-Oso y sátiros.- insistió Faust, tozudo, ante las alusiones del gobernador.
Cita:
Sin duda debe haber una encrucijada feérica por aquí cerca, tercia Aelar muy a pesar suyo. ¿Tenéis idea de dónde pueda estar?
Cita:
No creo que éste tenga ni zorra idea, le susurra Aelar al guerrero. Tiene pinta de no moverse de la mesa ni aunque caigan chuzos de punta.
Pregúntale tú por el molinero, que yo me enciendo con solo mirarle esa panza.
-¡Ja, ja, ja!--ríe Hadarai tras el comentario de Aelar.
Sin embargo, al percatarse de que la atención de los presentes puede haberse dirigido inoportunamente hacia su persona, el mago eladrín trata de disimular poniéndose serio, después de carraspear, para finalmente explicar al condestable los comentarios de Faust:
-¡Humm, humm! Perdón, lo que mi joven amigo quiere decir es que el asalto a la taberna fue perpretado por un oso y cuatro sátiros.
-Por cierto, ¿se sabe cuándo, dónde y cómo sucedió el primero de los incidentes contra el pueblo de Riverbend?
Claro, el primero sucedió cuando Billy Fanegas fue a por harina al molino y le atacaron un par de trasgos montados en sapos. Algunas mujeres vinieron corriendo asustadas porque un enorme bugbear las fue a atacar cuando andaban lavando en el río. Si le preguntais al herrero, dice que vio a una bruja.
Yo que sé por qué. Son hadas, no actuan con lógica.
Cita:
Yo lo mato, masculla Aelar fuera del alcance auditivo del preboste.
-¿Y por qué actúan?- fue el irritante comentario de Faust, que ni siquiera había dirigido la vista hacia su presunto interlocutor.
Su cuerpo había vuelto a adquirir aquel balanceo estático que tan reconfortante le resultaba y tan ominoso podía resultar a quienes no lo conocían. Justo cuando el hombre parecía que iba a responder, Faust quebró el comienzo, desconcertando nuevamente al hablante:
-Miedo al molino, miedo al molino; mas no es el molineeeero el sucio y ladino.- dijo con entonación de canción infantil.
- ¿No dijeron nada los asaltantes que los asaltados recuerden? Algo debe haberlos irritado, aunque no seais conscientes de ello.
No sé como interrogar esto de forma que dé alguna salida, supongo que habrá que ir a ver a los testigos...
Visto lo poco que está cundiendo la declaración del condestable, Aelar se traga el orgullo y decide pasar a la ofensiva. Tenemos entendido, dice, que tiene detenido al molinero por la desaparición de su mujer. ¿Cree que está implicado en más cosas? ¿Podríamos interrogarle?
No creo que esté implicado en el asunto, más bien creo que es un poco oportunista. Llegó diciendo que su mujer había desaparecido por culpa de los duendes. Pero no hay quien se lo crea, el tipo mató a su mujer y la arrojó al lago, casi con toda seguridad. dice el condestable al escuchar hablar del molinero.
Tirada oculta
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Motivo: insight
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Aunque no está mintiendo descaradamente, tampoco parece creerse mucho lo que os está diciendo.
Perdonad que insista, dice Aelar con voz contenida, pero dado que todos los molinos que conozco suelen estar junto a ríos, que los... trasgos montados en sapos atacaron a alguien que iba al molino (que casualmente estará junto al río), y que las lavanderas fueron asustadas por un... bugbear junto al río, ¿no os parece que existe una posibilidad, por ínfima que sea, de que también esas criaturas hayan tenido algo que ver en la desaparición de la molinera?
Cuando menciona las palabras "trasgo" y "bugbear", es de mucho preocupar la repugnancia con que lo hace, por no decir la forma en que abre y cierra la mano izquierda sobre la empuñadura de la espada.
Contento quizá por las palabras y la decisión de Aelar, o puede que nervioso por la inmienentemente evidente respuesta del condestable, Faust comenzó a tararear muy por lo bajo la misma canción infantil que había acompañado a sus palabras anteriores, esta vez sin letra, al son de su mecimiento.
Sureya continúa en segundo plano, atenta a la escena, pero sin atreverse a añadir nada.
Aelar lo está llevando razonablemente bien y no quiere meter la pata.
De reojo mira a Faust. A veces envidia la manera tan simple de dejar escapar la tensión que acumula...
Vamos, que sigo aquí atento a la conversación, pero no se me ocurre qué aportar ;)
-¡Muy bien apuntado, Aelar!--parece querer decir Hadarai a la elfa al sonreirle mientras asiente con la cabeza--Estás completamente en lo cierto, me temo. Las aguas del río podrían llevarnos a la raíz del problema.
Luego el mago eladrín observó al joven brujo con una mezcla de cariño y respeto antes de volverse hacia el condestable para escuchar su respuesta.
En tres días iba a ordenar su sentencia de pena capital, pero si creeis que podeis descubrir algo podeis hablar con él. Está en el calabozo en los barracones de la guardia
Cita:
Bien, se felicita Aelar, pues con vuestra venia vamos a tratar de averiguar qué sabe de este infortunado asunto.
Y con una simple inclinación de cabeza, coge del brazo a Faust y abandona la sala mientras le comenta al brujo: Vamos, Faust. Seguro que tú averiguas si el molinero es en este caso víctima o verdugo.
Sureya abre la boca como para decir algo...
Me da la impresión de que no hemos sacado suficiente información de esta visita...
...pero la cierra y, con una media reverencia se despide del condestable y dando media vuelta sigue a Aelar.
Faust asiente ante el comentario y la invitación de Aelar, saliendo justo ante ella, mientras sus labios emiten un simple y solitario:
-Salvar.- que lo acompaña mientras abandona la sala.