaje. Quizás debiera de apartarme del camino... Miro a mi amada a los ojos. Ella está nerviosa, la sola idea de que me quede aquí aunque no sea la verdadera Compania la aterra. Quizás debieras de esconderte tu también si no son los verdaderos ya les atacaremos más tarde. Tras esto, guiño un ojo a mi señora y me dirijo hacia su posición para esconderme junto a ella. Dos espadas atacan mejor que una cariño Le digo entre susurros. Y tras esto coloco mi mandoble en el suelo para atacar en el caso de ser necesario.