Partida Rol por web

Hay cosas que no cambiarán nunca... dice con complicidad a Caesar y Sejmet

Será mejor que vayamos primero a esa posada donde nos dijeron que estaría el tendero y hablemos con él, además una noche de descanso en una cama nos vendrá bien a todos...

El hechicero se limita a asentir con la cabeza y sigue a sus compañeros a la posada. Vaya con el pequeño, espero que lo hayan torturado por que de otro modo no veo la necesidad de ser tan explicito e informar de todo lo que sabíamos, ojala no haya algun complise en la guardia por que entonces tendremos problemas...

-¿Qué esperabais? ¡Acabais de intentar robar! ¿Pensabais que os pedirían disculpas y os acompañarían a la tienda para ayudaros a entrar? -contesto a Racalín, algo irritada, pero sin levantar la voz- Y no considero prudente dar tantos detalles, aunque la gente de por aquí parezca de fiar.

Suspiro, más calmada, y tras esta esta pequeña pausa, continúo.

-Estoy de acuerdo con vos, Methgar, vayamos a la posada.

No he dado detalles,simplemente he alertado a los guardias de una posible incursión en su poblado,en busca del tottem,no di más detalles,ya que el guardia,un elfo ,por cierto,leyó el pergamino,de donde saqué tal información.No os entiendo,os parece mal que entre en a tienda,os parece mal que alerte a la guardia del poblado,acerca de una incursión en su poblado...la verdad no hay quien os entienda....SI,sisisisi,vamos a la posada...esto último lo digo con una alegría desbordante.

Parece que estáis todos de acuerdo en que queréis ir a la Posada, así pues, tras el pequeño traspiés de Racalín os diridís de nuevo hacia la Plaza. Allí siguen los mercaderes vendiendo por los alrededores y la gente sigue comprando igual que al principio mientras otros se dedican a extraer agua del pozo.

La taberna pilla cerca y solo tenéis que guiaros hacia allí por la gran señal de un pinchel verde que se ve encima de la puerta. Abrís una de las dos puertas por las que se puede entrar y veís una gran sala común, que alberga a un grupo gregario que incluye lugareños, gentes de los botes del río, mercaderes, granjeros y un par de individuos que llevan los distintivos de la Guardia de Aguas Fuertes. Todos ellos hablan y escucháis ese sonido tan característico de gente gritando, hablando en voz queda y sobre todo murmullos que no llegáis a entender

La taberna no es muy amplia, tiene cuatro mesas redondas de madera bien pulida -todas están ocupadas-. El suelo es de madera también, y justo en el centro hay una hermosa fuente con un pez donde sale el agua por la boca. En frente vuestra una larga barra, que parece ser el sitio donde se sirven las pintas y recibir a los nuevos. Y por último a vuestra derecha hay unas escaleras que suben al piso de arriba, probablemente a las habitaciones.

Detrás de la barra veís a un curioso personaje* de metro y medio que está de brazos cruzados hablando con uno de los parroquianos.

El hechicero busca con la mirada un lugar donde poder sentarse que encuentre cerca de la barra, en cuanto lo encuentra lo señala a sus compañeros y se dirige allí. Bueno, como sea, espero que aquí tengan buena cerveza de otro modo voy a caer desfallecido...

Me apresuro hasta llegar a la  barra:

Hola ,me llamo Racalín,jeje,que algria ver un mediano,por estas tierras,jeje,bueno ahí están mis amigosle digo al tabernero,señalando a mis amigos,y nos gustaría refrescarnos con una generosa cantidad de cerveza y comida...!!digo eufórico,esperando una respuesta rápida.

Al acercaros a la barra tenéis mas suerte que con las mesas, ya que hay libres mas de cuatro taburetes largos y del mismo material que las mesas o las sillas. El curioso personaje deja la conversación con el parroquiano, se descruza de brazos y se recoloca la boina verde antes de dirigiros la palabra.

-Vaya, nuevos aventureros. No se suelen ver mucha gente de vuestra calaña por estos lares. Coge un trapo para limpiar la zona de la barra en la que os habéis sentado y después el mismo trapo se lo coloca encima del hombro y sirve dos pintas de cerveza bien frescas. Una para el Mediano y otra para el Humano ¿Que os trae por aquí?-

Antes de que podáis contestarle se da cuenta de que viajan dos señoritas en el grupo. -Ohh, pero donde están mis modales. Me llamo Marsh, Marsh Laval y soy el dueño de esta Taberna. ¿Las señoritas también tomaran cerveza?-

Se le ve muy animado al mediano y se nota que es muy parlanchín.

Si, por favor contesta mientras toma asiento en uno de los taburetes

El tabernero parece haber decidido por lo aventureros la bebida que deben tomar, sin embargo Caesar lo toma sin demasiada importancia... Vaya, me hubiera gustad mas un tarro de buen vino pero ni hablar, se toma lo que hay, al menos no nos ofreciste agua... Dice el mago al tiempo que toma un largo trago a su cerveza. En cuanto a tu pregunta, mmmm, creo que tendria que decir la verdad, huir de una tribu de enfurecidos orcos, al parecer descubrimos un plan para atacar este lugar y eso no les agrado nada, bueno, eso o que son unos brutos... El hechicero espera la reacción del tabernero, suponiendo que quizá pueda sacar algo en claro de todo aquello... Metamos gancho para sacar hilo...

De repente, y antes incluso de que a Sejmet le diera tiempo a contestar con que bebida quiere saciar su sed, escucháis una terrible explosión que incluso hace retumbar los cimientos de la Taberna. -¡BUM!-

Todas las jarras que descansaban encima de las mesas caen al suelo, así como algunos lugareños que deciden tumbarse en tierra, aterrorizados al escuchar semejante explosión. Desde el exterior se escucha como los aldeanos comienzan a gritar efusivamente.

-Ohh. Mis disculpas humano. Me había parecido escuchar que te decidías por una gan cerveza.. Se dispone a contrarrestar su pequeño error sacando una de las botellas de vino que tiene tras de si. En ese instante el pobre Marsh se enfrentó a la mala suerte:

La explosión hizo que, de la propia inercia del susto se lanzase contra las estanterias con tan mala fortuna que se golpeó contra ellas violentamente. Su inseparable gorra cae junto a él y el mismo queda incosciente en el suelo..

Pero que sucede??el rostro de alegría desaparece del rostro del mediano,incluso denota un tanto de melancolía,al observar como su paisano yace moribundo cerca de él.

Amigo estás bién?,le repgunto al inconsciente Marsh,mientras intento,vagamente,sanar a mi amigo.

¡¿Qué dem..?!

Me tambaleo ligeramente con el resto de la taberna, pero por fortuna sigo en pie tras ¿una explosión?.

Sin poder evitar que mi curiosidad me domine, trato de observar qué ha pasado y qué pasa ahí fuera, avanzando cuanto puedo hacia la ventana.

Instintivamente, mis manos desenvainan la espada...

Pero qué narices...!? exclama cuando la explosión hace tambalear y casi caer el taburete donde estaba sentada. Una vez recuperado el equilibrio coge y prepara su arco mientras se dirige a los demás

Vayamos fuera es probable que nos necesiten, no parece un accidente... dicho lo cual empieza a encaminarse hacia la salida esquivando los cuerpos de los parroquianos como buenamente puede

El pequeño Racalín salta sobre la barra para llegar hacia el recién inconsciente, por más que lo desea y lo intenta no consigue estabilizar al mediano ya que sus manos no son tan buenas con este tipo de cosas.

Seguidamente, la clériga del grupo sortea un par de sillas que están desperdigadas por el suelo para acercarse a la ventana mas cercana. Su maestría con la espada le permite desenvainar su espadón para sentirse mas segura cuando se apresura hacia la ventana. Una vez en la ventana, pega la vista al exterior tratando de averigüar la causa de la explosión. Entre tanto agetreo Methgar recoge su arco, y no tarda en acercarse a la puerta esquivando a una docena de lugareños arrodillados en el suelo y muertos de miedo.

Caesar no debe de tardar en dar su siguiente paso.

La Taberna, es una locura, gente gritando y llorando desconsoladamente. Dos guardias de la ciudad gritan calma e intentan levantar a los aldeanos que cayeron al suelo. Algunos de estos tratan de llegar hasta la puerta para escapar..

Este hombre de mediana edad parece recién salido de las páginas de una historia de los magos ilustrada. Con un largo bigote blanco, una túnica con estrellas y lunas cosida, un bastón rematado con un cuervo foscilizado, y un sombrero puntiagudo. Este humano destacariá incluso entre otros magos.

Su cayado empieza a concentrar una energía azulada, que no tarda en separarse de su bastón para alejarse hasta el interior del cuerpo del mago.

-Ya han venido..- Desde la ventana mira al exterior tras los cristales.

Tras los cristales de la ventana puedes apreciar a varias criaturas semejantes al trasgo muerto que contenía el pergamino. Han atrevesado los muros de la ciudad. Varias de estas criaturas atacan sin cesar a los aldeanos que habían motando su mercado al lado del pozo.

No puedes apreciar nada más con claridad ahí afuera, tan solo llantos, gente corriendo por luchar sus vidas, gritos y muerte..

SIn prestar atención a nada que no sea Marsh,Racalín,se saca de su mochila una poción y se la da al mediano.Espero que se recupere...

El humano da un pequeño rodeo a través de la multitud de escombros ya la barra del lugar, en el suelo yace el cuerpo de su anfitrión quien se desangra abundantemente mientras que su pequeño amigo no logra hacer nada para ayudarle. Espera, yo le auxiliare, tu ve a ayudar a nuestros compañeros, algo me dice que necesitarán toda la ayuda posible. Enseguida posa sus manos sobre la herida del mediano herido. Oh señora de la magia, guía y reguladora de la Urdimbre, dirige por favor mis fuerzas y permite que olvide lo aprendido y en su lugar trasmita tu poder a través de la carne y heridas de este compañero, tu nombre no se perderá y el mundo seguirá honrandote... Mientras tanto Argus se mantenía en su hombro expectante. Argg Freght Colrthin!! Dice el ave en celestial...