Partida Rol por web

La ciudad del Esplendor sigue siendo lo que ha sido durante siglos: un cruce de caminos mercantil abarrotado, bullicioso y atareado, donde la moneda es lo que manda, la tolerancia hacia los extranjeros de otras razas y costumbres es alta (siempre que se hagan tratos justos), y la gente juega duro y trabaja aún más duro, viviendo sus vidas al ritmo más rápido posible. Los cotilleos son la grasa que ayuda a que las vidas cotidianas de la mayoría de los agundinos discurran en su interminable esfuerzo por lograr aún más dinero.

"La riqueza trae respeto, el respeto proporciona influencia, y la influencia es poder"

Hoy en día Aguas Profundas es un bullicioso centro de comercio. Y aquí es dónde nuestros aventureros continúan su historia.

No es muy dificil seguir el rastro de la caravana, cualquiera que tuviera dos ojos podría seguir la marca de las ruedas de la carreta. El bosque, antes oscuro y tétrico, como si de un cementerio natural se tratase, había cambiado su aspecto y, tras los últimos segundos, la maraña de zarzas y espinos que ocultaban el serpenteante camino que transcurría entre pequeños pinos había dado lugar a espacios abiertos, salpicados por grandes troncos de enormes chopos, hayas y encinas, cuyas copas, apenas visibles en lo alto, formaban un techo que dejaba pasar, aquí y allá, los rayos de un sol distante, creando un bello juego de luces y sombras.

El sendero, ahora ya libre de toda maleza, se mostraba iluminado, como invitando a recorrerlo y dejarse llevar allí donde él decidía. El ambiente, cálido a los sentidos, estaba plagado de pequeñas luces que flotaban por todas partes, subiendo y bajando gracias a la brisa que las mecía, al tiempo que peinaba las flores y hierbas de alrededor, propagando sus fragancias.

Se escucha el fuerte chocar de las olas contra las rocas, lo que indica que Aguas Profundas se encuentra en la costa; La Costa de la Espada la llaman. A lo lejos se aprecia claramente la gran ciudad, con bastantes más kilómetros a la redonda que su hermana pequeña; Aguas Fuertes.

La ciudad está amurallada con grandes piedras y la entrada se encuentra protegida por un grupo de guardias que van muy bien armados y protegidos. Cualquiera no desearía enfrentatse a esos humanos embutidos en armaduras de placas brillantes. Varias caravanas se encuentran aparacadas en la misma entrada por lo que Scott y sus hombres habrán parado aquí para descansar.

Los guardias no os cortan el paso, es habitual ver a un grupo de aventureros como vosotros, eso sí, os miran con una mirada de esas que indica que "mejor que os portéis bien".

Una vez dáis los primeros pasos un gran cartel se presenta ante vosotros.

<<Se buscan personas con dotes para la custodia y capacidad de reacción ante eventualidades varias concernientes a la vigilancia de propiedades. Se ofrece alojamiento y manutención, además de una remuneración acorde con vuestra labor. Los candidatos deben ser capaces de reaccionar en condiciones extremas y estar familiarizados con las situaciones de riesgo.

Aquellos interesados pueden dirigirse a la posada de la Estrella Negra, en el callejón de La Entranca en el distrito de los muelles y preguntar allí por Fiura>>

¡Oh, no!,exclamo.La magia del cetro ha desaparecido...bueno me queda un as en la manga,susurro mientras acaricio mi pequeña mochilita.

Con rostro cansado,me detengo a leer el cártel,al menos tenemos una escusa para alojarnos en una taberna,jijihi.

Lo primero que hago ,al entrar a la ciudad,es buscar algún tipo de establecimiento,donde puedan vender pociones.

Bueno, quién quiere ir a lo del anuncio? Yo necesito posada y alimento, si son gratuitos, mejor.

Fiura... ¿de qué me suena...?

Methgar permanece pensativa un rato, mirando fijamente el cartel hasta que finalmente el reconocimiento se hace patente en su rostro

Ya lo recuerdo, Fiura es la mujer con la que, según Grifo, teníamos que hablar para encontrar las cenizas. Si necesita ayuda no podemos pasar de largo... tenemos que ir a esa posada

 Querelar estaba ante el cartel, junto a Methgar y el resto del grupo. S esentía sucio, cansado y magullado. Un lugar de descanso le iría bien.

 Tras mirar el cartel su mirada se paseó por las fachadas circundantes, las paredes de piedra, algunas encaladas, los tejados de oscura pizarra y en el cielo, altas columnas de sinuoso humo oscuro. La civilización. Tal vez empezaba siendo hora de dejarse de aventuras. Emprendió esa vida para vivir las emociones que sentían los héroes que aparecían en las historias de los bardos y juglares, mas tras haber estado a punto de morir en varias ocasiones, haberse manchado de sangre las manos, experimentar el cansancio del camino y el frío de las noches al raso. Se le estaban pasando las ganas de aventuras... pero a pesar de eso... tenía alguna cosa pendiente para resolver.

 - Creo que estaría bien, cuanto menos, dar un vistazo a la posada y llenar la tripa con algo de comida caliente y podernos asear debidamente.

Tras la dura pelea con los kobolds el camino que quedaba hasta el siguiente destino se hizo más largo y pesado de lo que habría sido de no estar malheridos aunque, por suerte, el imponente bosque pronto dio paso a llanuras extensas donde era imposible ser emboscados y además seguíamos perfectamente el rastro de las carretas que dejaban sus ruedas bien mrcadas a su paso.

Cuando se comenzó a divisar la gran ciudad de Aguas Profundas me dí cuenta de que era la primera vez desde que salí de mi hogar que veía algo como aquello. Los dos pueblos en los que había detenido mis pasos durante el camino hasta hoy no eran nada en comparación con la majestuosidad de los altos edificios de esta ciudad. Maravillada según nos íbamos acercando me limité a guardar silencio y observar cada detalle de los muros y tejados que se veían a lo lejos, cada vez más cerca.

Una vez entramos una mezcla de olores inuda mis fosas nasales y me alegro como nunca de estar en plena civilización humana, aunque eso solo refuerza cuánto echo de menos a Óscar. Nos detenemos todos a leer un cartel y ante las palabras de Methgar que demuestra tener una muy buena memoria, todo lo contrario que yo, solamente puedo asentir.

- Si allí es donde debíamos ir por palabras de Hima, vayamos. Os sanaré a todos cuando nos hayamos asentado en un lugar tranquilo. - digo mirando uno a uno a mis compañeros, incluída Marpilla que sigue pegada a mi.

El trayecto, como casi siempre se le hacía largo a la pequeña Gnoma fuese la distancia que fuese, aunque era interesante al mismo tiempo. De camino y siempre ánimados, juntamos nuestras voces para que el viaje no se hiciera tan pesado. Nuestras conversaciones quedaban a espaldas del ya victorioso combate..

-Pues vaya, menudo sitio, huele mal, lleno de humanos.. Será mejor que no toque nada. Miya. podría cabrearse..-Se separó lo justo de Miyanuviel y se acercó a Racalín para examinarle.

Hey.. luego podríamos ir a dar una vuelta por el pueblo Racalín. Si quieres..- Rió de forma pícara y volvió junto a Miya., camino hacia la posada que indicaba al cártel. Ella también estaba de acuerdo en llenarse la tripa.

Eres la única que se ha dado cuenta de que Marpilla le ha robado el "bastón mágico" a Racalín y se lo ha guardado tras la espalda.

Gracias a un pequeño mapa junto al cártel sabéis que os encontráis en el Barrio Sur, justo en el sureste de Aguas Profundas. Este Barrio se limita por el Barrio Comercial, al norte y el Barrio del Muelle al oeste.

La ciudad de las Caravanas, como es conocido a veces este barrio es una zona poco agraciada y en gran medida pobre, pero amistosa y ajetreada.

El Barrio Sur se encuentra dominado por grandes y viejos almacenes hechos de piedra, ladrillos de adobe y madera. Apiñadas entre ellos hay casas de tres y cuatro pisos, la mayoría con tiendas al nivel del suelo. La mayoría de tiendas son herrerías por esta zona. El Barrio Norte, que se aprecia a lo lejos son casas altas, lujosos y con tejados de pizarra. Por lo que debe ser el barrio de los ricos.

Percibís una gran cola de humanos frente a un edificio. Es como una fotaleza por fuera, con barrotes en las ventanas, murallas de piedra y tejado de pizarra. Dentro del patio amurallado puede verse un pequeño jardín y en el centro de este un edificio alto como una torre adosada en la parte posterior. En lo alto de la torre, cuadrada, y rematada con un puntiagudo tejado de pizarra, puede verse una enorme estrella de hierro de nueve puntas, detalle éste que da nombre a la posada. En el patio se nota agitación pues bastantes hombres armados se encuentran haciendo cola frente a la entrada del establecimiento.

Parece que el trabajo está muy solicitado y sólo os quedan dos alternativas; hacer cola como los demás o conocer más a fondo el Barrio y esperar a ver si se reduce la cola. En ese último caso es muy probable que el trabajo ya haya sido entregado.

 Gárret va a hacer lo que cualquier mediano respetable haría.. escurrirse entre la muchedumbre para llegar lo más al frente posible, por lo cual deja a Methgar con su maleta y sólo lleva lo mínimo necesario, sus dos confiables espadas y su honda.

Una vez Marpilla regresa junto a mí me agacho hasta llegar a su altura y le digo algo al oído muy muy bajito:
- Psé, estate quieta mujer, no quiero tener problemas con quienes tan amablemente nos ayudan a llevar mejor el camino y los combates como el de antes. Has estado a punto de morir, granujilla, mejor será que devuelvas ese cachibache. - le digo en un susurro imperceptible para el resto.

Luego le miro con gesto serio y me vuelvo a levantar.

Al llegar frente a lo que debe ser el lugar indicado para solicitar el trabajo me sorprendo al ver tan exagerada cola. No debe estar el trabajo muy a la orden del día para que el cartel haya provocado semejante caos.
Me agacho un momento a decirle algo a la gnoma al oído ya que apenas se separa de mí y después cambio la seriedad de mi rostro para medio sonreír al ver cómo el mediano Gárret se intenta meter entre las piernas de la gente para llegar delante del todo.

Por mucho que seamos los más adecuados para el trabajo y que, además para colmo, nos han mandado a hablar con la posadera que debe estar al mando de este lugar, la marabunta que tenemos delante no tiene pinta de esfumarse así como así por mucho que intentemos pasar a través de la gente.

- ¿Queréis probar a colarnos entre toda esta gente o simplemente esperamos nuestro turno? - pregunto sin saber muy bien qué esperar mientras miro hacia abajo a vigilar lo que Marpilla anda haciendo. Odio perderla de vista y más tras lo sucedido, ha estado a punto de morir y me sentiría muy culpable si algo le sucediese.

Mientras ando no dejo de pensar en Curuvar,os acordáis de Curuvar?,es más...si,quieres podemos ir ahora mismo...le contesto a Marpilla.

COntinúo hablando,es más,no dijo que recuperáramos las cenicas sagradas,dónde se encontraban esas cenizas,tú sabes algo de eso Marpilla?

 Querelar, nada más ver la larga cola, siente, de repente, como lo inunda la sensación de fatiga que hasta el momento había logrado mantener alejado.

 Mientras ve como Midespinas se mete entre el gentío, se dedica a pasear su mirada por encima de los presentes mientras escucha a los que han sido sus acompañantes, finalmente ante las palabras de Racalín, comenta.

 - Creo que para alcanzar estas cenizas que estaís buscando, tendriaís que hablar con la mujer que regenta la posada. Sí, aquella posada que está tras toda esta cola.- Su rostro refleja cansancio, por no hablar de que sus heridas le hacen sentirse más débil aún. Tras un chasqueo dice.- Sabeís que creo que pasaré del trabajo este y me voy a tomar algo y descansar. Me muero por dar con una cama.

 Tras mirar a Methgar y a la extraña pareja formada por Miyanuviel y Marpilla.

 - ¿Os apuntaís?

No te voy a negar que me parece una idea estupenda, pero lo primero es hablar con Fiura. Ellos señala a la cola, pueden quedarse con el trabajo. Nosotros ya tenemos faena que hacer y que no puede esperar, así que será mejor que entremos y terminemos cuanto antes

Dicho lo cual, recoge la mochila de Garret Mira que dejarla aquí... será mejor que se la lleve dentro o al volver no la encontrará.. y se encamina al interior de la posada haciendo caso omiso de la gente de la cola

 Sin añadir o esperar nada más, le joven de tez oscura avanza paralelo a la cola para adentrarse en el interior de la posada. Anda sin prisas, cargando con su menguada mochila. Cuando llega junto a la atestada entrada se cuela dentro con un.

 - Perdona, disculpa, gracias.

 Una vez dentro del abarrotado local se va hacia la barra llamando la atención del cantinero.

 - Una pinta, por favor. Por cierto ¿ Qué es esto que huele tan bien?- Haciendo referencia al olor a comida.

Methgar se me adelanta a responder a Querelar pero su respuesta es la misma que rondaba por mi cabeza así que sin decir nada, asiento firmemente ante las palabras de la elfa e intento seguir a ambos dentro de la posada aunque no sin dificultad dado el caos dominante del espacio que nos separaba del edificio en sí.

Antes de intentarlo siquiera me dirijo a Marpilla:
- ¿Vienes conmigo o te quedas aquí con tu querido amigo Racalín? Recuerda lo que te he dicho... granujilla... - la última palabra se la digo con cariño a la vez que le acaricio la cabeza pero sin llegar a sonreír pues tiene que ver que no esty de broma aunque lo pueda parecer. Espero un poco a ver si la gnoma responde a la pregunta del mediano y a la mía también antes de probar a no ser devorada por la muchedumbre.

Marpilla se queda de brazos crauzados y no tarda en sentarse al suelo al ver a semejante multitud. -¿Y ahora tenemos que esperar a todos esos?. Buah..

De pronto la muchedumbre empieza a quejarse, al parecer han detectado a un individuo que planea colarse entre la multitud para hacer que la espera no sea tan larga. Al poco tiempo véis como entre dos guardias que custodian la cola empujan a Gárret y este tropieza en el suelo. ¡Y no vuelvas a intentarlo!- Los guardias vuelven a sus puestos mientras sigue la normalidad.

A Marpilla la idea de Querelar le pareció divertida, pero aún más al idea de vagar por este barrio con Racalín, pero antes no puede evitar reírse comodamente al ver como pillan a Gárret. Jajaja, eso le pasa por tramposo.. Hace una pausa y contesta a la clériga;

Me quedaré con Racalín. No tardaremos mucho, espero. Nos reencontraremos aquí ¿de acuerdo?. Vamos Racalín, y cuentame algo de esas cenizas que tenéis que encontrar. Marpilla no sabe nada de eso jejeje..-

Empieza a dar los primeros pasos pero antes se da media vuelta para guiñarle un ojo a Miyanuviel.