Partida Rol por web

La mujer asiente a tus últimas palabras, y rápidamente acude a los barrotes de las celdas cuando cierras la verja para ver como te vas alejando con una lágrima resbalando por su mejilla...

Parace que ha empezado el inicio de un vínculo entre los dos, sin embargo, ¿puede ser esto una pequeña estrategia de la Dama?. Todo parecer ser que no es así, sus gestos, el colgante, la lágrima..

El guardia lanza la llave en una pequeña mesa empotrada contra el muro, junto a un manojo con el resto. Mientras te responde va cerrando el rastrillo que da paso a las celdas. -Duda que esa bruja pueda decir algo útil hahaha- ríe con burla, cosa que te hace sentir rabia por dentro.

Gira sobre sus pasos y contesta a tu última pregunta:

Cita:

-Antes del anochecer. La llevarán a la gillotina a las siete..- El atiestético guardia sonríe mostrando sus amplios y amarillentos dientes por si tienes alguna pregunta más. Si no es así, volvera a sentarse junto a la mesa sin más, como tantas otras veces ha hecho a lo largo de su vida.

Aslan mira de reojo a Hojaflecha mientras Curuvar cuenta la breve historia. -Sobrevivirás- No parece prestar demasiada atención, segurmente por que ya se conozca la historia de las cenizas. Todo indica a que hay que ser raudos antes de que el enemigo encuentre esa cenizas y las arroja al lugar que indica el enfermo.

-Dejeme adivinar, viejo. ¿La Tumba de Shraevyn?. Tardaremos varios días en llegar, y además nadie sabe con certeza donde se encuentra..-

-Demasiado astuto para adivinar, ¿no crees?- Contrapregunta el enfermo hacia Aslan cuando este se percata o deduce el lugar secreto.

Rápidamente y sin perder tiempo, Curuvar vuelve a poner la mirada al grupo. -Debéis de ir a Aguas Profundas. Una sacerdotisa llamada Fiura dice saber donde se encuentra ess tumba, por suerte es una vieja Hermana y la conocemos. Tenéis que ir allí y contadselo todo..-

Te dedicaste a escuadriñar por los sótanos para ver si encontrabas algun tipo de entrada secreta o simliar. La Dama desconocía si existía un lugar así en las celdas, por lo que se limitó a escribir esa carta que le encomendaste.

Tras unos barriles de vino vacíos y apilados percibistes movimiento. Eran simples roedores. Las ratas, complacidas te dirigieron una mirada antes de abandonarte por cualquier recoveco. Entonces pensaste que si las ratas podían escaparse tras los muros debía de haber alguna otra entrada. Quizá algún tipo de alcantarillado, algún pozo, podría tener relación con el sótano y estar comunicados. Sin embargo, decidiste pegar un vistazo más en derredor pero sin éxito.

Finalmente subiste las escaleras para devolverle la llave al guardia.

 Cuando Gárret escucha al viejo hablar de la tumba de Shraevyn, siente que estaba equivocado al pensar que no debería haber ido a esa casa a escuchar lo que quería decir ese viejo, aunque después de escucharle piensa pesimista que ya le habían encasquetado a un grupo sin siquiera tener la intención de buscarlo.

O sea, que ahora tenemos la misión de buscar la tumba de Sharaevyn para salvar el mundo...- Dice el mediano sin acabar de creerse lo que dice- Supongo que la recompensa vale el esfuerzo que nos va a costar acabar la misión.

Tras pensarlo largo y tendido durante dos segundos y unas pocas décimas de segundo dijo- ¡Me apunto!

Me adelanto un poco al resto del grupo tras esperar como agua de Mayo un silencio en la habitación y sonrío antes de hablar ante  la energía del mediano que me había hablado hacía un momento:
- Yo... si me disculpan... señor Curuvar me gustaría preguntarle por alguien a quien llevo días buscando y que sé que usted puede decirme algo acerca de su paradero o situación: Es un hombre alto, de pelo moreno y ojos oscuros, se llam Óscar y lo vieron también en el Valle de la Sombra. - digo muy educada mirando fijamente al anciano enfermo.

Según por dónde vayan los tiros de las siguientes conversaciones venideras... veré qué he de hacer con lo que guardo en mi bolsillo y que aprieto contra mi cuerpo para saber que sigue ahí.

 El joven valletano abandona el edificio, con el papiro que ha redactado la Dama enrollado en su mano.

 Una vez fuera, ve que el sol ya despunta por levante... ya no es solo la luz de este, sinó del astro mismo. El joven se dirige directamente hacia la posadade Rosita, dirigiendose a grandes pasos.

 El establecimineto ya tiene cierto movimiento, tal vez fruto de de la costumbre, más que nada. Paseando por el salón está Rosita, atendiendo una pequeña marimita en el hogar.

 - Buenos días, Rosita. Tienes algo para llenarme la tripa, algo de pan y queso me valdrá. Y algo para tirarlo cuello abajo.- Dice a la vez que se apoya en la barra.

 Esto es cosa de locos Querelar... ¿Qué pretendes hacer?. El joven permanece apoyado en la barra, sentado en un alto taburete. No puedo hacer eso solo, pero con quien confiar? Minsch, no sé donde está y dudo de que sea suficientemente humano, a parte de que no me apetece tratarlo con él... la verdad es que con pocos de los que participarón en el juicio... tal vez Grifo, pero dudo que vaya a actuar al margen de la legalidad. Tal vez aquel joven... Sebastián, el hijo del capitán. Aunque es arriesgado, puede estar resentido y buscar venganza como los demás. En aquellos momentos aparece Rosita con una hogaza, mantequilla y algo de queso duro.

 - Perdona, sabes dónde reside Sebastián? El hijo del jefe de la guardia.- El joven empieza a engullir la comida mientras Rosita regresa con una frasca de vino aguado.- Por cierto, no sabrás donde podría encontrar mercancia... inusual, mágica? Algún alquimista en Aguas Fuertes?

Todo aquello era indiferente para el hechicero, habían llegado al pueblo huyendo de una banda de orcos y nada mas, todo aquello realmente se estaba complicando demasiado, en su estancia en el pueblo habían arriesgado el pellejo en mas de una ocasión y no habían sacado nada bueno, quizá iba siendo tiempo de hablar con sus compañeros y largarse de allí...

Con el Tottem en mis manos,el cual pareciera un espadón,y próximo a Curuvar,exclamo,en cuanto tengo ocasión:Me encantaria ir a descubrir que esconde esa tumba.SI el Rey Muerto ha de morir otra vez que así sea,no veo la hora de llegar a esa mazmorra.Toda mazmorra esconde una gran cantidad de tesoros.¡Cuenta con migo Curuvar!,le digo sonriente.

Me acerco todavía más al anciano,¿este Tottem,me pertenece?,la pregunta espera una respuesta.

Curuvar desea sonreír al ver la alegría de los medianos. -Ese Tóttem puedes quedartelo pequeño, es tuyo. Vos lo encontrastéis, ¿no?. Oculta un gran poder que tendrás que descubrir por ti mismo-

Orgulloso siente como una gran esperanza crece para todo el continente, sin embargo el propio Curuvar sabe de lo dificil de esta misión, y no en vano, lo último que desea es llevaros a una muerte. Antes de proseguir su mirada se detiene en Aslan, aprovecha el tiempo que le da la pausa para que su mente haga un viaje rápido al pasado y averigue si llegó a conocer al hombre que le cita la elfa de cabellos rojos.

-Aslan, deja de mirar a Methgar y sal de aquí antes de que la Guarda sepa de tu presencia. Y no hagas ninguna maleza mientras permaneces fuera..-

Seguramente las mejillas de Aslan se encuentren ruborizadas tras el mensaje que le da el enfermo, por suerte su curiosa capa le cubre su rostro y nadie puede saber con certeza el rostro que se oculta tras la capucha. Sin más, vuelve sobre sus pasos y sale de la estancia mientras se despide de Mireia, la mujer del Capitán. Mireia no muestra ningún tipo de incredulidad, por lo que es posible que tanto Aslan como Mireia se hayan visto las caras más de una vez.

-Maldito mocoso- Susurra cuando ve abandonar la sala a Aslan.

Sin perder más tiempo, Curuvar le indica a Miya. que se acerque, que no tema. Una vez esta lo suficientemente cerca como para poder coger una de sus manos, Curuvar, amarra su mano diestra y la examina. -Ya veo. No estés triste bella elfa, le conocí hace algún tiempo. Aunque no puedo garantizarte su paradero, curiosamente le tuve como guerrero a mi lado hará más de tres años; Nuestro objetivo era recuperar una Espada en los Valles, eramos una docena contra cientos de kobolds y trasgos. Dice con cierta amargura al recordar aquella pelea. Tras nuestra victoria Óskar se fue, nunca me dijo a dónde...- De nuevo esa sensación. El corazón golpeando en su interior, el típico nudo en la garganta, las manos frías, las piernas temblorosas, los ojos cristalinos, a punto de desbordarse. El enfermo empieza a sentir convulsiones leves. Rápidamente Mireia acude a socorrerle y en cuestión de segundos el cuerpo del enfermo se estaciona pero sin abrir los ojos. Sólo duerme.

El viejo ya descansa, os ha encomendado una misión muy importante y seguramente no le importa lo más minimo que le devolváis a la vida. Para el es más importante recultar a unos jovenes aventureros y que les conozcan como los heróes de Faerûn.

A pesar de la cruenta batalla, el hedor a alcohol y el humo sigue inundando esta taberna. Los aldeanos discuten al mismo tiempo que celebran la victoria frente a los bandidos, pero esperan cuanto antes a que llegue el momento de la ejecución en público de la Dama de Fuego.

Mientras vas llenado tu estómago te sumerges en tus posibilidades de poder salvarla, pocas son las esperanzas.

-Sí, ve a la plaza del pueblo, junto a la herrería encontraras una pequeña Botica. Sobre el muchacho... suele vagar demasiado, casi nunca se le ve por aquí. Casi siempre suele estar en el establo, junto a los caballos. Pero si lo que buscas es su residencia mejor que le preguntes a su madre, Mireia. Creo que aún sigue en el palacio...-

En ese instante la puerta de la taberna se abre y un hombre con pinta de humano, alto y de sexo masculino entra en la taberna con unos ropajes de un color morado oscuro. Está bien proporcionado y tiene un aspecto saludable, cubierto por una capucha ancha del mismo color. Atado con correas sobre su hombro derecho se ve un cárcaj repleto de flechas con puntas blancas. Los ojos del hombre se mueven rápidamente por toda la sala, obviamente buscando a alguien o algo.

Su mirada cae sobre tu posición, y una sonrisa maliciosa cruza por su cara tras cerrar la puerta despacio. Avanza con pasos largos y seguros, pero se detiene a mitad de la estancia para examinar a todo aldeano presente.

-Busco a hombre que le llaman Querelar. ¿Está por aquí?- Pregunta fríamente tras un silencio abrumador.

 Querelar terminaba de comer tras agradecer las indicaciones de Rosita. Tenía la intención de poder descansar un poco antes de emprender esta locura que se cocía en su mente. Sin saber muy bien porqué, tal vez el silencio que se hizo en el salón cuando entró la figura, el joven valletano se da la vuelta y se apoya en la barra, sentado en su taburete.

 Contempla al extraño de ropajes de color morado y el carcaj de flechas blancas a su espalda. Por algún extraño motivo no se siente especialmente asombrado ante lo que busca el tipo ese. ¿Y ese qué querrá de mí, lo enviará Grifo?

 - ¿Y quíen le busca, si puede saberse? Yo soy Querelar. ¿De que se trata?

-Creo que eso será mejor que lo hablemos en privado. Hace ademán de dar la vuelta para volver por donde ha venido, pero antes envía un recadito a los aldeanos. ¿Qué estáis mirando?. Seguid bebiendo vuestros licores de señorita, aquí no hay nada que ver...-

Vuelve a mirarte fríamente y finalmente abre la puerta de la taberna.

Él ya ha cumplido con su trabajo, ahora falta que te levantes de la silla y salgas del bar para ver que es lo que tiene que contarte, si es que realmente es algo que te importa.

 Vaya personajillo, que descaro. Pero creo que no puedo eludir la posibilidad de que este tipo pueda tener alguna relación con la Dama, tal vez fuera a ser la diferencia en lograr salvarla, o verla morir en manos de estos descerebrados.

 El joven valletano mira la copa con el vina aguado, y duda en terminarlo o no antes de ir en pos del sujeto ese. Al final se expulsa la tentación de remojar de nuevo su gaznate y la deposita en la barra. Finalmente sus pasos siguen al desconocido que ha entrado en la posada.

 Espero no tener que arrepentirme...

Se había mantenido en silencio durante toda la explicación de Curuvar, prestando atención a todos aquellos datos que podrían serles de ayuda, pues ya antes de entrar en la sala sabía que aceptaría la misión. Sin embargo, las fuerzas de Curuvar se agotan rápidamente y llega el momento de entrar en acción

Tesoros aparte, creo que debemos aceptar esta misión comienza a hablar dirigiéndose a Caesar Si curuvar está en lo cierto son muchas las vidas que dependen de que lo logremos y no podemos quedarnos de brazos cruzados. Al menos yo iré con Racalín y con... se gira hacia garret creo que no nos han presentado... me llamo Methgar

El hechicero se mantiene a la expectativa, Curuvar ya no se mueve pero Cesar no se atreve a hablar en voz alta de lo que parece haber ocurrido...

 El mediano vestido con ropas azuladas estaba con la mirada centrada en el viejo que lo primero que hacía tras despertarse era mandarles viajar cientos de millas para conseguir las cenizas de un muerto, algo que para el mediano era un tanto sospechoso, pero otra hermosa elfa.

Al parecer todas las elfas del lugar poseen una belleza singular y exótica, deben vivir una vida muy dura para mantenerse así, y viviendo entre humanos, los cuales sólo hacen que babear ante una mujer bonita...  una vida muy sufrida.

¿Methgar eh...?, Yo soy Gárret, terror de los gnolls -dice con una sonrisa en la cara, mientras extiende la mano hacia la elfa como mandaba la tradición humana.