Partida Rol por web

Mathew vió como la stra-.Haynes salió airada, visiblemente contrariada, en dirección hacia el exterior de la residencia. A pesar de ser una joven impulsiva, siempre sabía bien guardar las formas. Kominski pensó que algo grave habría pasado durante la sesión. Por contra, Bentley, no solía mostrar emoción alguna en su arduo rostro, ni tan siquiera hacía un par de años, cuando la Cofradía pudo desbaratar los planes de una secta en Pensilvania, que emulaba las cazas de brujas acontecidas en tiempos de los puritanos, y los presentes, sufrieron peligros físicos.

Hizo un gesto a Robert, indicándole que salía hacia el exterior, para que le siguiese. En el jardín encontró a Vera, de mal humor.

Se puso frente a ella, y con calma, para intentar transmitírsela, dijo:

-Estimada stra. Haynes, cuéntenme que ha ocurrido allí dentro, por favor. No ahorren detalles. 

Si me permiten, yo también les haré saber lo que he visto y he percibido desde fuera. En primer lugar, cuando ustedes entraron y la puerta se cerró, la stra. Semíramis, sin perder tiempo, fue hacia la cocina, no interesada en hablar conmigo.

Tras ir a buscar el libro, a la habitación de Sir Larek, acudí a la cocina para pedir una taza de té negro, ya saben que me ayuda a concentrarme. Allí pude conocer a la cocinera, la señora Paulina, una fiel y entrañable servidora de los Blackriver. Me comentó que no se sentía cómoda con la joven Semiramis, pues era tosca y muy reservada, se empeña en preparar la comida para Evans el día de sesión, y con celo la guarda, no confía en ella, no le parece una buena esposa para el "señorito".

A continuación, pude leer ese libro, unas 150 pags, interesante, sobre ritos y códigos de los médiums, me ha parecido entender, en la sección de cultos nativo-americanos, como si Tadam, con esos cánticos en su lengua natal antes de la sesión, estuviera invocando a algún "ente". ¿Han visto algo de eso ustedes? ¿Ha dicho el nombre de ese ente? Siempre nos han dicho que el supuesto espíritu que afecta a Evans es desconocido, tampoco casa con "Limpiar la sala " de influencia externas, según dijo ese  posible chamán. 

También he mandado un telegrama al anterior médium, el Sr.Levinston, para poder ir a visitarle al lejano Nueva Jersey, tal vez sea una fuente de información útil. Supongo que mañana tendré una respuesta. 

Luego fui a devolver la taza de te y a dar las gracias a la cocinera. Vi en la cocina como estaban ambas separadas, cada una en su fuego, no se hablaban, Semiramis parecía cocinar un plato único, una ración exigua, de una sopa espesa. Luego pude saber que era un puré, conseguí probarlo, me costó, pues es muy celosa con ello, lo noté muy especiado, demasiado tal vez, era un sabor exótico, no difería en exceso a lo que he probado en África. Creo que el hecho de que estuviera tan especiado, era para disimular su sabor real. No había nada caducad por ahí. Le comenté que el sabor me recordaba a la cocina amerindia, de la nación Pueblo, que probé en un seminario hace tiempo, ofrecido por el padre Correa, en Santa Fe, Nuevo México. Se sorprendió con la respuesta, me dijo que había tomado ideas de esa cocina y le puso su toque personal. Entiendo que nadie más que Evans, en este hogar, se siente cómodo con la stra Semiramis, que a mi parecer, puede tener rasgos parecidos a los de Tadam, pues recuerden, el primer día, en la cena, Evans dijo que gracias a ella habían conseguido contratar al sr. Río-Largo. No entiendo como una familia tradicional como ellos, aprueban, o toleran, esa relación entre ellos.

De paso pude tomar un curso de cocina, aprendiendo de los consejos de la Sra. Paulina, una buena mujer, temerosa de Dios.  De repente, vi como, antes de tiempo, en comparación a otros días de sesión, han terminado, Aún queda un rato para la comida. No sé Vera, si cree oportuno hablar con la señorita Semiramis, o con la cocinera, o incluso, indagar en la cocina, para intentar saber que ha preparado, mirando en las papeleras restos de ingredientes. 

¿Creen que pueden existir un complot por parte de Tadam- Semiramis, para atentar contra el patrimonio de Sir Larek, a través de su hijo, envenenándoles gastronómica y espiritualmente? 

El señor Bentley caminó en silencio junto con sus compañeros. Necesitaba meditar lo sucedido en la sesión de espiritismo y el paseo por los jardines resultó de gran ayuda. No tenía ninguna duda, estaba convencido de que había gato encerrado, pero necesitaba ordenar sus ideas para expresarse con mayor claridad.

Primero dejó que el padre explicara lo que había averiguado acerca de la novia exótica y asintió sus deducciones.

—Desde luego, no cabe duda de que Semirais pertenece a la cultura originaria de estas tierras. No sabemos qué puede estar utilizando en sus preparaciones, pero aunque nos lo diga, probablemente sea algo desconocido. No puedo afirmar que esa mujer esté implicada en la enfermedad del joven Blackriver, pero yo no me fio de ella. Esa teoría final es muy plausible y encaja en el hecho de que el anterior médium tuviera que abandonar tras el accidente en la cocina.

Entonces explicó cómo había sido la sesión de espiritismo desde su punto de vista, diciéndole primero el método utilizado y el ritual que habían sobrevenido. El tablero tenía una estrella como de brujería con el nombre Serubia escrito encima. Luego, tuvieron que sentarse alrededor de una mesa redonda y cogerse de los dedos índice unos con otros sin romper el círculo en ningún momento.

—El ambiente estuvo muy preparado y los olores eran extraños, no sabría decir qué era aquello que estábamos respirando. Lo que sí aseguro es que deberá bendecir el tablero antes de que verdaderas entidades traspasen las puertas que el médium está abriendo. ¿No cree, Padre?

Luego explicó cuál había sido el comportamiento tan inexperto del médium.

—En un principio, el hombre no tenía ni idea de qué o quién estaba invocando. Luego, en un momento dado, preguntó por Serubia y los Blackriver se sorprendieron, como si nunca hubiesen escuchado ese nombre. Incluso percibí un nerviosismo en ese momento, como si creyese su propia actuación. Como no sucedió nada más que unos golpes bajo la mesa, siguió preguntando por el nombre de la entidad hasta que la piedra indicó una palabra sin sentido con letras y números: IOEV4R.

En todo momento compartió miradas con la señorita Haynes, quien podría asegurar esta versión de lo sucedido. Después, Bentley le explicó dónde estaba el truco de su actuación.

—Lo habré visto centenares de veces. Es un truco que puede engañar a las almas inocentes, pero no a mí. Lo descubrí en un descuido cuando miré bajo la mesa: se trata de un zapato de suela alargada y de otro material que provoca esa clase de ruidos. Estoy seguro de ello. Incluso si no lo hizo de esa manera, aquellos ruidos son fabricados para la ocasión. Por lo que me cuenta, Semirais no estaría implicada en los ruidos, de modo que tuvo que ser Tadam.

Finalmente, antes de que Haynes continuara con lo que había descubierto, concluyó lo que ya sospecha:

—Intentan engañarnos, por eso la sesión duró menos de la cuenta. Incluso los Blackriver se decepcionaron con la corta duración. Si no intervine la farsa, es porque precisamente el médium está buscando una excusa para echarnos de aquí. Me costó mantener la calma, pero ya me conoce, tengo el don de la inexpresividad.

Kominski escuchó con atención la detallada explicación de Bentley, siempre agudo y perspicaz. Esperando que Vera, estuviese más calmada y pudiera refrendar o añadir su versión, el capellán, mirándoles, serio, preguntó:

¿Qué hoja de ruta contemplan, entonces? ¿Piesan desacreditar a ese más que posible rufián de Tadam?¿Cómo podríamos encontrar pruebas sólidas de las actividades, aparentemente turbias, de la señorita Semiramis, sin ofender de sobremanera a su valedor y víctima, Evans?

¿LEs suena ese nombre de Serubia o esa estrella que me comentan? 

Este es el lugar más cómodo para reunirse, tiene sombra, hay una mesa y cuatro sillas.

Vera, respiraba hondo y caminaba como contando los pasos mientras Bentley narraba su muy acertada versión de los hechos. Iba asintiendo, exasperada, y siempre con la tentación de interrumpirle para añadir cosas. Pero le dejó acabar y después comenzó ella a comentar lo poco que faltaba.

- La sesión ha estado muy encorsetada. No podíamos hablar. Sólo podía Tadam. Como dice Robert, al principio no sabía por quién preguntaba, luego preguntaba por Serubia, pero supuestamente, contesta otro. He tenido en varias ocasiones la tentación de participar desde el mayor de los respetos, y me he mordido la lengua por no contrariar al sensible Tadam. - Levanta la cabeza y dejando de mirar el césped, mira a sus compañeros.

- La estrella de la ouija, la he visto en uno de los libros que me estuve leyendo hasta altas horas de la madrugada. Así que embustero o no, usa simbología peligrosa. Es un símbolo con el que me topé hace un año. Es un Sello de Invocación que pertenecía a una de las sectas más oscuras de las que haya tenido conocimiento. Creo que deberíamos tirar de ese hilo e investigarlo más. Creo que podremos encontrar algo en la biblioteca de Miskatonic. - vuelve a bajar la cabeza para seguir recordando, como si llevar un paso concreto le ayudara a recuperar detalles de manera hipnótica

- No sólo me había intrigado la estrella y el nombre en el tablero, y las preguntas y comentarios de Tadam. Lo que me pareció el colmo es que los Blackriver, tanto padre como hijo, se sorprendieron de cuanto acontecía en la sala. - vuelve a mirar a sus compañeros poniéndose delante de ellos - No sólo la familia Blackriver no nos dió ni un solo detalle de cómo eran las sesiones, sino que además se sorprenden del teatro que organizan para nosotros. Nos están mintiendo a la cara. Tadam el primero. El Sr. Blackriver padre, el segundo al no ser ni mínimamente transparente cuando se le preguntó, y luego verse sorprendido. Tuvo la oportunidad de hablar y no lo hizo. Y el hijo.... bueno, otro tanto de lo mismo!  -  aunque más calmada, está visiblemente furiosa. Detesta que le traten como a una novata que no tiene ni idea de lo que tiene delante. Pero es eso precisamente lo que le motiva a seguir adelante - 

- En cuanto a Semíramis. No entiendo el recelo con el que cocina para Evans. No entiendo que no quiera venir a las sesiones, y luego se ponga a cocinar para el hijo. Si yo quisiera agradar a una familia,... si quisiera unirme a ellos, trataría de agradar primero al padre, que al hijo ya le doy los afectos y atenciones que precisa. Así que, considero que debemos hablar con la cocinera para que al señor Evans le sirva la misma comida que a su padre y a nosotros. Y, nosotros deberíamos entretenerla para que no pueda echarle nada en la comida. Aunque dejar que sucediera, demostraría su culpabilidad. 

- Por otra parte, no tiene mucho sentido que la Srta Semíramis sea la que pone en contacto a la familia con Tadam, y luego sea la que se retire por miedo. Que no quiera acudir a las sesiones porque le dan miedo. Pero, ya que viene, cocina? Se siente segura cocinando en una casa donde se está invocando algo desconocido y peligroso? Yo veo farsa. No tiene sentido. O tiene miedo,  o no lo tiene. 

- ¿Les parece que después de la cena nos volvamos a reunir? - propone Vera oliéndose que van a tener bastante de lo que hablar de nuevo - Por cierto, si detectan algún olor exótico o poco común en la comida, no la coman. Tiren el plato o digan que tienen alergia. No sería de extrañar que vinieran a por nosotros. Pongan mucha atención. - El hecho de empezar a hablar sobre las rarezas de Semíramis empezó a despertar en Vera una sospecha instintiva hacia el peligro que podían correr. Le empezó a parecer cada vez más obvio que ellos acabaran siendo víctimas de algún tipo de atentado para "quitarse a los moscardones"

Bentley abrió los ojos cuando Vera mencionó de tener cuidado con la comida. Le pareció una precaución muy sensata.

—Los ingredientes extraños y fuertes en el puré que preparaba Semirais podrían servir para ocultar el sabor de algún añadido causante de su enfermedad. Si ese es el caso, para conseguir su herencia, no me cabe duda que sería un buen trabajo acabar con el joven lentamente.

La información y pensamientos prestados por todos permitían sacar algunas posibilidades.

—Si el señor Blackriver está participando en la estafa, quiere decir que probablemente quieran impulsar el prestigio de su apellido. Hacer dinero. De otra manera, ¿qué podría desear? ¿Para qué nos contrató? Todo ello me recuerda que tenemos toda una base de información en el Instituto de Historia de Maine.

El sacerdote atendió a la explicación de su compañera, la stra Haynes, quien reforzó las anteriores declaraciones del inglés Bentley, añadiendo alguna inquietante opinión de más. 

Poco a poco, aunque aún furiosa, parecía que volvía a la calma. Kominski, intentó con voz serena, transmitir tranquilidad a su socia, dijo:

- Tiene usted buena parte de razón señorita Haynes. No han sido del todo transparentes con nosotros, dudo de en quién podemos realmente confiar. He tratado con el mayordomo y la cocinera, y me parecen genuinamente benévolos.

La comida que preparaba la señorita Semíramis era una ración única, no muy abundante, de hecho ,creo que dedicada en exclusiva para Evans. Yo mismo probé una cucharada. Ya les digo que me pareció notar que estaba muy condimentada, no desagradable,  quizás con la voluntad de enmascarar otros sabores, no parecía haber ningún alimento en mal estado en la cocina. 

Señorita Vera, desconfío de esa joven señora, no debería pedirle ésto ¿ Pero se ve usted capaz de entrar en la cocina a escondidas y rebuscar en la basura los restos, para saber qué comida podría ser?  Parece arriesgado, per aunque encontremos los restos, no creo que podamos conocer exactamente que plato ha estado preparando, pues parece exótico.  Una decisión difícil.

Por otra parte, ¿ creen responsable que nos ausentemos de la morada Blackriver por más de un día entero? Los Blackriver nos han manifestado que las molestias de su hijo, sus ataques y pesadillas, parecen resurgir tras las sesiones. ¿ Será así esta noche, también? ¿ A pesar, de que según parece, ha sido una sesión fallida?

No obstante, indagar en lo que usted ha hecho referencia, en ese vetusto sello supuestamente de "Invocación" , entrevistar al antiguo médium , Falcon Levinston, o descubrir más acerca del linaje galés y de esas piedras podrían aportarnos información útil. No cabe olvidar, la casa arrendada al Sr.Río-Largo, donde aconteció ese accidente "doméstico"  al antiguo médium, si no voy errado. 

Si preguntan mi opinión, estoy a la espera de recibir, seguramente mañana, la respuesta al telegrama del Sr.Levinston, la lejanía parece un impedimento, pero pienso que debería ir, si es que accede, a verme. Eso sí, baja la mirada avergonzado en ese caso tendré que pedirles algo de dinero para el viaje en tren y para hospedarme, si es pertinente, en Nueva Jersey. Empieza a escasear la paga que recibí hace días del Obispado. 

¿Qué opinan al respecto? 

Les pido atención y precaución desde estos momentos, seguro que para alguien en esta mansión, ya no somos bienvenidos, si es que alguna vez lo fuimos añadió sombrío Mathew, mientras acariciaba la latina cruz colgada a su cuello. 

-En cuanto a inspeccionar los restos, se me ocurre que podría usted hablar confidencialmente con la cocinera. Estoy segura de que le gustaría ayudar a la familia. Y si no desea involucrarse, con una distracción, yo misma podría hacerlo. Lo que usted desee padre.

-No obstante, considero deberíamos impedir que esa comida le llegue al señor Evans. Si lo permitieramos, quizá los negligentes seríamos nosotros.

Se queda pensando un instante - No, creo que siempre debe quedarse alguien con la familia. Creo que corren peligro. Y aunque no quieran colaborar debidamente, somos responsables de no ejercer, cuanto menos, de consejeros (pepito grillo). Si los tres nos  ausentásemos para acelerar las investigaciones, Dios sabe lo que podría suceder. Y seríamos responsables por abandonar a la familia en momentos tan delicados. - Se da cuenta de que ha mencionado a Dios sin ser creyente lanza una mirada de disculpa a Kominski - Perdón, padre... a veces me dejo llevar.

-Esta noche quizá debamos hacer guardia para velar los sueños del joven Blackriver - y retomando el tema de la investigación, añade - Robert, quizá deba encargarse usted de las investigaciones en las bibliotecas. Si le dijera lo que debe buscar y dónde, ¿podría usted hacer el recado por mi? Si no es así, quizá podría quedarse el padre Kominski y nosotros dos encargarnos de investigar cuanto precisemos. Él podría entrevistar al señor Levinston sin necesidad de abandonar a los Blackriver. - Guarda silencio en espera de una respuesta que les permita coordinarse debidamente.

-Si les parece, creo que en mitad de la comida me levantaré con alguna excusa - dice algo avergonzado para ir a la cocina. Creo que debemos saber que ingredientes o que materiales ha usado la señorita Semíramis para elaborar su exótico puré para Evans. Rebuscaré en la basura o donde sea pertinente, espero no encontrarme a la cocinera, pero si me la encuentro, intentaré convencerla, pues tengo el convecimiento que ella desea lo mejor para la familia y es una mujer respetable. Desconfío plenamente del zelo con que preparaba esa comida para Evans. 

-Coincido en que almenos uno de nosotros debe quedar en la mansión en todo momento. Mañana, recibiré, probablemente  telegrama desde Nueva Jersey por parte de Falcon Levinston, espero, accediendo a la reunión.  Nos podremos organizar con eficacia, tengo plena confianza en ustedes. También creo que podría ser interesante visitar Maine y la biblioteca de Miskatonic, seguro que nos organizamos con solvencia.

-No sé si debemos seguir aquí demasiado rato más para no levantar suspicacias entre los asistentes a la comida, no sabemos a ciencia cierta, su alguno de ellos tiene intenciones ocultas  para con nosotros, o con el mismo joven Blackriver... pensando en el oscuro Tadam y la exótica compañera del Sr. Evans.

Cuando queráis dejar de hablar, continúo con la partida.

-Está bien, volvamos... - acepta la joven con semblante serio pero más calmada

Camino de regreso, Bentley se detuvo para hablar en secreto de nuevo. Después no tendría nada más que añadir.

—Si Falcon responde todas sus dudas por telegrama, puede ir a la biblioteca de Maine a investigar la heráldica de los Blackriver, si lo desea —le ofrece a Kominski—. No me importará bandear mi bastón de nogal por los ríos largos de esta mansión durante la travesía. Probablemente descubra más de aquello a lo que mis ojos están acostumbrados.

De camino al interior, el sacerdote sonrió  divertido ante las palabras de Bentley.  Humor inglés, supongo...

-Veremos que dice el telegrama de respuesta, mañana seguramente sepamos algo. Aunque tal vez sólo hable en persona en New Jersey, me temo.

Al entrar en casa mesa para la comida está preparada. Semíramis, que tiene que controlar un poco la compostura, ya que Evans no pierde ocasión para galantearla.

Tadam dice sentirse algo molesto y no comerá hoy, quizás cuando se encuentre mejor.

De todas formas, tras el discurso de Vera el hambiente está tenso, la conversación no es relajada y aparecen más silencios de lo previsto.

Poco antes de sentaros en la mesa, veís como Tadam busca a Robert, le comenta algo casi en susurros y se marcha.

El sacerdote Kominiski percibió el ambiente tenso entre los individuos que moraban la mansión Blackriver. La negativa de Tadam Río-Largo a sentarse en la mesa, con la excusa de unas molestias, no ayudó a reducir las tensiones.

El hijo de los Blackriver, seguía cortejanda a la enigmática Semíramis, al parecer algo contrariada por su ímpetu. Mathew pudo ver como Tadam, se hizo el encontrandizo con el sr.Bentley, y le comentó alguna cosa, casi a susurros, que fue incapaz de oir y se retiró. Pensó que más tarde sería la ocasión de conocer la palabras del cheyenne hacia su socio británico. 

Con la voluntad de aparentar, una normalidad, no tan incómoda, ya en la mesa, el capellán dijo:

-Con su beneplácito, y espero, no molestar a nadie, permítanme bendecir la mesa y agradecer a nuestro Señor por estos alimentos que vamos a deglutir. Puedo asegurar de primera mano, que han sido hechos con virtuosismo y cariño para los que van a ingerirlos.

A continuación, tras fijarse en la reacción de los comensales, convencido de la corrección de sus actos, bendijo la mesa:

-Bendícenos, Señor, y bendice estos alimentos que por tu bondad vamos a tomar. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Bentley iba el último al entrar en la casa, dejando pasar cortésmente a la señorita Haynes y al pastor. Antes de que cerrara la puerta, se sorprendió al ver a Tadam dirigirse directamente hacia él. Pensó que era buen momento de recoger el bastón que había dejado en el paragüero. Al notar que la corriente llevaba al río lejos de la casa, no tuvo que abrir la boca para responder lo que decía, aunque sí se quitó el sombrero a modo de despedida.

Luego se acercó a sus compañeros y les dijo algo que solo podrían escuchar ellos:

—Seguramente ese hombre trabaje solo. Lo noté muy arrinconado.

Sus dos compañeros sabían a lo que se refería con su primera frase, siendo una suposición que involucraba a la exótica acompañante de Evans que compartiría mesa con todos ellos.

En la mesa repitió las palabras en su mente, como hacían todos los creyentes en la palabra del Señor. En ese momento sus ojos no se apartaron de la joven Semirais, comprobando si ella también había recogido sus manos en la oración.

—Me gusta esta receta, ¿es de la casa? —preguntó en una conversación cotidiana—. Soy un curioso de los sabores exóticos, es lo primero que testeo cuando visito un lugar nuevo. Lo único que me falta es una señora que me prepare la comida.

Al hablar de comida, observó si Evans estaba comiendo algo diferente, un plato realizado exclusivamente para él.

—Por cierto, joven Evans, como es habitual en las sesiones, según nos dijo, tras la sesión pasa una mala noche. En esta ocasión, sin embargo, al haber sido una sesión fallida, no creo que suceda nada. Le pido precaución en añadir elementos diferentes a la rutina, con tal de no interferir el resultado del análisis.

Tras escuchar las respuestas de los asistentes a las palabras de Bentley y del resto, si tenían algo que compartir, Kominski se levantó de la silla súbitamente.

Con cierto rostro avergonzado, dijo:

-Damas, caballeros, deberán disculparme unos minutos. Disculpen mi lenguaje... Pero debo ir a efectuar necesidades... Íntimas, ya me entienden. Esta mañana he tomado un par de infusiones, unas galletas además de picotear mientras aprendía consejos culinarios - y mira a Semíramis, quién podría corroborarlo- Por eso tengo el estómago no muy bien asentado, permítanme unos minutos y vuelvo a la mesa a comer con ustedes.

Dicho eso, el sacerdote se dirigió hacia la cocina, con la voluntad de husmear entre los restos de la basura, en la zona que recordaba que Semíramis había estado cocinando, en la encimera, enseres si no estaban limpios aún... Si era pertinente, daría una vuelta mayor en el camino directo a la cocina, para evitar suspicacias del resto de comensales.

Entraría en la cocina , fijándose si estaba antes la sra

Paulina, para en unos minutos, poder recabar pistas fiables sobre la comida exòtica hecha para Evans.

Tras la comida Sir Larek se reune con todos vosotros:

Caballeros, señorita. Desde que llegaron han dispuesto de mi hospitalidad, mi apoyo y toda mi cooperación. Junto con la de mi hijo.

He accedido a todo lo que me han pedido. Desde dormir en mi casa hasta la lectura de libros que me costó años conseguir. Ediciones únicas que dudo se repitan. Han podido revisar los recuerdos de mi ancestros y hasta han sido partícipes de una sesión que siempre fue privada.

Y más todavía, también se les dijo que si necesitaban más trataríamos de ayudar en lo posible. Mi hijo, aquí presente, es de lo más importante para mi, no duden de ello.

Que se nos acuse de no cooperar, de ocultar cosas y que encima se haga de forma poco elegante (mira a Vera) me ha parecido algo totalmente fuera de lugar. Ruego recapaciten. Mi deseo es que sigan hasta la resolución del caso o reconozcan que no pueden hacer nada, en ningún caso esto es un secuestro, pueden irse cuando quieran. Hoy ha sido un día duro y deseo retirarme, ruego maña confirmen que están en disposición de seguir. Si no es así, les serán pagados sus honorarios.

Pero si se quedan, por favor, no vuelvan a dudar de mi buena fe y mis sanas intenciones respecto al asunto que nos concierne y ruego no vuelvan a proferir semejantes dudas en ese tono.

Su tono es serio, no agresivo, sino el de una persona que ha tomado muchas decisiones en su vida y que esta será una más, agradable o no. Pero no está dispuesto a permitir que se dude de sus intenciones al respecto.

El día ha sido largo y tenso. Hoy no tengo fuerzas para trabajar, daré un paseo y me retiraré posteriormente a mis habitaciones donde cenaré. Ruego tomen una decisión para mañana de si están dispuestos a llegar hasta el final de todo esto.

Dicho esto, habla con su hijo algunos temas de trabajo, coje su sombrero, un abrigo, un bastón y sale a la calle.