Partida Rol por web

Elandris mira durante unos segundos a los extraños seres y de repente recuerda algo. -Estos bichos... son Kuo-Toas, hombres pez de las profundidades de la infraosucridad, tened cuidado con ellos son inteligentes, aunque la luz del sol les es muy molesta.

El extraño sonido que procede de las criaturas recién aparecidas llama la atención de Prag que deja lo que está haciendo inmediatamente. No ha encontrado nada que llamase su atención en los barcos naufragados, por lo que apoyando su enorme hacha en el hombro, camina a paso ligero hasta alcanzar a los demás.

- ¿Y estas cosas son ese dios del que hablaban? - Su rostro muestra una clara mezcla de incredulidad y sorpresa.

Niamar se había quedado mirando al mar de donde suponía que vendrían sus enemigos, dejando que sus compañeros visitasen la zona, el descubrimiento de la estatua de la diosa Atenea coincidió con la aparición de los "sapos" que a su vez debieron reconocer a Zenram como seguidor de la diosa. Aquel lugar seguramente hubiera sido profanado por aquellos seres y los lugareños creyéndose olvidados por los dioses acogieron a los batracios como sus nuevos dioses. - ¿Crees que un hechizo de luz les molestará?- Preguntó la elfa a Elandris manteniendo su mandoble en posición defensiva.

Uno de los hombres-pes toma su extraña arma y se dispone a arrojarla sobre Sharp...

FLAK TAGGG! Lutadejjhs Ludesh.

Al verse amenazado, Sharp no lo duda ni un momento, se aleja de su enemigo para no ofrecer un blanco tan fácil a la vez que dispara una de sus flechas contra el extraño batracio que se disponía a lanzarle su arma.

Si estos hombres rana eran el gran Kuoto no deberían tener muchos problemas para matarlo, pero temía que pudiese haber muchos más, y peores, así que mantiene los ojos abiertos por si aparecen nuevos enemigos...

Sin dudarlos Niamar volvió a proyectar su voz como había hecho en otras ocasiones, concentró está entre sus enemigos para afectarlos a todos, el daño no solía ser excesivo pero muchos quedaban aturdidos unos instantes que podían resultar preciosos.

Allí están!!!.. Replegaros compañeros, el combate no sera cosa fácil, Prag a mi lado, el resto cubriros y atacar a la distancia!!! Me temo que estos solo son esbirros de algo mucho peor que esta muy cerca!!

Sharp Líadon retrocede apresuradamente y dispara una flecha. Sin embargo, el extraño hombre pes se cubre con un gran escudo metálico y el proyectil no logra darle.
Niamar extrae una pequeña flauta y tras agitarla, soplar una nota aguda, y murmurar unas palabras, sienten un estallido como un trueno preveniendo de donde se encuentran las tres criaturas.

En la piel escamosa de los tres Kuo Toa surgen pequeñas heridas, y mientras los dos harponeros se preparan a atacarlos, el más alejado, y desarmado, se tambalea confundido por el estallido...

El paladín mira con furia a las malévolas criaturas mientras por el rabillo del ojo observa los restos destruidos de lo que debió ser una hermosa estatua de Atenea, a su corazón no le es difícil adivinar lo que sucedía, las criaturas y su líder habían convertido un antiguo e importante lugar de adoración a Atena en un foco de corrupción y maldad. De inmediato la furia que le embarga es canalizada a su alma, fortaleciendo su fe y su cuerpo...

Malditas aberraciones!!! Pagareis vuestras ofensas a los dioses con vuestras vidas!!!

De inmediato carga contra la criatura frente a él con una fuerza y poder que es casi palpable en el ambiente...

Zenram carga contra uno de los arponeros, quien intenta bloquearlo con el escudo...
CLAC CLAC! KUOTO LIKK JUIRATTERRRR!!! croa el kuo toa al recibir un terrible corte en en hombro izquierdo. Una sangre densa y oscura mana de la herida, tiñendo las extrañas ropas de cuero y escamas que parecen proteger al humanoide.

Aunque duda unos instantes, la actitud agresiva de las criaturas reptilianas le hacen reaccionar con rapidez. Echa a correr a paso ligero hasta colocarse cerca de una de ellas, mientras eleva su enorme hacha sobre su cabeza para dejarla caer con violencia contra el cuerpo del extraño ser.

Elandris suelta su espada y al tiempo que se acerca relativamente a la lucha saca la ballesta, con la otra mano rebusca algo en su saquillo y al instante saca una lengua de serpiente y un pedazo de panal, los mezcla en su mano murmurando una frase arcana y estos se deshacen en el viento...

-¡Túmbate en el suelo hasta que pase el peligro!

Cuaj cuak tekar!!! Grita uno de los kuo toa en direccion hacia el que ha quedado atontado por el estallido sonico. Luego retrocede y le arroja su arpón a Zenram, sin embargo la pesada armadura del paladin, del mas magico metal, recive el impacto y el arpon revota y cae al suelo a un costado. El hombre pes tira de la cadena cual pescador de la red y el arma regresa a sus manos!

El otro Kuo Toa se aleja del gigantesco semiorco esperando ser ayudado por el tercero de los monstruosos humanoides. Con un fuerte movimiento lanza el arpón a Elandris, quien murmura unas frases incomprensibles por los Kuo Toa, atravesando su camisote de mallas a la altura del hombro. El bardo, malherido, logra quitarlo justo cuando el hombre sapo intentaba tirar de la cadena hacia él, y el arma comienza a ser arrastrada dejando un surco en la arena!

Al ver que han herido a su amigo, Sharp abandona toda precaución y se acerca al enemigo para intentar rematarlo con una de sus flechas antes de que pueda volver a atacar, pero su furia le hace perder la concentración y su disparo va a parar al oscuro oleaje tras los kuo-toa.