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AULA DE HISTORIA DE LA MAGIA

Nuevamente volvíamos a aquella aula donde había tenido mi primera clase, lo primero que me llamo la atención era la diferente disposición de los pupitres, o mejor dicho la falta de estos siendo sustituidos, pero ese tema no tardo en desaparecer de mi mente al escuchar la palabra grupo, encima de tres, busque con la mirada inmediatamente a Suki y Lauren pero al verlas con Altair me eché hacia detrás ¿ahora? Tuve unos segundos de indecisión en la puerta del aul mirando como se iban formando grupos sin poder hacer nada hasta que me decidí por tomar asiento en una de esas mesas que estuviera vacía y arrinconado lejos de la mesa del profesor. ¿Podría hacerlo todo por mi cuenta? Al menos el hecho de hacer una redacción me ayudo a olvidar un poco el tema de los grupos y ponerme de lleno a escribir.

Entra las múltiples preocupaciones de los difuntos se hallaba la de que tras su muerte la descomposición no afectase a su cuerpo y este se mantuviera en perfecto estado, de ahí a resultado el proceso que conocemos por momificación con sus complejos pasos los cuales siempre fueron apoyados por magias complejas y extremadamente arriesgadas en caso de error, además del uso de fórmulas escritas en las vendas que venían en el propio Libro.

Al terminar enrollé el papel con mi nombre escrito y lo envié volando hasta la mesa del profesor con mi varita donde cayó suavemente. Puse ambos brazos sobre la mesa para reposar la barbilla encima mientras miraba la caja y las diversas instrucciones que había para realizar el proceso explicado por el profesor.

AULA DE HISTORIA DE LA MAGIA

Randall entró bastante animado al aula. La anterior clase del profesor von Hoggen le había gustado mucho, haciéndosele mucho más amena que las que solía impartir el profesor Binns en sus tiempos, por lo que tenía curiosidad acerca de qué tratarían en esa ocasión. Saludó a sus compañeros y procedió a sentarse en una de las últimas filas del aula.

Poco a poco, los alumnos habían procedido a realizar los grupos, mientras Randall improvisaba rápidamente una redacción que entregar al profesor von Hoggen. La Historia nunca había sido su fuerte, por lo que no estaba muy seguro de que lo que estaba escribiendo fuera gran cosa.

El Más Allá en Egipto, sus momias y el Libro de los Muertos

Los textos y las imágenes del Libro de los Muertos eran tanto mágicos como religiosos. La magia era una actividad tan legítima como el rezo a los dioses, aun cuando la magia estaba dirigida a influir en los propios dioses. Para los antiguos egipcios muggles había poca diferencia entre las prácticas mágicas y religiosas. El concepto de magia, heka, estaba íntimamente ligado a la palabra escrita y hablada, por lo que el acto de pronunciar un ritual era una acción de creación,​ la acción y la pronunciación se consideraban lo mismo. (...)

Para cuando la estaba concluyendo apresuradamente, advirtió que no quedaban muchos alumnos disponibles con los que poder realizar el trabajo. Le hubiese gustado poder hacerlo con su primo Jacques, pero hacía mucho que no le veía por las clases. ¿Qué le habría sucedido? Advirtió entonces que Cliodna Black y Anastasia Bennet tampoco habían formado grupo por el momento, por lo que aprovechó la ocasión para acercarse a ellas.

-Chicas, ¿nos ocupamos entre los tres? -les preguntó, y ambas pudieron percibir cierta timidez en su tono-. Otra vez juntos en un grupo... -dijo, un tanto nervioso a Cliodna. Sin embargo, le agradaba la Hufflepuff y sabía que tenía una gran facilidad para obtener altos resultados en los estudios-. Una de vosotras dos podría encargarse de preparar los rituales, a la que se le dé mejor la sanación, mientras la otra coordina. Dejadme a mí los encantamientos.

Randall apuntó al escarabajo cuando iniciaron el proceso de momificación. Puede que fuera su día de suerte, puesto que el resultado que obtuvo fue realmente mejor de lo esperado.

Clase de historia de la magia

La historia no era mi fuerte, como tantas otras cosas, pero me interesaba. Sería porque me gustaba aprender cosas nuevas o, quizás, por el interés que me despertaba todo lo referente a lo que ha hecho otra gente. Ni más ni menos que la evolución de lo que hoy en día tenemos o sabemos.

Llegué tarde, para no variar, por lo que ya había alumnos sentados en una posición extraña. Los pupitres estaban cambiados, pero ante la ignorancia, me senté en mi zona habitual: sola y por el final, en una banqueta alta con una posición erguida pero apoyando ligeramente la cara sobre ambas manos puestas sobre la mesa. No sabía qué sería lo que estaba tapado. A punto estuve de asomarme por una esquina, pero como no se movía, imaginé que algo no problemático.

Escuché atentamente al profesor y casi pude imaginar aquella civilización. Los egipcios, qué buen tema. Admiraba la actividad propuesta e incluso estaba deseando empezar (y abrir lo que tenía frente a mí). Había visto varios libros sobre aquello e intenté hacer memoria de algunos datos que me habían impactado.

Tanto volaba mi mente que estaba como ausente. Me dispuse a escribir la redacción desde mi propio mundo, de hecho, algunos ya lo estaban entregando, pero yo seguía con los egipcios.

El libro de los muertos

Consistía en una serie de sortilegios mágicos destinados a ayudar a los difuntos a superar el juicio de Osiris. Aquí, en el juicio, era donde el fallecido debía jurar que no había cometido ningún pecado, de una lista de 42, mediante la recitación de un texto conocido como la «Confesión Negativa». A partir de esto, el corazón del difunto era pesado en una balanza contra la diosa Maat, que encarnaba la verdad y la justicia (una pluma de avestruz).

Si la balanza permanecía en equilibrio significaba que el fallecido había llevado una vida ejemplar, tras lo que Anubis lo llevaría hasta Osiris; pero si el corazón no estaba en equilibrio con Maat, lo esperaba la temible bestia Ammyt, la Devoradora, lista para engullirlo y mandar la vida de la persona en el más allá a un cercano y poco placentero final.

De pronto, cuando pensaba que nadie me veía, hice el amago de mandar la actividad volando, pero Randall llegó y el papel (tras dar una vuelta sobre él mismo) se cayó al suelo con un aplomo intenso. Mis ojos se fueron para el mago.

-Hola- dije por inercia con una sonrisa desorientada –los tres…- anda, por eso era: son grupos. Desvié la mirada hacia la muchacha– claro, yo me puedo encargar de la sanación, si os parece bien- sonreí ahora de manera más convincente y recordé que mi ejercicio aún estaba tirado en mitad de la clase.

-Esto…esperad- dije levantándome para recogerlo y entregarlo apresuradamente.

-Ya estoy -Cuando llegué me volví a sentar soliviantada y suspiré entusiasmada. Se me iluminaron los ojos al ver al escarabajo. Lo cogí rememorando la importancia que hacer eso había tenido y, con algo de precisión, me dispuse a extraerle las vísceras. Al primer crujido cerré los ojos, pero seguí confiada en que podría salir bien, al menos trataba de hacerlo con esmero. Por su parte, Lestrange había realizado un trabajo asombroso y la Ravenclaw parecía ser bastante buena también.

Estaba contenta con el resultado final. 

Clase de historia de la magia

Suki puso los ojos en blanco al ver el repelús de Lauren al tema de tener que diseccionar al animal.

-Venga ya, hay que hacerlo y se que lo harías bien, pero si realmente es un problema para ti o te sientes incómoda puedo hacerlo yo. – dijo con un suspiro y acercó hacia sí la cajita.

Mientras Lauren y Altair iban leyendo las instrucciones, este ultimo realizando un gran trabajo con el tema de los hechizos, Suki miró a su alrededor y fue cuando vio a Aiden solo en una de las mesas más apartadas. La rubia analizó la clase y contó en voz baja a los asistentes, tras lo que levantó la mano para llamar al profesor.

-Profesor Von Hougen. Si no me equivoco, al hacer grupos de 3, uno quedaría solo… de ser así, Donell podría venir con nosotros si le parece bien.

Si Ulfric aceptaba, ella le haría sitio en la mesa a Aiden, y le ofrecería participar en la tarea.

La verdad fue llegar a la clase y ver como todos ya habían formados sus grupos, aunque tuve la suerte de que Randall tomara la iniciativa y nos invitara a mi y a Cliodna a formar el grupo por lo que me quedé esperando a como mis compañeros comenzaban después de todo aún no conocía a todos los de la clase como para intervenir y digamos que la historia no se me daba nada bien. 

El Más Allá en Egipto, sus momias y el Libro de los Muertos

Los egipcios pensaban que la muerte física podía ser vencida por el hombre que había sido piadoso. La vida eterna podía ser alcanzada por el hombre que había actuado de manera justa en su vida. Diversos textos funerarios, entre ellos el ''Libro de los Muertos" exponen esa creencia acerca del hombre y su trascendencia. Los antecedentes de estas creencias se remontarían a unos antiquísimos cultos misteriosos que se habrían desarrollado en unos momentos en que los egipcios todavía no conocían, siquiera, la escritura

Para que esa vida en el más allá se desarrollara de manera satisfactoria era necesario el mantenimiento el culto funerario al difunto en su tumba y, sobre todo, que se le aportaran ofrendas alimenticias que evitasen que el fallecido padeciera de hambre y de sed en el otro mundo.

Por lo que preparé apresurando mi manuscrito la cual entregó al profesor para volver hacia mi grupo y hacer el trabajo en grupo, odiaba hacer los trabajos en grupo por una simple razón, no quería que mi falta de conocimientos en el tema perjudicaran al resto del equipo por lo que cuando caí en la cuenta mis compañeros se esforzaron bastante en el momento de preparar los encantamientos. Por lo que me quedé a su lado organizando e intentando que nadie interfiriera en su concentración para cuando terminaron el procedimiento para cuando habíamos terminado solté un suspiro de alivio, que el profesor nos ''amenazara'' con que nos cayera una maldición me había puesto algo nerviosa pero sonreí a mis compañeros.

- Chicos, maravilloso... muchas gracias...- dije agachando la cabeza pero sin perder la sonrisa, no quería que pensaran que era malagradecida.- ...me alegra que hayamos formado equipo.- no tenía suficiente confianza con ambos como para expresar aún más afecto del que debía por lo que me quedé en mi sitio.

Levanté la cabeza cuando Suki pregunto sobre juntarse conmigo, mire el resto del aula, todos tenían ya compañeros al final me había quedado completamente solo. Busque la mirada de la chica esperando encontrar una mirada que me incitara a cambiarme de asiento, finalmente lo hice y me puse junto a ellos mire lo que tenían hecho.

- Solo falta el vendaje ¿cierto? -eso lo puedo hacer yo, saque el libro de historia para buscar mas información sobre los diversos rituales y lo que se escribía en las vendas, me tome con mucha calma el escribir bien lo que iba en cada parte de las vendas, hice la parte previa y procedí a vendar por completo el escarabajo con mucho cuidado, al acabar lo deje dentro del "sarcófago" y mire al resto- Creo que ya estaría, espero haberlo hecho bien... Y hola Altair, siento no haberte saludado antes... primo.

Ralph tenía completa confianza en sus compañeras, en realidad sabía que podían encargarse ambas sin él, pero la idea de una maldición no le resultaba agradable, de modo que se centró en poder ayudarlas para que diesen los mejor de sí mismas.

Le fue dando a Daphne todo lo que ésta le pedía para la momificación de la rana, también se encargaba de que Dana pudiese concentrarse en la varita y, en algún momento, a pedirle que aguardase para que ambas llevasen el mismo ritmo. No se imaginaba que la diferencia de velocidades fuese algo tan fundamental en el trabajo entre una varita y un bisturí, y la sincronización entre ambas magas.

Pero al final todo parecía correcto, de modo que mientras esperaban la confirmación del profesor Ralph se decidió y se adelantó.

Felicidades, chicas. Ha sido genial trabajar con las dos.

Su sonrisa era tranquila y cálida. Por ahora no parecía que ninguna maldición les hubiese atacado.

Aiden llega con ellos y los chicos se pusieron a trabajar, Lauren se da cuenta que se había equivocado en lo que había dicho, Suki no iba a hacer los cortes y a la ravenclaw no le daban confianza sus propias habilidades y su pulso, así que puso ojos de perrito a su amiga aunque al final igualmente lo haría pero Aiden parece cual super héroe y salva a la rubia de tener que cortar al animalito que si bien estaba muerto, de todas formas le producía reparos. 

Con los cuatro junto, Lauren tomó los pergaminos que hablaban sobre los procedimientos y le pasó los pergaminos que hablaban sobre los hechizos y se los entregó a su amiga, así si dividirían el trabajo, ambas les darían las indicaciones a sus compañeros para poder trabajar en grupo primero, sacando el cerebro, las vísceras donde Aiden básicamente había logrado un gran trabajo y terminar con las vendas y disecado, aunque en cada uno de esos puntos, el trabajo de Altair había sido excepcional usando su varita con las indicaciones de Suki, al final, habían conseguido una momia de escarabajo respetable y habían trabajado en equipo los cuatro. 

— excelente chicos — les dice poniendo su mano en el hombro de Suki y de Aiden, puesto que se había puesto entre ellos — lo han hecho increíble — había que felicitar a lo muchachos por lo que habían logrado para completar la tarea encargada por el profesor. Lo mejor de todo es que no habían terminado con una maldición, eso era francamente lo mejor. 

AULA DE HISTORIA DE LA MAGIA

La primera alumna, más que puntual, había sido la señorita Lawrence, que le había pedido hablar en privado al terminar la clase. Por supuesto, Ulfric von Hoggen no tuvo problema ninguno en indicarle que si lo haría: - Por supuesto, señorita Lawrence, tendrá usted mi atención al finalizar la hora de clase, pase a mi despacho entonces. 

Los alumnos, algunos menos que en anteriores clases, fueron entrando al aula, y ordenándose en los diferentes grupos de tres. Bueno, excepto uno, que tuvo que ser conformado por 4 personas. Quizás hubiera sido mejor hacer dos parejas, pero ante la petición de Suki, le dijo que si, con la mejor de sus sonrisas. - Por supuesto, señorita Selwyn, el señor Donell podrá ayudar en su grupo, eso si, por favor, divídanse bien las funciones, y no se pisen unos a otros los rituales, no vayan a tener un disgusto... - Sonrió ampliamente a su prima y su equipo, indicándoles que se pusieran ya a la redacción.

La verdad, el tema del libro de los muertos para él era archiconocido, por lo que temía que todos los alumnos hicieran unas redacciones que no aportasen demasiado, pero tenía que tener cuidado con aquellos temas que conocía mucho, para no exigir demasiado... * Era justo lo que debía enseñar. Terminadas las redacciones, les indicó el trabajo a realizar. 

Se acercó al primero de los grupos formados, cuando ya estaban trabajando, el formado por Dana, Daphne y Ralph, y se puso a observar su modo de trabajo en equipo. La señorita Lawrence estaba trabajando en la realización de los rituales, bajo la direccion del señor Ward, y el trabajo manual de la señorita Rowle. La verdad, un trabajo coordinado, sin demasiadas cosas a destacar, pero cumpliendo lo necesario. - Un trabajo adecuado, señoritas, señor. Quizás, si separase así al escarabajo... - Les dio alguna indicación a mayores... 

El segundo de los grupos correspondía a las señoritas Folks y Annelie Grindelwald, y al señor Avery. Había oído cosas maravillosas del manejo de la varita del señor Avery, así que se puso a observar sus acciones. Sin embargo, el grupo estaba más desorganizado **, y No se veía muy bien quien gestionaba cada cosa. La señorita Annelie quería hacer un poco de todo, y la verdad, el señor Avery no estuvo acertado, la señorita Annelie intentaba hacerlo a su vez en los rituales, dirigiendo... y luego, lo mismo con la señorita Folks. Consiguieron medio arreglar el desastre de los rituales, pero... - Bueno... bueno... señor Avery, que mala suerte, señoritas Folks y Annelie Grindelwald... creo que... van a quedarse en mi despacho al terminar... creo que... la momificación... ha salido... regular. El... escarabajo podría... ehhh... despertar... y tendremos que hacer un ritual avanzado... La maldición que les pueda poner... será pequeña, es un insecto, pero... durante un par de días, hablaremos y veremos si tienen algún síntoma. - Esperaba que no hubiera ningún problema... podría quedarse sin equipo de Quidditch, pensó. 

En el tercero de los grupos, el de su prima Suki Selwyn, el trabajo manual fue algo más basto que en el primero de los grupos, pero satisfactorio, pero sin embargo, los rituales fueron especialmente bien cuidados, de un modo especialmente poderoso incluso, como quien tiene una comprensión excelente de la magia antigua... y es hábil. - Felicidades, señor Black, tiene usted 5 puntos para su casa. Ha sido una demostración excelente. Verdaderamente excelente. Buena organización, señoritas Selwyn y Blumer. Un gusto verlas. Señor Donell, buen manejo de lo manual, pero le recomendaré después algunas técnicas para mejorarlo. 

En el último de los grupos vio quizás la mejor de las momificaciones. A nivel ritual, el trabajo del señor Lestrange fue impecable, verdaderamente impecable. La señorita Black hizo, con mimo, el trabajo manual, bajo una dirección excelente de la señorita Bennet. -Un trabajo exquisito, de verdad, señores. 5 puntos para cada uno. Han sido el mejor de los grupos. Tienen mi reconocimiento. Señor Lestrange, especialmente, felicidades. 

Terminó entonces la clase, indicando a los alumnos que presuntamente podrían tener problemas con la maldición que se acercasen al despacho, y esperando a la señorita Lawrence. 

- Muchas gracias a todos, espero que hayan disfrutado. En cualquier caso, les indicaré las notas en la próxima clase. Que tengan buen día.