Partida Rol por web

La Guerra de los Padres

II - La primera noche

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05/12/2014, 19:59
Jace

Dispuesto a hacer la primera guardia de lo que promete ser una larga noche llena de tensiones e incomodidades, Jace acaba de acondicionar la hoguera para que sea una brasa tenue, pero presta a avivarse cuando haga falta. Así su vista se podrá ir habituando bien a la penumbra y tendrá la luminosidad necesaria para vigilar, pero no serán demasiado visibles desde el exterior.

Como ahora tiene algo de tiempo, aprovecha para beber y limpiarse ese desagradable moho con un paño húmedo. No le hace la menor gracia haberse expuesto a esa cosa, pero tenían que asegurar el sótano. De hecho, si algo lamenta ahora mismo es no haber forzado el acceso a ese cuarto del fondo por la puerta encallada tras la que han desaparecido huyendo las ratas... pero la verdad es que tras perder las provisiones, no estaba la cosa para insistir a sus compañeros y obligarles a hacer nada más.

Espera que sepan dar la talla con la guardia sin dormirse ni hacer ninguna tontería, lo cierto es que siempre ha odiado trabajar con aficionados, pero en fin, no puede elegir... no está con sus camaradas de la guardia de Forbrag.

Pero bueno, podría ser peor. Mucho peor. Cuando según su cálculo hayan transcurrido un par de horas, despertará a Normoh y a Ursu, para que se ocupen de la guardia central, una de las más duras. Supone que el cazador sabrá mantener el tipo y se encargará de que su compañero también lo haga, el gigantón es terrible en combate pero parece un niño grande, seguramente se dormiría acurrucado junto al fuego si se lo permitiesen... Además, hay otro elemento que condiciona su elección, prefiere no ser él quién despierte a los Wits para que empiecen su turno. Son miembros de la famila dominante en Forbrag y es mejor evitar roces, como tener que obligarles por las malas a levantarse y sacudirse el sueño de la madrugada. Que cuesta mucho espabilarse a esas horas... sobretodo cuando no se está acostumbrado.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Se posiciona de espaldas a la pared y en un rincón, desde el que controle tanto la entrada principal (norte) como la puerta atascada de la izquierda (este), es decir y por eliminación la esquina suroeste. Cerca de donde ha hecho la pequeña hoguera.

Añado tirada encubierta de Advertir (supongo que sin aplicar el Entorno Predilecto Llanuras)

Cuando descanse conservará su armadura de cuero reforzado, pues tiene la dote Aguante ;)

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07/12/2014, 23:08
Hobbard "Hobb" Wits

Hobbard era un sujeto sencillo, que se reconocía a si mismo muy pocas virtudes. Y no por falsa modestia, precisamente. Si no porque, en última instancia y por sobre todas las cosas, era un tipo pragmático y realista, absolutamente honesto con todos. Principalmente consigo mismo.

Por ello, si había quizás una única cosa que lo enorgullecía de su propio carácter (o, para hablar con mayor propiedad, que al menos “lo dejaba tranquilo”) esa era su inagotable capacidad para desconfiar de todo. Siempre vigilante, siempre alerta, siempre expectante a que algo terrible pudiera ocurrir.

Era imposible determinar si aquel rasgo de su carácter era innato o si provenía de las innumerables amarguras que había ido recolectando a lo largo de su vida. O tal vez fuera tan solo un producto de las varias responsabilidades que, muy a su pesar, le habían otorgado con el paso del tiempo.

En cualquier caso, esa faceta desconfiada de su personalidad lo había convertido en un sujeto muy previsor, que solía prepararse minuciosamente y a conciencia antes de emprender cualquier empresa que le tocara abordar. Quizás no con una planificación demasiado elaborada, pues ciertamente no era alguien particularmente avispado, ni podía hacer gala de una gran instrucción. Pero con la suficiente dosis de sentido común como para tener su espalda cubierta. Al menos, la mayoría de las veces.

Por estos motivos, el rotundo fracaso en que se había sumido la misión le provocaba una amargura muy personal, y una frustración terrible.

Primero había sido ese polvo acre y pesado, que todavía le hacía picar la garganta y escocer los ojos. Y luego las ratas…

Una mente más aguda habría previsto quizás que podían encontrarse con obstáculos semejantes en un lugar abandonado como aquel. Y, en cualquier caso, habría sabido como salir mejor parados. Cualquier cosa hubiera sido mejor que aquel final.

No había forma de saber que diablos era aquel polvo, ni como los afectaría en los días siguientes. Pero de todas formas, incluso aunque aquello no fuera más que tierra acumulada y suciedad, probablemente hubiera sido una mejor idea mantenerse a buena distancia de la trampilla antes de abrirla, o limpiarse bien los ojos y las caras antes de continuar con la exploración del sótano.

El propia HOBBARD todavía seguía con molestias en la vista y en las vías respiratorias, y tenía que morderse los dedos para no rascarse el insoportable picor que le escocía los ojos. De hecho, precisamente por ese motivo, se había abalanzado a ciegas contra las ratas, obnubilado casi por completo entre tantas lágrimas y basura perturbando su vista.

Probablemente a los otros les hubiera ocurrido algo parecido, y eso explicaba la absurda destrucción que habían provocado. Destrucción que, por otra parte, bien podrían haberse evitado si hubieran contado con un buen fuego que mantuviera alejadas a las alimañas.

Demasiados errores… demasiadas pérdidas… a este paso, la misión pronto tenía que ser cancelada.

Inmerso en estos lúgubres pensamientos, el taciturno leñador pronto se fue quedando dormido, arrebujado de manera imposible contra una carcomida pared del edificio. Apenas si había tenido tiempo de quitarse su armadura y formar un bulto con ella a modo improvisado almohadón para su espalda…

- Al final... qué diablos encontraron ahí abajo ? - comentó luego de un rato entre balbuceos somnolientos, sin dirigirse a nadie en particular.

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12/12/2014, 00:03
Velocatus de los Culprit

Notas de juego

Por si acaso recalco que Velocatus ha buscado un sitio en donde tumbarse y dormir, como Normoh.

En cuanto a la pregunta del narrador DeLeagant en en Off-Topic, si , Velocatus se habrá quitado la armadura para descansar.

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12/12/2014, 12:25
Normoh

Notas de juego

Hombre, para mí quitarme la armadura para dormir es algo que se hace por defecto, o sea, que hay que indicar expresamente lo contrario; si no, quede advertido que yo por las mañanas me calzo antes de ir a ningún sitio, para andar pongo un pie delante del otro y respiro y pestañeo cada ciertos segundos...

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12/12/2014, 19:36
Ursu

Notas de juego

Lo puse en el Off-Topic, pero si lo correcto es hacerlo aquí pues ahí va: duermo sin armadura, a ver si logro echar una cabezadita en condiciones antes de que me despierte Jace para la próxima guardia. Todo sea que me sueñe con Cthulhu y a tomar por saco el descanso...

Respuesta del máster: en efecto Sr. Ursu, el sitio de todo esto es el Off-Topic. Gracias. Mirada reprobatoria de dos segundos para los demás.

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12/12/2014, 21:55
Director

La frase de Hobbard que en el aire, sin que nadie pareciera demasiado interesado en responderle. Normoh parecía haber dejado muy clara su postura de pasar de todo y de todos y de ocupar su propio rincón. Los demás se distribuyeron el espacio restante como pudieron, intentando apartar piedras y restos para despejar un trozo liso del suelo. Sin decirlo en voz alta, pero unánimente, ninguno quiso acercarse demasiado a la puerta bloqueada por la que habían salido las ratas supervivientes.

Jace se había ofrecido para hacer el primer turno y por ende, solo. La guardia nocturna y tras un combate no era cosa leve. "Imaginaria", la llamaban los soldados, por que a veces el sueño te hacía imaginar lo que no era*. Avivó el pequeño fuego que habían encendido con maderas rotas y que si bien apenas iluminaba la estancia, daba algo de calor. El incipiente otoño hacía que todos echaran de menos dormir a cubierto, es decir, en un edificio que aún tuviera en pie las ventanas, la puerta y como no, el techo.

Al menos no llovía. Aún.

Notas de juego

*Copy-paste de una partida del Director Targul, me gustó la frase y retocada minimamente ahí os la planto.

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13/12/2014, 09:43
Director

El joven guardia se acomodó junto a la fogata con la espalda apoyada en el mostrador. Mantuvo la fogata encendida en un nivel bajo, lo suficiente para iluminar la estancia, mantener alejadas a las ratas y calentarse un poco. Aunque la mayor parte del calor, como el humo, se escapaban por el techo abierto de la edificación.

La carraspera no se le pasaba y un par de veces se acercó a las exiguas reservas de agua del grupo, que estaban sobre el mostrador para enjuagarse la garganta que cada vez parecía escocerle más. Un par de veces escupió en el suelo una flema verdosa, como si el polvo aquel hubiera decidido aferrarse a su garganta para siempre.

Por otro lado, acostumbrado a las guardias nocturnas, la armadura de cuero tachonado no le molestaba y mantenía en sus manos la daga de metal, lamentando haber perdido la lanza. Ojalá que los siervos del Nigromante no se presentaran ahora, las lanzas permitían mantenerlos a distancia y por ello eran las armas predilectas de los guardias de Forbrag. Luchar con ellos con una daga parecía casi un suicidio en comparación. Si uno de ellos llegaba a tocarte, bien podías darte por muerto...

Con estas conjeturas en la cabeza Jace pusó los oídos atentos a los alrededores pero no pudo escuchar nada más que el silbido del viento y el crujido de las maderas del edificio. Junto a él, todos, incluso Bill dormínan, con los ronquidos de Ursu, Hobbard y el caballo sonando casi al unísono.

Afortunadamente, no detectó amenaza alguna para el grupo. Cuando calculó que habrían transcurrido un par de horas, se acercó a Ursu, que en ese momento también parecía sufrir un ataque de tos, y más tarde a Normoh. Los despertó tocándoles en el hombro y moviéndoselo una y otra vez. En cuanto se hubieran despabilado se acostaría él mismo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada de Atención ya realizada por ti (resultado oculto)

Tirada de Voluntad-Fortaleza realizada por mí (y exitosa).

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14/12/2014, 12:44
Director

Ursu se estaba peleando con su estúpido hermano una vez más. El muy idiota debía de haberle pegado una buena patada en la espalda porque a Ursu le dolía horrores. Se estiró hacia uno y otro lado pero no conseguía que se le pasara el dolor ¡qué incómodo estaba!

La discusión debió de ir a más porque Dargoh se lanzó contra el cuello de Ursu y se lo sujetó con ambas manos intentando estrangularle. Ursu intentaba defenderse pero no lograba que su hermano aflojara la presa. Aunque Dargoh, como muchos de los Justicar era un hombre grande y bastante fuerte, Ursu siempre había sido más grande y más fuerte aún. Sin embargo, esta vez Ursu no podía con él, empezaba a ahogarse, se faltaba el aire, no paraba de boquear y comenzó a toser de forma incontrolable. Notaba que le faltaba el aire ¿moriría así? ¿¡así!?

En ese momento Ursu se revolvió con violencia hacia atrás, notó la mano de Jace en su hombro, que le miraba con expresión algo preocupada y con el dedo sobre los labios le indicaba que guardara silencio. Había estado durmiendo y la lucha con Dargoh, esta vez, sólo había sido una pesadilla. Sin embargo, la sensación de ahogo, de falta de aire persistían y Ursu tosió un par de veces más mientras notaba una desagradable sensación de ardor en la garganta. Ojalá pudiera ver algo.

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14/12/2014, 12:55
Director

Normoh estaba arrebujado en su manta y se había echado la lona por encima. Al haberse colocado en una esquina estaría más tranquilo, pero también más alejado del fuego y el otoño, como siempre, iba a ser bastante frío y ya empezaba a demostrarlo.

Lamentaba lo que había pasado con las provisiones de la expedición, aquellos tíos habían conseguido echarlo todo a perder. Al menos él tenía una caña de pescar y si pasaban por algún riachuelo o algún estanque bien podría hacerse con algo que comer. Además, recordó con la siniestra alegría de quien tiene un secreto as en la manga. Él, bendita fuera su madre, tenía unos panes secos con higos y esa especie de tortilla seca especiada tan típica del pueblucho de Forbrag, no es que fuera mucho, pero al menos le daría para hacer un desayuno, comida y cena de un día, siempre que no tuviera que compartirlo, claro.

Con una sonrisa en la cara que nadie pudo ver, porque estaba mirando hacia una esquina Normoh se durmió apoyando la cabeza sobre su petate.

Tras lo que pareció ser nada más que unos minutos después el cazador sintió la mano de Jace en su hombro, que le indicaba que era su turno de guardia. Un poco más allá pudo ver como Ursu, el hirsuto gigantón se desperezaba entre toses.

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14/12/2014, 13:03
Director

Notas de juego

Teneís un instante para intercambiar impresiones los tres. Después de eso, pasaremos al segundo turno de la guardia.

Normoh: acabas de recuperarte de tu estado: Fatigado por el uso anterior sin descanso posterior de la dote Furia.

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14/12/2014, 13:33
Jace

La guardia ha sido tranquila, menos mal...

Repaso una última vez el perímetro del campamento, echo una rama más a la fogata, que ahora deberán mantener viva los compañeros de mi relevo... y me dispongo a despertarlos, sin demasiada rudeza pero con vehemencia. Si los guardias veteranos a veces se duermen en su turno, más vale asegurarse de que unos no profesionales estén del todo despiertos.

- Venga, arriba los dos - va de Ursu a Normoh, sacudiéndoles por el hombro y susurrando para no molestar al resto - Empieza vuestro turno, debéis estar DESPIERTOS LOS DOS, no basta con uno solo... porque cuatro ojos ven más que dos - les recuerdo - Mi guardia ha transcurrido sin incidentes, os deseo lo mismo... y podréis desperar a los Wits cuando esa estrella de allí sobrepase la línea de ese muro, visto desde donde estamos ahora.

Así que sin perder más tiempo en conversaciones inútiles, me dirijo al rincón que ocupaba Normoh, muy bien elegido... y me tiendo aprovechando que aún conserva algo de calor residual. Posiblemente el corpachón de Ursu haya sido capaz de calentar más todavía su reciente lecho, pero prefiero evitarlo, con toda esa sangre reseca encima y ese olor a rancio...

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14/12/2014, 22:15
Normoh

Y el cisne me está abrazando ahora, envolviéndome en sus alas. Qué plumas más grandes. Qué suaves, qué suaves son. Las noto a mi alrededor, acariciándo mi desnudo cuerp"Venga, arriba los dos"

Urgh. Maldita sea su... En fin, hay que levantarse. Normoh se proxima a la hoguera, todavía envuelto en su manta. Cruza un par de palabras con Jace, carraspeando. -No hay problema. Duerme tranquilo.

Se acuclilla junto a la hoguera, frente a Ursu. El grandullón se despereza. Ursu lo mira un momento, rascándose y gruñendo, la melena hecha una maraña. Normoh y él nunca han hablado mucho. Aunque, bien pensado, Normoh nunca habla mucho con nadie. Tiene la sorprendente capacidad de vivir en un pueblo de doscientos habitantes y no ser conocido más que de vista por al menos cincuenta. Sin embargo, el grandullón le cae bien; nunca se mete con nadie, trata bien a los animales y, sobre todo, no es uno de esos remilgados que se creen por encima de gente como él y su familia. Forzando al máximo sus competencias sociales, el cazador ensaya un deplorable gesto amigable. -Parece que refresca, eh?

Mira alrededor buscando algún tipo de recipiente con el que calentar un poco de agua, pero luego recuerda que no ha traído ningún té consigo ni e ha parado a buscarla en el camino. Aunque bien pensado, tampoco hay mucha agua... Eso sí que puede convertirse en un problema serio... Nadie en el grupo sabe muy bien dónde encontrarla, y es un hecho constatado que la gente empieza a tener sed mucho antes cuando no tiene agua. Debe recordar hacerse mañana con una especie de odre o cantimplora; pero no tocará nada de ese mugriento sótano, padres...

La modorra no termina de despegarse de los ojos y los miembros... Normoh echa otro trozo de tabla al fuego, que arde intensamente. Se incorpora, deja la manta en el suelo alejada del fuego y se sacude en un escalofrío.

-Voy a echar un ojo fuera y mear- dice a Ursu. -Vuelvo en dos minutos.

Notas de juego

No me alejo ni diez metros de la puerta, pero tampoco tomo ninguna precaución específica. Ups, no lo he dicho en el offtopic... mhuahuahua...

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15/12/2014, 00:32
Normoh

Urgh. Maldita sea su... En fin, hay que levantarse. Normoh se proxima a la hoguera, todavía envuelto en su manta. Cruza un par de palabras con Jace, carraspeando. - No hay problema. Duerme tranquilo.

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16/12/2014, 23:08
Director

Hobbard corría hacia Iunus, corría con toda la velocidad que tenía en las piernas, pero era como si éstas no le respondieran, como si pesaran como el metal, como si apenas pudiera levantarlas del barro. Hobbard corría hacia su hijo mientras las bestias se abalanzaban sobre él, podía verlas en el aire con las mandíbulas abiertas goteantes de saliva y con ansias de carne humana. El muchacho estaba desarmado, perdida su arma, se tapaba el cuerpo con el escudo, pero Hobbard sabía que no sería suficiente, no esta vez. Iunus comenzó a gritar. Los dientes de los perros estaban a punto de cerrarse sobre su cuello...

Hobbard volvía a correr hacia su hijo, con las piernas flácidas bajo su peso, esta vez sí que llegaría, esta vez sí...

El jefe de leñadores se revolvía en sueños en el suelo de piedra. Reviviendo una y otra vez la escena de pesadilla que había vivido, como si la misma película pasara una y otra vez antes sus ojos, como si él pudiera evitar un mal desenlace. Una y otra vez. El sueño de esa noche no iba a resultarle muy reparador...

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16/12/2014, 23:17
Director

A Velocatus le bajaba un sudor frío por la nuca. Podía notarlo caer. Y podía notar como todos los demás también lo sabían. Sabía que no debía estar allí, su lugar era otro, quizás en el suelo, tirado, en un rincón, escondido. Pero no, ya no, ya no estaba a salvo.

Velocatus estaba solo. Solo delante del conde Orbert, en el medio de su salón, tieso como un palo. Entonces el señor de Forbrag, dueño de su vida le ordenaba una vez más salir de la aldea, alejarse de los muros. Con el dedo extendido le señalaba inflexible la puerta doble de entrada. Sin embargo, la puerta estaba destrozada, vieja, sólo quedaba el bastidor y una de las dos se había salido de sus bisagras.

El conde no movió apenas los labios pero sus palabras resonaron en la cabeza de Velocatus - Puede que allí haya muchas plantas útiles - el tono de chanza era inevitable - ¡puede que incluso descubriera plantas que no conocemos! ¡Con nuevos y sorprendentes efectos! - todos los presentes se carcajearon, de pronto se dió cuenta de que estaba presente todo el pueblo.

Velocatus recorrió la multitud con los ojos y encontró a su abuela. Su bendita abuela, ella sabría como sacarle de este embrollo. La miró con ojos suplicantes pero la vieja Lana le dirijió una mirada ceñuda y antes las súplicas del joven no hizo sino fruncirse más. Las lágrimas afloraron a los ojos del muchacho y un dolor le atenazó el vientre, un dolor. ¡Qué dolor! Velocatus no pudo sino encogerse en posición fetal y quedar tumbado en medio de la sala entre las miradas agarrándose el abdomen con ambas manos mientras se lamentaba en voz baja - no, no, no, no.
 

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18/12/2014, 17:53
Ursu

Esa maldita pesadilla ha sido demasiado vívida y Ursu no consigue librarse de la sensación de ahogo y del abatimiento en que le ha dejado. Se pregunta si Dargoh podría llegar a matarle, o si él, el propio Ursu, no dudaría en quebrantar el cuello a ese bastardo llegado el momento, para defenderse. Vanas cuestiones sin ninguna importancia en las circunstancias a las que se enfrenta ahora mismo. 

Ursu agradece, con la boca aún pastosa, a Jace que lo haya despertado. Sin volver la vista atrás, Ursu se coloca frente a la hoguera, dándose unas sonoras cachetadas en las mejillas para despejarse y estar más atento a lo que pueda acontecer. El resto de la noche tendrá que convivir con el recuerdo de la pesadilla, un compañero nada bienvenido y demasiado puñetero. Menos mal que pronto se une a él Normoh, el cazador, uno de los pocos conciudadanos de Forbrag que le despierta cierta simpatía. Ursu no recuerda que jamás hayan tenido algún roce, aunque también es verdad que nunca se han dirigido la palabra. Pero la experiencia de este viaje le ha demostrado que es un hombre tan bravo como cualquier esforzado guardián. Y, por muy duro que sea, cree advertir que es un tipo afable.

No es como el frío que hay ahora dentro de Ursu. ¿Has soñado algo? ¿Has tenido alguna pesadilla? El pobre tonto Ursu sí, Ursu ha soñado algo feo y malo y ahora está de mal humor y muy inquieto. —Ésta es la respuesta de Ursu al comentario de Normoh sobre la temperatura ambiental. La expresión de su rostro es inesperadamente grave, pues si algo hay que agria el carácter del grandullón son las pesadillas, especialmente, las demasiado reales.

Tras un silencio que no llega a ser incómodo para Ursu, tan habituado como está a ello, el cazador informa que va a salir a orinar. Ursu no se mueve de su sitio, pero no pierde de vista a su compañero.

— Ve tranquilo, pero no demasiado lejos, por favor. Procuraré no quitarte el ojo de encima. Pues la noche es oscura y está llena de terrores*...

Notas de juego

* XD

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18/12/2014, 19:41
Velocatus de los Culprit

Velocatus se sentía angustiado, pero no podía por menos que esperar que toda aquello pasara de una vez y de la manera más rápida posible. Las cosas no habían ido a lo largo del viaje como había esperado, y el exterior a la aldea había resultado más inhóspito de lo esperado.

No podía creer que en tan sólo un día pudieran pasar tantas cosas malas, como si el mundo se hubiera puesto en su contra. En contra de todos. ¿Qué sentido tenía continuar, si en algo tan nimio como caminar desde la arboleda de los leñadores hasta aquellas ruinas habían perdido tanto? Él herido; Jace e Iunus con su armas principales rotas; pérdida de todo el agua y suministros.

Eso tan sólo en medio día. Si la expedición iba a durar varios días, entonces estaba claro que no tenían ninguna oportunidad. Unos simples perros y unas ratas les habían hecho todo aquello. No quería ni imaginar qué pasaría si se encontrasen con peligros de verdad. algo tan preocupante como los siervos del nigromante.

Prefirió dejar de pensar en ello, y encogerse aún más, esperar a que la oscuridad le invadiera de nuevo. A que las imágenes, las voces y el dolor desaparecieran para sumirlo una vez más en la reconfortante y calma tranquilidad.  Descansar aunque fuera un poco tragado por la más absoluta de las tinieblas...

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19/12/2014, 23:23
Director

Ursu estaba sentado delante del fuego, que había reavivado echándole unos cuantos tablones rotos más de la estantería. El gigantón se arrebujó en sus mugrientas ropas.

Normoh salió un momento al exterior de la edificación, quizás para respirar el aire frío del exterior, quizás para buscar peligros. En cualquier caso, poco tardó en volver al interior de la edificación, que a fin de cuentas y abiertas por la fachada (la puerta ni siquiera merecía tal nombre), la parte posterior (hundida en su mitad superior) y el techo (del que no quedaba ni la mitad).

Por tanto, unos minutos después mientras Normoh se tapaba hasta la cabeza con su manta y se sentaba al otro lado del fuego, enfrente de Ursu, pudo ver como éste daba cabezadas una y otra vez. Quizás había tenido una pesadilla, pero desde luego ahora volvía a estar profundamente dormido. El cazador no pudo sino chasquear la lengua con desagrado sabiendo que en breve no haría sino volver a roncar como ya hacía Hobbard e incluso Bill.

El cazador volvió la vista a uno y otro lado, contemplo como todos los miembros de la expedición estaban dormidos a su alrededor. Parpadeó un par de veces intentando desterrar el sueño que amenazaba a sus propios ojos.

- Tiradas (3)
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19/12/2014, 23:38
Director

A Jace le habían echado del pueblo, le habían expulsado. Le habían entregado todas sus pertenencias en la puerta y le habían prohibido volver. Jamás en su vida volvería a ver el interior de esa muralla que tantas veces había protegido. Casi podía ver en ese momento la siniestra sonrisa de Martin Justicar, el jefe de la guardia por fin parecía haberse librado de él.

Además, sin su lanza parecía estar perdido, la debía haber perdido o roto o quizás se la habían confiscado antes de expulsarlo, antes de desterrarlo al inhóspito exterior. No se acordaba ahora, no parecía verlo claro, no importaba, el caso era el mismo, fuera, solo, para siempre.

Y todo ¿por qué? porque había faltado a su promesa, porque no había cumplido con su trabajo, las palabras del conde Orbert Wits, resonaban una y otra vez en su cabeza - tú Jace irás con ellos y los protegerás, le protegerás - el muchacho, el niño, el nieto de la curandera, uno de los Velocatus, puesto a su cuidado y ¿qué había hecho él? nada.

Podía sentir los dientes del perro desgarrando su propio vientre, aquel perro se había arrojado sobre Vel y le habían destrozado el abdomen. El muchacho se desangraba en el suelo, en la antigua calzada. Los dientes, el muchacho muerto, el destierro, fuera, solo, para siempre.

Jace se revolvió intranquilo en sueños, el suelo, a pesar de conservar parte del calor corporal de su anterior huesped distaba mucho de ser la cama que espera a un soldado tras su turno de guardia. Aún así, el guardia, agotado, no pareció despertarse entonces. No aún.

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20/12/2014, 13:45
Normoh
Sólo para el director

Y esa estrella que parece no moverse... Normoh miró al cielo, luego a su alrededor. Por un momento pensó en cerrar los ojos un minuto, un minuto... relajarse... respirar hondo, tal vez recostarse un poquitín...

No, no. Añade otra tabla al fuego, lo mira un momento, hipnotizado, y se mueve suavemente para agitar a Ursu.