Partida Rol por web

El paladín no pierde el tiempo en preguntarse el por que aquellos extraños estarían persiguiendo a la dragona, cada vez mas importaban menos las razones para desenvainar a justicia y cada vez importaba mas las razones para sobrevivir. En un segundo su espadón cae sobre el hombro del enemigo con toda la potencia que son capaces de impulsarlo sus dos fuertes brazos...

El paladín, logra acertar también con su espada en el pecho de uno de los nobles, atravesándolo de lado. Sin embargo, alguna armadura protege quizás a los asaltantes bajo sus ropas, por lo cual la herida no llega a ser mortal.

 Laura se ve en medio de la batalla debían proteger a la dragoncita, pero antes, deberían deshacerse de esos sujetos, levanta su  simbolo, y a provechando su posición, conjuró - Ilmater grita tu castigo sobre estos insulsos seres! -

Alma de fuego se mueve esquivando a los asaltantes disfrazados de nobles, y al ver que se acerca un grupo mas numeroso, les arroja una candente bola de fuego.

Solo uno de ellos logra sobrevivir al conjuro, y dando media vuelta comienza a huir despavorido.

Los otros que se enfrentan a ustedes, al ver el terrible poder, se giran para escapar con sus vidas!

Los guerreros, antes de huir, logran alcanzar a Prag con un golpe de abajo hacia arriba.
Dos saetas se clavan también en el brillante cuerpo de Alma de Fuego, hiriendola gravemente!

Salgamos de acá! Zoran ha caído! grita uno de ellos tomando el control del grupo de atacantes.
Todos parecen obedecerle, y emprenden la retirada.

Zenram intenta detener la huida del enemigo que tiene cerca, sin embargo en lugar de usar el filo de su espadón intenta golpearlo con la parte plana...

escapaban ahora!, Laura, con su simbolo aún en sus manos, levanta sus manos, en una postura que siempre tomaba cuando iba a conjurar  - Ilmater castiga a estas criaturas inmundas! - su poder la ilumina y luego el sale emitido en una onda de luz que recorre rápidamente el terreno tras aquellos seres. 

Zenram trata de detener a uno de los asaltantes, golpeandolo con la pesada hoja de su espadón. Sin dudas, el paladín sospecha que los asesinos tienen mucho más valor vivos que muertos. Sin embargo, el golpe no tiene la fuerza requerida, en parte gracias a la corrida que ya hace el hombre disfrazado con las ricas ropas, y a pesar de que la espada golpea su espalda, no logra derribarle ni hacerle daño alguno.

Laura lanza un conjuro, que afecta a gran numero de bandidos, los cuales ven como las leves heridas se abren por si solas en todo su cuerpo, aterrorizandolos aun más!
Uno de los "nobles" cae muerto al parecer, sangrando por nariz y orejas.

Prag, por su parte, al ver que un asesino le da la espalda, alza el hacha y...

Zenram falla su golpe al intentar mantener con vida al enemigo, pero Prag no sabe como hacer tal cosa. Sus golpes siempre intentan alcanzar el mismo objetivo. Matar a su rival.

¡MATEN A LA DRAGONA Y SALGAMOS DE ACÁ! Grita uno de los nobles que ha tomado el control de la situación, mientras esquiva el golpe de Zenram y sale corriendo.
Otro de los fugitivos, que ya perdía sangre por su malherido brazo, tiene menos suerte y su nuca se hunde en su cráneo, cuando el semiorco le clava el hacha hasta la médula.

Los ballesteros, obedecen, y tras cargar una saeta se disponen a acribillar a la pseudodragona!

Al darse cuenta que su ataque falla y que el enemigo se prepara ha terminar con la vida de la criatura el guerrero intenta terminar cuanto antes con su enemigo para interponerse en el camino de las flechas, por lo que con su espadón descarga dos hábiles golpes...

Los extraños comienzan a caer, esos seres malignos sucumben tanto ante el poder de  los guerrero como las plegarías de la clériga, que vuelve a elevar una plegaria en favor de sus amigos - Ilmater amado, enaltece a mis aliados en esta batalla, y haz sucumbir a los que se atreven a atacarnos! -su aumuleto emite un brillo, el cual se expande como una  onda hacia todos lados.

El cuerpo del humano que tiene frente a él se desploma sin vida haciendo un ruido seco. El semiorco no pierde un instante y carga contra el siguiente, como si fuese un acto reflejo.

Prag logra dividir el cuerpo de uno de los ballesteros en dos partes, y cada una de estas cae hacia un lado.
Los otros dos ballesteros, alcanzan a disparar sus pivotes, pero solo uno se clava en la pseudodragona.
Edwina, queda tirada en el suelo, quizás muerta, y ya no mueve sus alas.
Sin embargo, sus gritos aun chillan en vuestras mentes.
La saeta se ha clavado profundamente, y los asesinos huyen a toda velocidad del lugar, creyendo que han logrado su misión.
Paralizada por el veneno, la glotona familiar no hace más que chillar de dolor gracias a su poder telequinetico

Todos los asesinos corren ahora, escapando del lugar. Los ballesteros, estan aun a la vista, pero las casas de los alrededores son un buen lugar en donde podrian perderlos de vista.

El guerrero hace ademan de seguir a los cobardes pero el paladín en él le dice que la vida de la dragonna es más importante por lo que se detiene y se arrodilla al lado de la criatura al tiempo que coloca sus manos sobre ella. Atena, regresa las fuerzas a esta fiel sirvienta que ha estado a punto de dar su vida por la de su ama, que ha pagado su lealtad con dolor y heridas, ayuda a que recupere la salud y así sea testigo y prueba viviente de que la lealtad aún es recompensada por los dioses...

Prag sigue un poco a los humanos, asegurándose de que ya no les molestarán más. Acto seguido, retrocede sobre sus pasos para acercarse a sus compañeros. La extraña criatura alada había sido herida, pero él poco podía hacer al respecto.