Partida Rol por web

 Al ver que los compañeros de la compañía han logrado en lo que yo fallé, decido recoger mi maleta y acompañar a la pequeña gnoma y al otro mediano.

Oh pequeña Marpilla, si siempre esperas jugar bajo las reglas, encontrarás que los demás que no merecen las cosas las han tomado por un atajo...

Ojalá a los altos no se les olvide mencionarnos con la dueña de la posada...

Perfecto vamos,necesito pociones curativas,el combate contra los kobolds estuvo apunto de costarme la vida...comienzo a caminar junto a Marpilla y,una vez me he despedido del grupo le comento:De las cenizas sagradas se lo que nos dijo Curuvar,un rey que quiso hacer un pacto con un tal hechicero y éste los traicionó matándo al rey y a su hija y,no solo los mató,sino que los quemó y guardó sus cenizas en un lugar seguro.Respiro hondo y comento:Curuvar nos pidió que las encontráramos y que teníamos que ir a Aguas profundas,justo donde estamos...

Gárret después del pequeño traspiés y, a la carrera, se dirige hacía Methgar y coge su mochila. Os dice que prefiere ir con el mediano y con Marpilla, que no tardarán demasiado en volver.

Nada más entrar en el local os dáis cuenta de que está muy bien amueblado y no es la típica taberna que huele a alcohol, ni mucho menos se ve a la gente gritando y alzando sus jarras de cerveza mientras la espuma manchas sus largas barbas. Aquí se encuentra todo muy aseado y muy tranquilo.

Al fondo se muestran unas escaleras de madera que suben, a los lados, nada más entrar se aprecian dos habitaciones cerradas por una puerta y justo en el centro de la sala hay una mujer tras un mostrador.

Este es el lugar donde se distribuyen y asignan las habitaciones de la posada. Un mostrador de madera oscura y pulida con una silla es todo lo que parece verse desde el distribuidor, a excepción de una campanilla de plata para llamar al servicio de habitaciones. Bajo el mostrador se halla un libro en el que seguramente estén anotados los nombres y el tiempo de permanencia de todos los huéspedes.

-Buenos días, muchachos. Ríe divertida por el comentario del Valletano. Nuerstros cocineros deben de estar preparando la comida para Fiura, la dueña de este local. Si queréis puedo reservaros una mesa y alguna habitación...

Se queda a mitad, pero a juzgar por vuestro aspecto parece que la vais a necesitar.

-Muy bien entonces las encontraremos, ¿no Racalín?. Yo puedo ayudaros, pero primero tengo que ir a rescatar a un amigo. Aunque no sé como voy a hacerlo..- Se queda pensativa y después ríe divertida por el comentario de Gárret.

La gente no os mira con desprecio, parece que la multitud está acostumbrada a ver todo tipo de razas benignas por aquí.

Avanzáis por el barrio, por un estrecho callejón que está ajetreado de mercaderes con puestos de comida y ropa. Giráis la esquina del final del callejón y no muy lejano ( a unos 15 metros ) se aprecia un edificio con dos hachas cruzadas entre sí y se escucha el tintineo del metal contra el yunque. Parece una herrería.

-Mas allá parecen que se encuentran los barrios más lujosos, no se si nos dejarán entrar. ¿Entramos a dar un vistazo a esa tienda de armas?. O preferís que vayamos a comprar algo de comida a los mercaderes.. A mi me da igual..- La graciosa Gnoma se entretiene con su pequeño bastón mientras juntos tomamos una decisión.

Un animal, sin ánimo agresivo, se os aproxima.

-Bouf... bouf.. bouf..-

Buenos días, saluda educadamente al llegar junto al mostrador, momento que aprovecha para poner su mochila en el suelo y así librarse de su peso.

Agradeceremos una mesa y una buena ración de comida mientras esperamos pero debemos hablar urgentemente con Fiura. Supongo que estará ocupada con toda esa gente señala la cola con un movimiento de cabeza pero si le dice que venimos de parte de su amigo Grifo seguro que encuentra un momento para recibirnos. Realmente el tema que hemos de tratar con ella es de la mayor importancia y urgencia, hay vidas que dependen de ello...

 El dueño no debe estar muy lejos...

Gárret echa un vistazo de alguien entre la multitud con cara de ser el amo del animal.

-"Gordo", jejeje te hechaba de menos campeón...

Al parecer el perro es de Marpilla. Gárret se sorprende, aunque Racalín no tanto pues ya había oído que Marpilla tenía un compañero animal.

 Querelar asiente en silencio mientras escucha a las mujeres hablar. Deja la mochila en el suelo, apoyada con la recepción y aprovecha para dar un vistazo al vestíbulo.

Armas?...emmm,no.No las necesito,me gustaría comprar pociones...miro a mi alrededor en busca de una tienda donde puedan vender pociones.

Oh,jojoo...rio al ver el perro.Me acuerdo cuando lo encontré,jajaj.Acaricio al perro,¿cómo se llama?

Por los alrededores no parecen que haya una tienda de pociones, ni de alquimia. Al menos en este Barrio.

-Se llama Gordo, y es casi tan grande como yo. Ha debido de seguir nuestro rastro, ¿verdad pequeño?. Pues yo si que voy a entrar en esa tienda, a lo mejor venden pociones, y si no es así a lo mejor sabe decirnos donde las venden...

¿Y vos Gárret?. Quizá deberías comprarte algo de ropa nueva..- Dive divertida la Gnoma antes de ponerse en marcha hacia la herrería.

La mujer frunce un poco el ceño al escuchar las palabras de la elfa, es como si no terminara de creerse del todo eso de "hay vidas que dependen de ello.." pero su gesto tampoco indica que seáis algunos intrusos pues el nombre de Grifo parece que le suena de algo.

Observa a la otra mujer en silencio y al hombre que parece muy relajado observando la sala.

-Muy bien os reservaré una mesa. En cuanto Fiura esté disponible le haré saber que estáis aquí. Hace una pausa para saber si estáis de acuerco y luego acompaña un amago para apuntar algo en su libro.

¿Me podéis indicar vuestros nombres?-

Tras ver como Marpilla se marcha con Racalín toda contenta y pienso en que sabe cuidarse sola... veo que también el otro mediano, Gárret se les une y sonrío pensando en que si lo que mi amiga quería era estar a solas con el mediano pícaro le acababan de fastidiar el rato de ligoteo.

Al ver cómo sin mucha dificultad Querelar se mete entre la gete y Methgar se dispone a seguirle, me uno a la comitiva hacia dentro de la posada.

Una vez dentro me maravillo del aspecto que tiene el lugar. Desde luego no es como otras posadas que he visto antes, la mayoría tenían una agitada barra llena de gente bebiendo jarras de cerveza y los habituales borrachos montando follón en cuanto se les decñia una palabra más alta que otra.

- Buenos días. - saludo a la muchacha que nos recibe con los buenos modales que Óscar me enseñó respecto a las costumbres de los humanos de ciudad.
Tras escuchar las palabras de mi compañera elfa asiento con la cabeza pero no vuelvo a hablar hasta que la chica nos comenta que nos preparará una mesa y avisará a Fiura de nuestra presencia y de que tenemos un mensaje para ella:
- Gracias... Mi nombre es Miyanuviel, señora. - digo co una sonrisa en los labios y deseando comer algo caliente ya que se da la ocasión. Tampoco debería tardar en dedicar algo de tiempo a mirarme las heridas y las de mis compañeros, al menos los que están conmigo.

 Querelar se gira de nuevo prestando atención a la cordial recepcionista y ante su pregunta el joven dice su nombre, sin pomposidad o especial entonación.

 - Querelar. Gracias por su atención.

 Agrega finalmente. Cuando la muchacha desaparece de sus vista se acerca a una de las paredes y deja que su espalda descanse en ella a la vez que de forma distraída se lleva la mano al mentón, acariciando la rala perilla.

 Gárret no aprecia el comentario de la gnoma. Mi ropa no se rasgó espontáneamente, fue defendiendo mi vida y la tuya de esos kobolds... pero tienes razón, debo velar por mi imagen. Nadie querrá contratar un guerrero que luce como pordiosero. Lo máximo que nos pueden decir en la herrería es que no saben, en cuyo caso quedaremos en las mismas condiciones que ahora.

Y yo soy Methgar... breve pausa Más adelante se unirán a nosotros dos medianos y una gnoma pero, de momento, con una mesa para nosotros tres será suficiente

Cuando termina de hablar se agacha a recoger su mochila, dispuesta a seguir a la mujer hasta la mesa donde al fin podrá descanar sus doloridas piernas y tomar una comida caliente y, por la pinta del local, de gran calidad.

La mujer apunta los nombres en su agenda y os indica con la mano libre que podéis subir por las escaleras. Éstas ascienden al distribuidor del primer piso. Tanto las paredes como el techo son de madera y hay antorchas muy bien colocadas y tapadas por cristales que hacen que el decorado sea más lujoso. El descansillo da acceso a un largo pasillo con las habitaciones del primer nivel y a una nueva escalera que asciende al segundo piso.

A vuestra derecha se encuentra una puerta más grande que el resto y arriba un letrero que indica "Taberna la Estrella Negra". Un par de clientes, un hombre y una mujer salen de la taberna riéndose y abrazados, y algo borrachos. Suben las escaleras que dan al segundo piso seguramente para ir a un lugar más íntimo.

La puerta queda abierta, así que podéis pasar sin necesidad de abrirla. Al fondo de la sala puede verse una larga barra con jarras de distintos tamaños colgadas por una vara entre los pilares que soportan el edificio. Tras ella, hay un camarero hablando con los clientes del la barra y justo enfrente dan las mesas con forma redondeada y con unos bonitos taburetes que quedan muy bien con el tono de madera de todo el local.

De fondo se escucha a una preciosa bardo que toca su lira mientras los clientes adultos disfrutan de su comida, algunos otros prefieren ver el concierto de la bardo, especialmente niños que se han sentado en el suelo para ver más de cerca a la mujer.

En general parece un sitio muy tranquilo y nadie parece querer armar jaleo, pero eso no quiere decir que en este local uno no pueda pasarselo a lo grande. La pareja del principio así lo indica.

La Gnoma parece haberse puesto un poco seria al reconocer que el mediano tiene razón. Agacha su cabeza y mira hacia el suelo como reconociendo el mértito de Gárret. -Lo siento Gárret, tienes razón.. he sigo una grosera.. y gracias. Dice al fin levantando la cabeza y mostrando una amplia sonrisa de oreja a oreja.

En ese instante avistáis a un hombre cubierto de arriba abajo con todo tipo de objetos extraños en su espalda. Su cara está completamente cubierta por una telaje oscuro y un pañuelo rojo termina de cubrir el rostro. Está rodeado de dos jovenes que visten túnicas y tienen la apariencia de estudiar la magia.

Vamos Gordo, veámos que tienen en esa Herrería. Si no queréis venir quedemos de nuevo en la taberna, quiero preguntarle algo al herrero.-

La pequeña criatura y su perro se dirigen hacia la herrería, al parecer no se ha percatado del individio de extraños objetos, o a lo mejor es que no ha querido darle importancia. En cualquier caso, sus pasos se dirigen hacia el edificio.