Partida Rol por web

La Larga Búsqueda: In Vitae Veritas

Londres Nocturno

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24/02/2014, 09:49
Håkan den Svarta

-Poseen muestras de sangre. De tu sangre, Rosalía. Al parecer tenían muestras de todos nosotros en una capilla que ardió, la misma en la que Hakan dio muerte a Francesco. A través de ella pueden saber exactamente tu localización y la de todos aquellos que han probado tu sangre. Pudieron saber por ello que Thomas estaba vivo, que salía de Londres, y supieron sobre tu criado -señaló con la cabeza al guerrero que ahora la acompañaba-. A alguien en Zaragoza, en las Españas, y otro más...

Miró a los ojos de la castellana, desviando del timón un momento la atención.

-Christian Adler. No sabía que tuvieras... Bueno, ya sabes...

Sonrió levemente. Más de cuatrocientos años de amistad y aún mantenían secretos entre ellos. La naturaleza de los vampiros es la que es. Lo cierto es que no se sentía herido, ni nada por el estilo. Siempre había sido consciente de ser el más transparente en su cuadrilla.

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24/02/2014, 10:45
Rosalía Caeiro

-Yo tampoco lo sabía -respondió más secamente de lo que pretendía. Después su gesto cambió y devolvió la leve sonrisa a Hakan-. No lo recuerdo... ¿Dónde se encuentra? -preguntó, ansiosa de pronto-. Y otra cosa... ¿Pueden los Tremere distinguir a partir de mi sangre quién soy yo y quiénes son los que simplemente se han alimentado de mí? Podría convertir en criados a todos con los que nos crucemos y ordenarles ir a tal o cual sitio, desperdigarlos para confundir a los Tremere...

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24/02/2014, 11:52
Håkan den Svarta

-No es mala idea, pero me temo que no es tan sencillo. Saben exactamente de quién se trata cada uno de los que han bebido tu sangre, como temías.

Se encogió de hombros. Siempre habían sabido de los misteriosos poderes de los Tremere, pero ello no hacía las cosas más sencillas. Ahora, con su nueva vida, estaba resuelto a buscar justa venganza sobre aquellos que habían hecho de sus cuatro siglos de vida un infierno. Sabía que tendría que buscar formas de combatir dichos poderes, pero ahora mismo otros asuntos apremiaban...

-Hay algo, no obstante, que juega en nuestro favor: ellos ignoran lo que ocurre en la corte de Mithras. Se sorprendieron de que Thomas marchara la misma noche en que llegó. Están ansiosos. Lo presiento, lo huelo. Tienen el poder al alcance de la mano, lo acarician y lo sopesan, pero aún les falta un último detalle para ostentarlo. Si podemos darles un golpe definitivo, sin duda es el momento. Y de paso desataremos un poco de caos en la corte del Dios Vampiro.

Sonrió con ferocidad, mostrando los colmillos. De pronto la idea de poner patas arriba los cimientos del bien montado circo de Mithras le resultó... Atractiva. Sobre todo porque, con todo el poder en el aire, actuales aliados renovarían viejos odios y recelos, y los Ventrue y Tremere llevaban mucho tiempo disputándose el poder político.

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24/02/2014, 17:10
Astrid

-Los Tremere... -susurró con una irónica sonrisa. Después miró al horizonte nocturno-. Por fortuna hoy y mañana habrá luna llena, pero si hay mucho viento... creo que su barco será más rápido que el nuestro. 

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25/02/2014, 11:27
Håkan den Svarta

-Esperemos contar con un poco de suerte, para variar -respondió a Astrid, ceñudo. De lo contrario... Había otros modos de seguir la pista a Daister. No se trataba de un exceso de confianza, sencillamente buenas ideas llegaban constantemente a su cabeza de una forma en que antes jamás habría imaginado. No contuvo una sonrisa, por ello. 

Mantuvo la balandra siguiendo los pasos del barco del sajón, pero no muy lejos de la costa, al principio. Cuando se hubieron alejado de los puertos de Londres, el Gangrel lanzó un aullido al cielo nocturno. Fue un aullido exactamente igual al que habría proferido un lobo. 

No mucho después, pudieron ver una sombra que avanzaba a gran velocidad desde las inmediaciones del bosque. Salió de la linde y corrió paralela a la balandra. Hakan desvió el rumbo levemente, acercándose un poco más al borde... Y entonces la sombra saltó sobre la cubierta. Ante Rosalía había un lobo de enorme tamaño y lustroso pelaje plateado que pronto mostró las fauces a la castellana, en actitud abiertamente hostil. 

Hakan se acuclilló junto a él mientras alteraba de nuevo el rumbo de la balandra, para continuar la persecución. Abrazó el cuello de la bestia y comenzó a gruñir en su oreja y a emitir sonidos bestiales. El animal, poco a poco, relajó su postura agresiva y terminó por tomar asiento sobre la cubierta. 

-Te presento a Jarl, Rosalía. Es un buen amigo. 

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25/02/2014, 19:29
Rosalía Caeiro

Rosalía se había sumido en sus pensamientos después de las últimas palabras de Hakan cuando éste quebró súbitamente el silencio con aquel aullido lobuno. Un escalofrío le recorrió la espalda. Tal vez Francesco seguía allí, en lo más profundo de ese cuerpo de bárbaro, pero ya no era el mismo Francesco de antes. Sintió pena: ¿cuántos sacrificios más les quedaban por hacer antes de librarse del acoso Tremere?

De pronto la bestia saltó a cubierta e instintivamente ella se retiró un tanto hacia atrás. No temía a los lobos: eran animales hermosos y a su manera sociales; pero ante uno como aquél era difícil no sentirse impresionada. Al ver a Hakan hablarle y serenarlo irremediablemente se acordó de Yurev y sonrió ligeramente.

-Un placer, Jarl... -dijo mirando al lobo a los ojos y tendiendo una mano en su dirección para dejar que la olfateara.

Notas de juego

Tengo animalismo pero he leído que a menos que quieras dar una orden al bicho no hace falta tirar, así que no tiro.

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26/02/2014, 10:52
Håkan den Svarta

El lobo olfateó a Rosalía y, más tranquilo, tomó asiento sobre la cubierta. Hakan sonrió cuando Jarl se relajó con la Toreador y ella comenzó a hablar con él. La bestia no era tan receptiva con ella o con Astrid como lo podía ser con el Gangrel, no sólo porque fuera un ghoul, sino porque de alguna manera él era... Más humano. Por raro que sonara. Encajó el timón para que la balandra siguiera su ritmo e izó la gavia y el juanete para coger toda la velocidad posible. Luego se acuclilló junto al animal y acarició afectuosamente su lomo. Incluso apretó su frente contra el morro en un gesto afectuoso.

-Disculpa que no te haya respondido, Rosalía. Adler se encuentra en Roma, pero no puedo ser más específico puesto que ni la propia Sonja Keller podía precisar más. Supongo que con un mapa de la ciudad sería capaz de dar una localización más concreta. Me sorprendió que hablara de él como un vampiro 'esquivo'.

Miró a los ojos a su amiga, con cierta gravedad... Y de pronto sonrió de nuevo.

-¡Diablos, me alegro tanto de verte! ¡Tenía la sensación de que hacía una eternidad que no nos veíamos!

Tomó una de sus manos entre las suyas y la estrechó con cariño.

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27/02/2014, 10:09
Rosalía Caeiro

Respondió al gesto de Hakan con igual afecto, aunque su sonrisa fue algo más escueta.

-En Roma... -murmuró visiblemente afectada-. No recuerdo a mi Chiquillo -confesó mirando al Gangrel a los ojos-. Ni siquiera sé qué me llevo a Abrazarlo, pues me juré que nunca más... -calló de pronto y desvió la vista-. No puedo regresar a Roma, fui acusada de diabolizar a Cayo Marco. Tampoco recuerdo aquello... Sé que no lo hice, pero no puedo regresar. No al menos hasta que recupere la memoria y limpie mi nombre.

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27/02/2014, 13:04
El Narrador

Las tristes palabras de Rosalía volaron empujadas por la brisa nocturna. Más allá de la proa del barco, la silueta de la Carabela se erigía como una meta oscura e incierta y entre ambas naves la fluida negrura del mar, dejado atrás el río, bailaba como metáfora de secretos y amenazas por venir. 

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27/02/2014, 13:15
Rodrigo

-¿Cómo lo haremos durante el día? -preguntó de pronto en castellano a Rosalía-. Si ello siguen navegando tras el alba, de seguro los perderemos. Quizás si él me enseña manejar el timón yo pueda guiar la nave mientras dormís -sugirió refiriéndose a Hakan.

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27/02/2014, 16:48
Håkan den Svarta

-Parece que no tenemos muchas más alternativas... -concedió Hakan, no muy seguro de poder enseñar a tiempo al sirviente de Rosalía. 

Lo que era cierto es que no podían perder de ningún modo el barco de Thomas, o se encontrarían en un serio aprieto. Él ya tenía una idea de cómo evitar que se le perdiera la pista, pero suponía un pequeño riesgo. 

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27/02/2014, 17:11
El Narrador

La travesía discurrió durante tres días y tres noches, turnándose la dirección de la nave de la manera acordad. Habían seguido la Carabela hacia el sur, desde el perfil oeste de Francia y más allá hacía la península ibérica por el Atlántico, recortando Portugal a babor.

Rosalía subió a la cubierta de aquella balandra que, de manera tan repentina, había reducido su mundo a unas tablas que surcaban los mares. Allí aguardaba Hakan, oteando el horizonte desde la proa. La embarcación de Thomas era ya apenas un punto en la lejanía. Los vientos oceánicos le daban ventaja. Le estaban perdiendo el rastro.

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27/02/2014, 18:03
Håkan den Svarta

El Gangrel observaba la lejanía con gesto adusto. Si continuaban así, efectivamente terminaría por darles esquinazo. De modo que se veía obligado a poner en práctica su plan de emergencia, por así decir. 

-Esto no marcha como debiera -sacudió los hombros y se desprendió del manto de pieles que vestía. Dejó en cubierta el cinto del que pendía la espada de Thomas y volvió a mirar al horizonte. Los vientos, al menos, le eran favorables-. Espero no tardar demasiado. 

Cerró los ojos. Se concentró. Notó cómo su vitae hervía y recorría su organismo con un agradable hormigueo. Repentinamente, dio dos zancadas y saltó por la borda. Antes de comenzar a caer, todo su cuerpo se contrajo y se transformó en un cuervo negro, de gran tamaño, que batió las alas y alzó el vuelo en dirección a la carabela. 

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27/02/2014, 18:13
Rosalía Caeiro

Los ojos de Rosalía se desviaron de la lejana carabela hacia el Gangrel, pero sin poder prever lo que estaba a punto de hacer no tuvo tiempo más que de extender una mano en su dirección cuando, de pronto convertido en cuervo, emprendió el vuelo.

-Y yo espero que funcione... -murmuró para sí mientras lo veía alejarse en el cielo nocturno.

Después se giró y contempló la cubierta, y un suspiro abandonó sus labios.

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27/02/2014, 18:24
Astrid

Astrid apareció en cubierta en ese momento.

-Esto Hambrienta, joder -se quejó-. Esa Carabela estará atestada de mortales. Nunca se detendrán a Cazar. Mientras que aquí sólo tenemos a tu lacayo, princesita. Si seguimos así no habra otro remedio... 

 

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27/02/2014, 18:44
Rosalía Caeiro

Rosalía se puso en pie al instante.

-Ni se te ocurra -dijo con voz fría y gesto pétreo. Sintió los colmillos pugnando por abandonar sus encías y por un instante pensó en mostrárselos, pero se contuvo. Un barco pequeño no era el lugar más indicado para iniciar una pelea que no podría ganar.

Notas de juego

¿Tiro intimidar o algo?

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27/02/2014, 19:16
El Narrador

Hakan alzó el vuelo en su córvido semblante. En un principio le costó un tanto adaptar su vuelo a los vientos marinos, pues sus alas cortas y de pluma gorda no eran las más propicias, pero pronto logró elevarse acercándose a la nave.

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28/02/2014, 10:03
Håkan den Svarta

La sensación era indescriptible. Uno de los sueños ancestrales del hombre había sido el poder volar. Ya los clásicos que él había estudiado lo reflejaban en el mito de Ícaro, de fínal trágico. Se deleitó enormemente con aquella sensación casi mágica, algo que jamás había pensado que pudiera llegar a hacer.

Una vez se hubo acostumbrado a aquella nueva forma, enfiló la dirección de la carabela y finalmente la alcanzó. Se posó sobre la verga de gavia, el palo mayor del barco, y plegó sus alas. Observó la cubierta del barco y contó el número de tripulantes, amén de estudiar todos los detalles del mismo. Luego, alzó de nuevo el vuelo y giró en el aire para posarse, esta vez, a espaldas del vigía.

Notas de juego

¿Todo bien hasta aquí?

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28/02/2014, 12:09
El Narrador

El cuervo se poso en la baranda que rodeaba el puesto de vigía sin que este llegara a advertirlo, pendiente como estaba del horizonte. 

Entre la tripulación pudo ver a Thomas, concentrado también en la lejanía y unos metros por detrás de él a Oana, la otra mujer que había llegado con ellos a Londres.

-Algo le pasa al Capitán -murmuró de pronto el vigía-. O ese inglés nos va a cubrir de oro o un viaje a Roma sin escalas es una completa pérdida de dinero.

 

- Tiradas (1)
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28/02/2014, 12:29
Rosalía Caeiro
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