Partida Rol por web

Arqueó la ceja en alto al escuchar la propuesta. -¿Y por qué conmigo? No es que sea el más fuerte del grupo, lo has visto.  ¿No has pensado en Flit acaso? -Encoge los hombros sin que el nombre sea demasiado determinante.

-Arfh... Bueno, bien. Sí, supongo que puedo ayudarte. ¿Pero de qué se trata? ¿O es un secreto?- Frotaba lentamente su tabique nasal, tenía malas sensaciones acerca de este asunto.

- Crees que Flit es mas fuerte que tú?? Bueno, da igual , eso no importa - hizo un ademán restando importancia a ese tema - No vamos a pelear. Busco a un tipo pero sólo quiero reconocer la zona. Hacer un seguimiento de por donde se mueve y esas cosas. Pero no puedo ir sola. Algunos hombres en cuanto ven a una mujer sola se creen con derechos y no me apetece liarme a golpes y llamar la atención - le dio un puñetazo suave y amistoso en el hombro - ahí entras tú. Serás mi elemento disuasorio. Si te parece bien, claro -

Asintió lentamente con aprobación, sus palabras resultaban razonables. Al menos a simple vista. - Así que buscas a un tipo, y no conoces bien la zona pero pretendes seguirlo. Déjame adivinar, ¿De noche, no es así? - Arquea las cejas mientras trataba de hacerse a la idea de lo que podría implicar ese asunto.

- Mmm... Supongo que tendrás tus razones, y seguro que no te gustará que te incordie a preguntas. Pero me debes una. -Comentaba mientras alzaba el índice en alto. -Y de las buenas.

- No, no. De día. Quiero conocer su rutina y costumbres. Cuando lleva compañía y cuando no...- se dio la vuelta para marcharse pero se detuvo un segundo.

- Te debo una. Pero te la devolveré cúando dejes ese desagradable vicio que tienes. Y gracias. De verdad - comenzó a alejarse si el no ponía ninguna pega más

- Está bien, iremos de día. -Sonríe quedamente a la par que asiente- No hay de qué, ya me lo agradecerás cuando terminemos todo este asunto... -Niega con la mano como quien trata de quitarle hierro al asunto- Seguro que es importante para ti, pero detesto tus condiciones. -Sonríe un tanto más mientras cruza los brazos, mirándola marchar.

Flit esperó pacientemente en el pasillo donde había prometido encontrarse con Naya mirando por las ventanas, extasiado por las maravillas que veía, preguntándose como se harían la mitad de ellas y deseando poder hacerlas él cuando completara su formación.....

Naya había cambiado sus pantalones y blusas por un sencillo vestido naranja y de corte recto y amplias faldas que apenas se pegaba a su piel, lo cual le venía de maravilla paras las heridas que lucia bajo la tela. Estaba algo nerviosa, pues sabía que algo le pasaba a Flit, y eso se notaba en que jugueteaba con su la pulsera que decoraba su muñeca.

- ¿Llevas mucho esperando? He intentado darme prisa, pero... - se miró el cuerpo con gesto avergonzado - las heridas me ralentizan - desvió la mirada. Aún le escocia reconocer que había perdido el combate.

- ¿Quieres que caminemos o prefieres sentarte? -

Flit llevaba un tiempo esperando pensando en como hacer lo que tenía que hacer y decir lo que tenía que decir sin poner en peligro o causarle problemas a Naya. Tenía que hacerlo y tener cuidado de no hablar demasiado, probablemente la cromería la pondría a ella a perseguirle y sabía que su amiga cumpliría con su deber, con las órdenes, tenía madera de soldado, eso sin tener en cuenta que amaba al puño de hierro....

Naya llegó con un vestido, algo que hizo sonreír a Flit, era algo tan inusual como ver vestido a un oso de raso, pero tenía que reconocer que le sentaba bien, que realzaba ese atractivo algo tosco de la mujer. La sonrisa se fue borrando poco a poco al notar la ligera cojera y la velocidad limitada a la que se podía desplazar, evidenciando que estaba herida. Era sorprendente, hacía tan poco tiempo estaba en la enfermería y ahora estaba allí preguntándole si quería caminar o sentarse. Era orgullosa, era terca, pero era la persona que mejor le había tratado nunca, así que una oleada de ternura le invadió, seguida de una de culpa por no poder decirle todo.

"Sentémonos. Estoy un poco cansado, ese tipo pegaba como un búfalo" dijo Flit mintiendo para que su amiga se pudiera sentar sin herir su orgullo "Flit de Horatius se enorgullece de poder llamar a la señora amiga y necesita abusar de su amistad. Flit ruega que tome esta bolsa de monedas" dijo entregándole una pesada bolsa de monedas que su amo había dado a Flit para pagar su estancia en la cromería, una pequeña fortuna según le había dicho Liandra "Donde va Flit de Horatius no la necesitará, a los esclavos no nos permite tener dinero. Flit de Horatius quiere que se use este dinero para comprar la libertad de la esclava Liandra. También es deseo de Flit de Horatius que la esclava Liandra no sepa quien compró su libertad"

Flit intentaba contener la emoción del momento, la emoción de la despedida.

Sentarse era más fácil que caminar, aunque al hacerlo la tela se pegaba a su piel prodiciendole una ligera molestia, pero que podía soportar. Dejó escapar un suave suspiro mientras se acomodaba en las escaleras que habían tomado como banco improvisado.

Mientras Flit hablaba, Naya se quedó mirando la bolsa que le tendía con los labios apretados. Respirando con fuerza y pesadez. Intentaba controlar la rabia y la pena que se mezclaba a partes iguales dentro de su pecho. Tuvo la tentación de darle un manotazo y desparramar esas monedas por el suelo. Tuvo la tentación de darle un puñetazo en la boca para que no volviera a hablar de aquella manera. Tuvo la tentación de encadenarlo a su muñeca para tenerlo vigilado y que no hiciera ninguna tonteria.

Aquel "sitio al que iba" sonaba bastante grave. Quería quitarse la vida. El muy.... sus manos se cerraron con fuerza sobre sus rodillas aumentando el dolor de las lesiones que tenía en esa zona.

"Calma. No puedes enfrentarte a tu amigo. Así solo lo vas a empeorar. Piensa como lo haría madre"

- Eres un cobarde, Flit de Horatius - dijo con una inquietante suavidad sin mirarlo - ¿Vas a huir con el rabo entre las piernas? - ahora si que buscó su mirada mostrando un intenso dolor en sus ojos - Por lo poco que te conozco se que has pasado por cosas horribles. Has sufrido lo indecible. ¿Y ahora te rindes cuando tienes las herramientas para cambiar tu futuro?- su tono se iba elevando y tuvo que parar para controlarlo.

Señaló las monedas que todavía no había cogido. - Estuve preguntando a mi madre. Siento decirte que ese dinero no es suficiente. No vas a liberar a Liandra con eso. Tendrás que buscar otro modo.- lo cogió por los hombros para evitar que saliera corriendo aunque en su estado actual no podría retener ni a una mosca. - Tendrás que seguir peleando. Convertirte en alguien mejor. Más fuerte. Más rápido. Más demoledor. Hazlo por ella. Hazlo por ti. Me da igual. Pero hazlo -

A Flit le habían herido de muchas maneras a lo largo de su corta vida. Le habían arrancado de los brazos de su familia, le habían golpeado, azotado, privado de alimentos y agua y de todos los castigos que su imaginativo amo había trobado conveniente para quebrar su espíritu. Le habían dicho todo tipo de palabras y le habían condenado al silencio tantos días que casi creyó que habría olvidado como se hablaba pero nunca unas palabras le habían herido tan profundamente como las dichas por Naya.

Cobarde, le había llamado cobarde, sin siquiera levantar la voz y mirarle. Como si constatara un hecho. Que podía saber ella del valor que necesitaba para no ahorcarse cada día o de las pesadillas que le asaltaban cada noche?, Que podía saber?, pero aun así le juzgaba. No lo entendería, seguro, pero trataría de explicárselo.

"Servir en la guardia es cambiar un amo por otro. Ya sé que me dirás, que puño de hierro no es un amo, que es justo, que es un gran líder. Yo lo creía, yo lo respetaba, pero ya no. Cuando entrenabamos en el patio  y pidió que bastará a quien golpeó? Podía haber golpeado a todos los que seguían luchando, había muchos, pero no, golpeó al esclavo.... No lo entiendes, pero aquí seguiré siendo un esclavo, seguiré siendo lo más bajo......Y luego está Liandra. Liandra no confió en mi y me miró con una frialdad que me heló la sangre. Aquí no queda nada para mi, y los pocos días de vida que me puedan quedar los quiero vivir en libertad"

Retiró la bolsa y se puso de pie orgulloso, con el porte de un hombre libre, y sonrió, una sonrisa de despedida y afectuosa

"No basta. Nunca basta para un esclavo... La repartiré entre los pobres en los muelles... para ellos será una bendición. De algo malo, saldrá mucho bien. Adios, Naya, adios, mi amiga, voy a despedirme de Liandra"

Y Flit se sacudió las manos de Naya con cuidado de no hacerle daño y se puso en pie para enfilar el pasillo que le llevara a los dormitorios azules.

- Flit. No te vayas. Te necesito-

Flit se giró y se fue hacia Naya para ayudarla a levantarse. Para que iba a necesitarle a él si no una guerrera como ella? Ella tenía un futuro brillante en la guardia, una buena familia y aunque el puño no le correspondiera acabaría encontrando a alguien siempre que se pusiera más vestidos como ese y menos prendas de entrenamiento. Debía estar herida todavía, era evidente, por mucha resistencia que tuviera hasta Naya necesitaba descansar después de los rigores de un combate.

"Perdóname. No me di cuenta de que estabas herida. Te ayudo a llegar a algún sitio? Te llevo a la enfermería?"

Naya se levantó ayudada por Flit. Una vez que estaban a la misma altura no le soltó la mano, sino que la retuvo

- Te necesito aquí. En mi vida. No te vayas. Por favor.- no había llanto en su voz ni súplica. Solo sinceridad.

Flit la miró a los ojos y sonrió, con dulzura, mientras un ligero rubor le alcanzaba las mejillas. Era lo más bonito que nadie le había dicho nunca y a la vez lo más egoista. Debía Flit quedarse allí por su amiga y ser infeliz para siempre o aprovechar su tal vez única oportunidad de escapar?. La decisión parecía clara, en cualquier momento su amo lo reclamaría para aprovechar su color especial para asesinar a sus amigos, y si no lo reclamaba su amo lo haría el puño, sería siempre un esclavo y ambos amos no parecían diferenciarse demasiado.

Flit le tomó de la mano, se la pasó a través de su espalda y le ayudó a caminar camino del comedor. Siempre era bueno llenarse la barriga antes de emprender un largo viaje. Para tranquilizarla le dijo mientras caminaban

"No me iré, aunque es lo que desearía. La pena por escapar es la muerte..."

Sentía mentirle, pero cuanto menos supiera mejor. No quería causarle problemas a la única persona que se había preocupado por él con sinceridad.

Naya se dejó guiar por Flit mientras lo miraba de reojo. Podía caminar sola aunque doliera, pero en ese momento apreciaba el contacto de su amigo.

- Gracias Flit - musitó mientras caminaban