Partida Rol por web

No hay respuesta. Pero finalmente encontras el interruptor y podes iluminar las cosas…

El cuarto recuerda un poco a uno de esos bunkers de películas de guerra. Las paredes son de bloques de hormigón, sin muchos adornos salvo algunos cuadritos sosos de segunda mano. La pieza central del mobiliario es una gran cama doble, que sería genial saber cómo carajo la metieron. Lo más probable seria armarla acá dentro pero igual… Incluso tiene un par de mesitas de luz completamente desentonantes con el ambiente general. Ahi ves lamparitas, relojes, una notebook, telefono, lo usual.

A la derecha, se encuentran varios armarios metálicos, con pinta resistente, y entre medio una puerta de tipo escotilla, de hierro macizo. A tu izquierda hay varios anaqueles donde, oh sorpresa, se alinea un variopinto arsenal. Pistolas, tumberas, facas, revólveres, escopetas… Todo con pinta de segunda mano, culatas rotas o faltantes. Armas de villa. También un par de roperos de madera (otra vez, debieron meter un carpintero o Lucas era muy hábil), incluso uno de estos con espejo de cuerpo entero. Algunos cajones mal cerrados dejan entrever ropas.

Ninguna señal de quien dio los pasos… salvo el leve movimiento de la hoja de uno de los roperos. 

Ah bueno, parece ser que tenemos una persona algo "tímida". Pienso mientras noto la puerta de uno de los roperos cerrarse. Pero trato de no caer en la trampa obvia de que una puerta es señuelo mientras que desde las otras sale alguien y me la da por la espalda. Y más sabiendo que no puedo estar perdiendo tanto tiempo dado que esto es un escondite que fácilmente descubrí y cuando alguien más venga será también fácilmente descubierto. Con mucho cuidado me acerco sosteniendo la cuchilla con la izquierda y la pistola con la derecha sabiendo que dependiendo lo que suceda uso una u otra.

- Bueno, si no eres Lucas pero estás con él sal que necesito hablar contigo, ahora si estás para hacerle algo al señor Lucas te las verás conmigo. -

No oís respuesta alguna. Al menos nada verbal. Pero hay otras formas… Por ejemplo, aguzando la oreja alcanzas a percibir un jadeo apagado, tenso… y el inconfundible “click” de un fierro amartillándose.

La parte positiva es que se confirma que hay alguien dentro de ese ropero, cuando menos. La muy negativa es que se encuentra armado y probablemente asustado o agitado. No es el mejor ánimo ni circunstancia para sostener una charla. Especialmente una que puede continuar en forma de balacera a quemarropa si va mal.

- Ah, bueno bueno bueno. - Repito mientras me voy moviendo hacia un costado. - La ventaja de todo esto es que se muy bien donde estás tu pero no al revés. - Amartillo mi arma para marcarle que también estoy armado. - Y lo más divertido es que ni necesito este arma para matarte si así quisiera pero lo hago sólo para que sepas que también tengo lo que tu. - Reparo en todo mi alrededor para no chocarme contra algo si necesitara cubrirme con rapidez o bien esquivar a un tercero que no esté viendo. - Por ahora sólo quiero hablar y eso es lo mejor que te puede pasar. -

-De… de que… ¿de qué hablar?

La respuesta, titubeante, es de una voz femenina. Suena apagada y ronca, como cubierta por algo. Apenas se la entiende. Pero no cabe duda que viene del ropero asi que puede ser tenga algunos abrigos o ropa encima.

Igualmente no da indicios de salir o bajar su guardia, pero es un pequeño progreso. Tal vez, solo tal vez, se pueda solucionar esto sin pelear.

Manteniendo la precaución prosigo con el diálogo sabiendo que por ahora las cosas van bien. - Por ahora se me ocurren preguntas sencillas para hacerte. ¿Cómo te llamas? ¿Qué haces acá? - Digo tranquilo y expectante por indicios.

La respuesta se tarda un poco, segundos que se sienten más largos quizás, pero llega finalmente.

-Maira… Soy Maira…. Me dejaron acá… para limpiar.

Es lógico, alguien tiene que hacer el trabajo sucio, nunca mejor dicho. Aunque deja baches. ¿Ahora que?

¿Limpiar? Ah bueno, que pedazo de respuesta. - Bueno, entonces ninguno tiene algo que temer del otro, a mi no me interesa lastimar a alguien que sólo limpia y siendo tu alguien que limpia no creo que me vayas a lastimar. ¿Estamos de acuerdo en ese punto? Si es así sal por favor y hablemos con más soltura. ¿Te parece? - Le digo con tranquilidad esperando ver que salga la intrigante "Juanita la que limpia".

Lenta, muy lentamente, la puerta se entreabre. Lo primero que ves es un pie y luego mas arriba el cañón de una 9mm negra, policial sin duda.

Después sale la chica. No es muy intimidante. Apenas pasa el metro y medio, aunque es bonita y dentro de todo con curvas interesantes. Viste un jean gastado, zapatillas y una remerita, pero también lleva un chaleco antibalas, con el escudo de la Policia Federal borroneado y gastado. Se la ve muy tensa, con una gran sonrisa nerviosa y falsa en el rostro, mientras calcula quien sos.

- Quien sos vos… como… como entraste?

El chaleco denota que antes era de otra persona y que ahora pasó a manos de Lucas de forma directo o indirecta, poco me interesa. Lo mismo cabe suponer del arma que porta la muchacha que la sostiene todavía desconfiando a pesar de mi actitud pasiva. - Entre por la puerta y estoy buscando al señor Lucas, está en aprietos y vine a ayudarlo pensando que estaba acá pero no es así. ¿Sabe donde está? - Estaré pasivo pero el tiempo sigue corriendo y estando ella acá seguro sabe más de lo que aparenta, ser una simple niña, el ganado no debe haber sido un tema ajena a ella o es realmente estúpida y no tiene idea lo que sucede acá pero me inclino más por lo primero.

Dirige una mirada seria detrás, mientras se mueve cautelosa hacia la cama. Concretamente observa el lugar donde está el túnel que desciende.

- No… Se fue a buscar a la señora y no volvieron…+responde pausadamente. Parece que considera es su turno.+ ¿De verdad es amigo del señor Lucas? ¿Por qué anda armado y así con esa pinta?

Sin duda la historia no le está cerrando nada, es obvio por su tono...

Miro el arma y me doy cuenta de que si quiero obtener algo así no voy a llegar muy lejos. La guardo pero dejándola cerca de mi mano por si las dudas. - Nunca dije que fuera amigo de él, sólo que vine a buscarlo. Y ando armado quizás por el mismo motivo por el cual no está por estos lugares y quizás llegué tarde. Lo mejor será salir de acá porque pronto éste lugar será un hervidero de policias u otras personas peores. -

-¿Entonces como sabia abrir? Solo los amigos conocen la contraseña. +su tono se vuelve duro, a medida que va ganando paso a paso  su camino hacia la compuerta del fondo+ Lo mejor será que usted se vaya. Acá no va a venir ningún policía. Pero si van a venir los chicos del aguante, a revisar qué pasa. Y si ninguno lo conoce, no va a ser bienvenido.

La chica habla de una forma sorprendentemente culta para el barrio, y con una convicción no menor sobre como funcionan las cosas en el grupito de Lucas. Aunque si todavia no aparecieron... Pero bien puede ser por varias razones, como la lluvia o la demora en entrar a la casa, su falta. 

- Nunca dije que fuera amigo y lo sostengo, somos socios y ahora dicha sociedad está en riesgo y por ello vine a cuidar la inversión. Por cierto. ¿A donde se dirige? - Dejo que avance un par de pasos más pero no lo suficiente como para que no pueda alcanzarla en caso de que intente irse por la puerta. - No quiera intentar dejarme aquí sólo, la extrañaría. Sigamos hablando un poco más. ¿Le parece? ¿Tiene algún medio para comunicarse con el señor Lucas? Que digo, seguro que le dio alguna forma dado la cantidad de cuidados que le presta a usted en tan aislado lugar. - 

-No se arrime más. +advierte seriamente, retrocediendo aprisa sin dejar de apuntar, hasta situarse junto a la puerta lateral.+ No le creo nada. ¿No es el socio? Llámelo.  

Se humedece los labios. La charada parece que está terminando. Es obvio que esta tensa y solo la estuvo alargando, sin creerte ni un minuto, para llegar a la puerta. ¿Y ahora? ¿Armar otra pelea? ¿Dejarla ir? ¿O que?

- No de nuevo por favor, ya me cansé de matar por esta noche. - Marcándole la puerta y haciéndole un gesto negador con el dedo índice. - Ya intenté llamarlo hace un buen tiempo y alguien lo capturó. Pensé que lo habían hecho acá pero no fue así y ahora la única pista que tengo es usted y el camino a la casa de su Sire. No me quiere hacer caso, entonces se despide de su querido Lucas. Pero si quiere recuperarlo soy su única chance. - 

Una sonrisa leve, casi incrédula, aparece en sus labios. Pero estas diciéndole la verdad después de todo.

-¿Así que puede que esté muerto? Jajaja… +ríe mientras estira la mano libre y toma la manivela, ignorando tu gesto+ Bueno, mejor para mí. Ahora volvemos a ser la señora y yo. Justo como me gustaba…

La gira rápidamente, y se agacha a un lado con agilidad felina, para esquivar un posible disparo de tu parte… Al instante la puerta se abre presionada desde afuera con tremenda fuerza. Un torrente de agua se derrama dentro del cuarto, empujandote hacia atras!!

El aroma muy, pero que muy explicito, la identifica como agua del drenaje de lluvia... pero eso es lo de menos mientras intentas quedar en pie.

Y todo diálogo se va por el caño casi literalmente cuando la muy perra se acerca a la trampilla y no logro evitar que la abra haciendo que se inunde el lugar. Mantengo el equilibrio con la piernas queriendo irse para atrás hasta que la corriente me deja avanzar y ahí me tiro sobre ella esperando poder retenerla y de paso hacerle pagar algo todo esto. - Pedazo de idiota, no van sólo por Lucas, van por todos nosotros. - Digo con mucha bronca, sabiendo que si le causo daño se lo podrá curar como si nada pero igual me quiero sacar el enojo de encima apretándole el pescuezo y de paso evitando que me deje encerrado de este lado escapando más lejos.

El manotazo pasa raspando a Maira, quien se escurre como una gata bajo tu brazo. Luchando contra el agua alza sus piernitas y trota hacia la escalera de ingreso, intentando escapar a la seguridad de la superficie. Mientras, el agua continua entrando a chorros por la compuerta, inundando la camara del refugio...

Pronto todo esto quedara bajo el agua y arruinandose. Las armas, lo que queda en los armarios, las cosas...