Partida Rol por web

Encogiéndose de hombros de nuevo

Solo sé que es un personaje despreciable y que se ha instalado con sus trastos y sus muertos en el observatorio, ni idea de para qué los quieres, solo espero que no sea para nada de lo que estás insinuando. bajando un poco la cabeza, acercándose más a tí

Si os encontrais con él. ¿Podriais hacerme un favor y traerme sus ojos?.

Gracias santurrón. Ya has hecho tu buena obra del día dice palmeándote de nuevo la espalda e incorporándose de nuevo

Asiento con seriedad a las palabras susurradas por Kullen, en señal de agradecimiento.

Bien, este ha sido sin duda un encuentro interesante, pero tenemos algunos deberes que atender..., - digo a modo de despedida, poniéndome en pie - Posadero, haga el favor de decirnos qué se debe - añado, levantando la mano para llamar su atención. Al escuchar la cifra, deposito en su mano las monedas.

Sin duda volveremos a encontrarnos - añado, girándome hacia el semiogro y mirándole con fijeza - El destino es caprichoso, y a menudo, los deseos de unos han de verse cumplidos mediante las acciones de otros, aunque quizá no en la forma en la que son enunciados...

Sugiero que vayamos a descansar, ha sido un día largo y mañana tenemos obligaciones que atender - comento, mirando a mis compañeros por si alguien tiene algo que añadir, y me encamino a la puerta.

Tarvish, te aseguro que Pelor está en mis oraciones, y no olvido que gracias a tu ayuda he obtenido su intervención - susurro al clérigo cuando estoy a su lado, una vez fuera - No debes tener ninguna duda sobre ello, simplemente no lo mencioné porque tan solo trataba de obtener información..., en ocasiones la prudencia debe gobernar nuestras palabras, en especial cuando se trata con gentes de dudosa moralidad. Quizá te resulte extraño, y sin embargo hemos obtenido con ello un bien mayor, pues ahora sabemos dónde encontrar a Filge, y también que Kullen y sus hombres no se enfrentarán a nosotros para defenderle.

Y quizá hemos redimido en cierta medida a un pecador... - añado, con un atisbo de sonrisa. En cierta manera, no puedo evitar cierta simpatía por el semiogro, pese a lo terrible de sus acciones.

El semiorco y su grupo se despiden de vosotros

Que tengais suerte.

Mucho redimir es eso para una tarde de taberna. Una cosa es que le hayamos caído en gracia a ese bastardo albino y otra es que sea un buen tipo. No os engañeis, es de mala calaña.

El enano manosea su nueva cachiporra contento por no tener que haberla estrenado y comenta.

Al menos ya sabemos quién esta detrás de todo esto y donde se esconde. Pero hay que tener cuidado, en su propio escondrijo no será fácil, seguro que se ha preocupado de la defensa. Tal vez sería bueno sacar información del edificio y hacer un pequeño reconocimiento antes de planear el asalto al observatorio ese.

Salis del Perro Fiero y preguntais por el obsevatorio.

Tras varias preguntas y búsquedas, por fin localizais el edificio. Por lo que os han dicho se construyó hace más de 100 años por un culto de científicos interesados en la contemplación del cielo y otros cuerpos celestiales.

Dicho grupo murió hace ya muchas décadas y el lugar, desde entonces, ha sido habitado por una serie de cuestionables "arrendatarios", siendo en la actualidad Filge.

- Tendreis sus ojos - confirma Petrus con seguridad, sin preocuparse demasiado por la crueldad que pueda significar conseguirlos - Después de todo, muerto no le servirán de nada - intenta bromear, antes de ocuparse de que su nmascote termine la leche que tiene en su plato

Al salir, tras buscar el observatorio observó la forma del mismo, tratando de entender el porque de su extraña forma - Quizás deberíamos verificar cuantas entradas tiene - comentó a su compañeros - No es cuestión que finalmente se escape - agregó antes de, acompañado por su fiel víbora, dar una vuelta a su alrededor, buscando los sitios por donde se pudiera ingresar.

Moviendose en la oscuridad, aprovechando que sus vista era lo suficientemente aguda como para observar los detalles de piedra incluso en la noche más oscura, rodeó la edificación, sin acercarse demasiado, pero atento a las aberturas que pudiera distinguir.

Petrus y Claus se acercan sigilosamente, o lo más sigiloso que pueden hasta ver bien la estructura.

El observatorio está a cinco minutos al norte de Lago Diamante, sobre una mina abandonada. El observatorio lanza su mirada a los cielos. Un abertura corta su torre abovedada por la mitad, donde probablemente hubiera antiguamente un telescopio.

El lugar tiene ahora una aspecto siniestro, como un emplazamiento antiguo que has sido roto por el paso de los años y décadas de habitantes. Una escalinata lleva a la única puerta de la estructura, en un edificio exterior junto a la torre.

La luz se filtra por las únicas ventanas del observatorio en el segundo y tercer pisos. Los alrededores están inquietantemente en silencio.

Está edificado sobre una antigua mina, aparentemente en desuso - comento reflexivo - Señor Baedal, ¿cree usted que sería posible acceder al edificio desde la misma?. Desde luego, sería muy ventajoso, pues nos permitiría acceder sin ser detectados. Cualquier precaución es poca tratándose de un nigromante.

Tratar de sorprenderle nos dará una buena ventaja, pues debemos evitar que tenga la oportunidad de utilizar sus oscuras artes contra nosotros, o tendremos graves problemas, sin duda será un enemigo muy poderoso y difícil de derrotar.

Creo que deberíamos descansar y recuperarnos, y volver aquí al amanecer plenamente repuestos - añado - Pediremos consejo a Allustan, tal vez sepa algo más sobre ese Filge o el observatorio que podamos utilizar...

El enano se sienta tranquilamente observando el observatorio a lo lejos.

Me apostaría mis barbas a que ese rufián tiene una salida de escape por las minas, o entrada según se vea. Y tampoco descarto que Kullen nos haya vendido y nos esten esperando por la puerta principal. Tal vez inspeccionar esa mina sea lo mejor.

- Esa es una buena idea - asiente Petrus que desiste de recorrer el contorno de la propiedad al darse cuenta que deberá acercarse demasiado - Si podemos entrar por donde no nos esperen tendremos ventaja - sonríe contento con la idea - Es más posiblemente pueda solicitarle a Mielikki algo de ayuda. Si no encontramos un verdadero acceso, quizás pueda convertir algo de piedra en Arcilla... si sabemos donde aplicar ese conjuro conseguiremos nuestra propia entrada - se explica

Si quizas sea lo mejor, aunque la idea del reposo me reconforta. Necesito orar y dormir, con los favores de Pelor todo es mas grato.

Mirando al paladin, comenta de nuevo.

Sabia que un gran guerrero sanntificado como tu tendria en cuenta los parabienes de mi señor, te lo agardezco, Voll.

Es cierto que la astucia que habeis demostrado nos ha dado luz para llegar aqui y evitar un encuentro con esos barbaros, he de reconocer que me has sorprendido.

En cuanto he visto tu ardiz, he tratado de convencerles de que estaba de su lado, no se si mis palabras han ayudado, pero creo que ha sido lo mejor, deja que te felicite.

se gira y buscano al enano comenta No lo dudo, esos tipos son de la peor estofa, bastardos que hacen las tareas mas ruines.

En este caso han aportado, sin saberlo, unos datos que pueden ser cruciales para hallar los restos de la familia del pequeño, asi que porque no aprovecharlo. ¿no crees maese enano?

Estoy convencido de que ese Kullen trata de utilizarnos para vengarse de Filge - comento en voz alta - Y sin duda no alberga bondad en su corazón, ni se arrepiente de sus reprobables acciones. Sin embargo, quizá haya cierta justicia poética en el hecho de que nuestros objetivos coincidan y haya decidido ayudarnos dándonos la información de dónde encontrarle. Creo que Heironeous no permite que las cosas ocurran sin motivo, aunque en ocasiones nos resulten oscuros sus designios.

El por qué no ha emprendido él mismo esta iniciativa que estamos a punto de tomar es un misterio para mi, aunque se me ocurren varias posibles razones. Debemos informarnos un poco sobre el nigromante, y su guarida, antes de emprender cualquier acción, hay que sopesar bien las consecuencias. No en vano para El Invencible la prudencia es una virtud cardinal.