Partida Rol por web

La Fuente de la Buena Fortuna [HP]

Escena de Febrero: San Valentín

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05/04/2020, 22:37
Director

Hogwarts había decorado cada uno de los rincones que tenían sus pasillos. El gran comedor parecía distinto. Sobre todo con el revuelo de lechuzas que volaban de un lado hacia otro repartiendo una enorme cantidad de mensajes románticos que iban a sus destinatarios en forma de carta, junto a rosas de diversos y divertidos colores. Algunas incluso explotaban, pues las bromas seguían estando presentes, fuera la fecha que fuera.

Era un caos y casi una proeza que ninguna no se chocara con tu cabeza.

En vuestro caso, nada más salir de las salas comunes y habitaciones, unas tiras con corazones insertados entre medias colgaban a modo de cortina. El amor estaba en el aire. Literalmente.

Y por si no os habíais dado cuenta, hasta el menú era especial: todo llevaba el doble de azúcar o sacarina. Es decir, que aquello era el mejor día de cualquier diabético que se encontrara cerca. Bombones de chocolates verde, azules, rojos, naranjas...; ranas saltarinas; bizcochos que flotaban en recipientes transparentes y velas: infinidad de velas.

Aunque eso sí, había que tener cuidado, pues algunos corazones tenían por dentro grajeas de sabores. Si te tocaba el de vómito, lo mejor sería que disimulases.

14 de febrero, el momento en el que no tener pareja, era todo un desafío.

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07/04/2020, 21:14
Linus Avery

14 de febrero. A Linus siempre se le pegaban las sabanas ese día. No quería despertar y ver el hermoso castillo adornado de una forma tan cargada y empalagosa. Siempre que se celebraba esa festividad, él se iba al bosque o al lago, donde al menos nadie había osado cambiar la decoración haciendo que pétalos de rosas cruzasen las aguas.

Al chico le gustaban los lugares tétricos y solitarios, cargados de misterio, no la pompa, las risas y los corazones. También es cierto que nunca había tenido pareja, pero eso era lo de menos. O al menos eso se decía él.

Por su mente cruzó la idea de hacerle un regalo a Anne o planear algo especial. Pero lo deshecho en seguida, no caería en la tontería de tener que hacer algo especial porque lo dijese una empalagosa tradición y una fecha específica. Lo haría siempre que lo desease, sin obligación, únicamente porque le gustaba ver la reacción de ella.

Por eso parecía enfadado sentado en el gran comedor, esperando por ella, mientras sujetaba un sobre en cuyo interior estaba el regalo de Anne. Soy tonto, que rápido dejo atrás los valores… aunque hacerlo por ella está bien. Se justificó.

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07/04/2020, 22:30
Ulfric von Hoggen

Carta de Ulfric von Hoggen a Agatha Presley, el día anterior a San Valentín. La carta va en el tono pomposo y solemne que a veces da Ulfric, en un sobre serio y con su sello personal. Va acompañado de un narciso blanco. 

Querida Agatha:

Le envío una flor cómo agradecimiento por el rato pasado en la feria y sus explicaciones, tan amables y detallistas. 

Espero que pueda acompañarme en el día de mañana a tomar juntos un té, le aseguro que no nos excederemos en los bombones. Por supuesto, no se sienta obligada, pero sería feliz de ser acompañado por usted en el día de mañana. 

Esperando su respuesta

Ulfric

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07/04/2020, 23:22
Agatha Presley

Febrero 13

Al poco, una lechuza golpea la ventana del despacho del subdirector. La respuesta viene en un trozo de pergamino enrollado, atado con una pequeña cinta azul.

Querido Ulfric:

¡Cuanta formalidad! Vale, acepto. ¿A que hora y dónde nos veríamos? ¿Sería aquí en Hogwarts o en Hogsmeade?

Un saludo.

Agatha.

PD: Qué hermosa flor, ¡muchísimas gracias!

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08/04/2020, 18:33
Sándor Buzánszky

Buzánszky decidió pasar el 14 de Febrero en Hogwarts. El ambiente festivo le ayudaba a relajarse de sus últimas tribulaciones y no tenía ganas de ver a sus compañeros del Ministerio y, mucho menos, a los aurores. y todo a pesar del ambiente insoportablemente azucarado del evento. 

No tenía pareja, pero tenía un par de amigas o tres, más bien cuatro, que debía cuidar. Así que escribió cuatro cartas que llevó a la lechucería conforme llegó al colegio. Minerva McGonagall era, sin duda, una de las brujas que más admiraba. Desde su época de estudiante que había sido una persona muy cercana a él, una especie de tía-madre en la que confiaba ciegamente. Estaba seguro que le agradaría mucho su carta. Los ingleses eran muy agradecidos con aquel tipo de fiestas tontas y, más aún, con las postales, especialmente las señoras.

Otras dos personas con quien quería tener un detalle fue con Lauren Blumer y Dana Lawrence, alumnas con quien había entablado amistad debido a los terribles hechos que estaba investigando, al margen de que la primera fuese la hija de uno de sus jefes. 

La cuarta carta era un poco más especial pues con la persona a quien iba dirigida había tenido algo más que buenas palabras y copas... Le había ayudado en su investigación, o al menos lo había intentado, pero sobretodo le había ayudado a integrarse de nuevo en aquel país, en donde ya apenas le quedaban amigos de sus tiempos de estudiante. 

Había pensado también tener un detalle con Cliodna Black, así se llamaba, la peculiar alumna que había conocido en el parque. Sin embargo, le pareció que el Hobbit Siniestro ponía especial interés en ella así que Buzánszky se mantuvo al margen: no quería empeorar la imagen que el Mediano pudiese tener de él.

-¡Apartad! ¡fuera!- ordenaba Buzánszky a los alumnos que se apiñaban en una larga cola, esperando turno en la lechucería, haciendo prevalecer su estatus miserablemente para no tener que esperar. Era una de las ventajas de ser adulto, profesor y agente del Ministerio. De algo le tenía que servir.

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08/04/2020, 23:46
Annelie Grindelwald

Aquel era un día especial para todo Hogwarts que de repente se tiñe de rosa y se torna demasiado azucarado incluso caminar por los pasillos. Los filtros de amor están a la orden del día cuando los regalos se ofrecen con un supuesto desinterés que termina siendo la trampa mortal para encadenarse a un amor forzado. Menos mal que tengo suerte y aquello no es algo que a mis manos llegue, quizás por ser una Grindelwald o tal vez por el hecho de tener novio. 

Más allá de la dosis extrema de dulzura que hay en el ambiente entre colorines y besuqueos en cada rincón. Decido esta vez ponerme un vestido de color negro, bastante transparente que desentona justamente con todo este movimiento rosa. Es corto a mitad de muslo, y como de normal tengo más calor que cualquier persona por mi condición, llevo en el morral una chaqueta por las dudas. 

Al ingresar un tanto sorprendida por la que se han gastado en decoración, busco con la mirada a Linus que allí se encuentra con ese gesto tan suyo. Divertida por ello, caminó despacio evitando que me vea venir y cubro sus ojos con las manos así puedo susurrar. 

- Casi que te doy amortentia en un chocolate, menos mal que me quieres. - bromeo y tras dejar un beso en su cuello, le saco la lengua. 

Ya sentada a su lado, cruzo una pierna sobre la otra mientras la coleta me queda de costado. 

- ¿Hermoso día, no?- digo para picarlo. 

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09/04/2020, 02:44
Linus Avery

Tan absorto en sus pensamientos como estaba no percibio la llegada de Anne. Se tensó al sentir las manos sobre sus ojos y se relajó profundamente al escuchar su voz y el beso.

Al girarse para mirarla se le desencajaron los ojos-Esta preciosa- Y su cara mostraba esas mismas palabras. Él únicamente vestía con túnicas negras y largas cuando no iba con la del colegio. Ella parecía querer poner a prueba la estoicidad del muchacho.

-Estoy por jurar que ya me la has puesto en algún sitio- Sus ojos se desviaban por la figura de Anne. Finalmente decidió apartar un poco la mirada sonriendo.

-Un poco saturado de rosa ¿no crees? Además... ¿desde cuando ha habido tantas parejas por Hogwarts?- Bromeó. Se acordó entonces de lo que sujetaba en su mano- Sé que habíamos acordado que nada de regalos y esas cosas en San Valentín…- Le tendió el sobre, en cuyo interior únicamente había una llave pequeña y deteriorada- No me he podido resistir.

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09/04/2020, 08:55
Ulfric von Hoggen

Última hora del 13 de febrero

Ulfric mandó una contestación escrita con menos formalidad a Agatha. Casi se veía la sonrisa de Ulfric en sus palabras diciéndose a si mismo que era a veces un poco estirado. 

Querida Agatha: 

¡Perdona la formalidad! A veces con la pluma en la mano, me parece que me nace escribir así. 

Espero que te parezca bien tomar algo por la tarde en Hogsmeade, ¿salimos a las 4.30? Paso a recogerte. 

Hasta mañana en el desayuno, un saludo

Ulfric

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09/04/2020, 09:03
Ulfric von Hoggen

Ulfric von Hoggen comenzó la mañana con su tranquilidad habitual. Se arregló algo más de lo normal, efectivamente. Se rasuró cuidadosamente, y tomó una de sus vestiduras más elegantes, dentro de ser de las de uso común. Tomó, además, una flor flor blanca, que colocó en una solapa. Salió hacia el Gran Comedor para desayunar, sorprendido del número de alumnos que estaban mandándose cartas y recibiendo lechuzas con regalos, con detalles. Levantó los ojos y pensó: Cuanta diversión este día... 

Ya en el Gran Comedor, charló un breve rato con la directora, comentando ciertos detalles que había tratado con el Ministerio sobre el Colegio, y saludó a los distintos profesores que estaban desayunando, o levantándose o llegando. Tomó un café con algo de leche, y sin embargo, no tomó nada de comer en aquel rato que lo vieron en el Gran Comedor. Al terminar, se dirigió a la directora, se excusó, y se fue a pasear por los pasillos del castillo. 

La decoración se le hacía excesiva, pero él le había dado el visto bueno, así que no podía quejarse en ese momento. Tanta parafernalia iba a hacer de aquel día algo especial seguro, y venía bien después de aquellos meeses, y para afrontar los últimos meses de clase. 

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09/04/2020, 14:59
Annelie Grindelwald

- ¿Te gusta? Es para desentonar un poco con tanto colorines que hay. - respondo sonriendo. -Hm, creo que sí... O tal vez una maldición que te enamora de mi. 

Bromeo con aquello, divertida mientras acaricio su brazo y mantengo la mirada fija en sus ojos. Buscando ese atisbo de complicidad, es que curiosamente cuando todo es un arcoíris en Hogwarts, somos los únicos de negro. Hasta en eso nos complementamos sin querer. 

- Puff, si. Yo también y eso que me gusta la dulzura, pero está llegando a límites desorbitantes. - digo entre risas. - Muchos filtros de amor, ahí tienes la respuesta. 

No se me pasa por alto que se recrea mirándome y me aprovecho de ello, cambiando el cruce de piernas, así puede ver un poco mejor y provocarlo. Luego un gesto de sorpresa aparece en mi rostro cuando me entrega el sobre y tras dejar un beso sobre sus labios a modo de agradecimiento, lo abro para ver que tiene en su contenido. 

- ¿Alguna filtro de amor? - pregunto curiosa. - Hm... a ver. 

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09/04/2020, 17:43
Linus Avery

-Sí que me gusta… Estás preciosa. Demasiado- dijo con tono burlón mientras volvía a pasar sus ojos por ella, dando a entender claramente lo que pensaba.

Linus asintió sonriendo a las palabras de Anne.

Cuando tras darle el sobre ella le besa, el chico aprovecha para estrecharla un poco entre sus brazos, propiciando el contacto.

Cuando Anne abrió el sobre, calló sobre sus manos una llave ni muy elegante, ni muy nueva. Más bien era una llave vieja y simple. Linus intentó poner la voz más seria que pudo:

-Es la llave de mi corazón.

Acto seguido se rió a pleno pulmón, rompiendo con su habitual seriedad. Quería haber esperado a ver cómo respondía a eso su novia, pero no pudo aguantar la broma.

-Es broma- dijo intentando controlar un poco su risa. Cogió la mano de ella y como le gustaba hacer dejó allí un beso- Es una sorpresa. Cuando acabemos de desayunar te llevo. Si quieres- sonrió de forma pícara, intuyendo que la curiosidad de su novia haría que fuesen al lugar inmediatamente.

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09/04/2020, 18:49
Annelie Grindelwald

- ¿Demasiado? ¿Cómo que demasiado? - pregunto divertida, riendo. 

Y mientras nos besamos, también me acurruco entre sus brazos tras aquel abrazo y miro el sobre un tanto sorprendida. Rápidamente al abrirlo, voy descubriendo que se trata de una llave, casi que saco mi varita para comprobar si la sorpresa está escondida a través de una transformación, pero al parecer no es así. 

Escuchando las palabras de mi novio, abro los ojos alucinando, es que me mata su ternura. Pero al escuchar cómo se ríe, le doy un codazo en el estómago y pongo los ojos en blanco. Ya estaba bromeando y me encanta que lo haga, aunque me parece tan dulce aquello, que al fin de cuentas me termina enamorando aún más de lo que estoy de él. 

- Malo. -me quejo, pero me río. - Hm. ¿Y no podemos desayunar ahí? - pregunto entusiasmada. - No creo que nos afecte y mi curiosidad estaría saciada... 

Aquello va con toda la picardía más intencionada que pueda existir, disfrutando de ello. Así que preparando algunas cosas para comer, me incorporo dispuesta a salir. Eso sí, acomodando la falda de mi vestido que se había subido. Lo bueno es que cogí algunos bollos y un poco de zumo, aunque no creo que haga falta... Mi novio sabía un conjuro de algo relacionado a ello. 

- Vamos ya mismo. - 

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09/04/2020, 21:28
Linus Avery

-Claro que podemos. Ven, ya conoces el camino, pero aun así no te diré a donde vamos hasta que lo veas- Dijo sonriendo. Su plan había salido como quería. Ya había cogido algunas cosas que guardaba para ese momento, así que no cogió nada de las mesas del comedor.

Él le dio la mano y la condujo al exterior del castillo. Ya habían paseado por aquellos lugares infinidad de veces. Ahora, además, a Linus le parecía mucho más refrescante pudiendo alejarse de todos los demás enamorados que rondaban por el castillo.

Durante el paseo caminaron de la mano, pararon a regalarse besos de vez en cuando, momentos en los que el chico de forma nada inocente aprovechaba para abrazar y acariciar el cuerpo de Anne. Al instante siguiente bromeaban, sobre la decoración, sobre que estarían haciendo sus amigos y sobre que estarían haciendo los profesores, sobre todo dos de ellos. Poco les importaba alejarse de todos ellos durante esta celebridad y estar solos, juntos, como ya era costumbre en ellos.

Finalmente llegaron. El lugar que habían “descubierto”. El lugar que habían decidido adecentar con hechizos y que tanto les costaba concentrarse en esos hechizos si los buscaban a la vez. El exterior seguía siendo terrorífico, incitaba al miedo y a alejarse de allí. Sin embargo, había un pequeño detalle: La puerta que ellos mismos habían derribado por la fuerza estaba ahora en su sitio.

-Adelante. Mete la llave- dijo con tranquilidad.

El chico se había esforzado. Había limpiado el lugar con varios hechizos como tergeo y también reparado algunos muebles, que colocados estratégicamente tapaban algunos de los arañazos que adornaban la estancia. El interior estaba oscuro y Linus comenzó a encender varios candiles preparados con un hechizo de fuego del que estaba bastante orgulloso. Peligrosamente orgulloso. Sin embargo, aquel lugar seguía siendo tétrico, aunque no se podía negar que a la luz de las velas, con algún cuadro pasado de moda colgado, el piano reparado y los sillones y la cama sin roer, la casa había ganado calidez.

-Lo he intentado adecentar, como queríamos. Por fuera me gusta que siga teniendo mala pinta, así la gente no se acercará. Este es mi regalo, esperemos que nadie reclame la casa- por suerte la luz de los candiles no era tan nítida como para iluminar el rubor que cubrió a Linus.

Notas de juego

Con un 30-40% de los objetos que tiene la imagen, pero esa es la idea ;)

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09/04/2020, 22:10
Annelie Grindelwald

Me encantan esas paradas entre besos compartidos y sus manos que siempre se atreven a explorar un poco más. Estamos en pleno fulgor de este romance y no lo podemos evitar, siempre buscando un rato a solas para pasarlo bien y dar rienda suelta a nuestros bajos instintos. Por esa razón mientras emprendemos aquel camino que ya lo conozco lo suficiente, no puedo evitar sentir en mi corazón unas ganas locas de abrazarlo. 

Una vez en la Casa de los Gritos, siendo aquel lugar uno que elegimos como nuestro incluso cuando hay todo un mito sobre ello. 

- Me muero, eres un amor. - digo al coger la llave. 

Y cuando abro la puerta no lo puedo creer, se había tomado la molestia en reparar los muebles y limpiar el lugar. Recuerdo cuando habíamos estado la primera vez, incluso hasta lo hicimos aquí en medio del polvo, hará unas semanas atrás. 

- ¡Te quedó hermoso! ¡Gracias! - respondo feliz. - Te amo, Linus. 

Confieso aquello esperando a que termine de ofrecer luz al lugar con ese hechizo, para lanzarme a sus brazos y buscar esa boca para llenarla de besos. Sin demasiado preámbulo, mis manos sujetan su rostro mientras me dejo llevar por esa atracción que tan latente existe entre los dos. Allí estamos solos, en un lugar que nos da toda la intimidad que queremos y no lo pienso demasiado, así que deslizando una de mis manos por su brazo, la desvío desvió hacia su pecho. Allí voy desabrochando apenas el primer botón de su camisa, sin demasiadas ganas de hablar. 

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09/04/2020, 23:21
Linus Avery

Podríamos narrar los sucesos que acontecieron en aquella casa destartalada. Cómo ambos se entregaron el uno al otro, amándose como solían hacer siempre que estaban solos.  Podríamos decir, cómo después de darse placer mutuamente, el chico pudo recurrir a la botella de vino especiado que había traído. Cómo entre más caricias y risas se pusieron a beber junto al calor de las velas, aún sin mucha ropa encima.

El vino, gracias al hechizo que en opinión de Linus era el mejor que existía, era infinito, por lo que corrió con abundancia, desatando aún más risas en los dos inquilinos y aún más caricias.

Se podría decir pues, que pasaron allí el día, entre besos, caricias, risas… el chico despreciaba aquella festividad, pero finalmente había hecho todo lo que dictaba la tradición.

Se podría decir mucho, es cierto, pero dicho de este modo, no hay si quiera que decirlo.

Notas de juego

Telón negro de fondo

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10/04/2020, 23:03
Cliodna Black

Solía A veces fallaba. No estrepitosamente como para provocar grandes crisis, ya que mi costumbre era pasar desapercibida, pero sí que tenía un don para ello. Aunque bueno, empecé a considerar que eso del don sólo era una estrategia de mi madre para hacerme creer que era más especial por tartamudear cuando me entraba la vergüenza. Sí, especial porque a pocos les pasa…pensé con nerviosismo mientras caminaba por los pasillos y las escaleras en pleno movimiento.

Sólo es dárselo. No hay más. ¿Qué puede pasar? Mis dedos comenzaron a darle ligeros golpecitos al paquete. A, que finja interés para que luego lo tire; B, que crea que tengo pocos años mentales (que en mi defensa diré que así es); o C, que simplemente me vea como una cutre y no le guste.

Como veis, todas mis posibilidades eran realmente positivas "divertidas". Para quién lo viera.

Subí por las escaleras, en dirección a las mazmorras. Creerá que eres una acosadora, mejor vete a la cama y duérmete. Rápidamente bajé hacia mi sala común. Respiré, con una de esas técnicas que había escuchado de los muggles. Volví a salir metiéndome en el ojo una de las tiras de corazones que colgaban, pero portando una sonrisa nerviosa en plan de tierra trágame. Y, finalmente, me dirigí hacia el gran comedor temiéndome que pasase lo inevitable probable: que una lechuza acabara en mi cabeza simulando a una peineta.

Así que fui con cuidado esquivando lo anterior y, me senté en la mesa. Miles de ideas revoloteaban alrededor mío ¿o era el aire de la velocidad que llevaban las aves con sus enormes alas? No lo sabía. Un segundo.

Oh no, no sé nada. Me reproché. Mira, no tienes amigos, Cliodna, deja de intentar socializar, hoy no es el día de la amistad, va a pensar...espera ¿qué puede pensar?, acabé diciéndome mientras me levantaba del asiento (no sin antes haber cogido una rana de chocolate), y dirigiéndome de nuevo hacia la puerta de la sala de Hufflepuff.

Notas de juego

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11/04/2020, 15:40
Randall Lestrange

El Día de San Valentín nunca había sido un día importante para Randall. Por lo general, solía dedicarlo a gastar bromas a novatos o a gente con la que la había tomado por un motivo o por otro, generalmente con personas que no le caían bien.

Su broma favorita había tenido lugar el curso anterior, cuando había enviado tres cajas de regalos con petardos de Sortilegios Weasley, que explotaban al abrirlos, a sus compañeras Suki Selwyn, Dana Lawrence y Lauren Blumer, firmando con el nombre de quien les gustaba por esa época. En el interior de la caja, bajo el petardo, figuraba una nota en la que ponía: "Tres petardos para tres petardas". Cada vez que recordaba la cara de las tres vanidosas jóvenes cuando abrieron sus regalos, una sonrisa acudía de inmediato a los labios de Randall. Había sido divertido y no se arrepentía.

Ese año, Lestrange había estado tentado de enviar una carta de amor al auror Bredan Ritcher, firmando como su compañero auror Alexander Abbott y, conociendo como conocía a Ritcher, habría sido desternillante ver las miraditas que se hubieran producido entre ambos aurores. No obstante, Randall había ido cambiando a lo largo de los meses. Seguía divirtiéndose con ese tipo de bromas si veía que alguien las hacía en el Gran Comedor, pero había decidido que ya no haría más.

Por ello, esa mañana decidió preparar un regalo, uno solo, para una persona a la que verdaderamente apreciaba. Era una pequeña cajita rosada de cartón, con algunos pequeños agujeritos en los laterales. Randall se vistió con unos elegantes ropajes que únicamente solía vestir en las fiestas de gala que se realizaban en la Mansión Lestrange.

Mientras caminaba por los largos corredores de Hogwarts, llevando la pequeña caja en sus manos, el joven mago podía oír el sonido de unas pequeñas patitas moviéndose por el interior de la caja, de un lado para otro.

-Miauuu... -se oyó desde el interior de la caja.

-Ssssssssh -le indicó Randall, sabiendo que uno de esos maullidos podía arruinar la sorpresa.

Al llegar al Gran Comedor, el muchacho se dirigió hasta la mesa de Hufflepuff, donde ya había localizado a Cliodna. Lo cierto es que esa mañana le pareció que la joven estaba deslumbrante y se sintió un tanto nervioso, aunque se aproximó con determinación hasta ella.

-Hola... Cliodna... -dijo, no sin cierta timidez-. He comprado este regalo para ti -Le mostró entonces la pequeña caja. Por suerte no hubo ningún maullido, aunque sí que se oyó de nuevo el sonido de unas patitas dentro de la caja.

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11/04/2020, 16:44
Agatha Presley

A pesar del exceso de amor que se respiraba en el aire, me dispuse a tomar aquel día como un día normal de clases, sólo un poco más decorado. Bueno, no completamente normal. Había buscado un atuendo azul con detalles de flores nevadas en los bordes, y había adornado mi moño habitual con un narciso blanco. Bajé al Gran Comedor con una pequeña sonrisa dulce, saludando con la mirada a algunos de los estudiantes, deteniendo mis ojos un momento en la pareja de Grindelwald y Avery, con una sonrisa de divertida advertencia. Ya, que es día del amor, pero esos dos llevaban profesándose amor desde que empezaron a salir. Esperaba un poquito de decencia hoy... dudaba que lo consiguiera.

Saludé también a los profesores, a la Directora McGonagall y el subdirector Von Hoggen, antes de disfrutar de un rápido desayuno y dirigirme a las clases. El día de hoy estaríamos trabajando en transformar objetos en copa de cristal, y asignaría puntos extra a aquellos que pudieran agregar a la copa detalles alusivos a la festividad del día. Allí entrarían en juego tanto su habilidad con el hechizo como su creatividad. Sería interesante de ver.

Miré por las ventanas del castillo, sin poder esconder una pequeña sonrisa. Para las tres de la tarde esperaba estar lista con las clases, y de allí me iría a mi despacho, a esperar que se hicieran las 4.30. 

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11/04/2020, 23:34
Director

Linus y Anne salieron de Hogwarts. Llevándose consigo algo para poder desayunar fuera. Por otro lado, si queríais entretenimiento podíais ver a Sándor con varios sobres en las manos (¿en todos pondría: para mi único y verdadero amor? Una ironía que ojalá fuera realidad (?)).

Ulfric andaba por los pasillos del castillo. Agatha preparaba las clases con ilusión y, Randall se encontraba con Cliodna, conversando en el salón.

Notas de juego

Hago el pequeño esquema de cómo están ahora mismo las cosas, por si queréis acercaros a alguien.

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12/04/2020, 00:26
Director

Una lechuza se acercó a ti. Al principio hubieras creído que estaba algo bebida, si no fuera porque aquellos animales no podían beber al nivel que lo hacía un mago o muggle.

Pero así fue, era un ejemplar negro que comenzó a frenar su vuelo cuando te vio.

Nada más llegar a tu posición soltó la carta sin remitente. No había nada por la cara de atrás. De hecho, advertiste que ni siquiera tenía cera, ya que se encontraba anudada con un fino hilo de cuerda.

Hola Sándor,

¿No sabes quién soy? Bueno, no importa, puedes seguir investigándolo.

Por ahora lo primordial es que vayas al lago negro.

Seguro que no tendrás una cosa mejor que hacer, ¿verdad?

Atentamente y anónimamente.

Notas de juego

Puedes hacer lo que prefieras. Irte con alguien, asistir al lago...tú eliges