Partida Rol por web

Ahora que todo el mundo se había ido solo quedaba un silencio mortal, Marcos empezó a reevaluar su decisión de haber decidido explorar el primer piso, y por un momento quiso correr hacia las escaleras junto con el resto, pero lo hecho, hecho está, y en vida o muerte nadie lo iba a tachar de cobarde, aunque gritara y chillara cuando los muertos aparecieran, aunque se paralizara de miedo y meara sus pantalones, sus grandes ídolos probablemente reaccionarían igual, algunos peor. En el fondo empezó a pensar en que era la segunda vez que hablaba sobre una muerte horrible, ¿De verdad quería morir? ¡No carajo!, iba a pelear hasta las últimas en sus aciertos y sus errores, y desde ahora se proponía nunca volver a mencionar la muerte, sin importar lo que pasase.

Encontró dos habitaciones en el pasillo, una cerrada, en lo que sería el segundo piso del bar, y la otra abierta, y silenciosa, eso lo hacía dudar, en un habitación abierta alguien podía haber entrado, y podría ser Carlos con hambre, eso le causaba inquietud, y la puerta cerrada...

Alguien pudo cerrarla por precaución o encerrarse en ella, o pudo encerrar a Milena atada en baby doll a la cama y con ganas del platillo. Era riesgo por donde se viera, pero si no había nadie, un cuarto cerrado podría ser más seguro.

Así que dejando de pensarlo encendió su reproductor una vez más y se puso un audífono en el oído izquierdo, no puso en este caso atención a la canción, sino que con la navaja zuiza empezó con el mayor sigilo del que era capaz a abrir la cerradura.

Una vez lo logró -Tío Tito, ¡eres un genio!- abrió la puerta con la mayor suavidad posible, primero la rendija un poquito, para ojear que había en el interior, siempre listo para echar a correr ante la primer alerta.

Entras en la casa, dejando la puerta trás de ti. En principio todo parece tranquilo... pero.... habrá algo esperándote?

Marcos no escucha nada todavía, abre la puerta un poco más pero todavía inquieto ante el escenario decide quedarse al lado del muro izquierdo de la puerta para otear un poco más, necesitaba ojear con mayor detenimiento y escuchar lo que pudiera venir del cuarto.

Al abrir un poco más la puerta, observas un pasillo con puertas a ambos lados, casi todas de ellas abiertas. Intentas poner atención a cualquier ruido proveniente del interior, y tras unos segundos, empiezas a oir unos leves gemidos....

El miedo se apodera de ti, y no consigues descubrir de que habitación provienen los ruidos, aunque definitivamente vienen de dentro de la casa...

Marcos lanza un suspiro lleno de malestar, la suerte estaba echada, otro pasillo largo, múltiples habitaciones, todas abiertas. La perspectiva de todo ello y de los terrores que le podrían abordar, y ese grito, ¿era de algún chico con hambre o de una chiquilla oculta en un rincón a merced de este mundo salvaje?

No se iba a pensar toda la mañana que hacer, avanzó con mayor sigilo en currucas por las habitaciones hacia el norte, tratando de descifrar de donde provino ese lamento y rezando porque no atrajera más problemas, y una sonrisa salió de su rostro, en el peor de los casos un par de ladrones le saldrían de las primeras habitaciones cortándole la retirada, y se conocía, ya de por sí que no corriera llorando como niña chiquita a las escaleras era suficiente proeza para él, pero necesitaba una prueba mayor.

Aferró fuertemente la navaja Suiza, se quitó la chaqueta y se la puso en el rostro, siendo consciente de que una persona corriente que lo viera andar le atacaría sin vacilar, su cuerpo delgado, y su estómago empezaba a refunfuñar para sus adentros,  aflojó la mochila de un lado, sabía que en emergencia el peso de la caja metálica en su interior le podía proveer de un arma contundente mejor al menos que sus propios brazos.

Algunos cuartos estaban pobremente iluminados, otros se hallaban abiertos pero las puertas no dejaban ver totalmente lo que había en su interior, por lo que marcos trató de recorrer el pasillo del modo más silencioso que pudo hasta el final.

Había algo que le quedaba claro, no estaba solo. 

Comienzas a avanzar por los pasillos intentando hacer el menor ruido posible. Una de las habitaciones es la cocina... parece que está vacía, aunque hay poca luz y no puedes asegurarlo. Se encuentra en perfecto estado, limpia y recogida, así como la segunda habitación, un gran salón comedor en el que seguro se realizaron grandes banquetes...

Una puerta más pequeña da a un baño. No es muy grane pero parece agradable. Un mosaico de vivos colores adorna las paredes y un olor a malvas y lilas procede del lavabo. Parece ser que la vida se desarrollaba en las primeras habitaciones, y al final del pasillo se encontraban los dormitorios.

La penúltima puerta del pasillo da a un dormitorio... No has encontrado nada en las anteriores habitaciones asi que caminas con mayor preocupación, y tus mayores temores se cumplen cuando tus ojos se adaptan a la oscuridad de la habitación.

Tres personas se encuentran dentro de la habitación, seguramente la familia que vive en aquella casa. Una de ellas se encuentra atada con una mano a la cama, su muñeca parece rota de intentar soltarse. Tiene la mirada desencajada y la boca llena de sangre. Entonces te fijas en las otras dos personas. No les ves la cara porque están de espaldas, pero sus ropas están salpicadas de sangre por todas partes.

Gracias a tu sigilo, aun no han notado tu presencia...

Así que finalmente le pegamos al gordo -piensa El bailarín mientras tomaba cuidadosamente distancia de las tres personas en el dormitorio- dejó su mochila en el piso, la abrió poco a poco y sacó la botella de agua para dar un trago, ¿Era necesario jalar la cola al demonio?

Analizando lo que sabía era simple, unas habitaciones vacías pero relativamente ordenadas, tres personas, una era Don Carlos atado a la cama probablemente por los sandwiches pasados que consumió anoche, por eso nunca se deben combinar camarones con Jamón y Yogurth, el inconveniente eran las otras dos personas, ¿Comieron sandwiches y atún ayer o se encuentran en buena salud? ¿Y que tal si es el hombre quien está teniendo una poco corriente sesión de S&M? Eso podría explicar los gritos.

Ya empezaba a surgir un arriesgado plan con cientos de posibilidades de fallar y una altísma posibilidad de perder el cerebro, lo cual lo ponía de muy buen humor, era una de esas cosas que había visto en películas y videojuegos de espías.

Primero ubicó un escondite cercano y accesible, un mueble que le otorgara cobertura o la habitación más cercana, sea el baño o el comedor. 

Con sumo cuidado sacó la caja metálica y la puso en un punto notorio, para que los que salieran se tropezaran con ella, si eran gente curiosa les llamaría la atención -tal vez se tomaran a mal los insultos escritos por su novia, pero eso podría revelar algo más de su carácter, y después de todo, podría llegar a explicarlo-, en caso contrario les valdría cinco y harían el ruido suficiente como para que comprendiera mejor su comportamiento -tal vez Jenny tuviera razón después de todo.

Finalmente tomó su reproductor y programó una canción tranquila que conocía ampliamente y que puso a volumen suficiente para que las personas en la habitación lo notaran, pero que no atrajera un mayor número de visitantes debido al ruido. Aquí venía el mayor sacrificio, tenía que poner el reproductor cerca de la caja pero no fácil a la vista, si las cosas resultaban mal perdería su tesoro y compañero, era su único compañero, a partir de este punto de verdad estaría solo. Tenía como cinco o diez segundos para ocultarse, y desde donde estuviera escuchar las reacciones de las personas al interior, su índice de peligro se acercaba inquietantemente al 9, pero ignorando el miedo activó el reproductor y se movió a toda la velocidad que su andar silencioso le permitía a su escondite, a ver el show que empezaba. 

Intenta rolear algo tipo.... "la puerta parece muy resistente, ¿no podríais forzar la cerradura?"

Y entonces yo las manejaré como pnj. De todas maneras necesitas un 10 a la primera, pero a la segunda o tercera lo conseguirias. Haces más ruido, pero no te quedas estancado.

Como quieras =)

Una vez has preparado tu plan, pulsas el play y te escondes en la habitación de enfrente... un dormitorio con un cuarto individual. Era la última habitación que te quedaba por ver de la casa. Afortunadamente estaba vacía.

Te colocas en un lugar en el que puedes ver la caja, pero a ti no se te ve fácilmente. Cuando la música empieza a sonar, escuchas unos gemidos que provienen de la habitación... pisadas... y de repente las dos personas que estaban en el cuarto asoman sus cabezas.... !Son esos seres!!  

Ves que la madre tiene un mordisco en el brazo. La persona más joven no tiene signos claros de haber sido atacada, pero la forma en que miran la caja y... sus caras... te dicen que algo no anda bien...

Al llegar al lugar en el que se encuentra la caja, se detienen, y la observan. El ruido las ha atraido, pero no parecen tener intención de destruirla... ¿atacarán solo a las personas?

Mire para ambos lados y me prepare para patear la puerta. Tuve que darle tres golpes fuertes a la cerradura para que pudiera romperse por completo y que unas astillas salieran volando, Bueno creo que ya esta. Les digo a las chicas mientras empuja la puerta con la mano.

Hmmmh, sonido, y objetos inanimados -meditó un momento el bailarín mientras consideraba su siguiente movimiento, por alguna razón se sentía jugando ajedrez, y totalmente a la retirada mientras procuraba que no le hicieran el mate- otra jugada se le empezaba a ocurrir, así que examinó la habitación mientras silenciosamente se quitaba los zapatos, y también la chaqueta del rostro, tratando de ubicar la fuente de luz, y atento a Camila la de los ojos traviesos y doña Ligia la caliente esposita.

En cuanto Matias tiró la puerta, encabecé el grupo hacia la salida.

Cuando te giras para examinar la habitación te das cuenta de lo común que parece. Una ventana ilumina la estancia, en la que además puedes ver un armario empotrado, una cama no muy grande, una mesilla con una lámpara y un escritorio lleno de papeles. La habitación está un poco desordenada (probablemente sea la de la niña), y no parece contener nada especial.

Cuando Matías consigue echar la puerta abajo Ea entra en el apartamento sin ningún tipo de preocupación. El resto la seguiis de cerca mientras recorre el pasillo central. Al pasar junto a las puertas veis una cocina, un salón, algún dormitorio, cuartos de baño... vamos, lo normal...  pero ni un alma. Está toda la casa vacía...