Partida Rol por web

Finalmente logras encontrar la condenada escalerita y trepar a la salvación… o bueno , a la casa. No es que te espere mucho, ya que la noche reina ahora, y solo queda la luz ocasional de los relámpagos, más la claridad vaga de las luces vecinas para alumbrar la casa, pero es algo. Al parecer la térmica salto acá arriba cuando empezó el corto abajo. De hecho es incluso bastante sorprendente que con el aguacero, la villa todavía tenga luz. ¿Macri lo hizo?

La notebook chorrea y vos también, aparte que todavia dura el calambrito. Que le vamos a hacer. Es lo que hay. ¿Y ahora?

Tras reponerte con la reserva de Lucas y organizarte para huir, ves que todos los del ganado escaparon por la puerta lateral, aunque no la abrieron. Solo treparon, por las marcas sangrientas en la misma… Lo que hace la desesperación

Así que toca salir por el frente para no complicarse. Ir discretamente al auto parece ser la mejor opción, pero desafortunadamente  en el camino no ves una botella, y al darle con el pie estalla en pedazos… Las casas de al lado y sus ventanas tienen sombras de inmediato ante el ruido.  No hay suerte.

En fin, lo mejor es meterse al auto y pirar. Al menos sigue donde lo dejaste y todavia no le han sacado el estereo o los neumaticos. Pero a donde ir?

Ya sabiendo que estoy jugado el todo por el todo miro más buscando las amenazas que pueden saltarme desde la oscuridad que los ojos curiosos. A estas alturas soy una estrella en la televisión y si alguien me llega a reconocer con esta tormenta más que enojarme tendría que felicitarlo.

Salgo esperando que la señal en el celular mejore en algún condenado momento y llamar al teléfono de Lucas con una sola y clara intención, dejar de ser cazado y ponerme a cazar. Doy vueltas por la ciudad evitando lugares como rutas y semáforos donde puede haber cámaras  hasta lograr tener señal y ahí es donde hago la llamada. - Buenas noches. ¿Se encuentra el señor Lucas? - Digo con tono totalmente inocente esperando la respuesta obvia por parte del que está del otro lado.

No importa cuánto te tardes, el teléfono no vuelve a tener señal. La pantalla solo indica llamadas de emergencia. Y la lluvia no para… Pronto el tema de dar vueltas no es tampoco una opción. Te tropezas con barrios inundados al ir hacia la zona centro-norte, lugares donde el agua pasa del metro y meter el auto es quedarse fijo. Escenas de gente empujando cosas flotantes con sus escasas pertenencias, huyendo hacia el conurbano, empiezan a volverse frecuentes pese a la hora avanzada.

La ciudad enfrenta una inundación que se te hace demasiado familiar. Encima pronto descubris que no hay forma de volver hacia los barrios donde Sofia tiene su refugio, ni siquiera por las vías mayores. Estas atrapado en los barrios del sur, y el agua avanza, lo mismo que la noche. A este paso, el amanecer, por  gris que sea, te encontrara todavía dando vueltas…

Mierda, mierda, mierda... ¿Qué más podría pasarme para complicarme las cosas? Todo es agua y más agua y no me queda más remedio que buscar un refugio donde resguardarme pero tengo que conseguir que sea uno donde nadie más que necesite estar seco también se quiera meter... Me hubiera quedado en el puto refugio y ahora estaría seco y viendo de arreglar todo esto. Busco un lugar que sea abandonado y que pueda servir donde guarecerme del sol cuando salga y no morir calcinado.

Pocas cosas encajan en el criterio de seco y abandonado. Buenos aires es una urbe y la gente se apiña dónde puede. La única chance sería una casa abandonada o con dueños ausentes, justamente como la que dejaras hace un rato, la que pertenece a Lucas. Siempre y cuando algunos okupas no caigan durante el dia por la misma necesidad, debería servir. El tema es encontrar una en medio de la noche y la tormenta...

La lluvia no para y a estas alturas incluso tirarme al agua y morirme ahogado tampoco es una solución viable. Tengo ganas de golpear todo lo que me rodea pero es agua, por todos lados y solo puedo gritar de frustración, pero incluso eso pasa desapercibido porque también el resto de la gente lo hace por la desesperación de haber perdido todo con la inundación.

Miro la notebook y ya perdido por perdido pienso en que pasaría si enciende y recuerdo que chorrea agua y de seguro no podrá encender así como está.

Las cosas no pintan bien, y en el vagar, toca empezar a pensar con que contas y con que no. De lo último sobre todo hay mucho. No aliados (de hecho casi seguro son lo otro ahora), celular inútil sin señal,… ah y una posesión negativa, a la policía buscandote…

Lo que tienes: un auto, salud, una computadora mojada, un par de armas, algo de plata y sangre de reserva. Un hombre que supo administrar un negocio de sangre en Santa Fe debería poder hacer algo con todo eso.

El aguacero no para, pero a medida que el amanecer se aproxima va disminuyendo. Los barrios del Sur todavía no se inundan, aunque distan de estar bien. ¿Qué hacer? 

Lleno de enemigos en mi cabeza, con todo mojado, sin lugar donde ir, buscado por la policía, por amigos y enemigos que eran mis amigos más mis enemigos más los que quieren serlo me veo rodeado y asediado. Eso me retrotrae a la época donde siempre estaba inseguro y pisoteado, era sólo una escoria donde donde caía encima y resistía.

Cuento el dinero y veo como la gente se va de un lado para el otro buscando refugio y yo tengo que hacer lo mismo pero no por el agua, sino porque dentro de poco el sol saldrá y pondrá fin a todo. Busco en el Sur un hotel de mala muerte donde intento pasar totalmente desapercibido por el conserje, uno desatento y con pocas ganas de trabajar si tengo suerte o uno que pueda convencer de que no moleste.

Encontrar un hotel no es difícil si uno no anda en plan de turista exigente. Pero el conserje no podría mirarte más, mojado, sucio, cayendo a las tantas de la madrugada y sacándolo de su modorra… Tus ropas y vos huelen a mojado y a sangre, mucha sangre. Te sacaría mal de ojo si fueras humano, y guarda, quien sabe si no afecte a los vampiros también. Acepta darte una pieza solo tras ver la plata y porque es su laburo, pero tiene pinta de botón. A la primera seguro llama a un patrullero.

Pero la ciudad inundada tiene poco que ofrecer. Es eso o seguir vagando. Finalmente estás en tu cuartito individual, uno con las comodidades básicas. Lo esperable del motelucho. Ahora hay que acondicionar el cuarto para pasar el dia, sin llamar las sospechas de afuera. Y ni pensar en que sigue mañana… 

¿Será una noche más? Le dejo indicado que no molesten durante el día al conserje con la promesa de un extra si lo cumple y luego voy a mi habitación pero entre esta y la actitud del conserje no se cuantas chances tengo de pasar el día. Corro las cortinas para bloquear toda intromisión de luz incluso usando unas frazadas de ser necesario.

Incluso busco bloquear levantando unos muebles, para no hacer ruido, la puerta por si la que limpia quiere molestar o algún otro y tener una chance extra de salvarme. Aunque si los que me están buscando quieren hacerlo no tengo forma de salvarme con unos muebles.

Aprovecho el resto de la noche abriendo la notebook para ver si puede utilizarse de nuevo o tendrá que hacerse algo extra.

La compu está jodida. Tras revisarla, descubrís que la humedad y la electricidad que recibieras mientras la llevabas, jodieron la placa madre. No obstante el disco parece bastante intacto, si bien mojado.  Tras una noche secándolo, es posible que pasándolo a otra notebook ande.

Por ahora, ese recuadrito negro tiene tus pistas y ahi quedaran hasta que puedas reorganizarte y encontrarlas. Pero la noche se termina y lindo para intentar encontrar una notebook en la parte sur del conurbano bonaerense cuando falta nada para el amanecer. Eso sin contar la falta de medios… No, ya por esta noche, parece que tus andanzas han acabado.

Es hora de descansar. Con un poco de suerte las trabas en puertas y ventanas te aseguraran poder quedarte al menos hasta el ocaso. Y después…

Los golpes en la puerta retumban mientras despiertas. El rugido al otro lado es sin duda alguien del motel que quiere saber qué carajo hace este tipo que no sale desde la madrugada. Sentis el ruido de la lluvia, que persiste, pero ya no hay rayos y es mas suave.  Otra noche acaba de comenzar.

Salto como un resorte cuando escucho los golpes en la puerta. Como extraño mi refugio. Por un momento pienso en llamar a mi ayuda en Santa Fe para que traiga a su grupo pero lo necesito para que mantenga todo el orden ahí y también sería levantar demasiado la perdiz. - ¿Si? - Pregunto esperando que sea el conserje del otro lado esperando la paga por un nuevo "día" y pienso en como le voy a pagar porque de seguro no va a esperar a que consiga algo de dinero.

Tarda unos momentos en contestar. Puede que no esperase respuesta realmente y por la sorpresa.

-Al fin… ¿Todo bien ahí? No salió en todo el día… Las de limpieza tienen entrar, no pudieron pasar hoy temprano me dijeron. También acuérdese que a las 4 tiene que desalojar o abonar por otra jornada...

Las palabras varían de tono pero se oyen fuertes. Sin duda está parado junto a la puerta, acechando. Puede que incluso viendo por el ojo de la cerradura. Desde anoche te tiene el ojo encima, y tras pasar tantas horas encerrado...

- Ahí bajo a pagarle. - Le contesto rápido mientras busco mis pertenencias y veo que es lo que tengo que hacer y que puedo llegar a hacer. Miro por la ventana para ver como está el clima y ver si tengo chances de concretar alguna actividad.

Afuera llueve todavía, aunque un tanto menos que antes. Hay alguna gente más que ayer, osados que no se resignan a pasar la humedad adentro o bien obligados por sus circunstancias. Todos deben abogar por que esto pare de una puta vez.

Las calles ponen a prueba las obras del señor gobernador. Sin duda, los Nosferatu deben estar acordándose de su madre ahora.  En todo caso, el ambiente se respira con una leve mejoría respecto a la noche pasada… ¿Pero ahora qué?...

Más y más dudas aquejan mi cabeza. ¿Debo quedarme más tiempo aquí o buscar otro lugar? ¿Cómo le pago por una noche más? ¿Qué debo hacer para resolver esto? ¿Cómo puedo conseguir sacar la información de esta notebook? ¿Sacaré algo que sirva? Miro por unos momentos mis "pertenencias" para tener un mejor control con lo que cuento, que es y cuanto vale pensando en como pagarle y que no moleste.

El listado de tus pertenencias es largo, aunque la mayoría son pequeñas: 9mm, tramontina, celular blackberry , maletín, destornilladores, botellas con vitae, billetera vacia, dni del flaco que atacaste, tarjeta sube, pañuelo, celular barato nokia, cigarrillos y encendedor. 

De todo, medio que lo único que puede servir de pago para el cuarto por otra noche es entregar un celular, y aun así es sospechoso, digno de cualquier tránsfuga. Empeñar la pistola o el cuchillo mucho más. El resto… sin duda no valen para el asunto.

Viendo que no hay con que saciar al conserje mi estadía en este lugar peligra y tengo que por lo menos intentar algo. Junto mis pertenencias incluyendo el celular blackberry del cual eliminó toda información y retiro el chip para evitar datos desafortunados.

Con eso para dar como seña hasta que vuelva con algo más sustancioso o válido para el desconfiado, y con razón, sujeto que atiende bajo y me acerco a él. - Buenas noches, lamento no haberme despertado durante el día pero el cansancio me puede y trabajo de noche hasta que vuelva a mis pagos y con esta lluvia todo se complica. - Lo miro esperando no tanto que me crea pero si que no me cause problemas. - No pude ir ayer a retirar dinero todavía por el problema de la lluvia pero le dejo mi celular como seña y cuando vuelva le pago este día y otros más hasta que termine mis asuntos. - Y espero por una feliz respuesta.