Partida Rol por web

- ¿Sabiduría? -Lis suelta una risa- ¡Que va! Simplemente la experiencia de correr mucho por muchos arroyos. Vamos a llevar estas cosas a vuestra posada antes de que Kastor se enfurruñe. Por cierto Kastor, tienes que cargar tú con casi todo que eres el más fuerte.

Lis comenzó a apilar una cosa sobre otra sobre el enano hasta dejarlo medio-enterrado, hasta que con una risa sacó buena parte de lo que había puesto para buscar un reparto más justo.

El enano observa mientras los dos seres, de razas distintas a la suya, se bañan en conjunto en el rio y trata de mantenerse apartado, sin demasiado éxito de las salpicaduras - Pero... Que... - finalmente, enfunfurruñado opta por mantenerse aún mas lejos del agua. No quiere sacar sus hachas ante la "agresión" del muchacho, pero tampoco permitir que esta se repita.

Finalmente, cuando Kastor ya se estaba planteando volver a su habitación, deciden salir y el jovencito comienza a cargarlo con el equipamiento que ha rescatado del agua. El enano exiendo los brazos e intenta sostener todo en equilibrio, mientras sus piernas, firmes como troncos aguantan el peso. Claro que no resulta sencillo mantener el equilibrio con tanta cosas sobre los brazos y poco a poco el enano se comienza a tambalear - Yo puedo! - escuchan su ronca voz bajo la pila de armaduras hasta que el druida saca algunas y le permite moverse con más soltura

Contra todo pronóstico, el achaparrado bárbaro se ha vuelto a poner de mal humor - Es que no crees que pueda llevar esos pocos objetos - le pregunta al druida - Acaso crees que soy un debilucho? Es que no sabes de lo que podemos cargar los enanos? Bah! Parece que, después de todo, no eres tan sabio -

Manteniendo su malhumor termina dirigiéndose a los establos, con el objeto de dejar estas armaduras junto con las otras - Ya se ocupará Rhianna de vender todo - les aclara a quienes lo acompañan - Yo me voy a dormir así mañana compro ese carro. Y supongo que también un burro. Será menos cobarde que ese caballo de Asoith que siempre nos trae problemas -

- ¡Eh Kastor, no te enfades! -exclama Lis- Sé que podías, pero hubiese sido de mal amigo por tu parte llevar todo mientras yo no llevaba nada... no te creía tan... acaparador.

Con la tranquilidad ofrecida por la noche y sin más gente en la calle que vosotros mismos, conducís el equipo rescatado a la taberna, con ganas de recibir el merecido descanso que allí os espera (excepto a Lis, que nunca sabe a ciencia cierta donde dormirá cada día).
Krellin no parece muy contento cuando Witzzy entra mojada a la posada, a pesar de que únicamente gotea su pelo, pero no dice nada.

Tras el sabroso y abundante desayuno (todo lo que puedes pedirle a una comida), llega el momento de ponerse en marcha. Casi todos tus compañeros ya han salido a hacer sus encargos mientras apurabas la comida, pero ya ha llegado el tiempo de comprar el carro prometido.

Tras el sabroso y abundante desayuno, llega el momento de ponerse en marcha. En la taberna únicamente queda Kastor apurando la comida y puesto que ya estás lista para ir de compras, solo te queda decidir dónde.

Dispongo de varios pergaminos hechos por mí mismo a la venta, que sirven para financiar las construcciones del templo, además del servicio a los fieles.
Útiles para restablecer heridas naturales y mágicas, disipadores y útiles para resistir el frío, fuego...- enumera el sacerdote mientras te muestra varios rollos- Estoy seguro de que Rianna podrá leerlos con facilidad. Pero nada de redomas, aún no he aprendido a fabricarlas y las escasas que tengo son para momentos de mucha urgencia.- Te comenta- Aunque Ararthel, el druida que vive en el bosque al otro lado del río sí que las fabrica, si eso es lo que buscas.

Soranna revisa el equipo como una experta, haciendo anotaciones a las palabras de Rianna: No creo que puedan usarlo. Pesada e incómoda.

- Bien. Me interesan las espadas largas, media docena de cotas de mallas, la armadura de cuero y el escudo pequeño.- comenta la capitana- No creo que de momento necesitemos más, o podamos permitírnoslo. Puedo ofreceros algo de magia: un par de pociones curativas menores y otro par de grado mayor; dos más aumentadoras de fuerza y 500 piezas de oro. ¿Os parece bien?- pregunta.- No puedo responder por Sertieren o Derny, y menos por sus bienes pues no sé qué podrán ofreceros, tendréis que negociar con ellos.

El enano termina su suculento desayuno y tras un educado erupto de placer se prepara a comenzar el día. Por suerte ha tomado algunas monedas de lo que encontraron en la cabaña y con ellas se siente listo para enfrentar la complicada (para el) tarea de negociar por un carro.

-Estaré en los establos - fue su comentario al ver que la elfa salía a comprar su vestido y antes de atacar el segundo plato de estofado.

Kastor, tras verificar que "Rojo" y "Negro" han terminado sus cuencos de leche y los huesos que el amable posadero les a provisto, se levanta de la incómoda silla Porque siempre las hacen tan altas y sale de la posada.

Con calma, con el paso firme que le han brindado sus años de batallar a los trasgoides, cruza la plaza y se dirige a los establos. Ya ha estado allí anoche para dejar las armaduras que el curioso joven a rescatado del agua, así que los encuentra con facilidad.

Al acercarse busca a la tal Delora con la vista y finaliza con un sonoro aplauso en la puerta del negocio - Hola Buen día. Hay alguien aquí? - pregunta desde la puerta, esperando encontrar a la dueña y que esta pueda ayudarle a resolver el problema de transporte del futuro botín.

Kastor , espera que voy contigo pero antes me gustaria pasar a comprar un traje nuevo que este esta muy viejo y ya no puedo ni remendarlo , así que si no te importa paramos primero y compramos un traje y unas botas nuevas ... anda se bueno y no pongas esa cara que te prometo que no tardo nada y te acompaño a comprar el burro y el carro . Dice Witzzy al enano antes que este salga a comprar el carro y el burro .

Antes de salir , se da cuenta que no saben donde tienen que ir ...

Kastor espera preguntemos primero donde compramos el carro y el burro , que la ropa la compraremso en Provisiones Sterrel .

-De acuerdo entonces, Soranna. Si no te interesa nada más, supongo que podemos dejarlo así. Hablaré yo misma con Derny y Sertieren... las bendiciones de Yergal sean contigo al usar estos objetos, soldado.- hace un breve gesto religioso Rianna, tras cerrar el trato con un leve apretón de manos.

Una vez han descargado el material y han comenzado a alejarse, la clérigo se gira hacia Meleghost y comenta:

-Bueno, supongo que no podíamos sacar más de ellos. Pasémonos por el templo. Tal vez a Derny le interese alguna de las cosas, a cambio de unos cuantos bálsamos como el que me regaló.- se le ocurre a la mujer repentinamente, comenzando a guiar al caballo hacia el templo.

Meleghost se despide de la capitana con una ligera reverencia.

-Grasias por vuestra aportasión a la causa, Soranna--saluda el conjurador colocándose rápidamente junto a Rianna para ayudarla a descargar el material requerido por la guerrera. Sin embargo, un inoportuno traspiés hace que termine cayendo bajo las patas del corcel.

-¡Mierda! Tenía que pasarme presisamente ahora...

Una vez que ya se han alejado del lugar y la sacerdotisa de Yergal propone continuar el paseo comercial yendo al Templo de Ilmater, el mago halruaano asiente sonriendo:

-Sí, he de reconoser que has conseguido un buen trato. Estoy seguro de que la joven no podía darnos más de lo que nos ha dado.

-La verdad es que es una suerte contar contigo para las relasiones sosiales, Rianna. Tú siempre logras engatusar a la gente para llevarte el gato al agua, ji, ji, ji--comenta alegremente el pequeño humano a modo de cumplido, aunque no haya empleado con acierto sus palabras y deje escapar finalmente una de sus desagradables y molestas risillas.

El establo tiene varias bestias de carga, tres de ellos (ligeros) por un lado y un burro y un caballo de guerra ligero por otro. Además, hay varios carros y sillas de monta en un cobertizo del que no tarda en salir una mujer de alrededor de cuarenta años que se acerca a vosotros:
- Buenos días. ¿Qué os puedo ofrecer?- os pregunta.

El enano, que se ha distraido mirando los animales, tarda en reaccionar ante la presencia de la mujer - Eh... Buenos días - le contesta educadamente - solo buscábamos una bestia de carga... y probablemente un carro que pueda ser tirado por ella -

Tras una pausa agrega - Tenemos la intención de matar a todos esos malditos trasgos que andan por allí y no es cuestión de dejar ese valioso equipamiento tirado, no creeis? - La cara del enano, sediento de sangre trasgoide no es, precisamente, la más confiable, pero sus palabras, espera, servirán para que la mujer se de cuenta que quieren ayudar al pueblo.

Obviamente no si pretendéis hacer fortuna con ello.- contesta Delora. Actualmente tengo disponibles el burro y aquél caballo. Te dice señalando al caballo de guerra. 10 y 150 monedas de oro respectivamente. El resto no son míos, únicamente me encargo de cuidarlos.

Con respecto a los carros, para un único caballo (u otro animal) cuesta 15 piezas de oro. También tengo avena para alimentarlo de manera sana; y tal vez te interese también comida para esos perros flacos que te acompañan, con solo 5 cobres puedes alimentar a uno de ellos un día entero sin tener que preocuparte de buscarle la carne suficiente para que no caigan enfermos.

Racandome un poco la cabeza
pues no sé cuales de ellos podrían venirnos bien. ¿a cuánto sería cada uno? miro al clérigo
mucho me temo que la compra dependerá de lo que nos de su buen amigo Norris digo con una sonrisa

- Por supuesto. Si hay algo más divertido que matar trasgos es conseguir unas buenas monedas de oro. O era al revés? - se pregunta el enano, momentaneamente confundido.

Cuidadosamente mira al burro, tratando de verificar que sea un buen animal mientras sigue hablando. - 10 monedas? y 15 por el carro? Uhm... eso serían 25 monedas - de repente se interrumpe - Como que flacos? "Rojo" y "Negro" están perfectamente alimentados. Les encanta la carne de trasgo... aunque quizás esa comida pueda ser una buena idea, si no tenemos tiempo para dejarlos cazar por su cuenta. Si. Podría llevar comida para ambos durante diez días... Eso sería... eh... un cobre por diez dias por dos perros... veinte cobres, dos monedas de plata, es así? -