Partida Rol por web

Luego de distraerse uno momentos con los dragones de la puerta Rayson sigue a los demás al interior de la posada, justo para escuchar el comentario de Gaelazair sobre sus rezos.

Esta bien amigo, si te molestan mis rezos no tengo inconveniente en compartir habitación con Dunk, veras que útiles son mis rezos cuando la gracia de Pelor nos salve el pellejo. Que opinas Dunk, quieres compartir habitación conmigo?

Tabernero yo tomaré algo de vino y un poco de carne asada, pero que sea de res, no tengo paladarpara las patas de goblins.

Dice Rayson sin demostrar que lo que dijo haya sido un broma, manteniendo el semblante serio al hablar. En ese momento el enano que ya se acomodó en una de las mesas llama a sus compañeros.

Eh... parece que Rhok ya se acomodo, venga vamos a la mesa, a mis pies les sentará bien descansar un poco, además tenemos cosas de que hablar.

Dicho esto Rayson se dirije a la mesa donde está Rhok, al llegar tomo su lugar junto al enano, coloca su escudo hacia atrás sobre su espalda y su masa a un lado, con la maza en el piso y el mango apoyado contra su muslo, siempre a mano por si llegara a ser necesario enseñarle a algún vivaracho borrachin algo de modales y se sienta, esperando a los demás.
 

Bar de arriba

El mago se interesa por le heraldo, les había estado escuchando e incluso le había visto asentir o negar diversas veces durante su conversa, como si pudiera escucharles, no le había gustado, espiar no está bien, y ahora era el turno del mago para averiguar algunas cosas. Lucien invita a sus amigos a bajar, no sin antes pedir otra copa de vino al camarero:

- Vamos chicos, a ver que tiene que decir ese payaso metomentodo, camarero, *another glass of wine, please.

La cena se desarrolló de forma amena sin nada especial que remarcar, hasta que un personje lgo extraño y con mucha pompa llego al establecimiento, y una mese cercana a la nuestra le fue ofrecida, por las maneras que le dedicaba el camerero parecía ser alguien importante.

Desde que el extraño se sento a su mesa Rayson se sintió observado y eso era algo que no agradaba, si bien no tenía nada que esconder, nunca le habían gustado los metiches ni aquellos que meten sus narices en los asuntos de los demás sin ser invitados.

El recien llegdo se pasó todo el resto de la cena observándolos, cuando terminó se acercó a su mesa, se presentó y les propuso ir a presenciar la historia que contaria en el piso de abajo para todo aquel que quieciera escuchar en pago por la comida y el hospedaje que le habían ofrecido, para luego sin mediar palabra retirarse rápidamente.

Está bien Lucien, vamos a oirle algo me dice que ese hombre sabe mucho más de lo que aparenta sobre mucha cosas, veamos que tiene que decir.

Dicho esto Rayson ordenó sus pertenencias, tomó su maza, dejó su escudo colgando sobre sus espalda y se dirigió al piso inferior a escuchar la historia que tenía para contar el extraño personaje.

"Creo que me he pasado! Por todos los Dragones, que apetito tenía."

Hacía tiempo que había perdido la cuenta de cuanto había bebido, y además acompañado de buena comida. Estaba harto de las raciones de campaña. Y la verdad, no parecía mala idea la invitación del anciano. "Vamos a ver que nos cuenta el anciano. Abajo podremos tomarnos algún licor, incluso puede ser que escuchemos algún rumor o algo que nos facilite la estancia en Pashin."

La verdad es que mis compañeros son algo suspicaces, se han tirado la mayor parte de la cena pendientes del octogenario, y él de ellos. Creo que lo debería de haber invitado a unirse a nosotros, por lo menos habríamos comido más relajados. Pero bueno, lo pasado queda atrás. 

"Alak, por favor traeme algún licor tipico de la zona. Compañeros este puede ser un buen sitio para terminar la velada" Invito a los demás a tomar asiento en una pequeña mesa que quedaba libre cerca del Heraldo y yo mismo tomo asiento. "Pronto comenzará el Heraldo de Shadowdale su relato" De que recuerdo ese nombre, seguro que lo he oído antes, en fin disfrutemos del resto de la velada.

Hummm, creo que ese heraldo va muy bien vestido, tal vez venir a esta asquerosa ciudad no sea tan mala idea...

Gaelazair se levanta de la mesa sonriendo, posiblemente esté planeando algo y eso por lo general no suele ser buena noticia, al bajar las escaleras intenta que Dunk y Raison no vean su cara, esos malditos santurrones siempre evitan que se divierta.

Bien vayamos a ver a ese heraldo, puede ser divertido, al menos seguro que es más divertido que estar con vosotros, no sabéis divertiros...

Lucien sabe bastante bien de que está hablando, no hace mucho que comenzó y terminó esa guerra, la había vivido desde su niñez y ya pensaba que sabía muchas cosas sobre ella así que bostezó con aire desanimado:

- Pensaba que oiría algo interesante, y se me presenta un patán afligido que piensa saber cosas que la gente corriente no sabe, si fuese algo de la época del primer cataclismo quizás me interesaría más, pero de la era de la Gran Tormenta tampoco me cae muy lejos, además I have drunk too much y estoy somnoliento, no creo que aguante mucho más. 

Lucien se da unos golpes en al cara para despejarse y mantenerse despierto, puede que se le escape algo importante, ese viejo aunque no dijera nada especial, tenía en sí una aura misteriosa.

Cuando el bardo habla de una gran guerra, una heroina y sobre todo de batallar por almas, se gana la atención de Rayson, que sin mirar a los demás se acomoda en la silla, coloca su maza en el piso a su lado, una mano sobre el mango de ésta y apoyando el codo del otro brazo en la mesa tomándose el mentón con la mano, prestándole mucha atencion a las próximas palabras del bardo.

La noche era perfecta, una buena comida, acompañado de buena gente, aunque algunos parecían ausentes, pero ne se le podía recriminar nada. Incluso yo estaba ensimismado con el Heraldo. Era cierto que era el mejor. Ya había escuchado esas historias en el monasterio multitud de veces, sin embargo me hallaba totalmente absorto en la narración. El hermano Terix tenía mucho que aprender, esto si era tener entretenida a la concurrencia.....

"Os habeis dado cuenta, estamos todos  como hechizados, hay un gran silencio en la sala, todo el mundo está pendiente . Incluso Lucien lucha contra el sueño para estar atento......"susurro a mis compañeros intentando no romper el clímax. 

Intento recordar esta historia del Monasterio, por si hubiera alguna variante con la que yo conozco.

A medida que el relato avanza, os dais cuenta de que a un gran número de caballeros de Neraka y sus soldados de entre el público no les gusta la visión negativa que se da de los caballeros oscuros en el relato.  Hacia el final, la audiencia comienza a intercambiar miradas y a apretar con fuerza los puños.

Cuando el Heraldo alcanza el punto en que los minotauros "salvan" a los caballeros y se anexionan las tierras élficas de Silvanesti, mucha gente ya no aguanta más. Comienzan a burlarse y a silbar. Algunos incluso llegan a coger puñados de tierra que lanzan al bardo, el cual prosigue con su historia ajeno a todo esto con gran profesionalidad.

Esto era la calma que precedía la tempestad. Compañeros, no puedo consentir esto.  Mientras digo estas últimas palabras me levanto de la mesa, compruebo que mi espada está en su sitio, la muevo, está presta para desenfundar.

Me acerco al Heraldo, no sin antes dar algún empujón u obligar a sentarse a algún parroquiano ebrio. Tras ponerme a su lado digo en voz alta: SEÑORES, CABALLEROOOOS. Hasta que me presten atención. Caballeros, yo creía que el saber estar de ustedes rivalizaba con el del mismisimo Lord Mariscal de la Torre. No lo están demostrando. Permitamos que el Heraldo continúe con su historia, ya que no está tomando partido sin relatando, seamos tolerantes, lo pasado, pasado está.

Me mantengo al lado del Heraldo mientras termina su relato alerta ante cualquier posible ataque.

Gaelazair se levantó rápidamente y se puso al otro lado del heraldo poniendo su mano sobre su espalda mientras hablo a los presentes intentando aparentar que pienso como Dunk y apoyo al heraldo.

Caballeros dejen hablar al heraldo, aún no han oído el final de la historia en el que sin duda los caballeros de Neraka salen vencedores pues si no no estarían hoy aquí protegiendo la ciudad.

Espero que no lo maten, si lo hacen seguro que saquean su cadáver y no dejarán nada para mi..

Y por supuesto me mantengo cerca del heraldo para robarle sus joyas o su bolsa de dinero a la menor oportunidad.

Cuando empiece la pelea, que espero que empiece pronto... sus posesiones serán mías jejejejeje.

El enorme Kurk habia bebido de más y ahora se encontraba babeando con la cabezota sobre la mesa, ya comenzaban a hacerse sonoros sus ronquidos cuando comenzó el alboroto... Sobresaltado se levantó de un jalón y dio un fuerte golpazo con las dos palmas sobre la mesa, el impacto casi provoca el tablón se partiera, pero por algun motivo solo dio en pequeño rebote, quedando un poco mas chueca de lo normal, la jarra que estaba sobre la mesa voló por los aires derramando el preciado licor sobre algunas cabezas para después caer en el suelo.

-DEJAAAR DORMIIIIIR!!- Fue el primer rugido que se escuchó salir de las fauces del semiorco, pero inmediatamente se recompuso y se percató que no se encontraba en su habitación, por el contrario, se habia quedado dormido en plena mesa del bar, arriesgandose a que algun oportunista tomase sus pertenencias... Rápidamente empuñó su hacha y la apoyó sobre el suelo, mientras tomaba asiento nuevamente limpiandose la baba y las lagañas de los ojos con una mano... Observó en dirección al heraldo esperando que continuara con su historia, prestando poca atención a lo que hablaban los demás de su penoso acto.

Me alegra pensar que no estoy solo en esto. Bienvenido Kurk, ya estas entre nosotros. Habíamos bebido por parejo y sabía que si yo estaba operativo, él no lo estaría menos. Aún no sabía el resultado de mis palabras, algunos se apaciguaban otros no, todo era una autentica locura lo que presagiaba......... una buena pelea de taberna.

Lucien estaba aún en la mesa pero se dirigió al lado de Dunk, Lucien estaba demasiado ebrio para hablar, pero aún podía saber donde estaba y usar magia, pero no quería mostrarlo delante de la taberna, lo único que quería era calmar los ánimos:

- Hola amigos, me llamo Lucien, os voy a deleitar con algunos trucos de mi repertorio, pero por favor, calmaos y no arméis alboroto, que esto no sirve para nada.

Lucien empieza ha hacer diversos trucos menores pero parece que no servirá de mucho.

De repente los soldados de la taberna comienzan a ponerse algo violentos en respuesta a la historia del bardo, entonces Dunk, Gaelazair y Lucien saltan de la silla y se apresuran a interceder en favor del viejo, al mismo tiempo el enorme Kurk que se había quedado dormido es sacado de su ensueño por el alboroto, el temible aspecto del semiorco, definitivamente intimidó a más de uno, pero muchos otros seguián molestos y a pesar de los esfuerzos de sus compañeros por calmar los ánimos la cosa no parecía ir a buen puerto, todo indicaba que no tardaría mucho en dar inicio una pelea.

Rayson era un hombre pensante y frio en situaciones como estas, y como no había tomado más que dos pintas de cerveza estaba muy atento, por lo que no se levantó de su silla ni dijo nada, sólo se limitó a vigilar las manos de la mayor cantidad de personas posibles en caso de que a alguien se la ocurriera hacer una estupides, entonces, el intervendría súbitamente.

Lentamente su mano se deslizó por el mango de su maza hasta tenerla bien asida y la levantó suavemente del suelo para apoyarla sobre su hombro lista para sacudirla sobre el tonto que hiciera el primer movimiento contra el viejo bardo o contra sus compañeros.