Partida Rol por web

El hombre tiene un gesto serio, y estabais hablando de la elfa cuando saliais de la casa, momento en el que el elfo hizo su aprotacion. Entonces, el resto de hombres se ponen más nerviosos.

Tarl, tenemos que llevarnosla... Tarl, o lo hacemos por las buenas o...

Tarl grita y se encamina a los hombres.

¡Silencio! Sé cual es vuestra inquietud, y también es la mia. Pero las cosas hay que hacerlas bien, esto no va a convetirse en una caza de brujas. ¿Estamos?

Despues se gira hacia vosotros de nuevo.

Por favor, llevadme con ella. Quizá pueda averiguar algo que se os haya escapado, quizá ella recuerde algo...

      La reacción de la multitud me hizo torcer el gesto. En ese momento recordé la actitud de mis compañeros y la discusión sobre los elfos... estaba claro que estas gentes eran un buen ejemplo de por qué tantos elfos miraban de esa forma a los hombres. Con un tono de voz serio y grave, alcé la mano en dirección a mi compañero pidiéndole calma y contesté al hombre, tras dirigir una mirada furibunda a los campesinos.

Entiendo vuestras preocupaciones, pero esa elfa está gravemente herida y aún no ha recuperado la consciencia. En el mismo instante en que la encontramos en ese estado y asumimos su cuidado se convirtió en nuestra protegida, y no pienso tolerar que por el simple hecho de ser de otra raza se le haga un daño injustificado. Espero que eso esté claro, Tarl... porque al menos dos de mis compañeros tendrían buenos motivos para responder a la injusticia racial con mayor vehemencia y menos autocontrol que yo, y no deseamos eso.

      Consciente de lo amenazantes que podían resultar mis palabras, y que podía parecer que me negaba a concederle lo que quería, le hice un gesto y comencé a andar hacia la carreta.

Verás a la elfa, eso no es problema, pero escucharéis a nuestra sanadora antes de tratar despertarla siquiera, ¿de acuerdo? Su muerte no os serviría de nada y recaería sobre nuestras conciencias.

      Mientras caminaba, dirigí una mirada cómplice a Imbrodiel... no llevaba mucho con el, pero estaba seguro de que comprendía la gravedad de la situación, y es posible que si esta gente se mostraba irrazonable...

Imbrodiel mantenía la mandíbula firmemente tensa mientras apretaba las mandíbulas. ¿Era solo racismo o habia algo mas detras de las palabras del humano?

Juraria que ellos saben algo que nosotros no. Que no la temen solo por ser elfa. ¿Tal vez por su origen Dalesiano?

El elfo se dio cuenta de la mirada de Darren y asintio casi imperceptiblemente para respaldarle. Le hubiera gustado hacer varias preguntas pero era mejor que Darren manejara la situacion por si todo esto acababa girando en torno al racismo.

Y que os quede claro a vosotros: yo no pretendo hacerla daño, nada más lejos de mi intención, pero sé de gente que si se enterase de la existencia de la elfa sí se lo haría. Tanto es así, que debo pediros que cuideis de ella y que nos acompañeis a la aldea. Lo siento, no me queda más opción que llevarla, pues sino toda la aldea se me echaría encima, ya que estos hombres saben de su existencia. Pero si me acompañais, podeis defenderla mientras yo contengo a la gente.

Despues echa una mirada a los campesinos, conteniendoles sin siquiera hablar.

Llevadme con ella, por favor.

Esto es un misterio que esta complicando por momentos....mascullo Marwina, con la mano en la daga, dejando que el Tarl viese a la prisionera dichosa; esto era algo mas que racismo para con los elfos..¿ de que tenian tanto miedo?.¿por que esa reaccion?..en cualquier caso, ellos tendrian que viajar con la inconsciente, tenian que saber a cuenta de que todo aquello, tanto la sangre como los lobos como su presencia...y ademas, por lo visto si la dejaban en manos de los humanos la quemarian por bruja como  minimo....

Miraba a todos los sujetos de un lado a otro según el orden en el que hablaban. Las cosas se estaban poniendo algo tensas y casi todos estábamos heridos del anterior combate. No merecía la pena empezar otro. Y yo que sólo quería abastecerme de hierbas curativas. En menudo follón nos habíamos metido.

—¿Tarl Dale, nos dais vuestra garantía de que la elfa no sufrirá ningún daño? —mencioné mientras pasaba la mano sobre la frente de la Dalesiana—, si es así, vuestra palabra me vale. Pero sólo le interrogaréis cuando se recupere por sus medios, no quiero forzar su despertar.

      Sin añadir palabra, guié al hombre frente a Tayza y la elfa herida. Las palabras de la mujer confirmaron lo que yo sospechaba, asique asentí brevemente y me dirigí nuevamente hacia Tarl.

¿Disponéis de algún lugar donde pueda mantenerla segura y cómoda para la recuperación? Si me permitís sugerirlo, sería una forma excelente de mantenerla retenida y a salvo al mismo tiempo, de tal modo que los aldeanos estén tranquilos y nosotros también.

Tarl Dale os acompaña adonde está la elfa y la examina con cuidado, para no entorpecer su descanso. Levantando una de las telas que cubren su cuerpo, ve las cicatrices de las heridas que están sanando gracias a vuestros hechizos curativos. En un susurro, os dice.

¿Estas son las heridas que le afligían? ¿Eran como las que tenían los Fuldor? No parece que sean de los lobos... Nada tiene sentido...

Frunce el ceño mientras se queda pensativo. Después os indica que salgáis, para poder hablar más tranquilamente.

Bueno, yo creo que lo mejor es que vayamos a la aldea y os llevéis a la elfa a la Posada La Viña. Allí podrá descansar, y los dueños son muy amables.

Ah, un techo, comida caliente y una cama comoda.....al menos todo lo comoda que pueda ser dado que no me gusta absolutamente nada el rumbo de todo este asunto....disfruta de las cosas sencillas Marwina se reprendio con una mueca oculta bajo la capucha, tienden a no durar en absoluto...

Sin abandonar su posicion cerca del carro en caso de que sucediera un caso de falsa diplomacia, marwina levanto una ceja mirando al lider de su alegre grupo; por ella no era plan de rechazar de plano la oferta del tarl, mas que nada por no alimentar su paranoia pero la ultima palabra la tenia Darren, asi que guardo silencio y espero...se le daba muy bien...

Imbrodiel asintio mentalmente mientras continuaba sin perder de vista a la muchedumbre. El humano tenia razon. Aquellos eran muchos misterios y el elfo ansiaba desentrañarlos, pero lo primero es lo primero. La prisionera debia despertar y contarles lo que habia sucedido.

Al contrario que su compañera Marwina, Imbrodiel era incapaz de estar tanto tiempo callado y gustaba de dar rienda suelta a su labia.

-¿Quien sabe lo que paso? Debemos esperar a escuchar el testimonio de la Dalesiana. Hasta entonces todo son hipótesis y conjeturas qu eno nos llevarán a ninguna parte. Como decía mi abuelo: "a pasos de bebé se llega a todas partes". Iremos con vos a esa "Pérgola". Pareceis gente cabal y de sentido común.

      La intervención de Imbrodiel resultó un alivio, pues dejó patente que pensabamos igual. Asentí a sus palabras, y añadí:

Sois muy amable. Espero que podamos llegar al fondo del asunto y resolverlo... permitid que reitere mis disculpas por mi rudeza anterior.

No había nada más que decir puesto que mis compañeros ya habían dicho todo. Asentí también con la cabeza estando de acuerdo con la idea de descansar en una cama, protegido por cuatro paredes, techo y suelo...

Sea así entonces. Tú y tú, quedaos para controlar la pira funeraria, que no se extienda. Enviaré más hombres en cuanto sea posible.

Indica esto a dos de los hombres que habían ido con él.

Mientras nosotros vamos al pueblo y a ver si conseguimos pasar desapercibidos. No quiero que el pueblo entero se eche encima, ya sabéis como son estas cosas... Lo mejor será poner a la elfa en esa carreta para que se mueva lo menos posible y no entorpecer su recuperación. Vamos.

Siguiendo las instrucciones, varios hombres preparan la carreta con el caballo que había en la cuadra. Subis con cuidado a la elfa y os ponéis en camino.

La aldea estaba cerca. De hecho, sorprendetemente cerca. Es normal que apareciesen esos hombres tan pronto, pues la pira funeraria se distinguiría de sobra tras las colinas bajas. A medida que avanzáis por el camino, veis a los bordes del camino muchas vides, por lo que suponéis que son viñedos. Tras menos de una hora de camino, llegáis hasta el pueblo.

Tarl Dale no pierde el tiempo y os lleva a la posada. Mientras los demas hombres van a avisar a más conciudadnos para ir a la granja Fuldor, os indica que lleveis la carreta a la parte trasera y que bajeis a la elfa para llevarla dentro. Cuando abre la puerta, suena una campanilla e inmediatamente una mujer sale de detrás de una puerta que suponéis es la cocina. Tiene cara de cansada, pero su sonrisa es sincera y cálida. Solamente se ensombrece un poco cuando ve a la elfa en vuestros brazos.

Kesla por favor, danos un par de habitaciones para estos huespedes. Ahora te lo explico todo.

Claro, ahora mismo.

La mujer coge un manojo de llaves y sube las escaleras hasta el piso de arriba, donde abre una puerta y os deja paso a una pequeña pero acogedora habitación donde depositais a la elfa sobre una cama. Despues abre varias habitaciones más para vosotros, y Tarl y ella bajan cuchicheando a l piso inferior.

Me senté en el borde de una de las camas para luego dejarme caer de espaldas y estirar ambos brazos a los lados. Suspiré echando todo el aire del cuerpo. Estaba realmente agotada, un viejo largo, lleno de complicaciones. La verdad es que no tenía en mente nada de ésto cuando salía de casa para aprovisionarme de hierbas. ¡Ni me acordaba ya! Mañana mismo por la mañana iría al herbolario —me dije mentalmente mientras ordenaba todas mis ideas y pensamientos—.

Una cama comoda......Creador la deseaba mas que el comer....discretamente marwina se desperezo como una gata panza arriba en una de las camas de la habitacion; de ser posible le gustaria darse un baño y algo de comer pero la situacion mas bien no estaba para muchos lios asi que se quedo con ese pensamiento para mas adelante.

Hablo directamente a Darren, el que de momento se habia convertido en la cara publica del grupo, cosa que la favorecia, no gustaba de atenciones, preferia una comoda discreccion desde la que poder acechar o correr en caso necesario.

¿Cual es el siguiente paso? pregunto directa al meollo del asunto la hospitalidad la agradezco pero lso secretos de este lugar no me gustan y no solo es por el...aparente racismo hacia los elfos que han estado a punto de mostrar..hay algo que escoden relacionado con los dibujos de la casa...

Ya habia dicho bastante, no tenia nada mas que decir al respecto y esperaba que Darren le diera las respuestas...

      Tras agradecer a Tarl y a Kesla la hospitalidad mostrada, estuve tentado de dejarme caer de golpe sobre la cama, pero me forcé a contenerme y comencé a quitarme la pesada cota de malla y a ordenar mis bártulos para dejarlos en el lugar, quedándome tan sólo con mi cómodo atuendo de viajero y, cómo no, mi fiel espada al cinto. En esas estaba cuando Marwina vino a verme con preguntas.

Pues... no se tu, la verdad, pero en lo que a mí respecta creo que voy a aprovechar un poco esta hospitalidad dándome un baño para quitarme restos de sangre y suciedad en general, ninguno queremos infecciones, creo... Luego ya veremos, pero a mi también me intriga lo de las pintadas en la pared, aunque dudo que estos hombres nos estén ocultando nada, creo que están tan perdidos como nosotros, y mucho más asustados... en cuanto al racismo contra los elfos... - me encogí de hombros con gesto de disculpa - no digo que esté bien, pero pensaba que estaríais acostumbrados...

Cerré los ojos y me acordé de las imágenes de la cuadra, los pobres inocentes descuartizados, una salvajada, quién querría hacer algo así y encima enviar un mensaje. Tras un par de minutos en aquella postura de relajación, me incorporé levemente y apoyé los brazos sobre mis piernas encorvando ligeramente la espalda. Eché un ojo a mis ropas y justo en la parte del abdomen tenía una mancha de sangre seca por la herida que tuve en el combate. Genial, no había traído ropa de cambio y quedarme en ropa interior para lavarme mi ropa no era la mejor opción. Con suerte, a la mañana siguiente podría encontrar en la sastrería algo de ropa sencilla y que no llame la atención. Mientras seguía empanada en mis pensamientos, de repente, me sonó la tripa protestando de hambre. Sólo pude sonreír nerviosa esperando a que ninguno se haya dado cuenta...

Mientras hablais, por las escaleras sube un hombre de unos 50 años, pero que a pesar de todo parece estar en forma y ni se le resiente el ritmo de la respiración tras subir las escaleras. Está ya acostumbrado a hacerlo a diario...

Buenas noches viajeros. Soy Haran Mullin, regente de esta humilde posada. Seguramente estén cansados del viaje, pero si antes de dormir quieren comer algo, puedo ofrecerles algo de pan, mantequilla y un caldo. No está reciente, debido a las horas que son, pero puedo calentarlo en el puchero y el cuerpo siempre lo agradece. Creanme que después el suelo será más reparador.

Parece sincero y un buen hombre.

-El estómago del viajero siempre agradece un buen caldo y el del guerrero agradece mas un poco la bebida. Un placer Sr. Mulin, ¿No tendra algo fuerte de beber? Ha sido un dia largo y, sobretodo, dificil, y este guerrero desea olvidar unos cuantos cadáveres cuanto antes.

Imbrodiel dedica unos momentos a observar el tugurio.

-Bella taberna tiene usted aqui. Se nota que es de las de verdad, no esas memeces decoradas en exceso que se encuentran en la capital. Será un placer para Imbrodiel el Valiente hospedarse aqui, si señor.

Nadie en toda su vida habia llamado valiente  a Imbrodiel pero el elfo sabia que el aura de importancia a menudo neutralizaba los prejuicios raciales.

Marwina dejo los trastos en un lateral de la habitacion, agradecida de quitarse de encima mucho del peso de varias piezas de equipo, aunque le gustaba viajar ligera, conservando el puñal a la espalda, que nunca se sabia cuando se iba tener problemas.

Gracias agradecio secamente a los dueños de la posada el amable ofrecimiento, dirigiendose directamente a el comedor donde poder comer tranquila algo caliente, que daba la estacion y el lugar, era siempre algo de agradecer; de verdad que como Darren se habria dado un baño pero su estomago reclamaba mas atencion y el baño podia esperar, el hambre no....