Partida Rol por web

Pierre vuelve a intentar el ataque con la espada oriental, pero su impericia con ella hace que falle de nuevo.

Sin embargo, en el forcejeo tiene tiempo para decir al chino: Si no te calmas y nos explicas qué pasa acabarás mal.

-Por el poder del dragón.-Grito alzando mi puño al cielo y dirigiéndolo hacia Cheng, por primera vez consigo golpearle.

Como si los astros se hubieran puesto de acuerdo todos a la vez vuestros intentos por agredir al viejo y saludable cheng fallan a la vez. En su forcejeo queda por fin libre de la presa de william y aprovecha el movimiento para retroceder mientras entona un cantico agudo que provoca que los gatos que os estaban rodeando se abalancen sobre vosotros al unisono con sus garras afiladas.

Ignorando alos gatos que desgarran mi ropa y mi carne em dirijo hacia el licantropo cheng, dipuesto acabar con el y con esta irracional pesadilla.

El capitán ve horrorizado como una horda de felinos se les echa encima al son del melodioso cántico del mayordomo. Era como si hubiera entonado una llamada gatuna. Una orden de ataque contra ellos.

Este hecho no le pareció extraño a William, pero sí que le pilló desprevenido. No se esperaba este apoyo y en este número.

Gruñendo como un animal dañado y acorralado, el militar comenzó a dar golpes a sus pequeños enemigos, mientras se dirigía a por Cheng, el mayordomo, el peligro real de aquel jardín.

El shock de ver la horda gatuna desborda la racionalidad de Pierre, que se queda como paralizado.

Con mi fiel bastón golpeo el suelo a la vez que grito.-¡Zaaape gato!

En vuestro intento por ir tras Cheng todos avanzáis hacía él pero la marabunta de gatos os ataca y os bloquea el paso a todos excepto al viejo Zhang Wei quien consigue evitar ágilmente a los gatos con una finta de izquierda a derecha.
Mientras tanto los animales os atacan con sus garras y dientes con fiereza aunque no os parece que lo hagan para haceros daño sino más bien porque no quieren que estéis aquí. Si os atacasen directamente no os bufarian ni se les encresparía el pelo sino que os atacarían directamente por lo que os parece que pretenden alejaros de su lado.

Mientras tanto la tormenta aumenta en intensidad y veis como un rayo se vislumbra por encima vuestra mientras la lluvia empieza a ser cada vez más pesada e intensa.

Intento slair de la marabunta de gatos y atrapar al demonio de Cheng

Al viejo capitán le traían sin cuidado unos gatos... aunque la verdad en este número, cuando menos, le parecía impresionante. Dejando a un lado sus pensamientos, siguió tras los pasos de Zhang a por el mayordomo. La lluvia era otro ostáculo, pero él había vivido situaciones peores en el ejército. Debía seguir.

Apretando los puños, Willian siguió adelante apesar de la oposición de los felinos.

Pierre se da cuenta de que usar la espada no va a servirle de nada, e intenta percutir en Cheng con sus puños.

Mis años de niño lidiando en los barrios bajos huyendo de manadas mininas me sirven sin duda para esquivar a los pequeños diablillos, viendo a Cheng huir no me queda otra de intentar detenerlo y aprovechando un despiste suyo le propino un golpe en el costillar.

-¡Quieto parao!-Grito al tiempo que le pego un puñetazo en los riñones al felino Cheng

Los animales frenan el avance de Zhiang Wei que apenas llega a golpear al mayordomo reconvertido en guerrero débilmente. Sin embargo gracias al viejo asiático los que se habían quedado más atrasados debido a los gatos consiguen avanzar hacía Cheng que ha conseguido frenar su movimiento que era intentar subir a la torre pues ha fallado.

Una vez consigo evitar la mayor parte de las acometidas de los mininos, voy a por el licantropo.

Pero el condenado se retuece mientras trepa como una serpiente evitando mi golpe.

A duras penas consigo zafarme de los gatos pero me entorpecen lo suficiente como para hacerme errar en mi puñetazo.

Se notaba que el capitán había recibido entrenamiento miliar, pues él, orondo como era, logró a base de astucia y experiencia zafarse de los gatos y llegar hasta el mayordomo.

Lo malo es que la agilidad y la resistencia habían desaparecido de su cuerpo hacía ya años, con lo que no logró conectar su puño en su oponente.

Cheng decide agredir a Zhang Wei pero falla el golpe. Mientras tanto el resto, excepto pierre, consigue volver a rodearlo pese a la presencia de los gatos y sus molestos arañazos.

La lluvia aumenta su intensidad siendo ahora ya muy molesta.