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La Larga Búsqueda: In Vitae Veritas

La Oscuridad de Rosalía

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12/11/2013, 16:09
Rosalía Caeiro
- Tiradas (1)
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12/11/2013, 17:25
Director

Rosalía esuchó igual atención el contenido como la forma en la que Oana se expresaba y leyó los ocultos sentimientos de la Ventrue como si fuera un libro abierto. Quizás porque en su forma de hablar había una innegable influencia de su Sire, pero sobretodo por la afilada habilidad de Rosalía para interpretar todo gesto o cambio en la voz, el caso es que todo lo que Oana decía sin querer decirlo estaba claro para ella. Y aquella habilidad parecía no haberse resesntido con las décadas de Letargo.

En la voz de Oana había preocupación. De algún modo se sentía responsable de lo sucedido y cada vez que se refería a su Sire emitía cierta amargura por lo que pudiera haberle sucedido. No era algo de extrañar, ya que todos los Chiquillos sentían esa admiración por quien les diera el Abrazo, tal era el poder de la Sangre. Además, el tono de la Ventrue evidenciaba cierto recelo al relatar que Thomas le había pedido que vigilara el estado de la Antigua Toreador. Se apreciaba que Oana juzgaba aquella preocupación de Thomas por Rosalía como algo desmesurado. Más allá de todo aquello, las pausas en el exposición denotaban que Oana estaba omitiendo deliberadamente algunos detallas, quizás porque no tuvieran especial importancia, quizás por otro motivo.

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12/11/2013, 17:42
Rosalía Caeiro

Una vez Oana concluyó su relato Rosalía quedó en silencio con la mirada baja y el ceño ligeramente fruncido. Sabía que la Ventrue le había ocultado algunas cosas y su impaciencia la llevaba a presionarla para que se las dijera, pero también sabía que en su situación actual Oana podía ser su único apoyo y aquel burdel el refugio más seguro. No debía enemistarse con Oana ni generarle reservas, debía congraciarse con ella.

-Escucha... -comenzó pasados unos instantes alzando una mirada compasiva hacia la mujer-, sé que para ti todo este tiempo sin Thomas ha debido de ser muy duro, y el miedo al ver que su cuerpo ha desaparecido... -negó con la cabeza e hizo una pausa como si no supiera ni qué decirle-. Hace ya mucho que yo perdí el rastro de aquél que me dio el Abrazo: no sé si vive o murió para siempre... Créeme, sé cómo te sientes -volvió a guardar silencio un instante-. Thomas y yo hemos compartido camino en varias ocasiones, lo aprecio y lo respeto, y creo que él a mí también, pero eso es todo, Oana. Es tu Sire, te eligió a ti, y si te encargó mi protección fue porque confía en ti más que en nadie. Así que yo también lo hago -sonrió levemente y posó una mano sobre las de ella-. Quiero ayudarte a encontrarlo, pero necesito que confíes en mí.

Notas de juego

¿Qué tiro? ¿Manipulación más Expresión?

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12/11/2013, 18:29
Rosalía Caeiro
- Tiradas (1)
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12/11/2013, 23:33
Oana Radu

Oana agarró con fuerza las manos de Rosalía.

-Gracias -le dijo. Después se levantó como si hubiera sido presa de un renovado vigor-. No tenemos tiempo que perder. He sabido que el cuerpo de Thomas fue sacado de Asturias en un carro, lo que significa que el propósito de sus raptores no era ek Amaranto o el asesinato -comentó con cierto alivio mientras desplegaba sobre la cama el mapa en el que había estado trabajando-. Salieron rumbo al sur, dando un rodeo para evitar la rutas principales, pero luego giraron al este por aquí -explicó señalando un punto en la frontera con Castilla-. Eso los lleva hacia Aragón, pero el Rey Tengo a alguien allí que confirma su llegada. Creo que tratan de salir por el Mediterráneo. Por fortuna ha habido un levantamiento en Cataluña y el Rey Juan ha enviado sus tropas a socavarlo, lo que sin duda les retendrá en zona segura. Yo... he perdido algo de tiempo para venir a por vos... Pero ahora sé que he hecho lo correcto. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro a Dificultad 7 porque ya ha fallado una vez antes, por lo que ya ha confiado en tí y no parte de cero

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13/11/2013, 10:42
Rosalía Caeiro

Sonrió satisfecha con la reacción de Oana y le palmeó cariñosamente las manos antes de que desplegara el mapa. Después la escuchó en un atento silencio observando cada punto que ella señalaba. Por lo que veía, las fronteras habían cambiado mucho desde sus tiempos mortales...

-Entonces hemos de ir a Cataluña -dijo una vez la Ventrue terminó su explicación-. Tal vez lleguemos antes de que el rey levante el bloqueo.

Pero si no llegaban a tiempo... Había tantos destinos en el Mediterráneo, ¿cómo saber en cuál desembarcarían el cuerpo de Thomas? ¿Córcega, Roma, Nápoles, Túnez, Venecia, Atenas, Constantinopla...? Sería casi imposible encontrar de nuevo su rastro.

-Si no hay más asuntos que te retengan aquí, deberíamos prepararnos para partir cuanto antes. ¿Tienes algún transporte seguro? Yo he de alimentarme antes de abandonar Toledo, pero puedo ayudarte a preparar lo necesario a lo largo de esta noche.

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13/11/2013, 11:19
Oana Radu

- Tengo por dispuestos un carro que nos servirá de cobijo durante el viaje, cuatro potros y dos criados para que se turnen en su dirección. Así llevo también dos espadas, que espero no habramos de utilizar en demasía, monedas y poco más. Juzgo que no deberíamos llamar demasiado la atención, ni de mortales ni de Vástagos. ¿Creeís que debieramos portar algo más? -preguntó con plena confianza-. Respecto a Alimentaros, podéis ocupar la habitación contigua. Haré que manden un joven allí.

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13/11/2013, 13:24
Rosalía Caeiro

Un carro... Suspiró y se sentó de nuevo en la cama. No tenía buenos recuerdos de los viajes en carro, y estaba segura de que con Oana ni siquiera iba a disfrutar del entretenimiento que le brindaban Yurev, Francesco y Thomas. Pero sabía que en realidad era la forma más segura de viajar y no protestó.

-Si avanzamos sin detenernos durante la noche y el día, ¿cuánto crees que nos costará llegar? ¿Podremos disponer de esos criados si necesitamos alimentarnos?

Sobre las espadas no dijo nada; nunca las había usado ni tenía intención de hacerlo, era una actividad desagradable y masculina. Miró de reojo a Oana. Cuando viajaba con Thomas, Yurev y Francesco se sentía segura a pesar de los problemas y las incomodidades, pero con ella y dos criados... Ojalá no encontremos ningún obstáculo en el camino.

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13/11/2013, 13:47
Oana Radu

-Es invierno, así que podremos forzar algo más a los caballos. Además de alimentarnos con Vitae para que resistan más. Yo creo que llegaríamos en día y medio, dos días y medio a los sumo -explico Oana mientras enrollaba de nuevo el mapa-. No aconsejaría que bebiéramos de los criados más allá del caso en que nuestra situación fuera de extrema necesidad.

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13/11/2013, 13:53
Rosalía Caeiro

Asintió y se puso en pie.

-De acuerdo. Entonces permíteme alimentarme ahora. Podemos partir después si para entonces está todo dispuesto o mañana cuando se oculte el sol. Esperaré a ese joven en la habitación contigua.

Sonrió a Oana, saludó con al cabeza y salió de la estancia. En realidad hubiera preferido elegir ella misma al muchacho, pero no era momento de exigir nada.

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13/11/2013, 16:03
El Narrador

Rosalía se despidió de Oana y entró en la habitación contigua. En ella vio una gran cama con dosel, un balde de bronce con agua y se sintió muy aliviada al comprobar la existencia de unos robustos contraventanos de roble, lo que sin duda había de evitar el paso del más travieso rayo de sol.

Casi al minuto siguiente alguien llamó a la puerta.

-Soy yo, Lourdes -dijo entreabriendo la puerta-. Acaba de llegar un muchacho bien parecido y de buenas maneras. Parece un poco apenado, pero seguro que vos son capaz de levantarle el ánimo...Bueno, salvo que sea como el Rey Enrique, en cuyo caso no podréis levantar nada -bromeó con sonrisa maligna-. Os lo haré subir enseguida, si gustáis. Mientras preparaos para recibirlo. 

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13/11/2013, 17:41
Rosalía Caeiro

Rosalía sonrió a pesar de no saber de qué rey Enrique hablaba y asintió despidiéndose de Lourdes. Cuando la puerta se cerró de nuevo, miró en derredor. ¿Cómo se suponía que debía recibirlo? ¿Cuál era el proceder habitual de ese tipo de mujeres? ¿Debía acostarse en el lecho o esperarlo de pie? ¿Con el vestido o sin él?

Finalmente se decidió. Lourdes había dicho que parecía apenado, tal vez buscara consuelo antes que otra cosa. Mejor era esperarlo vestida.

Se atusó las faldas, obligó a su sangre a circular y llevar el rubor a sus mejillas, se arregló el cabello sobre los hombros, se sentó a los pies de la gran cama y esperó, confiando en que fuera educado y atractivo.

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13/11/2013, 17:50
Rodrigo

La impaciencia por Alimentarse y por la situación provoco en Rosalía la sensación de que el tiempo se estirase, cuando por fin llamaron a su puerta.

Cuando Rosalía hubo dado su permiso un joven atractivo cruzó la celosía. Vestía ricos ropajes, una capa de invierno y guantes de colo grana.

-Buenas noches -se presentó con gesto tímido. Después la contempló con la respiración acelerada y avanzando unos pocos pasos. Parecía nervioso-. Sois muy bella... Yo... Disculpad, no estoy seguro de que debiera haber venido... Lamento haberos perturbado.

El Caballero hizo ademán de marcharse.

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13/11/2013, 18:01
Rosalía Caeiro

Tan pronto advirtió sus titubeos se alegró de no haberse desnudado. Probablemente el muchacho habría salido corriendo.

Mientras hablaba entrecortadamente lo observó en silencio. Vestía bien y era gallardo, pero parecía acobardado. Al instante supo que si quería retenerlo con ella en la alcoba debía mostrarse más débil que él; si no, huiría.

-Aguardad... -dijo poniéndose en pie y dando un tímido paso hacia él-. Por favor, no os vayáis. ¿He hecho algo mal...? -preguntó casi con un hilo de voz-. Yo no... Es mi primera noche aquí, perdonad si algo no os ha agradado, por favor. No quisiera que os marcharais, la dueña me reñiría y... no sé qué clase de hombre os sustituiría -compuso un gesto asustado, lo miró suplicante un instante y bajó la vista al suelo.

- Tiradas (1)
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13/11/2013, 19:09
Rodrigo

-Yo... -dijo el Caballero deteniéndose en la puerta-. No, por supuesto que no habéis hecho nada mal. Soy yo el que está mal... Mal de amores supongo ¿Puedo ser franco con vos? -preguntó acercándose a los pies de la cama-. Veréis. Desde que tengo conciencia que estoy enamorado de una Dama. He intentado demostrarle mi amor de mil formas, más, pese a que llegamos a ser muy cercanos, nunca ha terminado de confiar en mí. Al principio no era clara sobre si me correspondía o no, pero mantuvo en mi viva la ilusión y es ahora, hace poco, que he sabido que va a desposarse con mi amigo... Yo... Necisitaba hacer algo para olvidarla... y es por eso por lo que vine aquí, más dudo en si he hecho bien - confesó admirándola con ojos apesadumbrados.

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13/11/2013, 19:17
Rosalía Caeiro

Le escuchó en silencio, con una expresión entre la curiosidad y la compasión, y cuando terminó se acercó a él.

-Sois muy desgraciado... -dijo con tristeza casi en un susurro. Le tomó la mano y sonrió con dulzura-. Oídme, si no deseáis hacer nada conmigo no tenéis por qué, mas habéis pagado antes de subir y me gustaría tanto consolaros... Las penas del corazón son las más dolorosas, pero incluso ésas tienen cura. A veces basta con que alguien os escuche... -con suavidad tiró de su brazo hacia el lecho-. Decidme, ¿creéis que ella os ama también? Tal vez se haya visto obligada a comprometerse con vuestro amigo... -tomó asiento a los pies de la cama e hizo un leve gesto invitándole a sentarse a su lado-. Si es así, sabed que sois afortunado. A las mujeres nos es mucho más fácil entregar nuestro cuerpo que nuestro corazón -dijo con pesar y una mirada triste-. Vuestro amigo tendrá lo primero pero vos tendréis lo segundo. Si ella no os ama, entonces también sois afortunado: ella habrá sido cruel con vos mucho años pero ahora podréis olvidarla. Sois un hombre apuesto y parecéis gentil, sin duda enamoraréis a la dama que os haga feliz... -no dejó de mirarlo a los ojos en todo momento, pero su tono de voz se fue haciendo más suave conforme hablaba, y de forma casi imperceptible su cuerpo se fue aproximando al de él. Sin embargo, no fue más allá para no incomodarlo.

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13/11/2013, 19:42
Rosalía Caeiro
- Tiradas (1)
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13/11/2013, 23:37
Rodrigo

El mortal tomó asiento junto a la Vampira. Su expresión fue cambiando a medida que las palabras de Rosalía acariaban sus oído. Sus pupilas se dilataron, como inmensos lagos negros y no tuvo visión para nada más que para ella. Cuando la Toreador se aproximó, la vista del Caballero se desvío, un instante culpable, hacía el escote del vestido para después volvier a centrarse a perderse en el rostro perfecto de la mujer. Sus labios carnosos. Sus ojos felinos. Estaba fascinado. Su respiración se desbocaba y la mente le daba vueltas.

-Tenéis razón -se atrevió a decir-. Si alguien en este mundo puede dar consuelo a mis penas sois vos -dijo con absoluta convicción mientras guía su mano hacía el hombro semicubierto de Rosalía.

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14/11/2013, 11:29
Rosalía Caeiro

Rosalía ahogó una sonrisa. Había creído que iba a costarle algo más de trabajo hacerle olvidar por un momento a su dama, pero enamorado o no un hombre siempre era un hombre.

Acarició sus mejillas y su cabello hasta la nuca y acercó su rostro al de ella para besarlo. Después, se tendió sobre el lecho y dejó que él dirigiera.

-Sed gentil conmigo, por favor... -le susurró al oído cuando comenzó a desnudarla, pero antes de permitirle responder o cambiar de idea volvió a besarlo intensamente. Decidió disfrutar de su tacto, de su respiración agitada y de sus caricias, sentirse de nuevo mortal por unos instantes.

Cuando percibió que el muchacho estaba cercano al éxtasis, besó su cuello sin dejar de abrazarlo, descubrió sus colmillos y hendió con ellos su piel.

Notas de juego

Hago la primera tirada y gasto fuera de voluntad.

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14/11/2013, 11:39
Rosalía Caeiro
- Tiradas (1)

Notas de juego

Estaba claro xDDDDD

Pues el de fuerza de voluntad.

¿Sigo tirando hasta sumar 5?