Partida Rol por web

Marwina volvio al interior de la posada para poder interrogar a los posaderos, la situacion estaba en tablas y por el momento nadie se atrevia a meter la nariz; cosa que era buena, una matanza en medio del pueblo no beneficiaria a nadie, buscando a los dueños de la taberna, creia recordar donde se habian escondido los pobres; marwina camino hacia ellos con actitud relajada, sin gestos bruscos.

Disculpadme  dijo secamente a los dueños ¿ cuales la casa de Tarl Dale?, creo que es el unico que puede arreglar este desaguisado; no queremos que las cosas se compliquen mas de lo que ya estan...

El gentío se calla ante las palabras del elfo, y el silencio solo es roto por algunos murmullos de aprobación. Cuando comienzan a dispersarse, Coalan les impreca.

¡Cobardes! ¡Sí, marchaos! ¡Dejemos que esa bruja nos lleve a la ruina, que acabe con todos nosotros!

Después se da la vuelta, cuando nota que sus vecinos no le hacen caso.

¡Y vosotros! Me las pagaréis, os lo juro... ya veremos lo que dice Dale cuando vuelva...

Y así las cosas parecen calmarse, el gentío se dispersa y el alba comeinza a despuntar en el horizonte. Coalan se marcha resoplando y maldiciendo entre dientes.

Hola... Dale vive en una pequeña casita a la izquierda del camino que sale por el norte, enfrente de la bodega. Pero creo que había salido otra vez nada más llegastéis, a patrullar por más granjas cercanas. Volverá pronto, pero no sabemos cuándo...

Cuando Imbrodiel termina su discurso, parece que las cosas se calman.

Menos mal que tu compañero les ha aplacado... hemos ganado algo de tiempo hasta que Dale llegue y veremos lo que podemos hacer.

Regresé junto con mis compañeros para darles la buena noticia de que las constantes de las elfas estaban en orden y para preguntarles como les había ido con la turba.

Cuando la horda se retira, Imbordiel lanza un largo suspiro. En ese momento entra Tayza.

-¿Eh? si, si, los hemos convencido de que se fueran. Sin embargo, aquel tipo ha jurado eterna venganza contra nosotros. Je...¡Como si fuera el primero! En mi caso, tendra que ponerse a la cola.

      Mientras Imbrodiel habla, mantengo una actitud tranquila, pero listo para levantar el escudo a la menor señal de amenaza... Por suerte, no es necesario, dado que el elfo convence finalmente a la multitud. La amenaza de Coalan no me preocupa, un herrero es sin duda una persona fuerte, pero tosca e inexperta, no debería suponer un problema para alguien bien entrenado con las armas... suponiendo que llegase tan lejos.

Magnífico trabajo amigo - puse una mano afectuosa sobre el hombre de Imbrodiel - El sitio de un orador tan convincente no son los caminos, pero me alegra tenerte como compañero en este viaje.

      La llegada de Tayza supone más buenas noticias. Parece ser que la elfa se encuentra bien... con una sonrisa, me despido y bajo en busca de nuestros anfitriones, que seguramente se habrían despertado con el alboroto.

Cuando acudis al salón principal de la posada, los cullin están preparando algo de desayuno, pues es ya temprano. Teniendo en cuenta lo que ha pasado, ya se han desvelado así que han comenado el día.

Acabáis de sentaros cuando una chica joven, de unos 16 años, baja las escaleras y se dirige a la cocina. Ois como le dice a su madre que la elfa se ha despertado. Inmediatamente Kesla sale y os lo comunica.

La elfa pregunta por vosotros. Se ha despertado. Yo iré preparando algo caliente para que coma algo, id con ella, por favor.

Mostré una sonrisa aliviada tras saber que aquella turba se fuera sin conseguir sus objetivos y dí la enhorabuena al elfo al igual que Darren. Bajé con ellos para tomarme el desayuno con calma, iba a ser un día muy largo ya que nos habían despertado muy temprano y ya era imposible volverse a quedar dormida justo cuando iba a llevarme un trozo de pan a la boca nos avisa Kesla. Dejé el trozo de pan en la mesa y me levanté esperando a que mis compañeros hicieran lo propio.

—Será mejor empezar con las presentaciones a ver qué nos cuenta... —

Un trabajo impresionante comento Marwina a su compañero elfo, habia tratado de localizar a Dale pero daba la casualidad de que ni siquiera se encontraba en el pueblo, sino de patrulla, informacion que compartio con todo su grupo nada mas reunirse en la posada comunal; no poco despues la elfa desperto, cosa que les venia de perlas; a ver si lograban sacar algo en claro de todo este maldito desaguisado.

Creador, que no sea otra ruina...rezo en silencio, sabiendo que los dioses tendian a mandar al carajo a aquellos que les rezaban,,,

-Bueno, si...siempre se me ha dado bien darle a la lengua. La espada no te saca de todos los lios, seguro que tu me entiendes...

El elfo se mostro ansioso por acudir junto a la "prisionera" y averiguar que demonios pasaba alli.

Subis rápido a la habitación de la elfa y véis que tiene los ojos abiertos. Apenas se ha movido porque está cansada, pero con sus ojos registra toda la habitación. Cuando os ve entrar, intenta levantarse, pero las fuerzas le fallan.

¿Quiénes sois? ¿Y donde estoy?

Titubea un poco por el miedo, pero parece relajarse cuando se da cuenta de que sigue viva y que está en la cama de una habitación confortable.

-Yo soy Imbrodiel y estos son Darren, Tayza y Marwina. Somos los que te encontramos en un hangar medio muerta y rodeada de sangre y carniceria y te sacamos de alli antes de que los publerinos locales te quemaran en una hoguera. ¿Como estas?

—Soy Taiza, como bien ha dicho Imbrodiel —recordé con una sonrea para mostrar confianza—. Estamos en Vintiver, a salvo, más o menos —miré a mis compañeros por el reciente incidente—. La pregunta sería, ¿cómo te encuentras tú? ¿Qué pasó en la granja?

      Subí con rapidez, impaciente por ver el estado de la elfa, sin embargo, una vez arriba, al ver su titubeo, procuré mantenerme en un segundo plano... seguramente, la presencia de la amable sanadora y los dos elfos resultaría menos intimidante que la mia.

marwina quedo un poco al margen de la conversacion; no tenia sentido atosigar a la recien despertada a base de preguntas, asi que se quedo un poco atras dejando que la labia de Imbrodel fuera mas util que ella, que tenia la conversacion de un predusco berroqueño

La elfa os mira algo reticente, sobre todo cuando nombráis a Vintiver.

¿En Vintiver? Yo no tengo claro que esté segura aquí... veréis... Es algo complicado. Yo me llamo Eshara. Lo de la granja fue... fue... una tragedia. Pero la cosa es más complicada...

Veis que coge aire, y juguetea con sus manos, nerviosa.

Os contaré toda la historia. Espero que así me entendáis a mi y a mi pueblo...

Como habréis podido averiguar, nuestro grupo visitó esta aldea hace dos semanas, durante su festival de la cosecha. Nos dieron la bienvenida, pero tuvo lugar un pequeño incidente. Algunos aldeanos bebieron demasiado y tuvieron un altercado con algunos jovenes dalesianos. Intercambiaron algunas palabras subidas de tono, y Harralan, uno de nuestros cazadores, atacó al enorme herrero. La guardia de la aldea les separó antes de que llegarán a las manos, pero el daño ya estaba hecho. Dejamos de ser bienvenidos aquí y nos marchamos en cuanto terminó el festival.

Harralan se enfadó por cómo nos trataron, pero nuestros ancianos le asignaron la tarea de explorar el camino a través del Bosque de Brecilia, de forma que tuviese tiempo de calmarse. Fue el primero en desaparecer; simplemente no regresó una noche.

Después empezaron a perderse otros exploradores y cazadores a medidas que eran enviados en su busca. Los ancianos decidieron volver, pero ya era demasiado tarde.

Tres días tras la desaparición de Harralan, antes de poder alcanzar el linde del bosque, atacaron nuestro campamento. Los engendros tenebrosos surgieron de los árboles en mitad de la noche. Mi gente fue apresada. Los que lucharon fueron abatidos o muertos. Yo fui caputarada junto a los demás, y nos llevaron a unas antiguas ruinas en un precipicio en las profundidades del bosque, lejos de las sendas. El amo de los engendros es una abominación. Se hace llamar Elgar'len, "Chiquillo de la venganza" en nuestra lengua. Fui llevada ante él, a sus aposentos. Conseguí escapar, llevándome un eslabón de una cadena rota de plata que encontré en lo que parecía un pequeño templo.

Eshara saca un eslabón roto de una cadena bastante grande.

Los engendros me persiguieron, acompañados de bestias aullantes. Fui herida pero me las arreglé para evitarles escondiéndome entre los árboles y las zanjas del bosque durante más de un día, siempre en movimiento, sin apenas descanso. Di con la granja donde me hallásteis y conseguí esconderme en el granero. Oí que venían algunos granjeros... debieron atacarles los engendros. Recuerdo los horribles alaridos... después la nada, hasta que me encontrásteis.

¡Por favor, debéis ayudar a mi gente! ¡Debéis detener a Elgar'len y sus criaturas!

-Si lo que dices es cierto y hay engendros de las tinieblas sueltos por el bosque de Brecilia y su numero no es excesivo para nosotros yo estaria encantado de ayudar. Nunca he visto uno de ellos y no quiero morir sin matar unos cuantos. Mi bisabuelo fue un guarda gris, lo llevo en la sangre. Pero, de todas formas, ¿Que me dices de lo que habia escrito en la pared?

Astarte bendita, son como cucarachas, no matas una y salen mil.....Marwina vio sus peores sospechas confirmadas; la ruina o una de sus multiples ramas, en este caso el susodicho niño de las tinieblas y sus cohortes de nuevos monstruos, ya habian matado un clan de elfos Dalesianos, marwina, honestamente no sabia que decir al la elfa...se suponia que debea consolarla o algo por la muerte de sus seres queridos...aunque empatia era la enemiga, siendo sincero.

 —¿Engendros tenebrosos? —murmuré preocupada y acordandome de los cadáveres que quemamos, menos mal que los prendimos fuego de lo contrario probablemente se habrían levantado como engendros tenebrosos también—.

Escuché toda su historia imaginándome los hechos. "Elgar'len" era lo que ponía en la pared o algo así comentó Darren ya que todo me asqueó y tuve que salir antes. Lo que me intrigó de verdad fue el por qué cogió aquel eslabón de la cadena y por qué no la mataron a ella en la granja, según ella porque no la vieron pero sus heridas parecían recientes en vez de más de un día. A lo mejor estaba siendo demasiado pesimista. Torcí los labios a un lado pensativa pero acto seguido eché un ojo a Darren para saber qué era lo que pensaba él de todo ésto.