Partida Rol por web

La energía de caos choca contra el duergar, con menor fuerza que otras veces pero que a fin de cuentas daña al maligno enano sin oportunidad de esquivarlo.

Se empezaba a notar el cansancio y las heridas no hacían mas que agravarse cada vez mas, pero el simple hecho de ver como se reducía el numero de enemigos elevaba la moral del grupo.
Tras la ultima herida sufrida por una armadura el Dracónido había entrado en furia, con una mirada asesina y rabiosos jadeos Adrash se sitúa al costado de la ultima armadura que quedaba en pie y arremete contra ella sin piedad.

-Resiste camarada, eres imprescindible en esta lucha. ¡Solo un poco más! Gritaba el Dracónido a su compañero Uriel mientras atacaba a la armadura, ofreciéndole palabras inspiradoras de coraje y determinación que le ayudan a curarse.

Uriel siente recobradas sus fuerzas, sin embargo el ataque de Adrash no quiebra la armadura llameante.

El combate seguía teniendo lugar en el puente y los pocos enemigos restantes se obstinaban en seguir frenando al grupo. Esta vez el murciélago de fuego sobrevuela al distraído Dorn, mientras que la armadura aprovecha la intentona para sorprender al enano con una puñalada en la espalada, sin embargo ambos ataques son detenidos.

Mis anteriores ataques fueron efectivos: la armadura mágica fue destruida y el endemoniado enano dañado. Pero ahora, mi ataque mágico sobre el enemigo a espaldas de Uriel no tuvo ningún efecto. El calor y el cansancio ya hacían mella en mí estado físico.

El duergar aprovecha el fracaso de la elfa y echa a correr para no dar la ocasión de que le maten. Muchos miembros del grupo estaban trabados en combate y otros se encontraban demasiado lejos como para alcanzarle.

Uriel de nuevo lanza un intento de golpear a la ultima Armadura Infernal, el maldito Duergar habia escapado de su alcance y a pesar de ello lo intento con la Armadura pero no sabia bien, el haber estado tan cerca de las puertas de la muerte una vez mas no le habia sentado nada bien.

En esta ocasión la propia armadura resultaba un enemigo diestro, siendo difícil acertarle a pesar que no contaba con el apoyo de la masacrada tropa.

El Dracónido no podía concebir que se le escapara un enemigo de nuevo y sin aguardar un segundo mas tras ver como retrocedía el Duergar se abalanza sobre el en un imponente spring que a causa de sus heridas se le hacía más costoso tal esfuerzo, sin embargo con una gran tenacidad carga frenéticamente soltando tras de si un enérgico grito de rabia.

Aunque Adrash alcanza al duergar dado a la fuga, su ataque no logra herir por la espalda.

Dorn, sonrie entre dientes, al ver caer a sus enemigos a su alrededor y danzar a sus compañeros.

Jamás había estado en un grupo tan eficiente y versatil.

Era su turno...

Blandiendo su martillo de guerra, lo blande con su mejor golpe, sobre el murcielago adyacente, golpeando al arrastrar a la armadura infernal.

Maldito murcielago, mirame o tendrás de lo que preocuparte.

El cuerpo parpadea, debilitándose su llama como una vela a punto de apagarse, mientras que junto a Dorn una de las armaduras se desploma inerte y vacía.