Partida Rol por web

¿Porque te hizo eso?

Pensabas que luego de aquella salida, y esos días siguientes cuando te enseño a descubrir tus dones, los placeres no tendrían fin… estarías siempre a su lado, aunque ahora como igual. Entonces te dijo que debías irte. Aprender por las malas cuan duro era aquel mundo. Esperabas cualquier cosa, aunque no exactamente que te clavara una estaca por la espalda. Estabas acostumbrada a ser penetrada, pero no por eso…

Cuando volviste a tener conciencia estabas en un almacén, dentro de una caja llena de telgopores… Un muchacho había removido la tapa, y esperaba que te levantaras con actitud indolente. Era alto, pálido, pelo lacio castaño. Vestía como cualquier universitario. Pero el aura de tranquila confianza que mostraba ante vos, decía mucho. Él era de los tuyos.

Mientras te incorporabas, dijo llamarse Pablo. Tenía una moto afuera, lista para irse. Así que cuando estuviste preparada te llevo. La noche era cálida, y el viento azotaba tu cara, mientras avanzaban entre las calles de una gran ciudad. ¿Dónde estabas? Buenos Aires, Capital Federal, fue la respuesta. La novedad te pego como una sacudida… ¿A dónde me mandaste, Maira?

Finalmente llegaste a un bar cerrado, y adentro conociste a los demás. Unos 6, aunque un par habían salido a cazar supuestamente. Chicos y chicas en números casi iguales. Y sentado frente al televisor, al Che. Ernesto, el líder de aquel grupo, los Muertos de Mayo.

-Solo hay un sentimiento más grande que el amor a la libertad… el odio hacia quien te la quita. +comento, sin mirarte. Cuando lo hizo, sus ojos brillantes te taladraron cuerpo y alma. Ese, era un tipo diferente. + ¿A vos te gusta ser libre?

Así empezó una charla que duraría dos noches, durante las cuales te explico la lucha encubierta que llevaban allí, para derrumbar el poder de los antiguos, remover la garra con la que tenían apretada Buenos Aires desde hacía siglos. Eran muchos, tenían gran cantidad de esbirros y si los descubrían, sin duda los destruirían. Por ahora cuanto se podía hacer era pasar por anarquistas, agitar consignas, mover a las masas humanas contra sus peones mortales cuando se podía… y también a ellos mismos, porque no. De hecho por eso mismo estaban disminuidos, la lucha tenía sus bajas. Vos venias como refuerzo y como aprendiza. Si lograbas sobrevivir, si lograbas prosperar en Buenos Aires… podrías hacerlo en cualquier parte. ¿Tenías lo que hacía falta? Eso era lo que estaba por verse.

La tercer noche, te llevo a la terraza de uno de los muchos edificios de la inmensa metrópolis, mucho mayor que Barcelona, Madrid, o ninguna ciudad española que conocieras.

-Este es nuestro campo de batalla. Los cien barrios porteños. Vas a tener que aprender a ser una con sus calles, gallega. O con el polvo de las veredas. De vos dependerá.

Palmeo tu espalda, y guardo silencio, mientras la noche del sur, sus ruidos, su música, su olor, su fiebre y su dolor, ascendían para acariciarte. Empezabas a entender…

Buenos Aires... ¿que locura es esta?... Me hacía mentalmente esta pregunta mientras miraba el paisaje de la ciudad, sinceramente aún no me creo que esté en este sitio, Maira habló de vampiros que podían engañar las mentes y crear ilusiones que la victima vive como si fueran reales. Después de todo el es el jodido Che, y todo el mundo sabe que murió, joder, hay hasta fotos de el muerto!!!!. Si, sin duda eso es lo que está pasando. Debo de encontrar el modo de salir de esta ilusión.

Realmente no se me ocurre ninguna manera de romper la ilusión, sin duda la confusión que siento es perfectamente visible. Sonrió malevolamente. Claro!!! Esta es otra jodida prueba de Maira para ver si sus lecciones me han servido de algo. 

Me acerco contoneandome y con una sonrisa lobuna al falso Che, sin duda es el el que creó la ilusión y no tardaré en romperla. Una vez a su lado le rodeo su cintura con una mano y otra la apoyo sobre su pecho. Aparento estar asustada y ser una mujer frágil y necesitada de protección. Mi voz suena suave y temerosa, intento seducirlo aparentando debilidad aunque realmente lo que hay en mi interior es determinación. Y dime... tu me protegerás y me ayudarás. ¿Verdad?. Y... y si fuera un jueguecito de Maira me lo dirías. ¿No es así? Sin duda pronto sabré que pasa. Nadie se me ha resistido nunca sin poderes, es simplemente imposible que con ellos no me lama los pies en unos minutos.

Sentis su mano fria en tu mejilla, mientras te devuelve la mirada con tranquilidad. Aunque parezca increible, tu magnetismo no parece mas que resbalarle como la lluvia, aunque no hace caso omiso de el, sino que responde a tus cuestiones calmadamente.

-Puedo asegurarte que esto no es ningun jueguecito, sino una lucha muy real. Pero tranquila. Acá todos cuidamos de todos. Nosotros de vos, y viceversa, aunque espero que muy pronto halla solo un "nosotros". Que te sientas integrada a esta causa, a este grupo. Seas no una visitante, sino una compañera.

El tono calido, hipnotico, seguro con el que habla, te va calando. Realmente esta convencido de lo que dice. Ellos te necesitan, y vos a ellos. Así mas o menos funcionaba la manada de Maira, pero en esta tierra distante, entre extraños, en un ambiente mucho mas hostil, se hace muy patente que la fuerza radica en la unidad. 

Mientras tenes tiempo de pensar en eso te va soltando. El aire caliente de la ciudad los va envolviendo. Vuelve la cabeza hacia el exterior, dejando que sus cabellos levemente rizados se agiten, antes de volver a hablar.

-Si te parece, podemos salir a cazar esta noche. No hay mucha prisa. ¿Me acompañas?

He fallado!!!. Me aparto rápidamente de el furiosa conmigo misma. Tras unos segundos mirando al suelo y apretando los dientes reacciono. Su idea de la cacería no está tan mal, no recuerdo cuando fue la última vez que me alimenté y tal vez conozcamos otros cainitas.

Está bien, vayamos, pero te advierto que cazar conmigo no es algo a lo que estés acostumbrado. Al pensar en un humano degollado colgado sobre mi con su sangre caliente goteandome en la cara siento algo parecido a la lujuria, y pocas veces consigo calmar ese impulso. Necesitamos un lugar tranquilo. Y cuerdas. Las cuerdas son muy importantes. La cena la buscaremos a la salida de un bar. Eso hará que todo sea más interesante. Doy un ligero mordisco cariñoso al supuesto Che y sin volverme a mirarlo avanzo hacía la salida del edificio dispuesta a divertirme un rato.

El te mira, esbozando una leve sonrisa comprensiva, para luego ponerse a la par. 

-Entiendo esas ansias. Voy a dejarte obrar a tus anchas, hasta donde lo vea conveniente. Pero aca no dejamos ganado colgado ni cuerpos mutilados. Esa clase de cosas suelen llamar la atencion de la poli, lo que es lo mismo decir de la Princesa. Desde que un grupo se mando una cagada importante hace algunos años, y agito el avispero, la seguridad es mucho mas consciente. 

Menea la cabeza levemente disgustado, como si el recordar algo respecto a eso le molestase. Mientras toman el ascensor, cruza los brazos, repasando algunas palabras que te dijera estos dias.

-Asi que usualmente, hay que hacer la buena letra del anarquista "formal". Compramos la vitae a un distribuidor independiente. Solo se caza cuando es necesario y respetando la Mascarada, dentro del area que nos designaron. Hay que tener cuidado con eso. Una vez alguien hambriento en otro barrio, dejo seca a una pendeja, que resulto trabajaba para una Giovanni. La hija de puta envio a sus fantasmas a nuestro refugio... Un desastre. Pero asi de profunda es nuestra desventaja aca. Por ahora.

Llegan abajo. La ciudad se abre ante vosotros, pero en las palabras de Ernesto puede notarse una rabia contenida muy honda, y muy similar a la de un reo.

Sangre de una bolsa??? Jajajaja seguro que lo dices en broma. Maira me dijo que cuando fuera como ella podría hacer lo que quisiera. Suspiro y en un tono triste añado. Y desde luego no quiero sangre de una bolsa.

Rodeo su cuello con mis brazos, muerdo su mejilla y sonriendo le hablo. Oh vamos no me dirás que tu; el jodido Che!!!, respeta las normas. Llena de felicidad cojo su mano y empiezo a correr hasta el bar más cercano. Vamos, lo haremos como Maira me enseñó, verás que fui una buena alumna.

En España habias visto a Maria hacer cosas sorprendentes cuando se "emocionaba", y sabias que tu tambien eras muy rapida, no tanto como ella pero casi. El sí estaba a la altura de Maira, si no es que mas. En cuanto a su fuerza... en eso no habia comparacion. Aunque tus limites para el dolor habian cedido, y podias reirte mientras ella cortaba o azotaba tu piel con vuestros juegos, sabiendo que rapidamente se curaria con solo pensarlo o descansar, su puñetazo en tu vientre te hizo vibrar el cuerpo. ¡Solo con su mano! Era una fortuna que no respiraras, o te hubieses quedado sin aire, pero el dolor hueco se extendia dentro tuyo. Alli estaba el, frente a vos, sosteniendo la diestra cerrada con tranquilidad. 

-No lo hacemos porque queramos. +murmura, con un gruñido contenido, mientras sus ojos se encienden.+ Entendelo bien. Si uno la caga, nos puede joder a todos. Antes de que eso pase, yo mismo te pongo al sol. En tu tierra podrias hacer eso capaz. Acá, se hace lo que conviene. De eso se trata esta mierda, hasta que vuelva a ser nuestro paraiso.

Alza el puño a tu cara, pero esta vez solo roza tu mejilla con sus nudillos, como una extraña caricia.

-Tu vida facil se acabo. Si queres esa libertad, vas a tener que luchar para tenerla. ¿Me explico, linda? +murmura, esbozando una media sonrisa, para luego tenderte la mano, como si nada, para retomar vuestra noche.

Dolor. Maldito dolor que me impide pensar con claridad. No se que hacer. Quiero matar al puto Che aunque ahora no pueda hacer nada. Apenas puedo moverme. Sin embargo tengo claro que pagará caro esto.

Observo su figura esbelta y varonil, pendiente de los gestos y movimientos del revolucionario. Dos lágrimas nublaron mis ojos. Más no era el dolor lo que me conmovía, era la constatación de mi debilidad lo que me hería. Maira me dijo que nadie podría ser capaz de hacerme daño. Mintió.

Sentí una sacudida terrible, que me hizo levantar la vista. Mis ojos acariciaron los de el. El amor, la pasión, la promesa de una entrega absoluta, urgente; todo ello le ofrecía, diciendole en la mente, en su pensamiento: “¡Si quisieras ser mío, yo te haría más feliz que cuanto pueda hacerte Dios en el paraíso!. ¡Falso! solo quiero que lo piense. Olvidaré, al menos por el momento los consejos de Maira. Ernesto caerá a mis pies y me bañaré en su sangre. Hasta entonces lo mejor será pasar por alguien inofensivo

Le devuelvo la sonrisa. Prefiero que no sepa cuales son mis planes y le contesto, lacónica e insensible. Entiendo. ¿Ahora vamos a cazar?

-Ahora vamos a cazar. +responde, en tono afirmativo, mientras te ayuda a pararte. Seguidamente te lleva a su camioneta, una F100 4x4 nada artistica ni lujosa, sino grande, robusta. Esta modificada atras, para llevar una cupula cerrado de vidrios oscurecidos, refugio de emergencia en caso de que el dia los sorprenda, y no es el unico detalle curioso. Sumada a la gruesa chapa del chasis, los interiores son de kevlar, otorgando una cierta proteccion antibalas a los pasajeros. Asimismo, bajo los asientos hay escondidas pistolas 9mm. La camioneta es uno de los vehiculos preferidos del Che, por muchas razones...

A bordo de ella comienzan a moverse por las calles. Rapidamente notas que no esta conduciendo hacia la ciudad en si, sino por el conurbano. Los barrios son principalmente de casas de familia y comercios sencillos. Todavia falta para medianoche, pero la vida nocturna ya esta apagandose. Es domingo. Mañana toca volver al trabajo o a la escuela a muchos de esos pobres infelices. 

Finalmente, no obstante, se detienen en una callecita muy tranquila. El cartel dice Estrada y Mitre. Al otro lado, se ve un gran parque arbolado.

-Parque Chacabuco. +te informa escuetamente, indicando el predio, de varias manzanas de ancho y largo+ Un buen lugar. Facil. No muy iluminado, arbolado, sitio frecuente de cita para enamorados, gente que viene a correr, cosas asi... Bocados calentitos si los sabes aproximar. ¿Alguna duda?

Sin dudarlo salgo del coche. Quiero sangre y alejarme de Ernesto y de su roñoso coche. Observo el parque, parece tranquilo pero por desgracia no parece que haya mucha gente de fiesta bebiendo vino por aquí, por esta noche podré aceptarlo, pero seguiré mucho tiempo sin alcohol. Joder, aquí también deben de beber, ¿por que hostias tengo que beber aquí en lugar de un bar? es más fácil, solo tengo que acercarme a un hombre y decirle que se venga conmigo, a veces ni siquiera eso ya que son ellos los que vienen a mi con la esperanza de que los deje follarme. Y bien... ¿en esta zona no hay peligro? ¿No hay ninguno de esos tipos que nos quieren matar o esclavizar verdad? Digo algo asustada. Solo en pensar en que alguien podría intentar quitarme la libertad me estremezco, aún así me gustaría que lo intenten, mataré a quien lo haga y bailaré sobre su tumba.

-No, salvo que tengamos mucha pero mucha sal, piba...  Lo mismo podes tener la mala suerte de justo chupar a algun ghoul que cruzarte con uno de esos. Esta es nuestra zona, y ellos lo saben. Una cosa que podes esperar de los porteños es que siempre juegan con sus reglas, pero las respetan.

Mira al extenso predio, apoyando los brazos en la puerta de la camioneta.

-Vos tambien recordalas. Aca no se dejan fiambres tirados. Se come lo necesario y se pira. Yo voy a dar una vuelta por si hay covanis, te espero en la otra punta del parque, cerca de la pista.

Dicho esto vuelve adentro  de su camioneta y sale, dejandote sola. Va a ser dificil encontrar un bocado de los que estas acostumbrada entre tantos "amantes de la naturaleza", pero fuera de eso las multiples sendas ofrecen un buen campo de caza. Montones de arbolitos y penumbras donde arrimarte o atraer una presa, clavar el diente y darte el gusto. Si hallas con que hacerlo... Pero bueno, la noche es joven. Hay tiempo.

Un corto paseo por el maldito parque de esta ciudad, la cual apenas conozco pero ya odio, me permite encontrar a un chico de unos 17 años, no tenía nada de especial salvo una cosa, ¡su estupendo olor a ginebra!.

Jajajajaja no es nada difícil seducir a un adolescente borracho, no son más que pequeños hombrecitos con las hormonas revolucionadas y con la mente confusa. Todos, absolutamente todos, se consideran a si mismos irresistibles y se comportan como si fuesen un regalo para las mujeres. Consideran que las hembras somos débiles... unas putas ansiosas de verga y semen... Y yo puedo parecer la más débil y ansiosa de verga de todas las mujeres cuando me conviene, así que me acerco a el con paso lento, al llegar a su lado le sonrío. No es una de esas sonrisas inocentes y amigables, más bien es una sonrisa seductora, de actriz porno. Muerdo mi labio inferior, saludo, y le hablo con voz suave, sin intentar imitar el el acento argentino, hacer eso tal vez solo sirva para que suene como una estúpida. Hola... perdona, soy nueva en la ciudad y creo que me he perdido, ¿te importaría ayudarme a salir de aquí?

El muy idiota considerándose casi un caballero andante obviamente accede, y yo, fingiendo alegría y agradecimiento me acerco a el y le doy un pequeño beso, apenas rozo mis labios con los suyos, pero el contacto fisico y el notar mi cuerpo contra el suyo tiene un rápido efecto en su cuerpo. Antes de que me de tiempo a separarme de el puedo notar como su polla se hincha bajo el pantalón. Esto será aún más fácil de lo previsto. Oh no sabía que un abrazo causase este efecto le digo entre risitas. El muy idiota me pregunta si me gusta causar ese efecto, obviamente le contesto que si. El pobre tonto no sabe lo que se le viene encima. Pongo mi mano por fuera del pantalón sobre su polla, tiesa ya como un mástil . Que... que te parece si antes de salir de aquí vamos entre unos de esos arbustos???... Quiero ver que escondes bajo la ropa.

No tardamos mucho en escondernos tras unos árboles, por el camino el me besa y me guía poniendo su mano derecha en mi trasero, ocasionalmente con la otra acaricia mis pechos o intenta introducir su otra mano bajo mi falda pero no se lo permito, no quiero que acabe antes de saciar mi hambre. Mi intención es mantenerlo ansioso y dispuesto a venir conmigo a donde nadie nos vea, hacer que crea que en realidad soy tímida, que no quiero publico o me tomen por golfa, en definitiva hacerlo creer que el es quien domina la situación y que yo soy sumisa y recatada.

Nada más llegar tras los árboles desabrocha su pantalón y deja al descubierto mis pechos, los mordisquea suavemente y empuja mi cabeza hacia abajo. Sus intenciones son claras... el muy idiota solo me facilita el trabajo. Vamos gashega, demuestrame lo putas que sois en España me dice con cara de éxtasis. Y yo, poniendo cara de niña buena me arrodillo dócilmente y me la introduzco en la boca. Apenas unos 5 o 6 cm están dentro y el ya gime como un animal, la situación es irónica, piensa que me utiliza y es al contrario, jajajajajaja los hombres son realmente patéticos.

Un suave mordisco y la sangre empieza a manar suavemente, el sabor caliente, metálico y amargo inunda mi boca. El gime aún más, tanto tiempo con una estaca atravesandome el corazón y el despertarme en otro continente habían hecho que me olvidase del efecto que el Beso tenía sobre los humanos.

Afortunadamente no eyacula en mi boca y tras unos segundos de placer mutuo me separo de el mirandolo malevolamente y siseando como una serpiente, de mi boca ensangrentada se deslizan unas gotas de sangre que relamo ansiosa ante su atemorizada mirada Ahora vete y que no te vuelva a ver nunca más, PERRO!!!. Ha sido divertido pero no quiero que me siga hasta donde me espera Ernesto. Si ese cerdo quiere cenar que se busque el mismo su comida Ah que maravilloso será el día en que su cuello esté entre mis labios. Pienso al venirme a la mente la imagen del odioso brujah, y sin dignarme a mirar al asustado adolescente me dirijo a donde me espera el cainita que algún día me hará más poderosa.

Quizas es el shock, quizas la pose arrodillada con tus pechos al aire que te hace mas sensual que amenazante, o lo extraño de la situacion, pero tu mirada no afecta al muchacho, o no la ve bien. Se cubre su pequeña intimidad con la mano, entreabriendo la boca increedulo, y te patea en las tetas, mientras se aparta!!

No es una patada fuerte, ni mucho menos, apenas un pataleo revoltoso, que machaca tus firmes curvas... Entretanto lo asimilas el se sube el pantalon, sin entender de que vas, ni de donde salio la sangre, pero aparentemente muy preocupado por la integridad de su "masculinidad".

-Pirada de mierda!+exclama en voz alta, para luego darse a la fuga. Podrias perseguirlo rapidamente, pero corre para donde las luces impiden los secretos... Buenos aires apesta.

Tras el trago amargo, solo queda ir donde esta el maldito del Che. No es dificil ubicar su gran camioneta entre autos de menor porte y mayor gama, cerca de una pista de carreras en el otro extremo del parque. Esta tranquilamente sentado al volante, escuchando algo de rock nacional, solo esperandote. 

Arriba, la luna llena entre las nubes te baña, mientras caminas. Todo es cuestion de acostumbrarse. Entender a estos "argentinitos", sus maneras y modos. Entonces ya van a ver... Es una suerte que el tipo no te hubiera acompañado. A saber lo que diria. O si no se reiria de vos simplemente, lo cual no es para nada mejor.

Apenas una noche y ya detesto este lugar y toda la mierda de gentío que vive a aquí, arreglo mis ropas conteniendo la rabia de hacer sido humillada por ese mocoso...sin duda el viaje es el que me tiene así de desconcentrada...al menos logre saciar en algo mi sed, veamos qué planes tiene el jodido Che...

Sigo uno de los senderos en dirección opuesta a la que entre, buscando la pista que me indico el vástago, en mi camino analizo las posibilidades que tengo de mantener mi no vida como la que tenía junto a Maira, simplemente es imposible, si la Princesa controla todo y los territorios están marcados, pues tendré que jugar sus reglas, será mejor comportarme y dejar mis impulsividades para momentos de intimidad donde pueda desatar mis más oscuros deseos, ganarme su confianza para salir de casería sola y lograr saciar mi sed y mis instintos...necesito más, conocer la ciudad, aprender a moverme sin la necesidad de mi anfitrión u otro de sus seguidores...si es que los tiene...debo conocer Buenos Aires tanto como las ciudades españolas...además...ganar su confianza y saber sus planes...¿recuperar el paraíso?...¿demonios que tipos de cainitas son?...que se dejan limitar por los estirados de la camarilla...pero por algo debe ser...seguramente poseen más poder del que imagino...

Mis pasos me llevaron a los estacionamientos donde pude encontrar con facilidad la camioneta del Che, mi brinquitos ni caminar lobuno ni menos miradas que insten algún interés en el estúpido argentino... ¿Ha sido rápido...continuamos?

-Dale. Subite. +contesta, bajando el volumen+ Por ahora volvemos a casa. Quiero ver que armaron los chicos y las novedades. Ademas, va siendo hora que los conozcas un poco.

El viaje de vuelta es tranquilo, cargado de frustracion y silencio. El Che parece concentrarse en su musica ochentosa, letras de voces muy argentinas que hablan de dinosaurios... La ciudad empobrece a medida que salen de la capital en si, hacia la zona del refugio, una barriada pobre. No una de las que aqui llaman "villas miserias", eso seria demasiado, pero esta cerca. Lo que alcanzaste a ver, es un barriecito de clase media baja, gente vieja, aburridos. Seguramente el refugio (otrora un bar grande) quebro por falta de clientes. Una mala eleccion de otros ha sido la buena suerte de esta gente. Un edificio amplio, solido, en una zona tranquila. Pero si esto fuera España, podrian ser tanto mas... Solo que aca las reglas del juego son otras. Esas, son las que tenes que aprender.

Finalmente llegan. El Che estaciona con cautela. Tiene la mirada atenta.

-Raro. Alguno se dejo la puerta abierta...+comenta con un gruñido, las primeras palabras que pronuncia durante el viaje. Se baja despacio, extrañado. ¿Que tiene de raro una puerta?

Miraba a travez de la ventana las luces de la ciudad, con cierto aire de desgano, continuaba analizando mis posibilidades y definitvamente si no me adaptaba pronto a esta ciudad, me perderia...Deberia volver a España con Maira..., me gire a observa al Che...Necesito conocer la ciudad, mapas, lugares claves, todo, si quieres que me adapte a vuestro estilo de no vida...deberas proporcionarme información...Quizas su respuesta seria una negativa, pero esperaba que comprendiera lo perdida que me sentia y sobre todo limitada.

Al llegar al lugar no comprendo a que se refiere pero su rostro me da el alerta que necesito, me concentro en mis sentidos, el oido en especifico*, centrandome en algun ruido extraño o susurro...espero a que el Che se acerque primero...Vamos nena no eres idiota que sea de escudo el muy bastando...espero sus instrucciones pero me mantengo atenta al entorno.

No hay mucha charla, pero el Che asiente con aburrimiento a tus palabras durante el viaje. Es logico que no te larguen a ciegas en este laberinto. Los monstruos acá, no son poca cosa.

Ya en sitio, escuchas como Ernesto se cruje el cuello. No saca ningun arma, pero la verdad es que su demostracion te dejo idea de que no la necesita en demasia. Lento, cauto, se desplaza cruzando la puerta, hacia el lado izquierdo del arco de entrada, aguzando la oreja.

Vos tenes ventaja en eso. Aunque los muros amortiguan, escuchas gente hablando no muy lejos, en el recibidor seguramente. Pero no alcanzas a entender que dicen, solo que estan ahi cerquita. Una tiene un deje familiar, probablemente alguno de los lacayos del Che, pero la otra no, aunque es dificil determinar con estos argentinos, todos con sus tonaditas... ¿Visitas?

Pongo atención a los susurros, el acento argentino me mata los oidos, maldita la noche en que llegue a esta ciudad...le hago unas señas a Ernesto indicandole que escucho a dos personas y le indico la dirección, busque entre mis prendas mi arma, pero como esperaba no la tenia...volvi a la camioneta y busque sin hacer mucho ruido algun arma, bajo los asientos unas cuantas pistolas 9mm, cogi dos verificando que sus recamaras estuvieran cargadas, una la guarde entre el cinto de mi minifalda y mi espalda y la otra en la mano, asumí que el Che tendria las suyas, nuevamente volvi junto al argentino.

Espere instrucciones del anfitrion y dueño de casa, no me expondria a quien fuese que estuviese del otro lado...quizas, solo sean un invitado de los lacayos del Che que olvido cerrar la puerta...idiotas!

-Vamos adentro, entonces

Eso alcanzas a escuchar al regresar, un murmullo apagado, seguido de pasos adentrandose. El Che te hace seña de que aguardes. Adentro las luces se prenden, observas por el abierto portal. Luego de unos momentos toca avanzar. 

Pero no directamente. El piso del recibidor es de viejos y largos maderos, crujientes. Haciendo gala de su destreza, el se desplaza suavemente, pisando con el talon primero, hasta llegar junto a la segunda puerta, una lateral que lleva al interior del salon. El se acomoda junto a la misma. Esta vez no pueden flanquearla sin que los de dentro les vean, asi que señala te quedes atras suyo.

Entretanto actuas, escuchas ruidos dentros, gente moviendose, al igual que sillas, como si se estuvieran acomodando. Y una voz, nuevamente la ligeramente familiar, que pregunta.

-Ok.. acomodate. Ahora vamos a charlar. Vamos de nuevo. ¿a quien estas buscando flaco? Habla claro, no tengo toda la noche, ¿sabes? Y vos tampoco, si me caliento.