Partida Rol por web

El Maldecidor, escupe sangre oscura por la boca. Tiene un tremendo tajo en su pecho, y a pesar de que sigue perdiendo sangre. Trata de sacar sus extrañas y divertidas carcajadas. AjjHahahajjaa..- Se reincopora del dolor y alza su mágico cetro al aire al tiempo que reclama unas palabras oscuras, sus colmillos no dejan de dañarse sus propios labios inferiores mientras reclama esas palabras.

-¡Katajjjpupili!-

Del cetro comienzan a salir unos colores resplandecientes, y juegan su movimiento por toda la zona que le rodea. Las criaturas dentro del area, pueden quedar cegadas a causa de esos colorines tan ilumnados.

Ante el grito de aquel trasgo que portaba un cetro, miro rápidamente hacia él.

El brazo alzado para protegerme llega demasiado tarde, al igual que el apartar la mirada, y lo último que veo es una intensa luz anaranjada.

Ni yo ni mis ojos ocultan su escozor, y los cierro con fuerza mientras me giro en el gesto tardío de oponerme a la luz.

-Ahhg...

Me llevo la mano libre a ellos, pero es inútil.

Trato de abrir los ojos que, formando apenas una línea, se esfuerzan por discernir las sombras de mi alrededor. La espada en mi mano aún espera, paciente, la orden de ataque. Pero apenas consigo ver con claridad al trasgo que -creo- tengo a mi lado.

Impotente, suspiro con resignación y desplazo mi mano izquierda, con la palma hacia arriba, hacia lo alto, por encima de mi cabeza, para acabar acercándose a ella con un último rápido movimiento, hasta que la palma casi roza mi frente. Al tiempo las palabras del conjuro resuenan en mi mente.

Imneoirau tnas

Una lluvia de haces de luz, de un color blanco transparente casi inapreciable, parece salir de la mano y caer sobre mí, resbalando fugazmente por todo mi cuerpo.

Por último vuelvo a asir la espada con las dos manos y decido no moverme de allí, intentando recuperar la visión de la batalla.

El seguidor de Mystra intenta discernir a sus enemigos en la oscuridad, sin embargo súbitamente sus ojos comienzan a arder cual si les hubiese caído ácido... Argggg Argus cierra los ojos!!!

Las luces de brillantes colores invaden repentinamente la zona, son ciertamente hipnóticas en un comienzo pero rápidamente alcanzan un brillo que dañaría la vista si no hubiese apartado la mirada a tiempo y entrecerrado los ojos..

Maldito trasgo! él y su juguetito....

Sejmet siente el poder que emanan esas luces, sus ojos sienten como si mirasen al Sol y se rompieran sus defensas. Al no poder más, se lleva las manos a sus ojos mientras trata de recordar unas palabras de su Dios.

Una lluvía de virutas mágicas, se crean en su mano, está la deja caer sobre su cuerpo como si se tratase de agua pura, sintiéndose cada vez mas y más protegida del combate. A su vez, Caesar, también siente como arde la luz en sus ojos, y no puede hacer otra cosa mas que mandar a su cuervo que él los cierre antes de que sea demasiado tarde, Argus, obedece al instante. La exploradora también siente la ceguera, pero por suerte, a ella no le afecta, y puede ver como un Trasgo no le está quitando ojo de encima.

No encuentras nada que te llame la atención por el suelo. No parece que sea una tienda de armas, mas bien parece que sea una tienda de objetos estrafalarios. Sin embargo al acercarte al mostrador, justo en la parte trasera, puedes ver un cojín de terciopelo y de color violeta. En la parte alta del cojín hay un hueco, en ese hueco seguramente descansaba algún objeto, por la silueta dirías que hay entraba algo similar a una daga.

Al lado del cojín, ves unas estanterias de madera antiquísimas, repletas de libros antiguos y varios mapas. Antes de que te de tiempo a exáminarlas mas detenidamente, detrás de ti escuchas unos pasos. Es Curuvar 'El descarado' y se acerca a tí, ayudado con su cayado..

El clérigo no sabe que ha pasado pero sus ojos han perdido la capacidad de ver, confundido da un par de pasos atrás sin atreverse a retroceder mas por no saber con que pueda toparse. Diablos, ahora que? Dice al tiempo que concentra sus energías en defenderse...

Methgar se retrasa un paso para poder disparar al trasgo que va contra ella

Menos mal que esas luces no me dañaron la vista... piensa cuando ve la flecha clavada en su objetivo..

Curuvar,qué haces?,mira!,le digo señalando al cojín,crees que aquí estaba el Tottem?,antes de que me conteste,me dirigo a la estanteria y rebusco algo que me sea útil,como un mapa de la zona o similar.

Este indiviudo, vuelve ha apretar al gatilla de su ballesta pesada. La punta de esta tiene un estuche con cinco virotes cargados, de los cuales quedan cuatro. Recorre con la mirada su objetivo, cuando ya lo tiene fijado, se falca la ballesta al hombro. -Ahora verás De nuevo, por la fuerza que sale el virote, Marsh, sale disparado hacia trás con tanta fuerza que se le cae su gorra de la suerte. Jajajaja. ¡Le dí, le he dado! ¡Yuhúuuuuu!-

El virote de Marsh, sale con la precisión justa hacia el Goblin que no deja de molestar a los arqueros. El virote, se clava profundamente en su espalda, tras un segundo, cae al suelo sin vida. Caesar, al quedarse cegado por esa intensa luz, solo puede optar por una posición defensiva.

La exploradora sin embargo, si que resistió la fuerza de la luz. Así que, llevó sus dedos al carcaj para extraer una flecha, y tensarla con esos mismo dedos. La flecha perfora por tercera vez al Goblin, y parece que esta ha sido la vencida, ya que cae al suelo de cara.. y no se mueve. (muerto)

Los caballeros resisten a la luz, sin embargo, algo les tuve que afectar, ya que sus ataques fueron pésimos. Uno de esos ataques, dañó al caballo del otro caballero. La situación en el interior de la nube, se estaba volviendo demasiado fuera de sí, y empeza a acumular nervios en al combate. Los arqueros simplemente, al ver que los Goblins, yacían muertos, movieron sus monturas hacia la zona del pozo.

El Capitán no dejaba de gritar por la búsqueda de su esposa y su hijo, y se vió soprendido por la lluvia de luz que se le vino encima. -¡ARGHH..!- Solo le faltaba esto al joven capitán, si lo que pretendía era buscar a su familia.

Se cubrió los ojos con el antebrazo y adoptó una posición de defensa.

El corpulento Guardia, estaba demasiado preocupado por su compañero, y eso no había duda de que le habia desconcentrado del campo de batalla. Al igual que su compañero, ahogó un ligero grito de escozor al notar esos punzantes rayos de luz sobre sus ojos.

Aún, en ese estado, dió un pequeño paso hacia delante, mientras se cubría con sus brazos por delante.

El Maldecidor, siente como la sangre de su interior empieza a estar demasiado fresca, está perdiendo mucha sangre, sin embargo aún sigue con vida. Al ver que todos los de su alrededor, han quedado cegados, y gracias a la nube creada por él mismo, tiene un tiempo precioso para escapar.

Con el cetro cogido, se escabulle entre las carretas. El techo de las mismas, están incendiadas debido a su gran bola de fuego, sin embargo para que este ser es demasiado hábil a la hora de meterse por sitios estrechos y complicados.

Finalmente consigue atrevesar los muros, y escapa del combate.

Cuando llego el turno del Maldecidor, no se escuchaba ni sus rocosas carcajadas, ni sus palabras infernales que solo llevaban a extraños y poderosos poderes. La luz finalmente cedió, y tanto Sejmet como su compañero Caesar recuperaron la visión.

La nube, sin embargo, aún seguía en su sitio. Era como si quisera estar ahí eternamente, y solo una gran ráfaga de viento podría despedirla. En cualquier caso, sentís como si el combate hubiera llegado a su fin. Aún podéis escuchar los gritos ahogados en el interior de la Taberna.

Decenas de cuerpos, yacen muertos en el suelo tanto de aldeanos como de ese malolientes Goblins, dando un paisaje lleno de sangre y silencio. No hay ni un solo Goblin con vida, y cuando véis que la nube al fin parece dispersarse, al fin dáis crédito a lo visto: El Maldecidor no se encuentra.

Tan solo véis a los caballeros, al capitán con su ayudante que también están recuperando la visión..

Curuvar, sigue sus pasos ayudados por su cayado. -Hahaha, maldito pilluelo. ¿Qué es lo que estás buscando ahí?. Deberías de hablar con Carwan, antes de tocar eso ¿no crees?, seguro que se encuentra muy disgustado al saber que han entrado a robarle. El anciano, echa una mirada al cojín, pero el sabe de antemano el objeto que permanecía ahí.

Aquí, yacía el Totten, en efecto- Confirma a tu supuesta duda.

Después se acerca a ti, y reposa una mano sobre tu hombro, indicándo a que salgais fuera.

Agarro el mapa y me lo guardo,seguidamente salgo,obedeciendo a Curuvar,me mantengo tras él,observando la trajedia.Cuánta muerte!,era necesario esto?

Rápidamente me acerco al grupo de copañeros y les digo,Os encontráis bién,necesitáis ayuda?,antes que nada me preocupo por su salud.

El hechicero recupera lentamente la visión y le queda caro que debe ser que la criatura finalmente a muerto o a logrado escapar, protegido aun por el poder de su diosa decide arriesgarse un poco y se acerca al área oscurecida por la extraña nube. Acariciando la espalda de su cuervo avanza decidido hasta la nube en busca del cuerpo del maldecidor y de aquel poderoso cetro...

Ve como Caesar se dirige hacia la zona donde estaba el Maldecidor

No encontrarás el cadaver ni otro resto del asqueroso ese, ha escapado... no pude detenerle. Deberíamos reservar nuestras energías para buscar supervivientes entre la gente del pueblo dicho lo cual, y tras guardar el arco, comienza con esa labor.