Partida Rol por web

PATIO EXTERIOR

Con los primero rayos de sol, la directora ya estaba esperando a los alumnos y profesores. Como trasladores, había creado unos bonitos relojes de bolsillos que dejarían a los alumnos en la Puerta del Ministerio y les taería de vuelta a la puerta de los terrenos donde Neville les recibiría.

Cuando empezaron a llegar, los separó en los grupos  y entregó el traslador a cada profesor, advitiendoles que debían regresar antes de la cena y que no debían perder de vista a los chicos.

Los acompañó hasta las puertas de los terrenos donde los vió marchar junto a Neville, para luego regresar al castillo algo inquieta. Esperaba que todo saliera bien.

PATIO EXTERIOR

Aún es muy temprano cuando despierto, pero sé que no podré volver a dormir de ninguna forma, por lo que comienzo a prepararme para nuestra excursión al ministerio. Cuando acabo, y considero que es una hora oportuna para presentarme en el patio, salgo corriendo hacia el lugar de reunión.

Antes de salir al patio, compruebo por trigésimo tercera vez que llevo todo lo que considero necesario para el día de hoy. Los nervios, a la par que la ilusión, se agolpan en mi pecho. Si consigo el puesto de becaria, habré dado otro paso más para la consecución de mi sueño, y sé que la haré sentir orgullosa.

Cuando salgo hacia el patio exterior y el frescor roza mi piel, respiro hondo, y alzo la vista, buscando caras conocidas. Sin embargo, aún parece que soy la primera, a excepción de la directora McGonagall, a quien me acerco, sonriente.

- Buenos días, directora. - Digo con el tono más relajado posible, aunque en mi voz es claramente notable la emoción. 

Cuando el resto de alumnos y profesores llegan, McGonagall nos divide en grupos, en función del departamento al que nos dirigimos, y le entrega a cada profesor un bonito traslador con forma de reloj de bolsillo para, después, acompañarnos hacia las puertas de los terrenos. Una vez allí, el profesor Abbott activa el traslador que nos llevará al ministerio.

PATIO EXTERIOR

Tras desayunar frugalmente un café y una tostada, al haber pasado la noche en vela, Ulfric estaba en el patio justo  unos instantes después de que la profesora McGonagall. Allí estaba esperando, y saludando a todos sus compañeros, con efusividad. El día le parecía hermoso, y el comienzo de la etapa de clases le ponía alegre. Bien. Se giró a Jaden, para decirle:

- ¿Qué tal has descansado? Se que has hablado con tu casa, estuve anoche charlando con el Barón Sanguinario. Yo decidí no hacerlo todavía, quiero que comience bien el curso. Tenemos que acordarnos de hacer en el ministerio los trámites de la Esfinge, que así la podemos traer al castillo y prepararla para su debut con alumnos. Es joven, y por ahora, moldeable de carácter. 

Después de ello, recogió el reloj que le alargó la directora, y lo miró. Era hermoso. Siempre le habían gustado los relojes de bolsillo, pero no había terminado de tener ninguno. Se dirigió a sus alumnas: 

-Señorita Rowle, señorita Holland, acompañenme. Encantado de tratar con ustedes. Hoy tendrán la oportunidad de ver al mismísimo ministro de Magia, quién nos recibirá para guiarlas hacia su posible trabajo en prácticas en San Mungo. 

Y, siguiendo a Neville, se dirigieron a la salida del colegio, donde activar los trasladores e ir directamente al ministerio. Una interesante salida escolar. 

Es mañana temprano. Me levanto rápidamente y me visto. La emoción me desborda, hoy voy a visitar el Ministerio. Y no es que me traiga muy buenos recuerdos, la primera vez que lo viité fue en un juicio del Wizengamot...

Aparto esos pensamientos de mi mente. Por fin voy ha  poder convertirme en becarios de juegos mágicos, espero que en algo relacionado del quiditch. Después de los duelos, volar es la mejor sensación que existe.

Salgo al patio interior y saludo a todas las personas que conozco. Sin embargo, no me detengo a hablar con ninguna, no vayan a percatarse de los nervios que me acechan.

Y sin pronunciar una palabra, espero a que lleguen todos los que tengan que coger el traslador y me voy con ellos.

Cómo es de esperar, estoy muy dormida, tanto que apenas logro adaptarme a la hora y a lo que debo hacer. Estoy muy callada, bueno somnolienta y me quedo al lado de quién me indiquen mientras escucho a la Directora y asiento, bueno hago que entendí todo. 

Luego veo a Dana y me acerco a ella, la cojo del brazo para apoyar mi cabeza sobre el suyo. No tengo idea de con quién me toca, pero ya me enteraré. 

PATIO EXTERIOR

La mañana se presentaba ajetreada, yendo de un lado para otro con los alumnos, y lo cierto era que no había pasado una buena noche. Cuando era alumno dormía sin problema en aquel lugar, pero tras mi vuelta, eso había cambiado.

Los recuerdos de lo ocurrido en aquel lugar no hacían más que intensificarse al dormir bajo sus techos, y sin duda, la primera noche tras estar un tiempo fuera, era la peor de todas.

No obstante, había conseguido dormir lo suficiente como para estar más o menos fresco, y afrontar un día que conllevaría mucho trote. Al llegar, escuché las palabras de la Directora y de Ulfric, además de comentarios cargados de emoción por parte de algunos alumnos. Cogí el traslador de la Directora, y me acerqué a Ulfric.

- No ha sido una buena noche. - dije con tono serio y de manera escueta. - Cuando llegue hablaré con Megan y Hermione para que sepan que vas a ir. De ese modo lo tendrán todo preparado o casi preparado a tu llegada. Aprovecharé para ver si durante el verano, hay nuevos en los registros de Animagos, Metamorfomagos o Licántropos.

Di un paso adelante, buscando a los dos alumnos que debía llevar. - Señor Prince y señor Wright, vengan conmigo.

Patio Exterior

La mañana había empezado temprano para Megu, se ducho antes de bajar y se vistió de una forma un poco más formal, iba al ministerio de magia, un lugar importante, y por eso tenía que tener un aspecto más adulto. Decidió ponerse un traje de rayas negras y blancas, un collar y se recogió el pelo en una coleta. El desayuno fue un poco como siempre hacia, abundante pues era la comida más importante del día. Un té verde y un poco de pan aderezado con mermelada de frambuesa y un par de piezas de fruta.

Ya en el patio recoge el traslador de parte de la directora mientras se lo coloca, le quedaba un poco grande, pero aun así le gustaba, sonríe a la directora mientras se inclina y dice:

Muchas gracias señora directora

Después se aparta un poco y observa, tenía que buscar a Alexander William y Hayao Miyazaki. Al verles se acerca y con una sonrisa dice:

Hola, buenos días a los dos, ¿habéis dormido bien? Espero que si… bueno, vamos a ir al ministerio para hacer vuestras gestiones… por cierto, muchas felicidades por haberlo conseguido, ahora solo un empujoncito ¿vale?

Decía para coloca el traslador entre los tres, les observa como para ver que están preparados y lo activa.

PATIO EXTERIOR

Linus no había dormido mucho esa noche, aunque a decir verdad, no dormía mucho ninguna noche, ya que por alguna razón se encontraba mas activo al ocultarse el sol que durante el día, por lo que sus facciones no denotaban mas cansancio u ojeras que las que normalmente tenía. 

No se unió a los demás en el patio directamente, sino que despertándose a deshora, dio un paseo, como siempre solía hacer, por los alrededores del castillo, pues le gustaba el aire frío de la mañana que se respiraba en esos lugares, su lugar preferido, las orillas del lago negro (aunque hoy no podría llevar a cabo su rutina en ese lugar), no era mucho, pero al menos esa brisa matinal le despertaba.

La sección de misterios, al fin voy a tener una oportunidad de investigar las profecías... quizás haya algo que me revele la decisión que debo tomar. Piensa apesadumbrado, recordando las palabras del profesor Jaden. Qué tipo de mago quiero ser... si fuese tan fácil decidirlo no estaría aún aquí. 

Sumido en sus pensamientos, llega finalmente al patio donde ya se empezaban a reunir los convocados para ir al ministerio. Reconoce a la mayoría de ellos y ve como se empiezan a juntar profesores con alumnos asignados, sin embargo no ve a la señorita Weiss. No le apetecía hablar con nadie, no a esas horas, por lo que decide situarse en una de las esquinas del patio, apoyado en una columna y de brazos cruzados. Cuando llegue su profesora, partirá hacia el ministerio sin demora.

Patio principal 

Alexander había dormido incómodamente en el dormitorio que se había provisto para su estancia en Hogwarts. Aunque el colchón claramente era mejor que el que tenía en el Caldero, no cambiaba el hecho de que era un sitio nuevo. El sueño ligero era una maldición para pues le despertaba cada cierto tiempo para asegurarse de que todo era igual. Necesitaba tiempo para acostumbrarse a que todo volviera a la normalidad.

El último despertar súbito de Alex había sido diferente al resto, pues esta vez, era de día. Miró por la ventana y, aunque se encontraba lejos del suelo, podía ver a alumnos moviéndose por el castillo. Aquel día, por suerte, no sería aquel que tuviera que dar clase. Sin embargo, eso no lo convertía en un buen día.

Tras pasar un breve examen, se puso la ropa del día anterior y se dirigió al patio principal donde la profesora McGonagall había citado a los aspirantes. La verborrea y la charla vacua que estaban teniendo sus profesores le hizo llevarse la mano a la cara para frotársela un poco y así poder despertarse. Aún no había empezado el día y sus ganas de tomar un buen café ya estaban aumentando.

- Los aspirantes a auror, que vengan conmigo - Sin siquiera saludar a nadie fue directo al traslador y lo tocó apartándose del objeto mágico solo cuando llegase al departamento de Seguridad Mágica.

PATIO EXTERIOR

Greenley se había despertado con nervios. Por fin iba a dar su primer paso en su camino para convertirse en un Auror. Tras desayunar rápidamente en el Gran Comedor fue directamente fuera de la escuela, desde donde iban a trasladarse al ministerio.

Fuera estaban esperando la directora McGonagall, y varios profesores. Greenley buscó al profesor Abbot y, en cuanto puso los ojos sobre él, dijo que le acompañaran los aspirantes a Auror. Acto seguido toco el traslador y se esfumó. Greenley fue rápidamente al traslador y puso su mano sobre él, con un pequeño ruido sordo desapareció.

PATIO EXTERIOR

La mañana habia llegado y tras una inquieta noche, el alba la había despertado apenas aclaraba, tras prepararse, atendió a sus pequeñas plantas en su dormitorio y salio a desayunar, algo rápido y liviano pues tenia bastantes cosas que atender entre ellas asistir al Ministerio de Ministerios con uno de los alumnos, así que con Linus en su mente fue al patio exterior para reunirse con él.

Nada mas al llegar vio que ya algunos se reunían, saludo con cordialidad a sus colegas y a algunos alumnos, pero fue directamente hacia Linus.

-Buen día Linus, ¿que tal te encuentras hoy?, ¿lograste descansar algo en la primera noche?, imagino que estarás algo ansioso y la verdad igual yo...- le dijo con una amable sonrisa.

PATIO EXTERIOR

Hacían tempranas horas de la madrugada. Los primeros rayos de sol cruzaban por los ventanales y una refrescante brisa matinal se habría paso por los corredores del castillo.

- M*rda, se me hace tarde - Iba recorriendo a toda prisa por los pasillos hacia el patio exterior, todavía somnoliento, tras una noche en vela con mis compañeros de casa. La mayoría de los estudiantes se encontraban aun en el gran comedor y, en esos tempranos momento de la madrugada, el castillo parecían gozar de una efímera calma. No recordaba lo tranquilo que era pasearse por el castillo a estas horas, pero no tenia tiempo para disfrutar del paseo.

Cuando finalmente me asome por los pilares del patio exterior pude ver a la directora, junto al subdirector y algunos otros profesores. No habían llegado la mayoría de los apuntados para este evento, por lo que suspire aliviado; al parecer no había llegado tan tarde como creía, así que me lo tome con calma.

Espere junto a los demás hasta que escuche al profesor Floyd mencionar mi nombre. Pude notar que mostraba cierto cansancio, no parecía haber podido dormir bien.

- Buenos días profesor ¿Una mala noche? - Le pregunté al acercarme.

Patio Exterior.

Había tenido una noche tranquila y había agradecido mucho ello, principalmente había sido porque había estado tan cansado que no había tenido tiempo de dar demasiadas vueltas en su cama. Por lo que cuando llegó la mañana se despertó tranquilo y descansado y recordó que los estarían esperando en los exteriores para ir al Ministerio. Esto lo aceleró para estar listo a tiempo y que no quedar de último o algo por el estilo.

Cuando llegó al patio vio a varios estudiantes reunidos así como profesores, por lo que buscó a quienes pudiera conocer o compañeros de casa, cuando escuchó su nombre ser llamado. Agradeció que fuera con el profesor Floyd y se acercó a él junto a un chico de Gryffindor que recordaba de los pasillos, al parecer sería su compañero ese día.

—Buenas profesor Floyd, Wright — saludó a ambos con una leve sonrisa. Ante la pregunta del moreno miró al mayor preguntándose lo mismo, pero prefiriendo no repetirla porque no estaba seguro que el mayor quisiera contarle ese tipo de cosas a ellos.

PATIO EXTERIOR

El saludo de la señorita Weiss me pillo desprevenido, pues estaba sumido en mis pensamientos, por lo que la miro en un primer momento con una expresión seria (la cual me sale por defecto) como si no fuese conmigo la cosa, para luego relajarme cuando veo de quien se trata, mostrando una sonrisa y cambiando de actitud a una mas abierta.

-Buenos días profesora, si, he conseguido descansar-mentí-gracias por preguntar- Poniéndome en una pose mas rígida y formal, continuo- La verdad es que si... no se muy bien que esperar del departamento de misterios... Parecía que iba a decir algo mas, pero por el contrario, quedo callado, como si me diese vergüenza continuar hablando o tuviese miedo a exponer mis dilemas reales. 

Con todo, fijo mis ojos en el traslador y continúo: Partimos cuando usted mande profesora. 

PATIO EXTERIOR

Aquella mañana Suki se despertó con mucho esfuerzo y gracias al ruido de sus compañeras poniéndose en marcha, tenía un sueño descomunal, había pasado parte de la noche charlando con las chicas de su habitación, contando anécdotas del verano y bromeando, y ese trasnochar ahora le pasaba factura, se aseó y visitió, escogiendo ese día un atuendo casual y dejando a un lado el uniforme escolar ya que no tendrían clase.

Después la Slytherin bajó al Gran comedor donde tomó un rápido desayuno, no quería llegar tarde y ya lo hacía el primer día…

Suki se apresuró a llegar al lugar de encuentro y ya casi todo el mundo estaba allí, parecían dirigirse hacia fuera, ¡casi no llega a tiempo! La muchacha terminó de devorar el trozo de pastel de calabaza que llevaba en sus manos y procuró retirar de su rostro cualquier resto de comida apresuradamente, para después agarrar el traslador con sus compañeros.

PATIO EXTERIOR

Luego de estar junto a Dana buscando la manera de despertarme, escucho al Profesor Abbott siendo él con quien debía ir al Departamento de Seguridad Mágica. Principalmente no quería ser Auror, la beca que tenía en mente era para el control del Uso Indebido de Magia, por lo tanto no estaría "patrullando" por las calles en un futuro, ya que mi escalafón siguiente era alcanzar el Wizengamot para cumplir con el legado de la familia. 

Por esa razón al ver que Suki se une, le dejo un beso en la mejilla a Dana y me acerco junto a la rubia para trasladarnos juntas. Tenemos el mismo destino. - Contigo amiga. A ver si espabilo con el movimiento. - digo divertida mientras apoyo la mano también, dispuesta a dirigirme hacia el Ministerio. 

-Bueno es de Misterios... ¿no?, supongo que algo misterioso...- termino la frase riendo ante su absurdo comentario, te tomo del hombro y te animo a acercarse al traslador -vamos, mientras mas temprano lleguemos, mas rápido saldremos de dudas-

Ambos tocaron el artefacto y en un vaivén de sensaciones en el estomago aparecieron en uno de los accesos al Ministerio de Magia en Londres.

-Madison Graves...- mencionaba mientras apreciaba el atuendo del chico, corrigiendo alguna arruga o algo que no estuviese en su sitio... -es una mujer muy difícil, solo responde de forma breve a sus preguntas pero con la información adecuada, es mordaz y muy analítica, te estará evaluando en todo momento, pero tu tranquilo que estaré ahí para cualquier cosa que necesites, tampoco dejare que abuse de su puesto con uno de mis chicos...- y es que era claro, con la ministra había que tener cuidado, pues era una mujer muy estricta y exigente.

-¿Dudas, consultas?...- pregunto antes de continuar el camino.

Le dedico una media sonrisa ante su comentario sarcástico, Linus no era muy dado a ese tipo de humor, pero de alguna manera el carácter extrovertido de Beckia no le molestaba tanto como el de otras personas. Se dejo guiar y algo abochornado por la ayuda, no necesaria en su opinión, para adecentar sus ropas, asiente ante la descripción de la mujer a la que se iba a presentar y respondió:

-No profesora, creo que podré adecuarme a la situación. Podemos irnos.

Habiendo sido aquella noche la primera en Hogwarts tras el período de vacaciones, y teniendo tanto de que hablar y compartir con sus amigos por el ansiado reencuentro, el tiempo voló y se hizo tarde, aún conscientes de que al día siguiente debían ir al Ministerio de de Magia a resolver diversas gestiones. 

Daphne amaneció con bastante sueño y necesito de una buena ducha para volver a ser persona, pero una vez activada y sabiendo que aquel día iba a ser importante, en todo momento supo que debía hacer y se le veía contenta. Se vistió y arregló con esmero, optando por un look casual pero apropiado para la ocasión, dado que aquel día iba a ser realmente importante en su vida y que conocería por primera vez al Ministro de magia, y si todo iba bien, aprobarían su solicitud para ser becaria. También tenía en mente realizar algunas otros trámites si disponían del tiempo suficiente y su tutor asignado así lo permitía.

Dio de comer a Félix barritas para gatos y renovó el agua de su bebedero, quién se lo agradeció dejándose acariciar en su regazo, y tras aquello, se dirigió al Gran Comedor donde comió frugalmente antes de salir al exterior. De camino con el resto de compañeros intercambió impresiones y comentarios, pero nada más ver al profesor Von Hoggen, se situó a su lado y agradeció que se hiciese cargo de ella y su compañera Holland aquel día.

- Muchas gracias por hacerse cargo de nosotras, profesor Von Hoggen. Encantada de acompañarle. - le expresó con cordialidad y con una sonrisa sincera - ¿Si nos da tiempo, sería posible posible pasar por el registro de animagos? ¿Y también para inscribirse en el equipo de Qudditch? Se que son muchas gestiones, pero la directora McGonagall me dijo que aprovechase el tiempo en la medida de lo posible, y que usted era muy eficiente y probablemente nos diese tiempo a todo... 

Aunque también era cierto que no quería comprometer y sobrecargar a su tutor asignado, quién probablemente tendría sus propios quehaceres. Si no era posible, ya encontraría otro momento para volver a desplazarse, pero era temprano y quizá pudiesen lograrlo.

- Estoy lista, cuando desee. Y gracias nuevamente... - y a la señal, Daphne tocó el traslador para aparecerse en la entrada del atrio del Ministerio de Magia.