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La Fuente de la Buena Fortuna [HP]

Escena de Junio: Graduación y despedida del colegio

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07/03/2021, 12:13
Director

 

Graduación

Había pasado un mes desde que ocurrió la fatídica noche del torneo. Tras ese día no hubo ganadores ni perdedores, sino unos alumnos, y adultos, que no olvidarían lo que vieron.

Este tipo de hechos dejaban al descubierto que un mago tenía bajo su mando una gran responsabilidad debido al uso que le quería dar a su magia. Además, de que la calma sin duda se necesitaba, pero con precaución, ya que sería imprescindible dejar mucho más tiempo hasta que las heridas internas dejadas tras la guerra mágica, las pérdidas, los miedos anclados por dentro ante esta nueva amenaza, sanaran.

Sus secuelas sin duda seguirían vigentes. Y, por desgracia, eso era algo que habíais aprendido en aquel año, a madurar y entender que hacerse mayor es afrontar problemas difíciles. Decisiones que nos pueden cambiar tanto a nosotros como a los que se encuentran alrededor nuestra.

Por su parte, McGonagall había retransmitido 24 horas después del altercado un comunicado con la información que escuetamente pudo ofrecer para calmar los ánimos:

"Debido a las circunstancias en las que se ha puesto al colegio, Hogwarts, hemos decidido aclarar lo sucedido. Edward Grindelwald, Ansgar Gaunt, Corinna Ferreira y Fenrir Greyback se encontraban detrás de un insurgente plan que a afectado tanto a los alumnos de esta, nuestra institución, como al resto del personal mágico. Buscaban una de las reliquias de la muerte además de una nueva guerra que reavivara las llamas mortífagas bajo un nuevo líder.

A pesar de que logramos detener y anular su ataque, aún estamos tratando de encontrar a Corinna y Fenrir. Si alguien tuviera noticias o algún dato que nos pudiera ayudar, que no dude en acercarse a mi despacho.

Sin embargo, es imprescindible deciros que estáis a salvo. Estamos llegando al final de este asunto. Su oscuro intento se encuentra actualmente inactivo. Tenemos todos los medios para acabar con esto y será cuestión de tiempo.

De manera que, dicho esto, os pedimos tranquilidad y no olvidar a aquellos que dieron su vida por y para nosotros. En especial hoy cabe mencionar el nombre de nuestro jefe de aurores, Keith Blumer. Quien no ha conseguido continuar.

Sin más, hemos decidido seguir con normalidad en vista a que no hay actualmente nada que temer. La escuela seguirá impartiendo clases como de costumbre.  

Firmado: Minerva.

Y verdaderamente esto fue así. 

Con el paso de los días los alumnos empezaron a relajarse. Se respiraba un aire expectante pero con ganas de seguir hacia adelante. De hecho, tanto fue así que los rumores del torneo comenzaron a cambiarse por los de la tan ansiada graduación. Obviando los nervios de los EXTASIS, vuestros exámenes finales, los cuales no dejaban demasiada tregua para pensar.

Por las escaleras podíais ver a los alumnos corriendo de planta en planta, hablando, murmurando e incluso concretando detalles acerca de la ropa que pensabais llevar para la noche.

Bueno, sin contar con aquel rumor que os rondaba a muchos: qué habría pasado con las puntuaciones de las casas ¿ganaría la vuestra?

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30/03/2021, 23:27
Minerva McGonagall

Finalmente llegó la noche. Acudisteis al salón para atender al discurso que iba a daros Minerva. La comida estaba encima de la mesa (y en incesantes cantidades) acompañada por las velas que flotaban por encima de vuestras cabezas. Los profesores se encontraban junto a la directora en la mesa presidencial y alguno pudo casi asegurar que vio cierto disimulado roce de manos entre Agatha Presley y Ulfric Von Hoggen.

-Señores- acabó diciendo ataviada con su vestimenta en tonos verdosos mientras chocaba con golpes rápidos el tenedor con su copa de cristal- hemos acabado este curso. Sé que no ha sido fácil, pero también sé que estáis completamente preparados para lo que viene, lo que os enfrentáis, el nuevo camino que forjaréis. Pues este no es un final, si no un nuevo comienzo.- expresó Minerva ojeando grupalmente a todos los alumnos. Aunque en esta ocasión sin sus habituales gafas -Además, hoy me complace comentar una novedad: y es que vuestras casas están empatadas- dijo -este año valoramos la cooperación más que la competitividad.- Acto seguido os sorprendió ver cómo las banderas de todas las casas cayeron del techo del gran comedor. Los colores verdes, rojos, amarillos y azules daban una imagen inédita además de hermosa. La serpiente, el león, el tejón y un águila reinaban -Así que brindo por vosotros, por el futuro de la magia y, por todos los que han luchado y luchan por instaurar la paz además de la seguridad. Muchas gracias a todos- alzó la cabeza ligeramente al igual que elevaba su copa indicando un brindis, por los alumnos, profesores, asesores y aurores. Por todos.

Una vez que la acompañasteis, volvió a dirigirse a vosotros -Y ahora sí, vamos a proceder con el reparto de diplomas y medallas- comentó sacando su pergamino para leerlo de medio lado mientras os iba llamando.

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31/03/2021, 16:56
Director

Una vez que acabasteis de cenar y recibir las insignias del colegio (diplomas y medallas), se había preparado un salón especial. Para recompensar y animar de una manera sobria (por respeto a los caídos y la diversidad de estados anímicos) al personal que exclusivamente se quisiera acercar. Ya que la idea era exactamente esa, dejar los miedos a un lado y tratar de lograr una vida más normal. Pues merecíais una graduación a la altura, siempre y cuando fuera del agrado del público en general, es decir, moderado.

Por lo que allí estabais. Profesores y alumnos, recordando aquel evento navideño que parecía en esos momentos casi como un sueño. En apenas unos meses habían pasado muchas cosas, tantas que en vuestra mente parecía un suceso de años atrás. Pese a ello, esta ocasión era más especial y diferente. Se trataba de una despedida donde sin duda también se encontraban algunas bajas.

Keith ya no estaba, Altair Black tampoco. El alumno se había ido de nuevo a África nada más acabar el torneo. Y de él McGonagall sólo encontró las notas escritas en sus aposentos.

Se sabía que el halo de tristeza os acompañaría, pero aquella era vuestra noche. Sólo vuestra. Una graduación que sólo tendríais una vez. Un nuevo comienzo donde vivir vuestros sueños, y el presente.

Por lo que allí estabais. Atraídos por la música que empezaba a tocar aquella banda en una sala poco iluminada con ciertas luces que iban cambiando de color, a excepción de una fija que iluminaba a los músicos en un tono blanquecino. Algunos no quisieron ir por sus distintos motivos, pero la inmensa mayoría sí. Ya que hasta Circe se acercó a la puerta apoyándose en esta, ataviada, como no con su corsé para observar. Y es que, a fin de cuentas, era una despedida, era vuestra noche.

Notas de juego

Roleo libre, podéis ir allí, o a otro sitio. Hablad con quien queráis, e incluso si buscáis a un pj o pnj que ya no esté, me lo podéis decir.

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31/03/2021, 17:06
Director

Añado para vosotros: Linus fue resucitado. Se os avisó de su regreso y se os pidió no recordar nada de lo ocurrido y mucho menos comentarle a él que había muerto.

De hecho, conforme pasaban los días os ibais acostumbrando e incluso parecía real que no hubiese perdido la vida en ningún momento (la mentira misma os la empezabais a creer) pues él era el mismo y, el secreto, hasta el momento, estuvo bien guardado por quienes lo sabíais, que erais únicamente vosotros.

Notas de juego

PD: esto lo comento para que sepáis que no se lo ha dicho nadie y que no se lo debéis decir. Os avisaron y lo zanjasteis sin más. Así que en ese sentido hay normalidad.

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31/03/2021, 17:27
Annelie Grindelwald

Y aquel día ha llegado, recuerdo que hace meses atrás estaba muy ilusionada y ahora sé que no es lo mismo. He pasado por demasiado en tan poco tiempo que siento de alguna manera como la alegría es una luz que parpadea de forma constante y jamás se queda quita. Pero allí estoy poniéndole cara a un apellido que sigue trayendo desdichas, que sigue fastidiando el mundo mágico por su propio egoísmo mientras siento que pese a haber recuperado a la persona que amo, no puedo olvidar lo que sucedió. Llevará tiempo, de eso estoy segura. 

No obstante tras la explicación de la directora hace días atrás, sentí esa punzada en el pecho de una forma que duele y sangra, estaba al tanto de los planes de mi padre porque me enteré ese mismo día de todo. Fueron muchas decisiones que tuve que tomar, había demasiadas cosas en juego como para tener que abandonarlo todo y sumirme en la oscuridad. Por ello es que aún sentada junto a mi novio* observo todo como alguien que está fuera de escena y sonríe porque sí, tengo motivos pese a que me inquieta todo demasiado. 

Ataviada con un vestido blanco lleno de transparencias, siempre desde la osadía misma de mi estilo recibo aquella medalla y no tengo palabras siquiera para expresar. Me alegra inmensamente que mi madrina haya encontrado el amor porque se lo merece, una persona como ella se merece todo en la vida. Por esa razón le regalo un guiño desde donde estoy y después me centro en Linus, Randall, en quienes están allí. 

Lo logramos...—digo en un tono suave y miro a Linus—. Eres lo más importante que tengo, no lo olvides. 

Notas de juego

*Linus, imagino que estamos juntitos. 

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31/03/2021, 18:59
Director

Añado para ti: Cuando llegaste a Hogwarts todo parecía seguir como siempre. Tu novia estaba a tu lado, te quería y apoyaba. Por otra parte tus amistades y profesores se alegraron de verte, una reacción igual que de costumbre.

Nadie quería ahondar en los sucesos, pero tampoco había nada verdaderamente inusual. Así que entendiste que ese asunto (de la manipulación del torneo) sencillamente fue un acto premeditado que les salió mal a aquellos cuatro. Y ya está. Tú te sentías bien y la vida corría como de costumbre. Sin cambios ni sorpresas.

Notas de juego

PD: lo comento para que sepas que todo ha seguido por donde lo dejaste, sin más variaciones. De manera que lo que a ti te pasó quedó como un sueño que podías achacar a cualquier causa, incluso a una habilidad mágica puntual.

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04/04/2021, 03:31
Agatha Presley

El tiempo había pasado muy deprisa. Aún me costaba creer que hubieran pasado semanas desde la fatídica noche del torneo, y la paz que se respiraba me tenía intranquila. Realmente quería pensar que todo había acabado, que ya los peligros no amenazarían a aquellas personas a quien amaba. Pero bien sabía que había heridas que no podían borrarse. Annelie no podría tener el tipo de vida que se hubiera merecido, pero estaba dispuesta a hacerlo todo más sencillo para ella, a superar aquello que le habían impuesto contra su voluntad.

Y lo más importante era que no tendría que hacerlo sola. Miré una vez más el sencillo aro dorado en mi dedo anular, el sello de un compromiso que un año atrás no habría imaginado. Si todo iba bien, nos casaríamos antes de invierno. Aún recordaba aquella ya lejana noche de navidad, cuando Ulfric se había acercado a mi como subdirector con la intención de conocer a la nueva profesora de Transformaciones. Habíamos hablado, habíamos bailado... ¿Podría alguien haberlo imaginado? Lo vi a mi lado de reojo, con una sonrisa tímida, extendiendo mi mano para rozar sus dedos con los míos.

-Deberíamos ir a felicitar a los chicos, profesor Von Hoggen.- Dije, invitándolo a acompañarme hasta donde los jóvenes se encontraban, ya graduados, quizás esperando el momento para ver quienes serían los primeros valientes en unirse a bailar.

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04/04/2021, 10:30
Sándor Buzánszky

No sabía si llegaba pronto o tarde pero Buzánszky cruzó la puerta del colegio como si de otro día lectivo se tratara. Bueno, los pantalones eran nuevos. Pese a que ya era verano, aquello no era Benidorm sino Escocia, garantía de tener un tiempo de mierda durante 362 días al año; así que llevaba su siempre socorrida gabardina encima, aunque ésta era más fina que la que usaba en invierno. 

Cruzó fumando por los pasillos, mientras pensaba lo jodido que era comprar cigarrillos en el mundo mágico, hasta llegar a la puerta del comedor: aquella sala maravillosa en donde, cuando era estudiante, se puso aquel sombrero parlanchín tan divertido y tantos buenos momentos pasó comiendo la aburrida gastronomía británica, riéndose con los amigos y tirándole los tejos a quien se los recogiera. 

Cruzó el pasillo entre las mesas hasta llegar a la mesa principal y tomó asiento. Sacó su botella. 

- ¿Un culín de pálinká para ir calentando motores, Minerva? 

Mantuvo alejada la botella de Boronov. Después de comportarse como un cretino la última vez que le visitó, que no probaría ni una gota.

Todos los alumnos se hallaban allí presentes, sanos y salvos: la Hufflepuffiana Entrañable, el Hobbit Siniestro, el Rubio Cretino... Sólo faltaba Altair, quien había volado de vuelta a África casi sin despedirse. Supuso Buzánszky que lo hizo como último acto de madurez y responsabilidad o quizás simplemente para que le echaran de menos... 

Pero una de las cosas cumbres de aquellas galas era la competición entre la nueva generación de estudiantes femeninas en ver quién de ellas iba menos vestida a la gala. Y por lo que se vio, la Grindelwald se llevaba el premio gordo. Al final, las chicas malas visten mejor, reflexionó Buzánszky.

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04/04/2021, 16:24
Cliodna Black

De nuevo había un evento, o mejor dicho: EL evento.

Todavía no había logrado superar lo transcurrido desde el baile en adelante cuando mi madre ya me había enviado un vestido en color amarillo. “Para que lleves los colores de tu casa, Hufflepuff”, me dijo. Lo que ocurre es que parece que no apreció el gran escote de dicho atuendo.

Y es que, tal y como en el baile de navidad, nos costó una buena tarde charlando acerca del ya famoso “debes” y el “no puedo”, para llegar a la conclusión de que yo era bastante clásica, tímida y aniñada. Me gustaba la idea de ir para tal ocasión como una bruja, pero recordando a las de antes, además de portar esos evidentes tonos negros por homenaje a mi padre, Black y…esperad, que tetes (mi kneazle) no me deja probármelo.

Bueno, lo que iba diciendo, lo del vestido, sí. Que me sentía como un personaje de Lewis Carroll. Similar a una pequeña Alicia en el país de las maravillas que debía salir corriendo, aunque esta vez detrás de un gato, en vez de un conejo.

Desde la noche del torneo dejé de ser tan transparente. Pasé de ser una chica a la que prácticamente nadie la miraba a una que cuando pasaba todos murmuraran “Mira, ella es, a la que le picó una acromántula. Increíble”. Otros eliminaban esta última palabra para matizarla con un ligero grito ahogado que simbolizaba el “Qué horror ¿se le habrá quedado la sangre de araña?”.

Por lo demás, no sabía si mi situación había mejorado o no, pues mi estancia en Hogwarts llegaba a su final y seguía con mis tantas dudas. ¿Acaso debía aprender a vivir con ellas? ¿A hacerle espacio, un hueco al dolor entre la felicidad y los miedos?

Suspiré mientras ponía el color rojo en mis labios. Esto se acaba Cliodna, debes madurar, me dije, con cierta tristeza y melancolía desviando la mirada hacia mi habitación y una de las ventanas, intentando ver el bosque, la naturaleza, el lugar de mis orígenes.

Al llegar al gran comedor aspiré la sensación. Quería llevármela para siempre. Y fue por ello que los contemplé a todos, especialmente al Slytherin que me había salvado, alguien que recordaría eternamente. Randall Lestrange... la persona que me hacía tropezarme (aún más si cabe) pese a estar quieta y sin moverme. Me ruborizaba su presencia por mucho que lo fingiera. Desbarató totalmente mi integridad mental desde el momento en el que me consideró alguien normal.

Seguidamente mis ojos fueron a parar en Annelie y Linus. Su unión era casi idílica y sonreí inconscientemente. Después me fijé en “el de la motosierra”, o lo que es lo mismo, el mismísimo Sándor Buzánszky (por fin me había aprendido su nombre). ¿Algún día olvidaría lo sucedido en la feria? Sin darme cuenta estaba negando sutilmente con la cabeza hasta que paré cuando observé a Agatha y Ulfric Von Hoggen. Agatha Presley, la profesora que nos regañó en navidad. ¿De verdad no parecía como un sueño que los exámenes, los ÉXTASIS y las clases se acabaran? El caso fue que finalmente me senté.

Tras recibir las insignias a manos de McGonagall sonreí tímida y forzadamente por los nervios.

¿Mi personalidad hubiera sido la misma si mi padre aún estuviera conmigo, vivo? Quién sabe. Posiblemente no. A lo mejor hubiera sido una Slytherin con potencial, firme y segura de cada paso, de sus formas. Pero, ¿sabéis qué? Que aprendí algo: no sólo eran los apellidos los que primaban el destino en la vida, si no los sentimientos y elecciones que íbamos marcando para nuestra finalidad en el mundo. No siempre éramos lo que creíamos o esperábamos (ya fuéramos nosotros o los demás). No todo era de nuestro color favorito. Puede que si los mundos paralelos existiesen, hubiera una Cliodna más “mala” o simplemente diferente. Sin embargo, esa era yo, dudosa, infantil, patosa, con problemas existenciales y un carácter extraño que me ocasionaba tartamudear sólo con escuchar unos pasos que se acercaran. ¿Y qué más daba? Era así, la historia, el pasado lo había marcado. Una guerra que lo cambió todo me forjó y a su vez me creó a consecuencia. Mi tesoro eran los recuerdos y la imaginación, pero también lo era el presente y...el futuro. Un futuro que en esos instantes tenía que agradecer.

Así que allí estaba. Al fin graduada y con una vida por vivir. Quizás por ello mis pasos se acercaron hacia el salón donde las luces de colores me llamaban a gritos, como si fuese un mosquito. Giré sobre mí, apartando las telas que colgaban (cogidas de un lazo) de mis brazos. Podía cerrar los ojos y dejarme llevar al mundo de la fantasía (a lomos de mi patronus de unicornio) gracias a los mágicos sonidos. Estar allí era un regalo que muchos querrían haber podido disfrutar y eso era un valor con el que contar. Por mi y por ellos.

Notas de juego

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05/04/2021, 10:52
Ulfric von Hoggen

Ulfric no sabía exactamente qué balance hacer de su año como subdirector. Eso pensó, mientras miraba cómo la directora cerraba el curso con su discurso de final de año, haciendo espejo con el discurso que él mismo había hecho a principio de curso, como subdirector. Desde luego, se alegró de no tener que hablar esa vez en público, tras todas las cosas que habían pasado. Mientras tanto, en la mesa de los profesores, mientras hablaba la directora, se tocaba, nervioso, el anillo que ahora acompañaba a su anillo familiar, emocionado y aún no hecho a llevarlo consigo. Ayudó a entregar algunos diplomas, con un traje sobrio, aunque elegante, bajo la túnica de gala del colegio. Sonrió mucho, con emoción contenida, y con la cabeza en otra parte. 

En tono de broma, comentaba en la mesa, cuando se dio por ganador a todas las casas, que: -Bueno, al fin los de Hufflepuff volvemos a ganar, acepté esta idea de la directora porque así podríamos ser ganadores después de tantos años.- Decía, riéndose algo de su propia broma. 

Claramente, la cabeza la tenía en la persona con la que cada dos por tres intercambiaba alguna palabra o mirada. En ese aspecto, si sabía como calificar su año en lo personal. Excelente. Quien se lo iba a decir, pensando que aquello iba a ser un trabajo rutinario, aburrido... Y terminó siendo una aventura excepcional, que abrió camino para muchas cosas en su vida, en todos los ámbitos. Claro, todo desde que ella llegó al Colegio. Sonrió, tocándose nuevamente el anillo. Qué sensación más maravillosa. 

En el baile posterior, los recuerdos de aquel primer encuentro fueron especialmente más intensos. Claro. Aquella conversación era imborrable en su mente, la primera impresión. Además de que, en cualquier caso, a veces le daba cierta vergüenza la pedantería que debió mostrar, le había llevado a allí. A estar esperando con ilusión una boda que jamás hubiera imaginado. Agatha estaba a su lado, rozándole la mano, y él hacía lo mismo, mientras observaba como los alumnos y los profesores charlaban, y comentaban, celebrando el final de curso.

- Claro que si, profesora Presley, es una lástima tener que dejar que se vayan muchos de estos alumnos, con esas grandes habilidades, así que celebremos con ellos que han conseguido, aun con todas las dificultades. Aunque, a alguno lo seguiremos viendo - - Dijo, con una sonrisa divertida. 

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05/04/2021, 14:48
Randall Lestrange

Desde luego, había sido un mes de lo más extraño para Randall, en el que le había sido imposible olvidar la noche del torneo. Recordaba cómo Cliodna había sido picada por una de las acromántulas mientras trataba de ayudarle, aunque eso solo había sido el principio de aquella noche de caos: había visto morir a Ansgar Gaunt y al padre de Annelie, aunque lo más impactante de todo era haber contemplado cómo su amigo Linus moría y, apenas unos días después, volver a ver a Linus con vida, como si nada hubiera pasado ni pudiera recordar lo más mínimo sobre esa noche. Randall había estado a punto de informar a los Avery sobre la muerte de Linus con una lechuza cuando esa misma mañana había visto a Linus llegando tanquilamente al Gran Comedor.

Randall sabía que nadie era capaz de regresar de la muerte, menos aún por sus propios medios. Pero recordaba lo que le había dicho aquella bruja herida a Annelie cuando se aproximaban a la cabaña, por lo que no le cabía la menor duda de que la resurrección de Linus había sido cosa de Annelie. Le alegraba comprobar que su amigo había regresado, aunque no podía evitar preguntarse si Anne habría tenido que pagar algún tipo de precio.

A Randall le quedaba también la duda de quién había estado bajo la apariencia de Keith Blumer la noche del torneo. Fuera quien fuera, había asesinado al jefe de aurores y había utilizado Poción Multijugos para tomar su apariencia. Puede que se tratase de Corinna Ferreira o Fenrir Greyback, aunque no podía evitar acordarse de la forma en que Blumer se había dirigido a él, como si esperase que adivinase de quien se trataba. ¿Verdaderamente sería alguien a quien conocía?

La noche de la graduación, Randall se había vestido con sus mejores galas, llevando un elegante traje negro. Tras escuchar el discurso, aplaudió con muchas ganas al saber que todas las casas quedaban empatadas, compartiendo la victoria de la Copa de las Casas de aquel año. Los ojos del joven Lestrange fueron recorriendo las mesas y observando a sus compañeros. Sonrió al ver a Anne junto a Linus, juntos y felices, así como la misteriosa ausencia de Altair Black, que desde luego le había tomado por sorpresa.

Aunque los ojos de Randall se posaron sobre todo en Cliodna. Esa noche llevaba un precioso vestido negro y tenía una belleza de lo más arrebatadora. Al muchacho no se le olvidaba que la joven Hufflepuff había arriesgado su vida y había estado a punto de perderla para defenderle de las acromántulas y, más tarde, Cliodna había querido acompañarles valientemente, por lo que Anne y él habían tenido que convencerla de retirarse para que no sufriera daño alguno, sabiendo que tras la muerte de Linus cualquiera podría morir.

Randall sintió que el corazón le latía ligeramente acelerado, y decidió ponerse en pie. Dirigió una rápida mirada hacia Anne y Linus y luego dejó la mesa de Slytherin para encaminarse hacia la mesa de la casa Hufflepuff.

-Cliodna... -dijo, aproximándose hasta la chica Hufflepuff-. Estás preciosa -le indicó, con un repentino nerviosismo. Le tendió una mano con gesto caballeroso y añadió, sonriendo ligeramente-: ¿Me concedes un baile?

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07/04/2021, 13:56
Cliodna Black

Sus palabras pronunciando mi nombre me provocaron un cosquilleo por la barriga. Al girarme y verle de nuevo, ofreciéndome un baile, no pude más que sentir felicidad, y sí, mi corazón se puso a bailar por su cuenta a ritmo de chachachá o, siendo exactos, saltando a lo loco.

Sentí algo extraño. Y diría que mis pupilas se dilataron, como si acabase de drogarme con setas o cualquier otra sustancia. Aquello era una sensación especial que no había percibido antes de que él llegase a conocerme.

Entre abrí los labios perdiéndome en el azul de sus ojos –Randall- comenté. Son…azul cielo... muy típica esa comparación, Cliodna, me dije mientras trataba de encontrar unas palabras para responderle. Azul mar. Mariposa azul... Para, no estás jugando al Scattergories.

-…No podría negarme- concluí finalmente, sonriendo con verdad en mis labios y casi sin poder parpadear ni moverme. Como un pequeño conejo al que le habían dado las largas con los faros de un coche.

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07/04/2021, 14:00
Director

Notas de juego

Cliodna y Randall comienzan a bailar

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07/04/2021, 14:00
Cliodna Black

Recordé la noche de navidad, ¿Quién hubiera dicho que por aquel encuentro casual en el bosque prohibido estaría ahora mismo así, bailando otra vez con él?

El caso es que una vez que habían pasado varios meses de los sucesos pasados me reía pensando en cómo nos regañaron, o mejor: cuando momificamos a un escarabajo. Y entendí que quería más momentos que me provocaran risas, nervios. O ambas cosas mezcladas. Sé que parecía estar girando entre algodones, ilusamente creyendo que lo tendría para siempre, pero es que no podía imaginarme otra opción en la que no le viese. Pese a que era consciente de que nuestros caminos se separarían una vez tomáramos el tren.

-Gracias. Por el halago de ahora, por haberme salvado, por…todo- comenté rompiendo la música de fondo.

-Te echaré de menos. Y, bueno, tetes también- solté sacando fuerzas e intentando no ocasionar momentos tristes que marcaran EL evento mágico (ni tartamudear demasiado, claro) –yo…-miraba a sus ojos como una niña inquieta -entiendo que no volvamos a vernos. Pero quiero decirte que no te olvidaré- volví a sonreír tímida, y algo nerviosa, mientras subía la mano despacio y la apoyaba en su cuello. Rozando sutilmente con los dedos su nuca y su pelo, dejando que el tul transparente y negro de mis brazos cayera desde su hombro. Generando una ligera caricia a su paso.

No entendía qué me sucedía. Aun así tampoco era necesario explicarlo. Suspiré, feliz de tenerle junto a mí  –Y perdona mis modales. Tú también estás genial esta noche.

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08/04/2021, 11:12
Ulfric von Hoggen

Ulfric, siempre tan elegante, dejó que los dos alumnos abrieran el baile, y tras eso, observó la pista, y miró hacia el resto de los alumnos. Mientras se acercaba hacia Linus y Anne, fue felicitando a muchos otros, se paró en varios momentos a hablar con dos o tres Hufflepuff, sonriendo, viendo que habían ganado (tras tantos años), la Copa, aunque fuera un múltiple empate. Tras esto, llegando la pareja hasta dónde estaban Linus y Anne, les dijo: 

- Bueno, he visto algunos de vuestros resultados, y creo que hay que felicitaros. Unas notas excelentes, señor Avery, señorita Grindelwald. Desde luego, usted, señor Avery, ha clavado el examen de Historia de la Magia, que lo sepa. - Sonrió Ulfric, sin que se le ocurriera otra forma de empezar la conversación. Miró a Agatha y se encogió de hombros... ahora la invitaría a bailar, de todos modos

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08/04/2021, 11:42
Sándor Buzánszky

Buzánszky miraba desde la mesa cómo alumnos y profesores se tomaban de la mano para bailar. A su lado, la señora McGonagall y Rusev. Menudo panorama... 

Le hubiese gustado compartir un baile con la profesora Weiss, pero tras enterarse de que estaba liada en secreto con su compañero del ministerio Ritcher que abandonó la idea, pues desde que se enteró que no estaba muy de buenas con ella. Tampoco era plan sabotear al adorable Hobbit Siniestro con la aún más adorable señorita Black y Lauren Blumer, que por ahí pululaba... Buzánszky no tenía ganas de que le pusiese la cabeza como un bombo. Así que le vino a la cabeza la maravillosa Massih, que no era otra que la perfidísima Corinna Ferreira. Bueno, nadie es perfecto... suspiró. 

Se alegró recordando que Altair no estaba: así no se vería obligado a bailar con él. 

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08/04/2021, 23:05
Linus Avery

Por fin se habían acabado las clases y las horas tan tediosas de estudio. El rubio creía que sólo merecía verdaderamente la pena practicar con la varita. Por lo que para Linus esa fecha tenía un simbolismo cargado. Antes de conocer a Anne significaba libertad, un destino en solitario. Después de ella era más bien una ilusión compartida. Pese a que en su gesto pareciera continuamente enfadado y molesto, ella en él había marcado un nuevo rumbo.

A la hora de vestirse eligió algo evidente en él, una túnica larga y negra. No era muy de ceremonias, según decía. Por lo que su atuendo fue similar al del baile anterior. La mayor diferencia estaba en que se veían las mangas abullonadas de su camisa blanca.

Y es que, a decir verdad, no le dedicó mucho tiempo a esto. Tenía en mente otras preocupaciones. Conocía a Anne y sabía que algo le pasaba. El brillo de sus ojos delataba una preocupación escondida que le hacía a Linus fruncir el ceño. Pese a ello, trató de restarle importancia. Su padre había muerto. Y se convencía pensando que era eso. Ya que lo eran todo el uno para el otro. De eso sí que estaba seguro.

Durante la cena estuvo hablando con Randall y Anne, haciendo algún que otro comentario burlón. Aunque entre medias cogía la mano de su novia, dedicándole una sonrisa. Ella era la única persona que podía arreglar su corazón.

A pesar de no ser el mejor bailarín, acabó en medio de la pista, admirando de vez en cuando la figura de Anne con esas transparencias. Estaba espectacular, como de costumbre, y le resultaba casi imposible reprimir alguna que otra mirada que solamente entre ellos entendían. Sus ojos y sus sentidos le pertenecían.

Lo logré, gracias a ti -Eres preciosa- tanto por dentro como por fuera- Y perfecta- le dijo atrayendo la mano de su novia a sus labios y dejando en ella un sutil beso que interrumpió cuando se acercó Ulfric Von Hoggen hacia ellos.

-Muchas gracias- le respondió volviendo a poner un rostro bastante escueto y altivo sin duda enorgullecido de ver cómo reconocían su trabajo –Ciertamente usted ha sido un gran profesor. Bastante implicado con su materia- dijo como forma de halago, pese a que su gesto era meramente cordial, con verdaderos toques de satisfacción.

Notas de juego

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09/04/2021, 13:45
Annelie Grindelwald

Muchas cuestiones hay en medio, definitivamente no puedo ser la misma persona tras todo lo sucedido y cargar con ese secreto puede que me salga demasiado caro. No obstante allí estoy con mi vestido, de la mano junto a la persona que amo y quien de alguna manera me ha dado luz entre tanta oscuridad. Por ello tras un intercambio visual, escucho sus halagos mientras nos encaminamos para bailar aquel compás, intento que sea normal todo. Que no lo note. 

Pero me conoce lo suficiente para saberlo, aún así el secreto moriría conmigo y quizás con el tiempo pueda olvidarlo cuando encuentre un poco de paz. Por ello muy pegada a su cuerpo iniciamos el baile, sonrío al perderme en su mirada y celebro en silencio que mi mejor amigo está con Cliodna, ellos se merecen esto también. 

Te amo, Linus. 

Y con esas palabras, le regalo un beso lleno de dulzura pese a todo. Luego el profesor se nos acerca y también me uno a la conversación. 

Muchas gracias, ha sido duro—respondo sonriendo—. No se contuvieron con los exámenes, aún así podemos decir que somos oficialmente magos. ¿No?

Aquello era una broma y aprieto la nariz suavemente con mi mano a Linus. 

Mírate, eres uno ya. 

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14/04/2021, 13:49
Randall Lestrange

Randall sintió que, mientras comenzaba a bailar con Cliodna, su corazón latía repentinamente acelerado, lo que le puso inevitablemente un tanto nervioso. Aún recordaba la peculiar situación en la que había encontrado meses atrás a la joven caminando por el bosque con una manzana y cómo habían entablado conversación.

-No tienes que darme las gracias -le aseguró Lestrange, con sinceridad, en tono suave-. Tú me salvaste de las acromántulas durante el torneo y creo que tus clases de animagia, aunque al final mi transformación no fuera completa, resultaron útiles para mejor en Transformaciones...

La miró a los ojos mientras que ella le indicaba que le echaría de menos y sintió un cosquilleo recorriendo su estómago. El curso en Hogwarts se acababa. Pronto serían magos adultos y posiblemente no volvería a ver muchos de los compañeros con los que había compartido sus años de estudio, incluida a Cliodna. No obstante, no se dejó llevar por el pesimismo.

-Bueno... Puede que sí volvamos a vernos -dijo, esperanzado-. Puedo... puedo visitarte cuando quieras. Quizá usando los polvos flu o un traslador -afirmó, dubitativo y muy nervioso, planteando opciones-. Yo... Yo tampoco te olvidaré, Cliodna -afirmó, mientras sentía la caricia de la chica. Las palabras habían brotado con un mayor nerviosismo del que el Lestrange quisiera-. No... No podría olvidarte...

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16/04/2021, 23:41
Linus Avery

El rubio con su gesto aun serio, como de costumbre, aceptó la caricia en la nariz de su novia. 

Mírate, eres uno ya. 

Esa frase cayó dentro de su cabeza. Venía de un linaje de sangre pura y se enorgullecía de ello. Siempre creyó con firmeza que el mundo muggle no era para él y los había subestimado en bastantes ocasiones. Pero ahora esos cimientos se desvanecían. Annelie quería a Agatha y él lo aceptaba. E incluso se alegraba de su compromiso y felicidad. La profesora de transformaciones era un pilar para Anne. Linus estaba agradecido.

Sonrió a su novia con cariño. Después volvió la vista hacia Ulfric y su acompañante. Le tenía aprecio a pesar de que su fachada no exteriorizaba, como los demás, esta clase de datos.

Carraspeó ligeramente con la garganta -Si nos disculpan- refirió acortando aún más si cabía la distancia con Anne, indicándole en un movimiento de ojos la pista de baile.