Sabrala estaba segura de haber oído aquel nombre antes, aunque no recordaba ni como ni cuando.
Motivo: Rumorología
Tirada: 1d20
Resultado: 15(+12)=27
Vagamente te viene a la memoria que podría tratarse de un mago elfo, posiblemente de Nyrondia.
- No llegué a conocer a tu amigo, y seguramente no pueda nunca tener un vínculo contigo como el que él tenía. Pero me encantaría que nos acompañases, yo cuidaré de ti y tú cuidarás de mí. Esta gente que me acompaña tiene buen corazón, te sentirás a gusto con nosotros. Supongo que nunca podremos llenar su vacío, pero lo haremos lo mejor que podamos.
La criatura comienza a revolotear y a agitar sus alas con enrgía, mirando eso sí a Suka con más curiosidad que miedo.
El pseudodragon te transmite buenas y alegres sensaciones. Está dispuesto a acompañarte y dirías que embelesado con tu persona.
Me gustaría oírte cantar, debes tener una voz preciosa.
Realmente te sientes cómoda con todo lo que te transmite la criatura..
Chicos atentos por si apareciera quien daño al dragón. ¿Sabemos algo Sabrala?
A ver quer nos cuenta
- ¿Puedes decirme como ta llamas? Mi nombre es Sabrala.
¡Sííí! ¡Mi nombre es Keldris! ¿Querrás ser mi amiga Sabrala?
El pseudodragón parece contento y trata de revolotear alrededor tuyo como si buscara caricias.
- Compañeros, este es Keldris, ha perdido a su mejor amigo Kalendrin, va a ser mi amigo y espero que también el vuestro, y a partir de ahora nos acompañará. Me ha pedido que le cante algo, y eso haré ahora, después podremos seguir descansando y seguiremos hablando para que nos cuente qué le ha pasado.
Sabrala acarició al pseudodragón, si tenía alguna reserva sobre él, era imposible de saber.
Después comenzó una simple y suave canción popular, de sencilla y tierna melodía.
Algo cansado después de colocarse, a las apuradas, su armadura, Baern observa a la bardo y al pequeño dragón - Sabrala, sabemos y confiamos en vuestras habilidades, pero esa criatu... digo... Kedris parece un dragón. Estáis segura de que no es peligroso? -
Tras pensarlo un momento agrega - Y quien es Kalendrin? Otro dragón? -
Fenestir no era experta en animales y mucho menos en lagartos o dragones pero confiaba en la joven y si ella decía que todo estaba bien era suficiente.
Desde luego esperaba que el amigo que buscaba entendiese que no habían sido ellos los que habían herido al pequeño.
El pequeño pseudodragón empieza a dar vueltas alrededor de Sabrala mientras esta entona una suave melodía. Después se acomoda en su regazo y comienza a parpadear rápidamente hasta quedarse dormido. Parece que ha hecho buenas migas con la semielfa.
Los magos habían contemplado la escena en silencio y dejando que Sabrala tuviera todo el protagonismo, pero al oír el nombre de Kalendrin, Mallon se acercó a susurrarle algo a Karasten.
Kalendrin... - dice intentando recordar -. ¿No era ese el nombre de aquel famoso mago Nyrondés? Me pregunto qué habrá sido de él.
Karasten asiente con un claro gesto de preocupación. Si Keldris era el familiar de Kalendrin sólo podía significar que algo horrible le había pasado a aquel mago.
No va a pasar nada más durante la noche, podemos seguir a partir de la mañana siguiente si no tenéis nada más que decir.
Ingrid escucha el comentario de Mallon, pero no comenta nada al respecto.
-Es curioso. ¡Cuánta coincidencia!
Como se encontraban en la última guardia, la druida albina prepara el desayuno de sus compañeros y luego se separa unos metros del grupo para sentarse con Suka junto a un viejo árbol desde el que elevar sus rezos diarios a Elhonna.
- Mañana le preguntaré, pero supongo que habrá muerto...
Sturm sintiéndose alegre ante la recuperación de la pequeña lagartija saco de su bolsa de provisiones un poco de cecina y se la ofreció al pequeño como alimento. Toma pequeño! Te hará bien.
Fenestir escucho como todos el comentario , y lo que significaba . Venga acabemos la noche y mañana que Sabrala pregunte . Si creeis que puede ser útil para nuestra misión buscar a su amigo , lo pensaremos comenta con su habitual rudeza .
Descansemos si. Nos merecemos reponer fuerzas.
Helden vuelve a acomodarse en su saco y cierra los ojos un poco.
- En fin - todavía sin entender demasiado que es lo que está pasando. Baern, una vez que termina de colocarse la armadura, comienza con el laborioso trabajo de sacársela nuevamente.
- Podría haber llegado de día, así no nos interrumpía el sueño - se lo escucha farfullar, más molesto con su propia armadura que con la situación - Y encima ahora tenemos que buscar a ese... - repentinamente se da cuenta de lo que acaba de escuchar - No lo puedo creer! Otro mago más! Como si con dos no nos alcanzara! -
Mallon se encoge ante los gritos de Baern, como si de un momento a otro le fuera a propinar un guantazo por el simple hecho de ser un practicante de la magia arcana.
Aunque el semielfo estaba llegando a comprender la psique del bravo guerrero, aún no tenía la confianza suficiente como para asegurar que jamás le haría ningún daño.
El semielfo dejó su libro de conjuros con el resto de su equipo y se propuso intentar descansar lo mejor posible.