Partida Rol por web

Se le escapo una debil sonrisa de alivio a Yago cuando distrajo de forma efectiva a Darby sin ganarse un tiro en el camino. Se quedo con la idea en mente de que no les importaba inmolar el vehiculo con tal de que no hubieran escapes. Ese era el protocolo, y debia tenerlo en cuenta. Dejo de temblar y se sostuvo de algunas correas, aun mirando a la gente. Prefirio actuar aun asustada, sin acercarse a nadie. Tampoco pregunto ya que Yago habia dicho cosas que de ser respondidas le permitirian saber lo que necesitaba, al menos, para empezar. Alargo la mano hacia el, como si le llamara para que estuviera fuera de la linea de fuego, con gesto dulce, casi preocupada.

Joder, ¿pero como mierda se ha complicado tanto la situación?. -No te preocupes, estoy encantado de buscar un escondite; a parte de eso, gracias por ayudarme- le respondo a Óscar -La pierna me esta matando, pero puedo aguantar; busquemos esa maldita mina y escondamonos en lo más hondo- le digo. Ahora mismo puedo andar con ayuda relativamente rápido, pero no se si aguantaré mucho -Por Dios, podría habernos dicho la Srta. Potts donde esta la puñetera mina- pienso nervioso.

Cuando oigo varios golpes que retumban las calles y miro al fondo de la calle. -¡¡Ta-ta-ta-tanque araña!!- exclamo cuando veo esa monstruosidad mecánica. Sigo con brío a Óscar por las ruinas, intentando hacer el menor ruido posible -Pero que mierdas pasa en esta puta isla...- pienso aterrado. 

Muy extrañado y tratando de recuperar el aliento... observo delante de mí a la nueva figura. Seco un poco mi sudor y cierro los ojos durante un par de segundos mientras cojo aire y pienso... - gracias...

- gracias... - después casi por instinto ante la persona armada suelto mi barra de hierro y levando los brazos para que vea que no voy armado ya - no se que son esas cosas, me ha pillado por sorpresa y solo se me ocurrió correr... ¿quién eres?

Realmente mi sorpresa y agradecimiento son mayúsculos. Debo conocer quién es.... gracias por la ayuda....

Al ver aquel enorme bicho metálico no pude evitar abrir los ojos como platos. 

-¿Pero qué... cojones...? -Pensé mientras rápidamente eché a correr tras las otras dos chicas, que ya me llevaban algo de ventaja pues tardé en reaccionar. Al igual que ellas, corría en zigzag, atento a lo que pudiese pasar para esquivar cualquier posible ataque de aquella máquina voladora.

Tras reunirnos de nuevo y ver aquella máquina que parecía una araña descomunal tuve claro que o bien nos habían enviado para probar sus nuevas armas y de paso deshacerse de aquellos que habíamos cometido algún crimen, o bien había estallado alguna guerra en las pocas horas que habían pasado desde que llegamos. -¡Joder, esto no son las cucarachas que yo me esperaba! -Sin pensármelo ni un segundo corrí junto a mis compañeros, no tenía intención de quedarme a ver de lo que era capaz aquel trasto y mucho menos tras lo sucedido con el dron que nos había estado persiguiendo. -Espero que no haya más de esas cosas, de lo contrario estamos jodidos.

El chico procura mantenerse en silencio para escuchar, pasa unos minutos y no escucha nada, el sonido del dron había desaparecido, pone atención y escucha fuera a dos personas hablando, una es sin duda su compañero, la otra voz no la identifica, pero es de mujer sin duda

Algunos a mayor velocidad, otros a menos van huyendo hacia los árboles, aquellos que están más cerca de la maquina pueden ver como esta comienza a dirigirse a ellos, pero una figura aparece, una figura femenina vestida con una armadura futurista que da un salto y cae frente a la máquina, esta parece mirarla, la chica corre hacia la máquina y da un gran salto para caer con fuerza dando un puñetazo en lo que debería ser la cabeza de esa especie de insecto robótico gigante.

• Mierda… me cago en todo… ¿todavía estáis aquí? Negro creía que erais muy rápidos corriendo…

La máquina parece que empieza a recuperarse de nuevo, se coloca mirando a la chica y parecía que se disponía a atacar, esta mira fastidiada y dice:

• No tío… que no tengo el equipo para enfrentarme a algo como esto… de verdad… ufff, venga daos prisa ya hombre.

La chica de nuevo corre hacia la máquina. Mientras tanto los que estaban más alejados de la maquina llegan a los árboles, allí ven algo que les llama la atención, se trata de un tipo que también viste una armadura futurista, pero en esta ocasión le tipo mide más de dos metros y la armadura parece mucho mejor equipada, con una muy grave y profunda voz dice:

• Novatos… si queréis vivir entrar ahí en la mina… voy ahecharle una mano a la canija mientras entráis… por cierto, parece que les habéis caído muy bien a los Zaruk, menudo comité de bienvenida que os han mandado

Decía mientras reía con fuerza y caminaba hacia donde estaba la máquina y ellos podían ver la entrada de la mina

En cuanto Darby se giró los dos militares le apuntaron con sus armas mientras que el hombre del traje sonreía levemente, mira a Yago cuando este empieza a hablar y dice:

• Asumes muchas cosas que no son así… aun así te voy a hacer un pequeño adelanto.

El hombre hace un gesto para que los soldados desarmen a Darby, uno se mantiene apuntando con el arma mientras el otro se acerca, pero con la pistola, aunque no demasiado mientras le indica que le dé el arma.

• Esto no es un campamento militar… preferimos que estéis vivos, pero realmente nos da un poco igual si lo estáis o no… de hecho por eso estáis aquí, porque sois prescindibles…

Entonces sonríe, parecía que le había hecho gracia algo dicho por Yago y añade:

• Es que no tenéis otra opción… bueno, si, podéis volver a vuestros países y pudriros en una celda toda vuestra vida o que os condenen a muerte, y que sacáis si os quedáis aquí… pues que en cinco años podáis marcharos totalmente libres.

La nave seguía su curso, al parecer no lo habían cambiado y se dirigían a la zona central de la isla a una pequeña elevación de tierra que había en medio de esta, lo cual sería sin duda la antigua mina.

La chica tenía una voz agradable y transmitía tranquilidad al hablar, mira a Peter y dice:

• Yo… bueno… no sé si puedo decírtelo aun… digamos que soy una del equipo 4M… dentro de un rato sabrás algo más creo que el jefe os lo explicara cuando lleguéis a la mina

La chica mira alrededor como para asegurarse si hay o no alguien o algo más, tras unos segundos dice:

• Deberías marcharte hacia la mina… se ha declarado la alerta por ataque Zaruk y es muy peligroso estar aquí afuera, ¿sabes llegar?

El ruido a mi espalda hace que mire hacia atrás, pero no detengo mi carrera. No sé quien coño eres, pero gracias.

Al mirar hacia delante, casi me caigo de culo, llevando mi mano al cinto para sacar un gran cuchillo de cocina.

¡Qué coño...! pero, puestos a elegir, al menos estos tipos no nos han disparado. Mientras el enorme tipo se dirije hacia aquella cosa, me lanzo hacia la cueva. Tengo doscientas preguntas en la cabeza, pero la supervivencia es más importante.

Nada más entrar, me apoyo en una pared, respirando para recuperar el aliento. Luego miro la cueva. ¿Vamos? digo, señalando al interior de la cueva.

Le entrego el arma que poseía en mis manos al guarda.

Miro al hombre del traje y le digo:

Espero que al menos no nos hagáis pasar hambre.

A partir de ese momento, Óscar concentró toda su fuerza y su energía en avanzar tirando del renqueante compañero justo en dirección opuesta a dónde estaba la araña. No prestó atención ni a los comentarios de Will, ni a sus quejidos de dolor, ni a las acciones ni palabras apremiantes de la chica de hojalata. Todo eso pasó a un segundo plano hasta que alcanzaron una especie de linea de árboles donde había otra de aquellas armaduras de hierro esperando.

Al verla, Óscar creyó que les atacaría, que estaban muertos, pero resultó que el tipo era el novio de hojalata. Con el corazón latiéndole como un tambor en los oídos, le oyó decir algo sobre la mina y Zaruk, y luego se rió y se largó a ofrecer apoyo a la otra. Óscar no perdió tiempo en nada, ni en pensar, sabía que avanzaban lentos, así que tiró otra vez de Will en dirección a donde había señalado el robot.

- Venga puto blanco, mueve el culo. Ya llegamos. - Gruñó con los dientes apretados.

Si si ... por supuesto, dame alguna indicación para llegar la mina... - recogí la barra de hierro que me servía de bastón de nuevo - de nuevo gracias, muchas gracias por salvarme la vida.

" Al parecer existen otros además de nuestro comitéca sin de jar de avnazar de bienvenida ... no se que pasa ni quienes son ustedes, pero ya habrá tiempo para preguntar una vez seguros de eso de vuelta en la superficie "

Dijo la joven pelirroja mientras que continuaba avanzando sin detenerse para mirar de reojo lo que les perseguía y el tipo que le haría frente

Se acerca a ellos sigiloso y con cuidado.

Lo que no entendia era... ¿Que pintaba ella en todo eso? ¿De que forma podia ser util en combate, cuando su unica habilidad era el engaño y embaucar? Pero por si acaso, prefirio no preguntarlo en alto, ya que no queria que aquel hombre le quitara la tapadera de comportamiento asustadizo, la mascara inocente. Se dejo caer al suelo de la aeronave, sentada, acurrucada en aquella esquina. Todavia esperaba a que Yago se acercara a ella, con la otra mano aferrada a algo para no desestabilizarse si la maquina hacia algun movimiento brusco. Clavo los ojos almendrados en el suelo, respirando hondo. Realmente parecia una muchacha perdida en todo aquello, como si realmente fuera inocente y todo aquello le fuera ajeno e injusto. Era su medio de sobrevivir. Conseguir que sintieran lastima por ella y la defendieran. Pero no debia bajar la guardia en ningun momento, no podia fiarse del todo de aquellos. A fin de cuentas, todos estaban ahi por algo. 

En serio, vale que la tía ha atontado al tanque araña ese; pero que deje de meternos prisa, vamos lo más rápido que podemos con mi pierna mala. Continuo con Óscar hasta el bosque, donde nos encontramos a otra persona con armadura, solo que la suya era como mastodonte de grande. Nos dijo cosas que, yo al menos no entendía; ¿Zaruk, comité de bienvenida? ¿pero de que mierdas hablaba?.

Óscar me incita a volverme a poner en movimiento; con malas palabras, pero no le puedo reprochar nada al tío que me esta salvando la vida -De acuerdo, vamos- le respondo, intentando centrar todos mis esfuerzos en llegar rápido a la entrada de la mina.

Cuando aquella mujer con una extraña armadura apareció no pude evitar detenerme un segundo antes de seguir corriendo, aquello cada vez se parecía más a una película de guerra interespacial. -¿Qué será la siguiente, naves espaciales? -Ya no estaba muy segura de lo que pensar respecto a lo que sucedía en aquella isla, ¿acaso no era una simple prisión? Aunque aquella pregunta rápidamente se desvaneció de mi mente al ver como tenía la intención de enfrentarse a aquella máquina mientras nos decía que nos largásemos.

No mucho más tarde apareció otro con una armadura que parecía más pesada aun, pero después de todo eso lo mejor era seguir corriendo hacia la cueva antes de que todo empeorase aun más. -¡Lárguemonos de aquí, ya he visto suficiente por hoy!

El soldado coge el arma y una vez hecho esto le da un golpe en la cara a Darby, el militar dice molesto:

• Tienes suerte de que de momento te quieran vivo.

Tras esto el hombre del traje no dice nada, mira a la pantalla y dice:

• Señorita Park informe sobre el resto y dígame si podemos aterrizar.

La asiática asiente y empieza a teclear durante unos momentos en la consola que tenía enfrente, para después de comprobar algo decir:

• Señor, es seguro proceder, dos de los miembros de 4 M están ocupándose de la amenaza junto con James están a punto de neutralizarla, los candidatos salvo tres están en la mina, de los que faltan al menos uno de ellos está en camino, otro está oculto y el tercero creo que ha muerto, algunos tienen heridas, pero no parecen graves.

La mujer vuelve a mirar en espera de más ordenes mientras parecía examinar a los allí presentes.