Partida Rol por web

El guerrero se detiene, odia tener que dejar la persecución de aquel cobarde pero no hay otro camino, es evidente que aquello es una trampa sin embargo... Maldito, ya te encontrare... Vamos Da... Ner, salgamos de aquí y vamos a donde nos dijo el valiente...

Detenidos en mitad de la plaza, vuestro cuerpo se convierte na la principal fuente de atención, y en apenas unos segundos, sentís como varias decenas de pares de ojos os analizan y observan detenidamente. Algunos, más osados, se atreven a acercarse con una mano extendida mientras de sus labios escapan suplicas y ruegos para recibir algo de cobre, pero en su mayoría se mantienen a distancia, recelosos de vuestra presencia y la formas de vuestra aparición, a plena carrera.

Vamos, no quiero tener que comenzar a patear traseros...Susurra a Daenerys. Haber, quien es el líder de esta gente??? Pregunta en voz alta el guerrero mientras avanza de regreso...

Pero..., mi voz queda interrumpida por la bravuconada de mi amado, nuevamente me limito a observar el entorno por si sus palabras "hiriesen" los sentimientos de alguno de los presente, mientras apoyo mi mano en su hombro murmurando unas leves palabras dejando fluir mi poder.

Ante la pregunta, en voz alta, del guerrero, no son pocos los murmullos que se alzan a vuestro alrededor, pero ninguno de los indigentes presente osa alzar una palabra lo suficientemente alta como para ser oída por vosotros.

Y es entonces, cuando, y una vez las palabras de la clérigo liberan su poder, que el crío, mudo, de antes hace su aparición, acercándose al guerrero con la cabeza baja. En silencio, se sitúa frente a ambos, y como quien guía a un rebaño, camina lentamente hacia una de las calles, esperando, al parecer, que ambos le sigáis.

El guerrero se encoge de hombro al tiempo que sigue al muchacho pero antes de abandonar la plaza saca algunas monedas y nuevamente antes de retirase las muestra. Aquí hay 10 monedas, que se acerque quien las pueda repartir, pero hay de aquel que intente aprovecharse y robar al resto, esto es para todos... Enseguida espera a que se acerquen algunos aun que ya se imagina lo que ha de suceder...

Veo al crío por el que todo empezó acercarse a nosotros nuevamente, me alegro francamente al comprobar que está en buen estado y le sonrío con dulzura, parece que quiere que le sigamos; aunque mis palabras quedan en el aire pues Zenram ya ha empezado a caminar tras él.

Nuevamente la forma de actuar de mi amado me sorprende sacando las monedas para repartirlas entre los necesitados que allí abundan sintiendo una gran admiración por ello.

El gesto del guerrero, mostrando y regalando diez preciadas piezas de oro, logra que la mayor parte de los indigentes sonría y pierda el temor, e incluso varios, más osados, se adelantan dispuestos a llevar a cabo el reparto, el cual parece realizarse adecuadamente según la advertencia de Zenram.

Gracias.. muchas gracias... gracias....Que Aelyn sea contigo... Que Aelyn te lo pague... Gracias - oís, mientras os alejáis, en un coro de voces, todas ellas destilando una alegría que sin duda hacia tiempo que no expresaban.

Siguiendo los pasos del crío, abandonáis la revuelta plaza, ahora plagada de gente con oro para comer, y os adentráis en una de las callejuelas, la primera de varias antes de que, al fin, tras un rato de silenciosa marcha, alcancéis vuestro objetivo, situado en el callejón más oscuro y estrecho que hayáis visitado de todo el barrio.

El niño, alza su mano, y estirando uno de sus dedos, señala el roñoso letrero que asoma po encima de la pequeña puerta de madera de la cual escapa un sonoro jolgorio de voces. Con resto de tintura negra, podeis alcanzar a leer las palabras: La Termita.

Seguimos al pequeño por los oscuros callejones y algo me dice que esta vez no nos llevan a ninguna trampa, avanzo tranquilamente tras él hasta llegar a nuestro destino que no se hace mucho de esperar.

Parado ante una puerta nos señala el letrero de encima "la termita", me acuclillo enfrente del pequeño dándole un suave beso en la mejilla, gracias, le digo volviendo a arremolinarle el cabello y sonriéndole, si quieres comer algo seguro que el fuertote este de aquí nos invita a cenar, yo lo haría pero me he quedado sin monedas, así que como tu quieras.

Bueno pues parece que nos ha traído a una posada, pero antes... El guerrero se pone en cuclillas para estar lo mas cerca posible del rostro del muchacho y le pregunta casi al oído... Haz oído hablar de Jelani y Stern?... El guerrero espera un gesto afirmativo... Te parece que Stern es tan malo como Jelani?

Ante el beso de Daenerys, el niño sonrie con timidez, y todo y la mugre que cubre sus rostro, se puede observar como sus mejillas se sonrojan ligeramente. Feliz, pues así lo parece, el crio vuelve a sonreir antes de volverse hacia el grandullón para escuchar sus preguntas.

Por dos veces, una tras la otra, y solo las palabras de Zenram entre ellas, el crío asiente con firmeza...

El guerrero asiente al tiempo que remueve el cabello del crío, juguetón. Como lo pensaba, si queremos llevar todo esto a algo más que una venganza debemos encontrar la manera de derribar a los dos tyranos de la ciudad pero... Habrá alguien que pueda tomar las riendas de este lugar podrido y recuperar la esperanza que pueda haber en él... Vamos, entremos y veamos a donde nos ha traído el pequeño..

Con la decisión tomada, y tras ofrecer al crío un gesto cariñoso similar al de Daenerys, el guerrero se encamina a la puerta que da acceso a la taberna, seguido bien, bien de cerca, por su amada. El niño, por su parte, decide quedarse donde está, lugar desde el cual os observa abrir la puerta del local...

Una vez abris la puerta, los ruidos y el griterío, al parecer contenido por la madera, se liberan completamente, y al igual que el caudal de un rio al alcanzar una catarata, se abalanza sobre vosotros, golpeando vuestro tímpanos con tanto fuerza como el intenso olor a sudor y alcohol proveniente de las muchas personas reunidas en tan reducido lugar. La Termita parece ser una pequeña taberna compuesta por una única sala que parece abastecerse de todo el espacio disponible del local, y tan solo un puñado de pequeñas mesas, y muchas sillas y taburetes en comparación, abarrotan el espacio, limitado por un vieja y sucia barra a mano izquierda, tras la cual, y con el mismo aspecto, es custodiada por un tabernero humano de aspecto poco amable. Varias docenas de personas, muchas dado los pies disponibles, beben, gritan y ríen, y tan solo cuando advierten vuestra presencia, callan lentamente para observaros decidir si entrais o no...

El guerrero entra en la taberna como si lo mas normal y se dirige acompañado de la drow hasta la barra donde busca un asiento...

Con naturalidad, el guerrero se adentra en la taberna, seguido de cerca por Dae, y insistentemente observado por la clientela presente, así como el tabernero, logra alcanzar la barra, donde consigue hacer un hueco para ambos. La gente, guarda silencio durante unos segundos más, y acto seguido, abandona su escrutinio y deciden retomar sus gritos y risas, al parecer ya no tan interesados en vosotros.

Y bien, ¿que queréis beber? - os pregunta el tabernero, sin mucha educación y con un tono de voz tan desagradable como su olor o aspecto.

Que se te antoja Ner?

Una cerveza, respondo al posadero con voz neutra sin querer ni aparentar ser simpática, mientras observo al gentío que frecuenta la taberna.

Lo mismo...

Bien. - os responde, con intensa sequedad, el tabernero, solo un momento ante sde serviros las bebidas en dos jarras que no gozan del privilegio de ser las más limpias.

Tras serviros, el hombre os ignora por completo, y sin más que deciros, se aleja al otro lado de la barra, donde se une a la conversación de los tipos allí sentados.

Aprovechando el momento, y mientras decidís si beber o no de la sucia jarra, vuestras miradas recorren el local y los presentes, logrando que todos ellos llamen vuestra atención, principalmente por su peligrosa impresión. La mayoría van armados hasta los dientes, y aunque quizás estos no visten de forma ostentosa, no portan prendas rotas o andrajosas como lo hacen unos pocos, que sin duda no parecen ser de la misma calaña. Es como si en el local hubiera dos, no, tres tipos de clientela. Una, la mencionada, dos varios hombres aspecto sucio y ruin, y seguramente demasiado borrachos para hablar con propiedad y tres, vosotros.

Tras el análisis de la clientela, vuestra mirada es incapaz de obviar la única puerta existente, además de la entrada, y la cual está tras la barra, justo en el lugar donde el tabernero conversa con varios tipos.

El guerrero esta acostumbrado a tomar de todo así que ingiere la bebida sin mayores problemas, con su mirada ya ha recorrido todo el local preparando un posible combate, no por que lo busque, sino por que sabe que aveces es inevitable. Enseguida murmura por lo bajo a Daenerys. Si hay problemas corre hasta la plaza... Luego habla de modo que la mayoría pueda escucharle. Pues como lo oyes, que el maldito de Ben le ha dado por matar a su compañero por unas monedas, le clavo dos de sus dagas, pero ya te digo que cuando le ponga las manos encima a ese traidor le voy a separar la cabeza del cuello!!!