Partida Rol por web

De alguna manera Baern disfrutó el viaje. Fueron algunos días de caminar en la fría tundra sin que nada ni nadie los amenazara. Un cambio agradable. Sin embargo, de alguna manera el guerrero se empezaba a aburrir. No estaba hecho para la tranquilidad, por lo que cuando llegaron a la costa se volvió hacia el líder del grupo con la esperanza de que el compartiera sus ansias de usar los músculos de sus brazos, además de los de sus piernas que no habían descansado durante la marcha

- Podríamos cazar algunas focas, la carne es aceitosa, pero sería carne fresca - propuso - Y sería una buena forma de prepararnos para lo que debamos hacer a continuación. Seguramente nos servirá para... algo - finalizó sin demasiadas ideas. Lo cierto es que, por lo menos en su caso, el motivo era simplemente el placer de la caza.

- Disculpe Maese Barduran. ¿Me permite echarle un vistazo a esos pergaminos?

Inquiere el mago tímidamente.

Para algunos druidas el bosque era su vida, pero para Ingrid lo más parecido al hogar era aquella vasta inmensidad blanca de hielo duro, viento glacial y nieve espesa. La mujer albina acarició la cabeza de Suka de manera inconsciente, inspiró profundamente con los ojos cerrados y dejó que su mente vagase libre durante unos segundos. Luego escuchó el comentario de Baern y su escandalizado espíritu regresó de inmediato a la tierra que pisaban.

-¿Cazar focas? ¡Ni hablar! Sólo cuando lo necesitemos... y si no hay nada mejor. Apuesto a que surge cualquier sorpresa a la que le parecemos nosotros la mejor de las cenas. Cuando acabemos con ella, puedes comértela.

- Bueno... - el hombretón, repentinamente se vio acobardado por la reacción de su compañera - Solo digo de cazar una sola. Y para comer - trato de explicarse - Acaso no quisieras olvidar, aunque sea por un día esas raciones que estamos comiendo? -

Tras pensarlo un poco agregó - Y reconozco que no es la carne que más me gusta, es demasiado aceitosa, pero si no hay algún animal de mejor carne no entiendo porque no podemos alimentarnos, por una vez, con carne fresca? -

- Las focas son animales inteligentes, una vez canté en una playa frente a un público formado solo por focas que me miraban atentamente. Si hay alguna alternativa, como pescar, la preferiría.

Fenestir saboreaba cada bocanada de aire frío , esta en su terreno , nievo , hielo y frío , por fin algo que le recordaba a su casa , esa civilización esta bien para un rato y para divertirse en sus apestosas tabernas , pero una noche estrellada en medio de la tundra helada es algo insuperable ... bueno se le ocurría alguna forma de mejorarla pero no era el momento de pensar en eso .

La conversación sobre las focas le interesaba ... yo si es por comer carne fresca la cazaría gustosa , hace días que no comemos algo bueno de verdad , solo comida "civilizada" y sin sustancia .

Helden mira al horizonte y atisba a lo lejos su hogar. Una de tranquilidad recorre su cuerpo.

Por fin estamos en casa. Lo que nos aguarda a partir de aqui son algunas fieras. 

Siguiendo las indicaciones de Mallon, alcanzáis una zona cercana a la casa del Maestro Karsten.

- Por aquí...- os indica tímidamente el mago.

Alcanzáis una zona escarpada y sólo hay un peligroso e inclinado paso rocoso y resbaladizo hacia la playa donde se encuentra la residencia de Karsten, por donde no podréis pasar fácilmente.

Al acercaros, oís los típicos sonidos de un combate mágico y otros guturales que no podéis identificar, pero pronto véis de qué se trata: Tres gigantes de hielo están lanzando grandes rocas a la casa. Cinco aprendices yacen muertos alrededor de la residencia y un total de ocho más huyen hacia  la parte trasera de la casa para intentar salvar sus vidas.

Una voz varonil y es preceptible desde dentro de la casa, aunque a esta distancia no podéis distinguir las palabras.

- Supongo que deberemos ayudar - comenta, serio, Baern, olvidándose al instante de la conversación respecto a las focas - Demasiados días de tranquilidad - añade asi sin pensar, meneando la cabeza, mientras mira el lugar, tratando de identificar alguna forma de descender que no sea el paso entre las rocas

-¡Rápido! Debemos ayudarles antes de que esos tres energúmenos acaben con todos--azuza Ingrid a los bárbaros de la escarcha en cuanto se percata de la situación.

La joven todavia estaba absorta disfrutando del "magnifico" clima de su tierra cuando la sorprende el ruido de la lucha ... por eso no es ni por asomo ni la mitad de rápida que es habitualmente y tarda mucho en reaccionar.

Si ese es nuestro destino deberemos apresurarnos antes que lo destrocen . Dice la joven que parece poco preocupada por tres gigantes de hielo .

-¡Suka, defiende al mago!--ordena Ingrid a la loba mientras señala al semielfo para que el animal no tenga duda alguna.

Luego la bárbara de la escarcha comienza a retorcerse sobre sí misma en ángulos imposibles hasta que por fin se transforma en una majestuosa águila de plumaje blanco y mirada inteligente que enseguida se eleva rauda a los cielos.

Stumred no se la jugo y avanzo a la carrera hasta donde pudiera llegar.

Con su hacha en la mano y su escudo preparado avanzo por las heladas tierras como alma que lleva el diablo

Vamos a que esperaís!

Una invitacion en Arallu!