Partida Rol por web

Tus honorables palabras y acciones hacen que el hombre levante la cabeza esperanzado, solo para enfrentarse a tu maltratado rostro y cambiar su expresión a una de miedo.

-¡MONSTRUO!- el hombre cae de espaldas y se arrastra hacia atrás alejándose de ti, tras unos segundos recapacita al darse cuenta de que estas intentando ayudarle, no obstante su respuesta no cambia demasiado- Lo..lo siento pero necesito la ayuda de alguien capaz- tras esto se levanta y corre en busca de ayuda.

La demás gente en la plaza aumenta sus carcajadas.

-JAJAJAJA ,el engendro ha espantado al bufon, jajajaja

Tras alejarte de la plaza, y de las carcajadas , vas directo hacia la salida de la ciudad más cercana al bosque, dicho camino te hace pasar por una calle comercial.

Dicha calle te hace pensar unos instantes, el bosque esta a unas horas andando y debes buscar un grupo de hombres que han sido "raptados por un edificio", tal vez deberias ir preparado para pasar alli un par de días...

En pleno pensamiento una pequeña tienda se cruza en mi camino, me detengo esperando aprovisionarme para lo que pueda pasar. La mirada del tendero me hace sacar mi bolsa de dinero para que vea que no soy un mendigo y le índico que voy a volver a salir a una expedición peligrosa y necesito víveres. El dinero parece poner mi aspecto en segundo plano, lamentablemente viendo lo poco que gasto su atención hacia mi se reduce al mínimo, deduzco que quiere que compre y me vaya, pues ahuyento a la clientela. Procuro terminar con mis adquisiciones lo antes posible y marcharme al bosque, no es que me espere nada allí pero... tampoco hay nada que me retenga dentro de la ciudad...

Algunos de los mercaderes te tratan con algo más de desprecio y te das cuenta de que inflan un poco sus precios con respecto a otros clientes, no obstante no hay mucho que puedas hacer (-1MP).

Tras unas cuatro horas andando llegas al borde del bosque, donde algo por encima de los arboles llama tu atención: una estructura de piedra sobresale ligeramente, elevando arboles sobre ella..

Habiendo vivido en una cueva la mayor parte de mi vida, considero más cómodo el transito fuera de los caminos por lo que me aproximo hacia el edificio lo más recto que puedo, evitando los caminos principales; intentando ser lo más sigiloso que puedo y buscando de paso las posibles trampas que los cazadores hayan puesto para presas más jugosas que yo...

Tu acertada intuición te guia por buen camino, a lo largo del bosque encuentras un par de cepos dispuestos para cazar grandes presas, o al menos eso entiendes por su tamaño. Los esquivas con facilidad y prosigues tu camino.

En un momento dado pareces escuchar un cierto sonido proveniente del camino principal del bosque, suena algo lejos pero pareces identificar el ruido de pesadas armaduras en movimiento...

Por otro lado la estructura que viste sobresalir antes no puede estar muy lejos...

"pesadas armaduras en movimiento" Mi intuición, que hasta ahora por lo visto ha sido "acertada" me dice que las armaduras suelen llevar dentro gente a la que mi aspecto les insta a desconfiar de mi o incluso a querer matarme (por si acaso tengo algo malo)... Si quería acercarme a ese edificio sería mejor prescindir de crear conflictos con extrañas compañías por lo que opto por seguir directo hacia el edificio con el mismo modus operandi que hasta ahora.

Decides que es mas sabio esquivar el ruido y dirigirte lo más recto posible hacia el edificio misterioso, el cual alcanzas en apenas media hora.

Alli en mitad de la nada encuentras un "claro" lleno de ruinas y estatuas que se elevan sobre la tierra removida, arboles caidos y elevados por la estructuras de piedra, el lugar emana un aire sombrio que te hace sentir escalofrios....

Con solo dar un paso en aquel lugar sientes como si algo te rozara la espalda, al girarte no descubres nada, observas tu alrededor cuidadoso de peligros ocultos y de nuevo la misma sensación y el mismo giro.

Comienzas a escuchar voces...susurros en el aire que no llegas  entender, el viento sobre al pasar por las grietas piensas para mantenerte tranquilo, pero sin duda el lugar no es un sitio en el que quisieras estar demasiado tiempo...

"

Aquel claro empieza a darme escalofríos, dos posibilidades vienen a mi mente "Salir de aquel bosque y olvidarse de este edificio" o por el contrario...

Me dirijo cauteloso al interior del edificio atento a los posibles peligros que este pudiera depararme, aquel extraño inmueble rocoso guardaba ciertas similitudes con las cuevas donde se crió y sus ojos aun recordaban como adaptarse a la escasa luminosidad ambiental, lo cual le hacia pensar en lo absurdo que había sido comprar antorchas. Sin embargo, aquellos etéreos murmullos eran diferentes al recuerdo del rumor del viento siseando por las cavidades de las grutas, ese hecho le ponía de los nervios... 

Aun atento a posibles trampas, decido buscar alguna pista en el suelo o las paredes que me indique por dónde podría seguir investigando.

Comienzas a andar por el oscuro pasillo que se alarga ante ti, comienzas viendo perfectamente las frias paredes de piedra que te guian en una única dirección. Avanzas y avanzas lo que parecen unos minutos, por algun motivo tus acostumbrados ojos ven cada vez menos, pero lo que más te preocupa es que el edificio no parecía tan largo como el trayecto que llevas andando. Ambos factores hacen que quieras darte la vuelta pero continuas, hasta que quedas finalmente a oscuras...

Avanza aun más guiandote con la mano en la pared lo que parece una eternidad, hasta que a lo lejos ves una pequeña luz hacia la cual no puedes evitar correr. Al salir de la fría oscuridad que tanto sueles apreciar te ves un sitio...inesperado.

Se trata de una sala hexagonal, con paredes decoradas con estatuas similares a las de la entrada al lugar, per estas guardan un diferencia, debajo de cada una hay un ataud de piedra*.En cada pared existe un espejo que apunta al centro de la sala donde 6 ataudes ,bastante más voluminosos y ornamentados que los demás, se disponen como apuntando a un espejo cada uno.

Sin entender como es posible, tu te hayas en el centro de la sala, sin ver ni rastro del camino por el que has entrado...

Sin moverme del sitio intento advertir posibles trampas activables... A la vez intento fijarme en ver si hay algo escrito en las tumbas y si en los espejos se ve algo reflejado desde mi posición (incluido mi propio reflejo).

Los ataúdes cercanos, a pesar de estar repletos de detalles decorativos, cubiertos de plata, oro y otros metales preciosos no poseen nada que te de una pista. Pero todos poseen una placa vacia, donde habitualmente estaría el nombre del difunto.

Los espejos están lo suficiente lejos del centro como para no poder distinguir con exactitud que se haya en su reflejo, no obstante te parece verte reflejado, aunque el fondo de cada uno…parece distinto en cada espejo…

En el suelo unas palabras están escritas formando un ciruclo alrededor del lugar donde has aparecido:

“Mirate a ti mismo, encuentra tu verdadero yo y ábrete paso a través de la oscuridad para alcanzar el verdadero camino”

"Mi verdadero yo"... "¿Se referirá a la persona que cada uno estamos destinados a ser? El amo Gaius-Lucius Agrippa decía que es algo que un hombre debe buscar a lo largo de toda su vida... Yo apenas llevo unos días siendo hombre libre para buscar mi propio camino. No se si quiera si podría identificar a mi verdadero yo si lo tuviera delante ya que no se si quiera quien querría llegar a ser..." Salgo del circulo con cuidado y me aproximo lo suficiente a uno de los espejos para observar qué es lo que se ve exactamente en ellos, tras eso repito la acción rodeando la sala mirando en cada uno...

Cuando te acercas al primer espejo, te observas a ti mismo reflejado, no obstante el fondo del espejo, que debería reflejar la sala tras de ti, muestra algo completamente distinto:

Una llanura empapada en sangre hasta donde alcanza la vista, cientos de personas de todas las edades y etnias que conoces son sometidas a brutales torturas y trabajos extenuantes. Sangrientas batallas desatan siembran victimas  e su paso mientras la gente muere de hambre en mitad del caos. Algunas de las imágenes son tan grotescas que te ves obligado a apartar la vista hacia el suelo mientras tapas tu boca para obligarte a  no echar el desayuno…

Mientras te esfuerzas por no vomitar, comienzas a imaginarte el olor a sangre y los gritos de los torturados, en tu cabeza se hacen cada vez más nítidos hasta un punto excesivamente realista….Cuando vuelves a levantar la cabeza, entiendes por que: lo que muestra el espejo ahora es a ti mismo en la habitación de los sarcófagos y al darte la vuelta te hayas en la llanura, en medio del horror que hacia unos segundos habías contemplado…

En medio de dicho infierno, un hombre descomunalmente gordo se sienta en un trono de oro, riendo, rodeado de festines y esclavas obligadas a satisfacer sus oscuras perversiones. El hombre parece más feliz cuanto más padecen los demás.

En medio de los gritos de agonía escuchas un susurro en el aire, proveniente de todos los lugares y de ninguno al mismo tiempo:

-Tu que te hayas en busca del camino, los deseos y avaricia de unos pocos traen miseria y desesperación al resto del mundo, guerras, esclavitud, hambrunas y otras tragedias son traídas al mundo solo para que unos pocos se beneficien mientras observan desde lo alto, tu que te hayas perdido, ¿Aceptas el destino de ser aplastado bajo el yugo de otros o deseas luchar para romper la cadena de injusticias?

Al tiempo que sus palabras acaban te percatas de que tu daga esta en tu mano….

"He vivido en la miseria que ahora asola a esta gente, soporté este calvario en mis propias carnes pensando que era mi destino, pensando que esto era lo que debía ser y lo que se esperaba de mi... solía mentirme a mi mismo diciéndome que en la rebelión solo había castigos aún peores pero... ahora que he experimentado la libertad no hay nada peor que puedan hacerme que volverme a encadenar. Estoy seguro que estas gentes no lo ven así. Ven a su amo como el omnipotente dueño de sus vidas, como yo veía a mi amo antes. Gaius-Lucius Agrippa me crió, me educó, me dio una vida fuera de mi cueva solo para poder servirle mejor. Como quien compra una mascota y la amaestra para dar traerle los zapatos. Siempre pensé que este tipo de castigos eran ligados a mi mal comportamiento. Por intentar hacer lo mismo que los otros teniendo mi aspecto... ahora veo que estaba equivocado. Los castigos no los recibía solo yo, todos los esclavos son victimas de sus propias cadenas... y necesitan desesperádamente una daga que luche por ellos."

Creyendo que todo esto es una visión propia de la búsqueda que todo hombre tiene que hacer en la vida. Lépidus bordea la llanura sigilosamente, no se molesta en esconder su presencia pero sabe que a un amo nunca se le vence de frente, y se dirige directamente hacia el señor del trono...

El mundo a tu alrededor parece ignorarte al principio pero a medida que te acercas al amo y tu determinación se hace más fuerte, las miradas de las almas en pena se giran poco a poco hacia ti, en silencio, como observando un pequeño atisbo de esperanza en ti.

Finalmente llegas al lado del amo, este parece ignorarte por completo, desde su espalda lo observas unos instantes antes de atravesar su garganta con tu daga.

-¡¡¡Las personas no somos propiedades, nuestra libertad es nuestra más valiosa pertenencia y no deberiais entregarselas a nadie, aun a riesgo de mi vida, no pienso dejar encadenar nunca más!!!- En un arrebato, tu personalidad timida se esconde y un hombre lleno de confianza grita hacia los ojos brillantes de las gentes liberadas del yugo opresor de su amo.

Como si nada hubiera ocurrido te encuentras de nuevo en la sala de espejos, y ante tus ojos el espejo que mostraba el horror ahora no es más que un espejo normal que te muestra a ti y a la sala.

Al darte la vuelta el sarcofago frente al espejo muestra en la placa unas palabras luminosas en un idioma que no comprendes...

Aun con la adrenalina disparada por ajusticiar al sangriento amo del espejo, Lépidus intenta mirar a su alrededor y calmarse... Las runas inteligibles incandescentes parecen centrar su mente y tranquilizar su respiración. Cuidadoso y algo incrédulo por todo lo que está pasando acerca la mano lentamente a la placa hasta tocarla... espera un momento antes de darse cuenta que aquello es un acto carente de sentido. Decide encaminarse entonces al espejo contiguo de la izquierda armándose de valor para lo que pudiera encontrar...

El siguiente espejo te situa en un pasillo, a un lado un vacío intraspasable, al otro una puerta cierra el paso.

"Tu que te hayas perdido y sin camino, la vida a veces es traicionera y nos presenta pruebas que la simple fuerza no puede resolver, tu que buscas el camino dime ¿que lado de la puerta posee más espiritus grabados en ella "Izquierda" o " Derecha"?.

Piensas unos segundos la respuesta: "La izquierda claramente, pero su izquierda y mi izquierda no coinciden entonces seria su derecha, pero mi izquierda pero...." Le das la espalda a la puerta y situas los dedos simulando las figuras en la pared:

-Ahora sería la derecha de ambos, es decir tu derecha..

Con tus palabras la puerta ahora a tus espaldas comienza a abrirse y con un pequeño resplandor ahora te hayas de nuevo en la sala de espejos, donde el mismo fenomeno de runas se presenta en otro sarcofago.

Empiezas a sentirte algo más confiado y te diriges al siguiente espejo donde ya acostumbrado eres transportado a un pequeño coliseo, la audiencia grita con alegría festejando el próximo combate, donde por desgracia tu pareces ser uno de los participantes.

"Alma perdida dime,¿ tienes la fuerza necesaria para lograr tus metas?"

Ante ti se presenta tu contrincante, blandiendo una enorme hacha ni siquiera te dedica unas palabras al aparecer...

Los amos nos obligaban a veces a pelear entre nosotros. Pero es diferente a pelear contra otros... No obstante después de lo que he visto no creo que este hombre sea... Eso un hombre.
Intentando despejar las dudas, mentalizándose de que si fuera un hombre estaría allí por propia voluntad decide contestar a la voz ¿Tu eres quién probará mi fuerza?
tras la escasa respuesta se lanza al combate daga en mano